EL MODERNISMO
REPUBLICANO DE JOSÉ MARTÍ
Por Fernando
Aguiar,
“Yo quiero, cuando me
muera,
Sin patria, pero sin
amo,
Tener en mi losa un
ramo
De flores, - y una
bandera”
INTRODUCCIÓN
Si del modernismo literario apenas queda el recuerdo de un
movimiento decadente cargado de tules, sedas, oropeles y princesas, del
republicanismo carecemos siquiera de memoria a que aferrarnos, especialmente en
España, donde se ha borrado o tergiversado a conciencia todo recuerdo de lo que
pudo significar alguna vez ser republicano. Queda al menos la idea, eso sí, de
que el republicanismo es un movimiento antimonárquico. Pero entonces modernismo
y el republicanismo no parece que puedan casar bien en nuestra memoria política
y literaria. ¿Se habrán vuelto republicanos el Marqués de Bradomín y la
princesa triste de Darío?¿O es que queremos forzar las
ideas y las palabras, e incluso a las personas, desde el título mismo de este
capítulo para hacer del modernista Martí lo que no fue, esto es, un
republicano? Habrá que refrescar la memoria porque modernismo y republicanismo
no sólo casan bien en la obra de José Martí, como vamos a ver, sino que ambos
giran en torno a una misma pasión por la libertad.(1)