Entrevista a Ruwen Ogien (1)
por Grégory Chambat
para “Question de Classe(s)”
Ruwen Ogien, filósofo y autor de “La Guerra
contra los pobres comienza en la escuela.-Sobre la moral laica”, ha
aceptado amablemente a responder a nuestras preguntas para el blog “Questions
de Classe(s)”. Subrayamos particularmente el análisis que hace del proyecto Vincent Peillon de reestablecimiento de la Moral en los colegios.
Gregory Chambat (
Q2C): Con “ La Guerre contre les pauvres
commence à l’école : sur la morale laïque” (Grasset, 2013, 168 p., 14,50 €)”
( “La guerra contra los pobres comienza
en la escuela: sobre al moral laica” ) se nos presenta un libro “ sobre” la actualidad que comienza mostrando como ese retorno a la
moral que propone Vincent Peillon es de
todo menos original y que se inscribe en una
nostalgia de la escuela de antaño y además en el movimiento de revancha contra “el espíritu
mayo 68”
que compartían sus predecesores . La novedad reside sobre todo en que Vincent
Peillon podría tener éxito y convertir a la izquierda al conservadurismo
escolar, igual que se ha convertido al liberalismo o al discurso sobre la inseguridad,…..
Ruwen Ogien: Lo que es más sorprendente del
pensamiento conservador es su visión moralista de las prioridades políticas.
Para aquellos que la propagan, el problema principal de nuestras sociedades
no es el considerable aumento de las desigualdades de riqueza y poder,
el trato inhumano de los inmigrantes sin papeles, o las ingerencias en la vida privada por el fichaje clandestino
y la vigilancia ilegitima de las comunicaciones. No. Lo que les preocupa es el
derrumbamiento de un cierto orden moral basado el gusto por el esfuerzo, el
sentido de la jerarquía, el respeto de la disciplina, el control de los deseos,
la fidelidad a las tradiciones, la identificación con la comunidad nacional y
la valoración de la familia “ natural” y heterosexual. Lógicamente, la
prioridad, para los conservadores, no está en mejorar las condiciones
económicas de cada uno sino restaurar ese orden moral.
El proyecto de llevar la moral “laica” a la escuela seduce
evidentemente a mucha gente, tanto de derecha como de izquierda. Se apoya, sin
embargo, sobre una idea profundamente conservadora: el problema principal de la
escuela no sería la falta de medios materiales y de que sea incapaz, hoy, de
compensar las injusticias causadas por un sistema social y económico
profundamente desigual.No. El problema seria la inmoralidad de los alumnos, y
mas exactamente ¡la inmoralidad de los alumnos de los barrios desfavorecidos! ,
Si no, ¿para que necesitarían cursos de moral si ya fuesen
morales?
Al afirmar que Francia necesita un “enderezamiento moral” .con
ese acento reaccionario un poco molesto para los que desean apoyar al gobierno, el actual
ministro de educación nacional, cuyo compromiso con la izquierda es, sin duda, incontestable, consagra la hegemonía del
pensamiento conservador sobre el asunto escolar, tal como hacen otros ministros
de izquierda con sus declaraciones sobre la inmigración o sobre la inseguridad.
Es una tendencia, que en mi opinión, hay que combatir incansablemente.
.
Pregunta G:C:
(G2C) :Lo que distingue al proyecto
Peillon de sus predecesores es el adjetivo “ laico”, añadido al termino moral . ¿Como entender ese
propósito y cuales son sus callejones sin salida?
R. O : No hay que ser ingenuos. No
podemos ignorar en lo que se han convertido las palabras “ laico” y “ laicidad”
en el debate publico de hoy.
Lejos de expresar una defensa de la justicia social, de
los derechos y de las libertades individuales, como lo ha sido históricamente,
las palabras “ laico” y “ laicidad” sirven para glorificar a la Nación y a sus “
tradiciones” ( tintorro y salchichas de cerdo ,entre otras cosas ), y para
desacreditar a las minorías religiosas que tienen la “caradura” de reivindicar
la igual posibilidad de expresarse públicamente y de vivir según sus propias costumbres
culinarias y de vestimenta.
Para evitar ese peligro habría que decir y repetir que el
uso público de las palabras “ laico” y “laicidad” no se dirigen a asfixiar el pluralismo
de las costumbres, la diversidad de hábitos culinarios y vestimentarios, ni a
rechazar las reivindicaciones contenidas en la expresión publica de las minorías
religiosas, ni a estigmatizar tal o cual población ya desfavorecida. Esto, en mi opinión, no lo
deja suficientemente claro el ministro.
Por esa razón me he permitido sugerir que su proyecto
puede perfectamente entenderse como dirigido
prioritariamente a los jóvenes, principalmente a los jóvenes de los
barios desfavorecidos, generalmente acusados de ser demasiado sensibles a la
llamada del integrismo religioso musulmán, de ser demasiado violentos e incívicos,
jóvenes de los que todo el mundo parece pensar que seria urgente “disciplinar”,
y reconducir al “buen camino” de la uniformidad republicana.
En efecto, incluso si su alcance es mayor en la intención
del ministro, es así como su proyecto de enseñanza de moral laica se interpreta
generalmente y eso explica porque genera tanto entusiasmo, incluso en la extrema
derecha….¡ y hasta entre los creyentes católicos!
Según un sondeo IFOP realizado del 4 al 6 de septiembre de
2012 después de que Vincent Peillon hubiera anunciado por primera vez su proyecto de
enseñanza de moral laica, el 86% de los católicos estaban a favor de los cursos
de moral laica. Es bastante significativo. Incluso los más católicos parecen
apreciar a laicidad cuando se entiende de esa manera.
De hecho, el ministro de educación nacional no tiene
probablemente la intención, de que su proyecto sirva para estigmatizar a una
parte de la población. Lo que contempla más bien es obtener una especia de
consenso sobre sus proyectos de reforma escolar, y sabe que la idea de un
retorno a la moral puede servir de base para ese consenso dado que es aprobado
por la mayoría de los ciudadanos. Pero el peligro político de ver la moral
llamada “laica” puesta al servicio de la estigmatización de musulmanes existe de manera patente en mi
opinión.
Pregunta G:C:
(G2C): Su
libro aborda la enseñanza de la moral desde un puno de vista filosófico, pero
también es una reflexión pedagógica porque plantea la cuestión de la posibilidad
de tal enseñanza, de su modalidad y
sobre todo de su eficacia ¿ Que conclusión saca Vd de todo ello ?
R. O. El proyecto de hacer regresar la
moral l a la escuela parte del postulado que la moral puede enseñarse por medio
de cursos y exámenes como si fuera un conocimiento teórico del mismo género que
la física-química o la geografía-historia. No tiene en cuenta el hecho de que
ese postulado no es nada evidente y que es discutido desde la antigüedad. ¿Puede
enseñarse la moral?. Y si su enseñanza es posible. ¿Debe hacerse como lección
magistral por medio de cursos y exámenes? ¿No consiste mas bien a mostrar ejemplos y suscitar las ganas de seguirlos?
Los exámenes de moral, ¿deben verificar
el conocimiento de la historia de las ideas morales, de los principios de la
moral, o la moralidad de la conducta del alumno? El alumno, ¿debe mostrar
únicamente lo que sabe acerca de la
virtud, o debe mostrar que se ha hecho virtuoso gracias al programa?
Todas estas cuestiones filosóficas se resumen de hecho a
una sola mas a ras de tierra: la enseñanza de la moral laica ¿es semejante a la
de las ciencias naturales o a la natación? ¡Saber nadar no consiste evidentemente
en ser capaz de describir los movimientos de la braza en un examen! Y si
aprender la moral laica es como aprender a nadar, si lo que se trata es de
transformar la conducta del alumno,
¿como se puede evaluar?¿Sometiendo al alumno a tentaciones ( robar,
mentir, hacer trampa, etc) para ver si resiste?¿Instaurando una vigilancia
permanente de alumnos fuera de la escuela a cargo de agentes especiales?.¿Poniendo
confesionarios “ laicos” donde el alumno
deberá confesar al profesor de moral sus
pecados contra el “ vivir juntos” o
“ el bien común”.?
Para terminar, cuando nos preguntamos sobre la posibilidad
de enseñar la moral en la escuela, no podemos evitar plantearnos cuestiones más
generales sobre el contexto desde el cual los profesores se supone que han de
inculcar los valores supremos de la Republica : libertad, igualdad, fraternidad. ¿Cómo
puede enseñarse la fraternidad desde el contexto de un sistema que cultiva la
competencia encarnizada entre alumnos y establecimientos escolares?¿ Cómo puede
dispensarse la enseñanza de la libertad y la igualdad en el contexto de una
institución organizada como un ejército,
centralizada y jerarquizada a ultranza donde
los docentes sufren mas finalmente del menosprecio y del control permanente de
sus superiores que de las provocaciones de sus alumnos?. Para ciertos
observadores preocupados por el estado de cosas en la enseñanza en Francia, lo
que haría falta para mejorar las cosas no es más autoridad, vigilancia y
control sino mas democracia a todos los niveles. En lo que concierne las conductas “antisociales”
en la escuela, por ejemplo, han constatado que los establecimiento en los que
los alumnos participan en la elaboración del reglamento interior son los,
posteriormente, han estado menos expuestos a actos de violencia. Esta
hipótesis, probablemente, no es aceptada por todo el mundo , pero merece ser
explorada. En todo caso, su hubiese que escoger entre dos medios para hacer la
escuela mas satisfactoria para sus
miembros, docentes y alumnos, o bien
introducir más democracia a todos los niveles, o bien reintroducir cursos de
moral laica, yo, personalmente no tengo
ninguna duda. ¡No serian los cursos de moral!
Pregunta G:C:
(G2C): El
titulo del libro choca, y, a primera vista, la relación entre “ la guerra
contra los pobres” y la moral laica no parece inmediata. ¿Nos puede aclarar
como relaciona ambas cosas?
R. O.: Numerosas encuestas muestran que
la explicación de la pobreza por la pereza no ha cesado de ganar terreno en el mundo
occidental a lo largo de los año 90 en detrimento de la explicación por
fenómenos macro-económicos. Vea por ejemplo las que describe Nicolas Duvoux en
su excelente libro “Le nouvel age de la
solidarite. Pauvreté, précarité, et politiques publiques” (2012). La idea
que vuelve a extenderse. como si retornáramos al siglo XIX ,es que si se es
rico es porque se merece y que si eres pobre es por culpa tuya. No madrugas lo
suficiente, no buscas un empleo con suficiente perseverancia, prefieres ser un
asistido, etc. Cada vez se busca más masivamente en “culpabilizar a la
victima”. Es lo que yo llamo la guerra intelectual contra los pobres
Esta guerra a los pobres se expresa también en el intento
de explicar la situación de los mas desfavorecidos por los déficits morales de los individuos mas que por los
efectos de un sistema social injusto desde su base y de una redistribución de
los beneficios de la cooperación social
y económica que no permite compensar los obstáculos iniciales. En mi opinión la
vuelta de la moral a la escuela forma parte de la misma filosofía. Poner el
acento sobre la necesidad de la moral en la escuela permite disminuir la
importancia del actor social en la explicación de la violencia y el fracaso
escolar- En este sentido puede decirse que la vuelta de la moral a la escuela es
un nuevo episodio de la guerra
intelectual contra los pobres que busca, como los anteriores, hacerles responsables de las injusticias que padecen. Si
fracasan es porque son inmorales.
Pregunta G:C: (G2C):
Tal cosa parece finalmente tener como objetivo desviar la atención
de los auténticos problemas escolares del momento y presentar una parrilla de análisis
conservadora y reaccionaria en la escuela. Su texto es bastante discreto sobre
estas cuestiones y, en particular, dado que es uno de sus objetos de estudios
en tanto que filosofo, sobre la cuestión
social. ¿Como relaciona Vd esa cuestión social y la escuela? ¿Que piensa, por
ejemplo, de las reflexiones y la práctica que pretende conseguir una “ pedagogía
social”?
R. O. –
Para los que se les llama “nuevos reaccionarios”, la
escuela estaría en plena “decadencia”
porque habría llegado a ser demasiado democrática (los alumnos ya no se levantan
cuando llegan los profesores, tienen opinión sobre problemas de organización interna
de la escuela, y los padres igualmente. ¡ que escándalo ¡, es demasiado
pluralista en materia religiosa, ( se puede comer halal o cacher en
algunos comedores escolares, ¿ que ha sido de las tradiciones ¿), es demasiado
tolerante para con actitudes mas desenvueltas y mas libres qe adoptan hoy los jóvenes
( se visten como quieren, se liga en el
patio, se fuma a la salida,¡ hemos pasado directamente de la escuela-cuartel a
la casa de citas! )
Esta crítica no es nueva y encuentra cierto eco entre los nostálgicos
de la escuela del pasado. Lo que si es nuevo es que ciertos pensadores quieren
sacar de ahí conclusiones agresivas contra la democracia, el pluralismo moral o
religioso y la tolerancia en materia de costumbres en general. Por el hecho de que,
según ellos ,esos principios no
funcionan en la escuela, sostienen que ¡no pueden funcionar en ninguna otra
parte !
Ese discurso radical sobre los estragos de la democracia,
del pluralismo y de la libertad se estimula
con una descripción aterradora de
la vida cotidiana en los establecimientos escolares y en los barrios populares.
Lo que he tratado de mostrar en mi libro, es que,
contrariamente a lo que esos nuevos reaccionaros proclaman, cuando se les da la
ocasión de explicarse, lo que la escuela padece, lo que padecemos en general en
la sociedad no viene por un exceso de democracia, de pluralismo moral y
religioso y de libertades individuales, sino por restricciones cada vez mayores
a la democracia, al pluralismo y a la libertad.
.
(Informacion facilitada por Jordi Torrent Bestit)
(1) Ruwen Ogien est un philosophe français
contemporain. Directeur de recherche au CNRS, membre du Centre de recherche Sens, Ethique, Société
(CERSES, UMR 8137, CNRS - Université Paris Descartes) ses travaux portent
notamment sur la philosophie
morale et
la philosophie des sciences sociales.
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