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...EL MUNDO HA DE CAMBIAR DE BASE. LOS NADA DE HOY TODO HAN DE SER " ( La Internacional) _________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

24/5/15

LA CASTA Y LA CASTIDAD




Por Miguel Angel Domenech

Opino que  situar el foco de la crítica política hacia la “ casta” y la corrupción es un error.

Cuando se trae a la escena crítica política el término   “casta” se   está suponiendo  que el problema es de personas.  Que sea éste, el personal,  el enfoque del que se  parte en el caso,  lo corrobora el hecho de que se pretende  que la solución debe buscarse en la renovación de las personas. De ahí la insistencia en lo electoral, en  que se vayan, en el  NO nos representan, es decir , nosotros SI  representamos. Representación al fin y al cabo. De la buena- nosotros-  o de la mala, ellos. No olvidemos que la critica se está refiriendo a  personas que nos gobiernan (subrayado el que nos gobiernan). Con lo cual se está aceptando el hecho necesario de que seamos gobernados como eje de la política, y como buen eje, que seamos gobernados por “buenos” gobernantes. En  definitiva se vuelve a la perspectiva del gobierno de los mejores y de los sabios, o del gobierno del Buen Príncipe,  y se continúa en el terreno de la política reducida a gobierno y no a soberanía del pueblo. Que el príncipe o el sabio o el técnico  sea electo o nacido,  poco importa, en él, y en ellos,  nos desprendemos de nuestra soberanía, o sea de nuestra humanidad de autogobernarnos. Si se me apura,  tan legítimo es que sea electo en elecciones votadas como electo por  la  aceptación  social  y cultural del criterio  que el buen  nacimiento  hace  al buen gobernante.  Nacido,  de sangre- y de  Escuela Superior que viene a ser lo mismo -    o nacido de urna,  ambos sistemas son legítimos o al menos legitimados  si se hace  norma social entender que con ello se seleccionan los mejores, los buenos y competentes. En cualquier caso, se trata del procedimiento de eleccion de los buenos y sabios  y las tecnicas con ese propósito pueden ser diversas pero ninguna de ellas cuestiona el propósito antidemcorático fundamental :  que gobiernen otros. Continuamos lejos de la política  concebida , no como gobierno- eficaz o no, honrado o no - sino como ejercicio de la soberanía del pueblo y de gobernar   todos  ( los pobres y muchos, )  y ser gobernados,  por turno y no de dar poder a  los “ cualificados” (  cualificación de voto, de saber o de nacimiento, repito, no son  más que mecanismos, - más o menos acertados y eficaces-   de reproducción de las oligarquías ). 

Se exige, por consiguiente, dado que estamos en la consideración de personas,  de los que no pertenecen a la casta una castidad. La de conservarse intocados por la corrupción. Los que no son casta se les contempla castos. Inmaculada concepción que se supone de la renovación generacional. Pero ¿no se sabe que las mismas causas producen los mismos efectos? Porque alguno o algunos, o todos o casi todos, sean corruptos  o no,  es un ejercicio teórico bizantino en una sociedad  organizada  sobre la prevalencia  y el mérito del lucro, el egoísmo, y  el valor del enriquecerse  individual a toda costa. El funcionamiento adecuado de una tal sociedad es el beneficio individual. Eso no es corrupto sino su sano y normal desarrollo. Es lo funcional. ( la disfunción es que te pillen o no haber sabido hacerlo con arreglo a ley ). Lo corrupto  en tal cuerpo es  la prevalencia del interés general, lo que es común, público y de todos,  la búsqueda de la emancipación de los sometidos  y la equidad. Las propuestas basadas en esto último, pudren  la sociedad  capitalista y esa es nuestra labor de rojos: sembrar estructuras de “pudrición” de esa manzana social oligárquica y capitalista. Todo un programa, más allá de la crítica de la casta o propuestas de castidad.

Deberíamos llamar a las cosas por su nombre y no quedarnos en los límites  impuestos por la tradición liberal. Ni  estamos en una dinámica de  democracia ni en un estado de democracia. En todo caso se dan algunos efectos de la misma tales como derechos  individuales, libertades  y prestaciones de servicios públicos. ( que caerán pronto porque son elementos de “ pudrición”,  enemigos  del sistema )  Creo de urgencia recuperar la lógica y vocabulario del movimiento y la praxis  que supone la democracia en serio. 

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