Pedro García-Durán (*)
Desde su fallecimiento en 1996 la repercusión
internacional del pensamiento de Hans Blumenberg no ha dejado de crecer. La
gran cantidad de traducciones, bibliografía secundaria y, sobre todo, las
numerosas publicaciones póstumas atestiguan su actualidad incontestable. No
cabe duda que, de entre las últimas, la publicación en 2006 de la edición
alemana de Descripción del ser humano ha supuesto un hito que ha conmovido a
los lectores del creador de la metaforología. La incipiente aunque cuantiosa
recepción de la obra ya ha mostrado que nos hallamos ante un texto crucial para
comprender el proyecto filosófico blumenberguiano, ya que la “antropología
fenomenológica” que en él se recoge conforma la tarea más ambiciosa que el
filósofo de Lübeck se propusiese.
Todo esto hace del libro un “casi best seller
filosófico”, en palabras de su traductor francés Dennis Trierweiler1 . Un éxito
aparentemente inexplicable si tenemos en cuenta la extensión, la complejidad
temática, así como el carácter inconcluso de los escritos que lo conforman. Si
bien éstos, con toda seguridad, no nos han llegado en la forma en que un autor
como Hans Blumenberg, dado a la constante reelaboración de sus escritos, los
habría entregado a la imprenta, no podemos decir que se trate de una obra
fragmentaria. Se compone de textos muy extensos, organizados siguiendo los
contenidos de los cursos de antropología que Blumenberg impartiese en Münster
en los años 1977-78 y 1980-81. (Las aclaraciones del editor respecto a la
selección y ordenación de los textos se encuentran en el Posfacio.) El libro no
carece, pues, de coherencia temática ni de completud. Se trata, en definitiva,
de una lectura difícil, cuya dureza se ve compensada por la importancia del
terreno que recorre; ya que lo que se busca través de la “antropología
fenomenológica” es recuperar un terreno y una función para una filosofía
racional en el presente.