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...EL MUNDO HA DE CAMBIAR DE BASE. LOS NADA DE HOY TODO HAN DE SER " ( La Internacional) _________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

15/8/12

El arbol republicano del conocimiento: LOGOS Y POLIS

POLÍTICA Y REPÚBLICA.- Jorge Alvarez Yaguez

ANIMAL  POLlTICO : LOGOS Y POLIS : (1)

El  término” politica” (politike) es referido en Aristóteles al gobierno, organización, orden o constitución de la polis, de la ciudad o comunidad política (koinomia politike). Es referido pues, a una comunidad especifica, que se delimita con toda claridad de otras, como la que constituye la casa, la aldea, aun cuando tenga relaciones con ellas. Aristóteles se toma un especial cuidado en distinguir esto, por las enormes consecuencias que conlleva. Si diferenciamos con claridad estos distintos ámbitos de relación, no confundiremos tampoco el saber que a ellos va ligado, ni lo más importante, la forma de gobierno, de dirección de las relaciones que en ellos han de practicarse. Evitaremos las claves tomadas de la comunidad familiar como medio de entender los supuestos defectos de la polis, o de postular sus objetivos. Evitaremos el reducir las categorías propias de una comunidad a las de la otra. Comprenderemos, en definitiva, la categoría propia de lo político.

En efecto, este es el punto capital por cuanto era frecuente su confusión, y en ella se incurrirá una y otra vez a lo largo de la historia de la teoría política. No en vano Aristóteles comienza su Política por ahí, algo que  en los estudios habituales es recogido como un mero gusto por las distinciones analíticas, como una sencilla delimitación de organizaciones sociales sin mayores consecuencias conceptuales. Aristóteles empieza diferenciando estas comunidades en  un principio por una especie de orden genérico tipologicamene dirigido. La casa (oikos) surge naturalmente impulsada en torno  al embrión que forman la unión de mujer y hombre con el telos de la generación: a los hijos se les irán asociando sirvientes y esclavos, de manera  que el conjunto cumpla con la finalidad de cubrir las necesidades de la existencia, de la simple vida: “la comunidad constituida naturalmente para la satisfacción de las necesidades cotidianas es la casa”, se dice en el texto (1252b, 13) (2). La aldea  (kone) aparece como una comunidad constituida por varias casas en vista de las necesidades  no cotidianas. La ciudad (polis)  no seria sino el resultado posterior de la unión de diversas aldeas; sirve ya a un fin superior no marcado ya por lo biológico o por el ámbito estricto de la necesidad, o al menos no en  su desarrollo, pues su suficiencia hace que su telos no sea y el simple vivir sino el “vivir bien” (eu zen). Es importante reparar en esa dimensión de alejamiento de aquellos espacios determinados por lo biológico, por  la necesidad, y la caracterización del fin como  la “buena vida” pues sabemos la carga ideal, de plenitud que conllevan esos términos en Aristóteles. De suerte, que la comunidad política, la polis, aparece ya en esa génesis como ámbito de lo plenificante. Esto aparece mas subrayado si se tiene en cuenta que paa Aristóteles la polis es telos de las comunidades anteriores, y el fin supone el perfeccionamiento de un ser, la plenitud de su naturaleza. El telos esta connotado no solo como algo hacia lo cual  por naturaleza se dirige, sino también como lo mejor, como lo bueno para el ser. Por eso Aristóteles puedes sostener, por una parte, rente a sofistas y cínicos el carácter natural de la comunidad política, al igual que la casa.” De modo que toda ciudad  es por naturaleza (phisey), si lo son las comunidades primeras porque la ciudad es el fin de ellas y la naturaleza es fin”  y, por otra parte, su superioridad cualitativa ya que “aquello para lo cual existe algo  y el fin es lo mejor, y la suficiencia es un fin y lo mejor” (1253, a, 14).
La Pnix de Atenas. Plataforma para el orador
La polis habrá de suponer el perfeccionamiento de la naturaleza humana, dado que, en definitiva, es algo ue ya esta arraigado en ella. El hombre es un animal de polis (politikon o antropos zoon) (1253,7-8) por su carácter lingüístico,  “es el único animal que tiene palabra (logon)”, no mera voz (phone) expresiva de placer o del dolor, como tienen los animales sociales. Las dos definiciones de hombre que podemos encontrar en Aristóteles, el hombre como animal político y el hombre como ser que tiene logos, están pues internamente articuladas; en esta segunda se encuentra la explicación de la primera y aquella representara la plenitud de la segunda.(3) El hombre estará mas profundamente (mas hondo en su naturaleza y mas profundo  en el sentido de perfección) ligado a los otros  que cualquier animal social. La razón que da Aristóteles es que la palabra es expresión  de un plano superior a las meras sensaciones primarias; es vehiculo de un sentido de lo bueno y de lo malo, de lo justo y de lo injusto. Esto es, la palabra implica ya al otro, no por la obviedad de la comunicación  que establece, que también lo hace la voz, sino porque apela a los otros  implica  su significado al otro, requiere de otro y se perfila en comunidad. Tengo sentido d elo bueno y de lo malo en cuanto que juzgo, apruebo o desapruebo; afirmo lo que debe ser, lo que ha de rectificarse; expreso por lo tanto un proyecto de perfeccionamiento, una necesidad de ordenación; requiero al otro y del otro una conducta en relación conmigo, con  los otros; enuncio algo que tiene pretensión de validez  y espera del otro confirmaron o desmentido. Pero, al mimo tiempo que la palabra expresa a el deseo de orden, lo que ha de advenir, expresa también un vinculo, pues ese mismo juicio solo puede ser ya ab inicio  algo compartido; el juicio es algo formado socialmente. Nada de eso ocurre con la phoné; la sensación ce placer y de dolor es peritamente solipsista, no requiere de otro paa ser configurada, su expresión establece una comunicación en la que el otro no esta originariamente implicado; por eso podemos decir que hay comunicación pero no lenguaje. La voz esta vinculada a lo   privado como la palabra a lo común. Dos dimensiones e enlazan  en el logos del animal humano; por un lado la proyección de una sociedad, la exigencia d un orden ; por otro la expresión de una sociedad, en tanto que los otros  estan ya en el sentido de lo bueno, un verdadero sensus communis, lo que no puede decirse de la voz, a la que le es externa la sociabilidad; “la palabra es para manifestar lo conveniente y lo dañoso, lo justo y lo injusto, y es exclusivo del hombre, frente a los demás animales, el tener, él solo, el sentido del bien y del mal, de lo justo y lo injusto, etc  y la comunidad de estas cosas es lo que constituye la casa y la ciudad” ( 1253,a,14-18).
Destaquemos esta conclusión: La comunidad política está unida  a la palabra; es su máxima expresión, su ámbito más pleno, toda vez  que, si es la misma naturaleza la que  lleva a la casa, ésta no adquiere su lugar ultimo sino en la polis. Es en el medio cívico donde el hombre, en dialogo con los otros, modula su sentido de justicia, perfila su juicio; donde, mas allá de la seguridad privada d elo sensitivo, alanza a saber que es lo verdaderamente justo., No hay, pues, polis, sin comunicación, sin conversación, sin dia logos, sin deliberación en torno  a lo que juzgamos bueno o malo, justo  o injusto.
La naturaleza del ser humano requiere como su fin  a la polis para encontrar en ella el medio de su realización. De ahí la superioridad ontológica de la ciudad sobre a casa y sobre el individuo, el que Aristóteles pueda afirmar: “La ciudad es por naturaleza anterior a la casa y a caa uno de nosotros, porque el todo es necesariamente anterior a la parte”. Entendemos aquí el termino anterior, o primero (proteron) no en el sentido temporal sino ontológico y, por lo tanto, axiológico. Casa e individuo  solo adquiere en su sentido real dentro de ese todo que es la polis. El telos representa la realización plena de lo que a él conduce, por consiguiente, solo en él, los elementos  anteriores encuentran su definitivo acomodo, su verdadera función, su vida misma. De suerte, que la corrupción de esa entidad superior, e ese todo, significaría necesariamente el deterioro de sus miembros o partes. Por eso el hombre fuera de la polis experimentaría la perdida de aquello que lo constituye como tal, el sentido de lo  justo, el pleno empleo de la palabra, su misma humanidad. En la polis el hombre encuentra la posibilidad de la excelencia (areté), de su perfeccionamiento; fuera de ella, su rebajamiento, la conversión en el peor de los animales, “ Es natural en todos la tendencia a una  comunidad tal, pero el primero que la estableció fue la causa de los mayores bienes; porque asi como el hombre perfecto es el mejor de los animales, apartado de la ley y de la justicia es el peor de todos(…) la justicia, en cambio, es cosa de la ciudad ( 1253ª,29-37)


(1)Cap I.2. pag 26-31 de su libro: Política y Republica.-Aristóteles y Maquiavelo. Biblioteca Nueva  Madrid 2012)


(2) H. Arendt insistirá en este punto. La casa esta dominada por la categoría de la labor, que remite a los ciclos naturales, a la satisfacción de las necesidades inmediatas; no debe confundirse con la categoría de trabajo, ni con la de acción (prxis).Solo esta última sería lo propio de la polis.-H. Arendt,.(La Condición humana).
(3).-El siempre interesante J.P. Vernant, quien nos ha dejado no hace mucho, acentuaría, como es sabido, lo que debe el logos ya desplegado en razón filosófica, a la polis. Refiriéndose a Aristóteles escribía: Si el homo sapiens  es a sus ojos un homo politicus  es porque la razón misma, en su esencia, es política.- (Los orígenes del pensamiento griego.).Un extraordinariamente sugerente análisis  de la union de logos y polis es el que os ofrece M.Foucault en su estudio sobe la perecía griega ( discurso, franco, libre, verddero).Vease el magnifico curso. Le gouvernement de soi et des autres.Cours au College de rance  1982-83.-Paris. Gallimard Seuil. 208


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