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...EL MUNDO HA DE CAMBIAR DE BASE. LOS NADA DE HOY TODO HAN DE SER " ( La Internacional) _________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

6/10/14

ROUSSEAU, SOCRATES Y CATON

EL ÁRBOL REPUBLICANO: Rousseau y   sus   vidas paralelas de Sócrates y Catón.


DOS  CONCENTRADOS DE Rousseau: “ PARALELO DE SÓCRATES Y CATON” y fragmento  sobre Sócrates y Catón en el  “DISCURSO  SOBRE ECONOMIA POLITCA”


Toca , por fin, traer a este blog al más radical de los republicanos. Imposible traerlo entero, Rousseau es inabarcable para decirlo evitando el  epíteto retórico, pero cierto , de  inconmensurable. Como dice el propio Jean Jacques  en uno de  los escritos que reproducimos , evitemos los  adornos que no estarían adecuados  a su calidad. Lo traemos a este blog tímidamente y por una puerta pequeña de dos escritos poco  conocidos. Lo adecuado sería decir  con mayor  atrevimiento que apenas  ha habido desarrollo  teórico  posterior a la altura de la riqueza , novedad y  profundidad de lo propuesto  en la totalidad de la obra de  Rousseau al  contrario de lo que ocurre con casi  todos los demás discursos de los  otros grandes del pensamiento.   Cuando algún pensador lo hace, como lo hizo Kant, los resultados son formidables. Queda aún mucho por hacer siguiendo a Rousseau, hoy y para hoy.

Opina  Montesquieu de Rousseau que  “dice mucho….dice demasiado” . Pues bien, cuando nos  hallamos ante un texto de Rousseau breve, continúa diciendo mucho  a pesar de su brevedad, lo cual hace que el texto sea un verdadero concentrado. Esto se percibe en el escrito que presentamos de Rousseau, casi  un inédito (solo fue publicado en 1972), que remonta a un Rousseau ya madurado, datado en  1752, en la época de su Discurso sobre la Desigualdad y cercano a su Economía Política y su Manuscrito de Ginebra. De hecho en su Economía Política en  una  magnifica página  vuelve sobre el asunto Sócrates/Platon, y en un extremo realmente puro y  “demasiado” republicano, dice Rousseau de Catón , que  “ abandona la vida cuando no ve más patria a la que servir”. Traemos asimismo esa página a continuación.

1.- El primer  brevísimo  texto es un puro Rousseau y se encuentran en él ,  muchas de sus  ideas-fuerza más republicanas: la libertad solo es posible bajo la igualdad, la desigualdad es la primera fuente de todo mal en política, o el enfoque republicano de la libertad recogiendo la consideración del mismo Plutarco en su Vida de Catón de que la libertad no consiste en ser libre sino  en ser “libre entre libres”, la corrupción de las costumbres por el abandono de una vida modesta sin lujo, las  republicas  y las virtudes cívicas  que se hunden bajo el peso de las riquezas,........Otra  emocionante página  de Rousseau.

2.- En el segundo texto,  la página de la Economía Política, el autor  vuelve al  mismo paralelo concentrándose los asuntos tan  queridos por Rousseau con la misma intensidad a propósito de las dos grandes figuras Sócrates/ Platón y ampliándolos en unos desarrollos que  dan fe ya  de un maduro convencimiento y reflexión que será el propio del Rousseau, entre ellos, el del patriotismo republicano y el correspondiente cuidado que debe de tener  la república hacia de los ciudadanos.

Para desmentir la raíz totalitaria que se atribuye a Rousseau por muchos, asimismo sirve esta página . Rousseau mismo lo hace de manera brillante y  categórica.

En ambos casos, aunque en el segundo de manera más  patente,  las preferencias de Rousseau , como no podría ser menos en coherencia con su pensamiento, son por Catón. La muerte de Sócrates es hermosa, pero de Catón es , no solo la muerte  sino toda la vida la que es bella por su compromiso virtuoso público y lucha por la libertad de todos y no solo por la salvación de su alma.  Porque en definitiva, el ejemplo sacrificado de los finales gloriosos pero trágicos   de Sócrates y Catón no debería producirse en una república de hombres sabios y felices que es el objetivo de la política.  De la misma manera que en esa república no debería haber necesidad de hospitales para pobres ni confiscación de grandes fortunas, sino que ni existiesen pobres ni fuese permitida  la acumulación de las riquezas.



1.- “PARALELO DE SOCRATES Y CATON” (1)

“No quiera Dios que tratando  un asunto tan grande, manche mi estilo con viles adornos que Sócrates y Catón hubieran despreciado. Sentiría espanto por la imagen de estos dos grandes si me atreviese a alejarme, al hablar de ellos, de esa simplicidad que fue el alma de su carácter y que empeñaron en todos los actos de sus vidas.

Los romanos eran todos guerreros por naturaleza, de la misma manera que los griegos filósofos. Ambos cambiaron su oficio con ocasión de la guerra. En el ejercito , Sócrates era  soldado y Catón ejercía la filosofía. Son conocidas las pruebas de valentía que dió el  primero en diversas batallas y sobre todo en el sitio de Potidea donde cedió voluntariamente a Alcibíades el precio del valor que le había sido adjudicado. Catón , en el ocio de la vida en el  campo fue un predicador de la virtud y de un destacamento del que tenía el mando y que había hallado lleno de las mismas costumbres e imbuido de las mismas máximas que hoy reinan entre los militares hizo un colectivo  de hombres moderados y sabios.



La república romana, hundida por el peso de sus riquezas y de sus conquistas se encontraba en ruinas  cuando Catón nació. Mario y Sila habían casi echado  abajo  el edificio aunque el frontispicio subsistiese aún y su  antigua forma era todo lo que quedaba de la antigua constitución. Las causas de la destrucción eran evidentes.

Y cuando no había otra cosa mas que la corrupción general de las costumbres, el lujo de los ricos, la miseria de los pobres y la avaricia de todos,  ¿ que más  se hubiera necesitado para hacer perecer incluso  a un gobierno fundado en el horror del vicio y mantenido por amor a la virtud?. La batalla de Farsalia no hizo más que entregar a su amo a pueblos enteros que apelaban  desde su propio corazón  a la servidumbre, pues no es cuando se vende la libertad cuando se pierde sino mas bien desde el momento que se es capaz de ponerla un precio. Hacia mucho tiempo que aquella tropa de esclavos no esperaba sino un comerciante que les comprase.

Ambos nacieron libres y no seria  elogio de la fortuna si hubiera estado en su poder hacerles esclavos. Pero bajo un yugo arbitrario las almas de Sócrates y Catón hubieran sido asfixiadas casi al nacer y pronto hubieran bajado a una clase ordinaria de grandes hombres. Es en vano lo  que los Marios proclaman. La energía de la virtud nunca se encuentra en la dependencia, pues no podríamos llamar hombre virtuoso a aquel al que puede obligársele a actuar mal.

Si sois filósofos, vivid como Sócrates, si no sois mas que hombres de Estado, vivid como Catón.

Sócrates podía vivir bajo los tiranos, pues estaba seguro de que podía conservar su propia  libertad, Catón aborrecía la tiranía porque no le bastaba ser libre él, quería que lo fuesen todos los ciudadanos.

No hay en el mundo una muerte mas hermosa que la de Sócrates, pero no hay una vida tan bella como la de Catón.

 Sócrates les hubiera hecho  sabios, Catón  felices. Y para hacer un pueblo de sabios y felices, sería preciso que fuese instruido por Sócrates y gobernado por Catón.”





2.-  SÓCRATES Y CATÓN  EN  EL “DISCURSO SOBRE LA ECONOMIA POLÍTICA”.- fragmento (1)





“ Atrevámonos  a oponer a Sócrates y Catón. : uno era más filósofo, el otro más ciudadano. Atenas ya estaba perdida y Sócrates no tenía ya más patria que el mundo entero; Catón tenía siempre la suya en el fondo del corazón, no vivía más que por ella y no pudo sobrevivirla. La virtud de Sócrates es la del más sabio de los hombres, pero entre Cesar  y Pompeyo, Catón parece un dios entre los mortales.  El uno instruye a algunos particulares, combate a los sofistas, y muere por la verdad; el otro defiende al Estado, la libertad las leyes contra los conquistadores del mundo, y abandona finalmente  esta tierra cuando no encuentra patria a la que servir. Un digno alumno de Sócrates sería el mas virtuoso de sus contemporáneos, un digno émulo de Catón seria el más grande. La virtud del primero haría su felicidad, la del segundo busca su  felicidad en la de todos. Estaríamos instruidos por uno, y conducidos por el  otro y es esto lo que decidiría la preferencia puesto jamás se ha hecho un pueblo de sabios pero no es imposible hacer feliz al pueblo.

 ¿ Queremos que los pueblos sean virtuosos? Comencemos pues por hacerles amar a la patria; pero   ¿cómo la amarán si la patria no es para ellos  algo mas que lo que es para los extranjeros y ella no les concede algo  mayor que lo que no puede rehusarse a nadie? Estaría bueno que no pudieses beneficiar ni siquiera de la seguridad civil o que  sus bienes , su vida y su libertad estuviesen a disposición de los poderosos sin que les fuese  posible ni permitido atreverse a reclamar leyes. Sometidos a los deberes de su estado civil, san gozar ni siquiera de los derechos del estado de naturaleza y sin poder emplear las propias fuerzas para defenderse, se encontrarían  en la peor condición en que puedan encontrarse los hombres libres, y la palabra patria no tendría para ellos mas que un sentido odioso o ridículo. Es inconcebible    que pueda herirse o cortar un brazo  sin que el dolor llegue a la cabeza; y no es mas creíble que la voluntad general consienta que un miembro del estado , cualquiera que sea,  hiera o destruya a otro, como no lo es el que los dedos de un hombre con uso de razón  la revienten sus propios ojos. La seguridad particular está tan íntimamente ligada a la confederación pública que sin las consideraciones debidas a la debilidad humana, este convenio  se disolvería de inmediato  si pereciese en el estado un solo ciudadano que hubiera podido socorrerse y no se ha hecho, si se enviase injustamente a uno solo a prisión, y si se perdiese un solo proceso con evidente injusticia; porque lal quebrantarse las convenciones fundamentales, no se ve  con que derecho ni porque interés puede mantenerse el pueblo en la unión social, a menos que esté siendo retenido por la fuerza.

En efecto, el compromiso del cuerpo de la nación, ¿ no es el de procurar la conservación del último de sus miembros con tanto cuidado como a  la de todos los demás? Y la salvación del ciudadano ¿ es menos causa común que la de todo el Estado? Que no se nos diga que es bueno que uno s solo perezca por todos, admiraría esta sentencia en la boca de un digno y virtuoso patriota que se consagre 
voluntariamente y por sentido del deber dando su propia vida por la salvación de su país, pero si se entiende como que está permitido al gobierno el sacrificar a un inocente para salvar a la multitud, esta máxima es lo mas execrable que la tiranía ha inventado nunca, lo más falso que se pueda proponer, lo más peligroso que pueda admitirse y la más directamente opuesta a las leyes fundamentales de la sociedad. Lejos de creerse que uno solo debe perecer por todos, todos comprometen sus bienes y sus vidas en la defensa de cada uno de los otros con el fin de que la debilidad particular esté protegida por la fuerza publica y cada miembro por todo el Estado. Supongamos que apartamos del pueblo a un individuo tras otro,  preguntemos a los partidarios de esa máxima que nos expliquen mejor lo que significa el cuerpo del Estado, y veréis como en realidad lo reducen  al final a un pequeño grupo  de hombres que no son el pueblo sino oficiales del pueblo y que habiéndose obligado entre ellos mismos por un juramento particular a protegerse, pretenden probar que son los otros los que deben perecer por ellos.

¿Quieren encontrarse ejemplos de la protección que el Estado debe procurar a sus miembros y del respeto que debe a sus personas? Se encuentran entre las más ilustres y más valerosas naciones de la tierra y no hay más que en los pueblos libres donde se sabe lo que vale un hombre. En Esparta es sabido en que estado de perplejidad se encontraba la república cuando se trataba de castigar a aun ciudadano culpable.  En Macedonia, la vida de un hombre era un asunto tan importante, que con toda la grandeza de Alejandro, este poderosos monarca no hubiera osado tener la sangre fría de condenar a a muerte a algún macedonio criminal que no hubiera comparecido defendiéndose ante un tribunal , ante sus conciudadanos y no hubiese sido condenado por ellos. Pero fueron los romanos los que se distinguieron por encima de los demás pueblos de la tierra por la consideración de los gobiernos hacia los particulares y por la atención escrupulosa para que fuesen respetados los derechos inviolables de todos los miembros del Estado. No había nada más sagrado que la asamblea de todo el pueblo para condenar a uno solo, ni  el senado mismo, ni los cónsules con toda su majestad, tenían este derecho, y para  el más poderoso pueblo del mundo el crimen y  el castigo de un ciudadano era una desolación pública. Pareció tan duro hacer  verter la sangre por cualquier crimen que pudiese cometerse, que por la Ley Porcia la pena de muerte fue sustituida por la del exilio para aquellos que preferían sobrevivir  antes que perder la dulzura de la patria.
Todo en Roma y en su ejercito  respiraba este amor de los conciudadanos unos por otros y el  respeto por el nombre de romano  levantaba el coraje y animaba la virtud de quien tenia el honor de llevarlo. El tocado  de un ciudadano liberado de la esclavitud, la corona cívica de quien había salvado la vida a otro, eran lo que se miraba con el mayor placer en las ceremonias de los trofeos; y  es notable que de las coronas con las que se honraba en la guerra los actos nobles, solamente la corona cívica y la de los triunfadores eran de hierba y de hojas, las restantes eran de oro.  Es así como una Roma virtuosa devino dueña del mundo. ¡ Jefes ambiciosos! Quien  gobierna sobre rebaños y perros no es sino un pastor  ,  el último de los hombres. Si es hermoso mandar, mas hermoso es cuando los que  nos obedecen  pueden honrarnos: respetad pues a vuestros conciudadanos y os haréis respetables; respetad la libertad y vuestro poderío a aumentará día a día; no excedáis  nunca vuestros derechos, y pronto serán sin limites.

Que  la patria se muestre como la madre común de los ciudadanos, que las ventajas de que gozan en su país se lo hagan querido, que el gobierno les deje participar en la  administración pública para sentir que es cosa suya, y que las leyes no sean a ojos de todos sino la garantía de esa libertad común.  Esos derechos, tan hermosos, pertenecen  a todos los hombres, pero sin que parezca que los atacan directamente, la mala voluntad de los que mandan los reducen a la nada con facilidad. La ley de la  que se abusa sirve a la vez de arma ofensiva y escudo contra el débil, y el pretexto del bien publico es siempre la plaga mas peligrosa para un  pueblo.  Lo que hay de más necesario  y probablemente lo más difícil para un gobierno, es una rigurosa integridad haciendo justicia a todos y sobre todo proteger al pobre de la tiranía del rico. El peor de los males ya esta hecho  cuando existen pobres que haya que defender y ricos a los que contener. Es solamente sobre el termino medio cuando funciona  todo el poder de las leyes, éstas son tan  impotentes igualmente contra los tesoros de los ricos como  contra la miseria de los pobres, el primero las elude, al segundo no le llegan; uno rompe la tela, el otro pasa a través de ella.
Es pues una de las mas importantes tareas del gobierno, prevenir la extrema desigualdad de las fortunas, no quitando los tesoros a sus poseedores sino impidiendo a  todos los medios de acumularlas, no en construir hospitales para los pobres sino garantizando a los ciudadanos que no lo sean. “



(1).- Ambos textos son traducción  mía de:  J.J. Rousseau .- “Oeuvres  Completes”.- Tome III.- Gallimard .La Pleiade.- Paris .-1964. pag:  1896-1898 del primer texto y pag 254-258 del segundo .









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