"

"
...EL MUNDO HA DE CAMBIAR DE BASE. LOS NADA DE HOY TODO HAN DE SER " ( La Internacional) _________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

18/10/15

CARTA DE OSKAR LAFONTAINE A LA IZQUIERDA ITALIANA



Queridos compañeros, queridos camaradas.

La derrota del gobierno griego, dirigido por la coalición antes del Eurogrupo ha llevado  la izquierda europea a preguntarse qué posibilidades tiene un gobierno encabezado por un partido de izquierda o un gobierno en el que un partido de izquierda está involucrado como socios de la minoría, a seguir una política de mejorar la condición social de los trabajadores y los jubilados, pensionistas y pequeñas y medianas empresas, en el marco de la Unión Europea y de los tratados europeos.

 La respuesta es clara y brutal: no hay ninguna posibilidad de una política destinada a mejorar la condición social de la población, mientras que el BCE más allá de cualquier control democrático, es capaz de paralizar el sistema bancario de un país conforme a los tratados europeos. No hay ninguna posibilidad para poner en marcha políticas de izquierda si un gobierno en el que la izquierda participe   no tiene ningun acceso  a las herramientas tradicionales de control macroeconómico, tales como las tasas de interés, tipo de cambio y una política de presupuesto independiente. Para mejorar la competitividad relativa de su país bajo el paraguas del euro, el país queda sujeto a los términos de los tratados europeos sobre  política economica,  politica social y  políticas de mercado de trabajo. Cuando   la economia más fuerte, Alemania, practica el  dumping salarial  en una unión monetaria,  los otros países miembros no tienen otra opción sino  la de  mermar los derechos de los trabajadores, tal  como quiere  la ideología neoliberal. Si la economía dominante goza de tasas de interés reales más bajas y los beneficios de una moneda subvaluada, sus vecinos europeos prácticamente no tienen posibilidades. La industria de otros países perderán más y más cuotas de mercado  en Europa y fuera de Europa. Mientras que la industria alemana produce hoy tanto como lo producido antes de la crisis financiera, según datos de Eurostat, Francia ha perdido cerca del 15 por ciento de su producción industrial, Italia en el 30%, 35% en España y Grecia en el 40%.

La extrema  derecha europea  se ha fortalecido también porque pone en cuestión el Euro y los tratados europeos y porque allí los países miembros tienen una conciencia creciente que los tratados europeos y el sistema monetario europeo tienen algunos defectos. como lo demuestra el ejemplo alemán. Pero esta la derecha europea no tiene  preocupacion alguna acerca del abuso empresarial, de disminuiciones salariales,  ni por el desmantelamiento de los derechos de los trabajadores o por  más estrictas políticas de austeridad. Esta  derecha  unicamemnte quiere volver al estado de la nación, al tiempo que ofrece soluciones rentables que representan una variante nacionalista de las políticas neoliberales y que conduciría a los mismos resultados: aumento del desempleo, aumento de inseguridad en el empleo y la decadencia de la clase media.

 La izquierda europea no ha encontrado ninguna respuesta a este desafío, como lo demuestra sobre todo el ejemplo griego. Esperar a  la formación de una mayoría de izquierdas en los 19 Estados miembros es un poco como esperar a Godot, un autoengaño, particularmente porque los partidos socialdemócratas y socialistas en Europa  han tomado el modelo de política neoliberal. Un partido de izquierda debe poner como condición de su participación en el gobierno el  fin de las políticas de austeridad. Sin embargo esto sólo es posible si Europa opta  forma de una Constitución monetaria que preserva la cohesión europea, pero abierta a los países la posibilidad de recurrir a políticas de crecimiento y el empleo de manera que la economía  no opere en condiciones de dumping salarial. Esencial prerrequisito para ello es el retorno a un sistema monetario europeo (SME), permitiendo nuevamente poder  recurrir a la devaluación y revaluación. Ese sistema devolvería a los países un amplio control sobre sus bancos y les ofrecería el necesario margen de maniobra  para lograr un crecimiento constante y creciente empleo mediante una mayor inversión pública, con el fin de impedir, a través de la devaluación, el dumping de salarios injustos de Alemania u otro Estado miembro. Este sistema funcio0nó  durante muchos años e  impidió  el surgimiento de graves desequilibrios económicos, como  los que actualmente  se producen en la Unión Europea. Al dirigirse a los sindicatos italianos, me gustaría hacer hincapié en que el SEM  nunca ha sido perfecto, al estar  dominado por el Bundesbank. Pero  con el Euro el sistema da como resultado una  pérdida  del poder adquisitivo de los trabajadores con sdalarios cadavez mas bajos  (devaluación interna) . Para un  observador alemán, es muy difícil de entender por qué la Italia oficial soporta más o menos pasivamente  la pérdida del 30% de la cuota de mercado de sus industrias. Aunque Silvio Berlusconi y Beppe Grillo han puesto  en tela de juicio el sistema del Euro,  esto no ha impedido que el Eurogrupo imponga  el modelo neoliberal a la política italiana. Hoy una verdadera   izquierda italiana es mas necesaria qu enunca. La pérdida de cuotas de mercado, aumento del desempleo y trabajo precario, dando por resultado la reduccion de  los salarios, puede complacer  intereses cortoplacistas de las empresas italianas, pero la izquierda italiana ya no puede desentnderse de  este proceso de desindustrialización.  El desarrollo en Grecia y España, en Alemania y en Francia, demuestra cómo la fragmentación de la izquierda se puede superar no sólo un proceso de unificación entre los partidos de izquierda existentes sino también con la energía innovadora que se manifiestan en tantas accio0nes politicas  fuera del circuito político tradicional.

 Sólo una izquierda bastante fuerte en sus respectivos Estados nacionales  puede cambiar la política europea. La izquierda Europea necesita sostener  la izquierda en Italia.

Desde Alemania recibid mis saludos y mis deseos de éxito en la labor del proceso de construcción de una nueva izquierda italiana.

Fuente. Il Manifesto. 

* Oskar Lafontaine fue Ministro de Finanzas de Alemania y es el ex Presidente del partido socialdemócrata de Alemania (Spd y el partido de izquierda (die Linke)

No hay comentarios: