O bien se encuentra
una solución o la crisis subsiguiente se propagará más allá de las fronteras de
Italia. La “infección” no tardará en llegar. Si se produce un “ItalExit”, se
debe tener en cuenta que sin Italia no habrá más euro.
Entrevista al economista
italiano Vladimiro Giacché* realizada por Gerhard Feldbauer de la diario “Junge
Welt”
Italia está en curso
de confrontación con Bruselas. Roma persiste en su propuesta de endeudamiento
de un 2,4 por ciento del producto interior bruto (PIB). ¿Cómo ve este
conflicto?
El mayor déficit previsto
por el Gobierno italiano para 2019 puede favorecer el crecimiento económico y
permitir así reducir la deuda. Uno puede estar en desacuerdo, pero una cosa es
cierta: el mejor argumento son precisamente las consecuencias de aplicar
la política opuesta; la austeridad.
Bajo el gobierno de Mario
Monti se aplicó una dura política de austeridad en Italia. El resultado: una
caída del producto interno bruto y un aumento del 13 por ciento en la relación
entre la deuda y el PIB. (nota del editor: tras la dimisión de Berlusconi en
noviembre de 2011, se nombró un gobierno dirigido por el antiguo comisario de
la UE, M. Monti)
Además, los cálculos de la
Comisión Europea son muy cuestionables. En el Centro Europa Ricerche ya
identificamos estos problemas en 2013. Hoy, la Comisión Europea estima que el
crecimiento real italiano en 2019 será incluso un 0,5 por ciento superior a su crecimiento
potencial, es decir, más que suficiente, y esto ¡a pesar, que tenemos una tasa
de desempleo de más del diez por ciento!
¿Cuál es el alcance
del conflicto? La UE ya está crisis como consecuencia del Brexit. ¿Puede perder
la Unión Europea otro estado miembro?
Nadie lo sabe todavía. La
intención de las autoridades de la UE es la de amenazar a Italia con una “cura”
a la griega, para imponer el dogmatismo del Pacto Fiscal. Pero, esta posición
ya ha sido calificada de manera negativa, la semana pasada, por David
Folkerts-Landau, economista jefe del Deutsche Bank. El llamado Pacto Fiscal es
basura. Fue insensato desde el principio, como lo explicó el Financial
Times en su momento. Insistir ahora en esta insensatez es aún peor.
Bruselas hasta ahora
siempre ha transigido. Incluso un reciente declaración del comisario Günther
Oettinger indicaba una disposición al compromiso.
Es cierto que durante el
gobierno de Mateo Renzi (2014-2016) se mantenía un déficit superior al
permitido actualmente. Francia tuvo durante nueve años un déficit excesivo sin
sufrir consecuencias y en 2016, ni Portugal ni España fueron sancionados por
superar el déficit permitido.
Esta vez la situación parece
ser diferente, y por cierto esta diferencia tiene razones políticas. O bien se
encuentra una solución o la crisis subsiguiente se propagará más allá de las
fronteras de Italia. La “infección” no tardará en llegar. Si se produce
un “ItalExit”, se debe tener en cuenta que sin Italia no habrá
más euro.
¿Es posible aumentar
el salario mínimo, mejorar las ganancias para los rentistas y reducir los
impuestos como sostiene el pacto político entre el Movimiento Cinco Estrellas y
la ultra-derechista Lega? ¿Son financieramente posibles?
En principio sí, pero no
presuponen una transformación revolucionaria de las relaciones sociales. Pero,
sin embargo, se trata de salir del marco neoliberal de los tratados de la UE.
Existe una contradicción entre los tratados de la UE y nuestra constitución. La
UE neoliberal ha destruido los derechos de los trabajadores.
¿Cómo está
reaccionando la izquierda ante el conflicto con la UE?
Aparte de una pequeña
minoría existente dentro del Partido Demócrata, la oposición de izquierda en el
parlamento está representada sólo por el Partido “Libres e iguales” (en italiano,
Liberi e Uguali, “LeU”). Ambas organizaciones acusan al gobierno actual por no
respetar el Pacto Fiscal con la UE. Una excepción en mi opinión es
Stefano Fassina de “LeU”. La izquierda italiana se prepara para su
próxima derrota.
Uno tiene que proceder de
una manera completamente diferente: el contenido incorrecto del presupuesto
debe ser rechazado. Por ejemplo, la insuficiente inversión.
Es necesario defenderse
contra la deflación salarial, contra la pobreza que sufre la tercera edad
y contra la creciente desigualdad en Italia. Es decir, no se trata solo
de “atreverse con más déficit”, sino de cambiar el equilibrio de poder entre
las clases sociales. Y para hacer esto, las reglas neoliberales de la UE de
Maastricht deben ser abolidas.
Una UE en que la
competitividad se basa solo en pagar menos a los trabajadores es una UE que
solo representa a las grandes corporaciones y a los grandes bancos, y por lo
tanto es nuestro principal enemigo. Es por eso que la izquierda no debe cometer
el error de aliarse con un gobierno no deseado aunque solo sea “tácticamente”.
En otras palabras, no
podemos dejar a la ultra-derecha el espacio de lucha contra UE, con la Alianza
Salvini-Le Pen a nivel europeo.
Nota
*Vladimiro Giacché es presidente del Instituto de Investigación Económica
Centro Europa Ricerche (CER.
Fuente: Kritica.Magazine del foro de pensamiento
critico.) https://kritica.info/economista-italiano-se-acaba-el-euro-sin-italia/?fbclid=IwAR12I1zTbHPZdwkEozyKZshHffsZh2hI03IshnLZmrk1hsOotd94qgtaEF8
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