Por Antonoo Elizalde (*)
Introducción
Nuestra mirada sobre la realidad se constituye
a partir de mapas que describen un tipo de territorio que, si bien no se
corresponde totalmente con el tipo de vivencias que constituyen nuestro operar
en el mundo, nos resultan extremadamente seductores, por el scaso nivel de exigencia
y rigor que nos demanda su aceptación. Sin embargo, gran parte de dicEhos mapas son
meras ilusiones que nos han ido domesticando, correspondiéndose con una
concepción del universo y del mundo en que vivimos de gran eficiencia, para
mantener el sistema de dominación que se nos ha ido imponiendo.
Es limitada la capacidad crítica que hemos
desarrollado para cuestionar las visiones dominantes en nuestro imaginario
colectivo y que son producto del paradigma dominante hasta el día de hoy en el
mundo de las ideas. Parte sustantiva de esta visión sostiene la existencia deun
mundo conformado por ámbitos o dimensiones relativamente autónomas entre sí, el
cual existe como una realidad “objetiva” exterior a los sujetos, a la cual se
puede acceder por medio del desarrollo de las “adecuadas” aproximaciones
conceptuales y metodológicas, particulares y propias de cada disciplina
científica. Así entonces, se opera con la creencia en la posibilidad de acceder
a un conocimiento universal y objetivo de la realidad, a una visión única y verdadera
de las cosas, suponiendo que las diferencias de visiones, de afirmaciones y de
juicios respecto la existencia responden a ‘insuficiencia’ de conocimiento y de
objetividad.