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...EL MUNDO HA DE CAMBIAR DE BASE. LOS NADA DE HOY TODO HAN DE SER " ( La Internacional) _________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

8/8/16

MONTESQUIEU Y LA VIRTUD REPUBLICANA




Charles Secondat, barón de Montesquieu (1689-1755), fue una figura emblemática de la ilustración francesa. Perteneciente a una familia de la nobleza, Montesquieu mostró un enorme interés por la filosofa, la historia y la sociología. Su obra fundamental, "Del Espíritu de las Leyes", ocupa un lugar destacado en la historia del pensamiento político.


Montesquieu hizo un aporte muy importante al desarrollo del pensamiento político con su distinción entre "naturaleza" y "principio" de cada
gobierno. Por "naturaleza" de cada gobierno entiende Montesquieu "lo que le hace ser " (1) y por "principio", "lo que le hace obrar" (2). Como distinge entre gobierno republicano (democrático o aristocrático), monárquico y despótico, dedica parte de su libro a analizar la naturaleza y el principio de la república (democrática o aristocrática), la monarquía y el despotismo. En este escrito nos ocuparemos única y brevemente de la naturaleza y el principio de la república en su vertiente democrática.

Para Montesquieu el gobierno republicano "es aquel en que el pueblo, o una parte del pueblo, tiene el poder soberano" (3). Vale decir que se está en presencia de un gobierno republicano cuando el ejercicio del poder está a cargo del pueblo o de un sector del mismo. Si ocurre lo primero el gobierno es una república democrática. Si acontece lo segundo el gobierno es una república aristocrática. He aquí la naturaleza del gobierno republicano en sus dos variantes.

Para que un gobierno sea una república democrática no basta con que el pueblo sea el titular del poder. Para que el gobierno sea verdaderamente una república democrática es fundamental que esté vigente el principio que la hace obrar. ¿Y cuál es el principio de la república democrática? Para Montesquieu ese principio no es otro que la "virtud". Sin virtud es imposible la existencia de una república democrática. Cuando la virtud desaparece la república democrática se corrompe inexorablemente. Dice Montesquieu: "Cuando la virtud desaparece, la ambición entra en los corazones que pueden recibirla y la avaricia en todos los corazones. Los deseos cambian de objeto: se deja de amar lo que se amó, no se apetece lo que se apetecía; se había sido libre con las leyes y se quiere serlo contra ellas; cada ciudadano es como un esclavo prófugo (...) La república es un despojo, y su fuerza no es ya más que el poder de algunos ciudadanos y la licencia de todos" (4).

Sin virtud, sentencia Montesquieu, la república es un despojo. ¿En qué consiste, entonces, la virtud? La virtud "es el amor a la patria y a las leyes. Este amor, prefiriendo siempre el bien público al bien propio, engendra todas las virtudes particulares, que consisten en aquella preferencia" (5). El principio de la democracia republicana es el amor del pueblo por sus instituciones, sus leyes y sus costumbres. Es el amor por los principios y valores consagrados por la constitución. Si ese amor se quiebra la república democrática se corrompe ya que " para conservarla es menester amarla" (6).

En estas horas de turbulencia política es bueno recordar a Montesquieu, un intelectual que dejó para la posteridad este concepto de "virtud republicana", valor que hace, a mi entender, a la esencia de todo régimen político respetuoso de la dignidad del hombre.

(1) Montesquieu: "Del Espíritu de las Leyes", ed. Porrúa, México, 1977, p. 15.
(2) Ibídem, p. 15.
(3) Ibídem, p. 8.
(4) Ibídem, ps. 16/17.
(5) Ibídem, p. 26.
(6) Ibídem, p. 26.

 Fuente. Hernán Andrés Kruse
hkruse@fibertel.com.ar

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