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...EL MUNDO HA DE CAMBIAR DE BASE. LOS NADA DE HOY TODO HAN DE SER " ( La Internacional) _________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

6/1/13

VIRTUDES REPUBLICANAS EN TIEMPO DE MONARQUIAS

VIRTUDES REPUBLICANAS EN TIEMPOS DE MONARQUÍA: JULIO  AGRICOLA

¿Como se puede ser leal a la res publica en tiempos hostiles a la virtud? Cuando lo que fueron vicios, para las mentes republicanas, son ahora virtud,  la vida de que nos trae a la memoria la obra de Tácito, de Publico Agrícola nos muestra como mantener  un comportamiento sólido e integro. Cuando falta República, puede servirse a la res publica, haciendo de la vida personal y profesional un espacio digno de aquella, desgraciadamente ausente, gracias al comportamiento propio  del ciudadano republicano virtuoso.  Agricola comprende las restricciones de libertad que impone la monarquía y transforma su desgracia   tanto en el ejercicio de  un oficio honesto, al servicio de las  funciones  oficiales que le son encomendadas por el Imperio  – cuando había de ser activo-  como en  un ocio digno cuando le llega el estar retirado

Esta es la lección que nos presenta Tácito en su Vida de Julio  Agrícola.(1) 

 Al leer la vida de Publico Agrícola por Tácito ( +año 93 d.c) nos encontramos con otro de los monumentos de la ética ciudadana republicana junto con aquellos que presentaba también Plutarco  en sus Vidas con la particularidad de que Julio  Agrícola hace ejercicio de la virtus republicana  en época imperial, bajo la tiranía de Domiciano.

 J. Agrícola, alto funcionario de la Roma imperial,  elige, en lugar de la via de la resistencia y  rebelión, la del trabajo profesional, de gestión y de administración honradas de la cosa pública, incluso cuando esa cosa pública esta corrompida políticamente por la forma de una tiranía. Nadie puede apresurarse  a calificar estas actitudes de colaboracionistas a menos de recaer en la superficialidad del juicio. Al fin y al cabo, el funcionario de hoy, el profesor, el maestro ,  el empleado en la sanidad publica, el técnico  y gestor de la administración publica  , el policía, ,…y tantos otros , servidores hoy de lo público,  trabajando para  un  régimen político , sea monarquía o nominalmente republica, pero tan lejano jurídicamente, socialmente y políticamente  de la Republica como es la monarquía que de hecho constituye  democracia liberal capitalista, ¿ no esta actuando como lo hacia J. Agrícola cuando lo hace con la honestidad y entrega que fueron suyas? .Actitudes como la suya son capaces de demostrar que puede haber buenos ciudadanos también bajo malos príncipes: posse etiam sub malis principibus magnos viros esse.Julio Agricola fue el paradigma de las virtudes tradicionales de lealtad a la res publica en tiempos hostiles a la virtud.

La integridad  y la frugalidad y moderación en el modo de vida se contraponen y brillan, con los mismos efectos de una rebeldía y de un enfrentamiento, cuando se practican  contraponiéndolos a la escasa moralidad de los hábitos tanto políticos como personales de los individuos, guiados por la codicia, la competencia  por el poseer, el animo de lucro, del beneficio privado y del provecho a cualquier precio. 

La práctica voluntaria y consciente de  una  vida  honrada al servicio profesional de lo público sabiendo que es  modestamente remunerada  se enfrenta  en la actualidad casi como una provocación al  elogio actualmente habitual  de la vida avariciosa  que pone como ejemplo social el éxito de los ricos y que se alimenta de una  hybris, de un hambre desmesurada de  mas y mas. 

En las circunstancia particulares de hoy aquel elogio tan extendido  de la vida avariciosa no es sostenible con decencia, pero  sólo  se ha retirado por  las razones circunstanciales del fracaso del modelo que la codicia  del sistema y de sus patrocinadores  y protagonistas  ha provocado. Volverá. Por el momento se encuentra ocupada descargando su mala conciencia contra los servidores de lo público, haciendo de funcionarios y políticos modestos y  honestos  chivos expiatorios  de lo que ellos mismos han provocado, una cortina de humo tras la que se oculta la potencia que han de continuar ejerciendo.

Se nos presentaba hasta hace poco torcidamente la ejemplaridad de la vida de aquellos emprendedores o asalariados eficaces, entregada su vida a trabajar a todas horas y a vivir para  ganar dinero y sacar dinero de dinero, como una  pretendida vida de “creatividad” donde cada uno se”realiza”.El contrapunto negativo de aquella vida era la vida del funcionario.  Aquella vida que se exaltaba  no es  realmente más que  la realización perfecta del  esclavo optimo. Para la moralidad republicana esa  vida no es ni  será más que un vicio.

Las vidas de los republicanos Julios Agricolas de hoy nos lo demuestra.

1).-Vida de Julio Agricola.-Tacito.-Akal clásica 1999 

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