Charles
Secondat, barón de Montesquieu (1689-1755), fue una figura emblemática de la
ilustración francesa. Perteneciente a una familia de la nobleza, Montesquieu
mostró un enorme interés por la filosofa, la historia y la sociología. Su obra
fundamental, "Del Espíritu de las Leyes", ocupa un lugar destacado en
la historia del pensamiento político.
Montesquieu
hizo un aporte muy importante al desarrollo del pensamiento político con su
distinción entre "naturaleza" y "principio" de cada
gobierno. Por "naturaleza" de cada gobierno entiende Montesquieu "lo que le hace ser " (1) y por "principio", "lo que le hace obrar" (2). Como distinge entre gobierno republicano (democrático o aristocrático), monárquico y despótico, dedica parte de su libro a analizar la naturaleza y el principio de la república (democrática o aristocrática), la monarquía y el despotismo. En este escrito nos ocuparemos única y brevemente de la naturaleza y el principio de la república en su vertiente democrática.
gobierno. Por "naturaleza" de cada gobierno entiende Montesquieu "lo que le hace ser " (1) y por "principio", "lo que le hace obrar" (2). Como distinge entre gobierno republicano (democrático o aristocrático), monárquico y despótico, dedica parte de su libro a analizar la naturaleza y el principio de la república (democrática o aristocrática), la monarquía y el despotismo. En este escrito nos ocuparemos única y brevemente de la naturaleza y el principio de la república en su vertiente democrática.
Para
Montesquieu el gobierno republicano "es aquel en que el pueblo, o una
parte del pueblo, tiene el poder soberano" (3). Vale decir que se está en
presencia de un gobierno republicano cuando el ejercicio del poder está a cargo
del pueblo o de un sector del mismo. Si ocurre lo primero el gobierno es una
república democrática. Si acontece lo segundo el gobierno es una república aristocrática.
He aquí la naturaleza del gobierno republicano en sus dos variantes.
Para
que un gobierno sea una república democrática no basta con que el pueblo sea el
titular del poder. Para que el gobierno sea verdaderamente una república
democrática es fundamental que esté vigente el principio que la hace obrar. ¿Y
cuál es el principio de la república democrática? Para Montesquieu ese
principio no es otro que la "virtud". Sin virtud es imposible la
existencia de una república democrática. Cuando la virtud desaparece la
república democrática se corrompe inexorablemente. Dice Montesquieu:
"Cuando la virtud desaparece, la ambición entra en los corazones que
pueden recibirla y la avaricia en todos los corazones. Los deseos cambian de
objeto: se deja de amar lo que se amó, no se apetece lo que se apetecía; se
había sido libre con las leyes y se quiere serlo contra ellas; cada ciudadano
es como un esclavo prófugo (...) La república es un despojo, y su fuerza no es
ya más que el poder de algunos ciudadanos y la licencia de todos" (4).
Sin
virtud, sentencia Montesquieu, la república es un despojo. ¿En qué consiste,
entonces, la virtud? La virtud "es el amor a la patria y a las leyes. Este
amor, prefiriendo siempre el bien público al bien propio, engendra todas las
virtudes particulares, que consisten en aquella preferencia" (5). El
principio de la democracia republicana es el amor del pueblo por sus
instituciones, sus leyes y sus costumbres. Es el amor por los principios y
valores consagrados por la constitución. Si ese amor se quiebra la república
democrática se corrompe ya que " para conservarla es menester amarla"
(6).
En
estas horas de turbulencia política es bueno recordar a Montesquieu, un
intelectual que dejó para la posteridad este concepto de "virtud republicana",
valor que hace, a mi entender, a la esencia de todo régimen político respetuoso
de la dignidad del hombre.
(1)
Montesquieu: "Del Espíritu de las Leyes", ed. Porrúa, México, 1977,
p. 15.
(2)
Ibídem, p. 15.
(3)
Ibídem, p. 8.
(4)
Ibídem, ps. 16/17.
(5)
Ibídem, p. 26.
(6)
Ibídem, p. 26.
Fuente. Hernán Andrés Kruse
hkruse@fibertel.com.ar
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