Slavoj Zizeck ( “En defensa de la intolerancia”)
Cualquier universalidad que pretenda ser hegemónica debe incorporar al menos dos componentes específicos: el contenido popular auténtico y la “deformación” que del mismo producen las relaciones de dominación y explotación. Sin duda la ideología fascista “ manipula” el auténtico anhelo popular por un retorno a la comunidad verdadera y a la solidaridad social que contrarreste las desbocadas competición y explotación; sin duda “ distorsiona” la expresión de ese anhelo con el propósito de legitimar y preservar las relaciones sociales de dominación y explotación. Sin embargo, para poder alcanzar ese objetivo, debe incorporar en su discurso es anhelo popular auténtico.
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