“La
UE nunca fue un sueño democrático”
Por Irene G. Pérez
Si
Europa no logra hacer una transición hacia una utopía común, la alternativa es
una deriva hacia la guerra. Así de claro lo ve el activista y filósofo croata
Srećko Horvat (1983), que el lunes 13 de febrero impartió una conferencia en el
Centre de Cultura Contemporànea de Barcelona (CCCB) en la que habló sobre el
negacionismo en el que vive actualmente occidente. “El FMI reconoce que las
medidas de austeridad no funcionan, pero aún así las sigue exigiendo; en
Silicon Valley se están centrando en habitar Marte en lugar de intentar
solucionar o aliviar problemas existentes en la sociedad”, lamenta el autor.
Para Horvat, es necesario actuar en el nivel local, nacional y europeo para
“intentar conseguir lo que no consiguió la generación de Stefan Zweig”.
Entre
sus obras figuran El sur pide la palabra: el futuro de una Europa en crisis
(Libros del Lince, 2014), del que es coautor junto con Slavoj Žižek, y La
radicalidad del amor (Katakrak, 2016). Además es uno de los impulsores, junto
con el exministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis, de DiEM25, un movimiento
paneuropeo que hace una revisión crítica de la Unión Europea con el objetivo de
generar un entorno de prosperidad compartida para todos sus ciudadanos.
Pregunta. Parece que, pese a las medidas de
austeridad, en general, los ciudadanos europeos se están inclinando por los
movimientos de derecha o incluso de extrema derecha. ¿A qué cree que es debido?
Srećko Horvat
Lo que hemos visto en los últimos años en Europa es que, precisamente debido a
las medidas de austeridad, las altas tasas de paro, los desahucios y la falta
de inversión, el descontento de la gente está creciendo cada vez más. Y la
izquierda, o la socialdemocracia, no ha sido capaz de ofrecer una respuesta o
soluciones creíbles. Todo lo contrario, fueron los socialdemócratas los que, en
cierto modo, crearon esta situación al desmantelar el Estado del Bienestar
implementando medidas neoliberales. Tenemos el ejemplo de François Hollande,
que se hace llamar socialista, y aprobó una reforma laboral sacada de un manual
de neoliberalismo. Hay una parte importante de la población en el paro
totalmente insatisfecha con el sistema actual. También tenemos la crisis de los
refugiados, que ha traído como consecuencia un aumento de la xenofobia, el
alzamiento de muros, la suspensión de Schengen… El resultado es que la derecha
y los partidos extremistas están creciendo en toda Europa. Y, no sólo los de
derechas, sino también lo que se conoce como extremo centro, como el Gobierno
de Viktor Orbán en Hungría y lo que puede llegar en Francia con Le Pen. Creo
que la clase trabajadora –como se vio en el Brexit, por ejemplo – está votando
por los partidos de derechas, populistas, precisamente porque los
socialdemócratas no consiguieron sacar a Europa de la crisis. Los populistas de
derechas están teniendo éxito al vender la ilusión de que ellos serán los que
crearán nuevos trabajos e inversiones, aunque es solo una ilusión.