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...EL MUNDO HA DE CAMBIAR DE BASE. LOS NADA DE HOY TODO HAN DE SER " ( La Internacional) _________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

12/9/19

SUFRAGIO SIN CIUDADANÍA



Por Miguel Angel Domenech


"Civitas sine suffragio" era la fórmula romana para conceder una ciudadanía limitada. Pasaría mucho tiempo y muchas luchas para obtenerse la ciudadanía plena del sufragio universal (aún no pleno puesto que siguen excluidos los metecos). Aquella limitación ha sido sustituida actualmente por el "Suffragio sine civitas". El ejercicio del voto ha sustituido a la civitas, al "vivire civile", a la "virtus" republicana, al ejercicio de la actividad política por el ciudadano activo como forma del ejercicio mismo de la libertad.

 La política se limitan a ejercerla los representantes y las instancias técnicas superiores y ajenas a nosotros. La ciudadanía se reduce a votar y a pedir nos sean concedidos servicios. A estas peticiones las llamamos derechos. No hay civitas, hay solo sufragio.

Los propios materiales de uso en la liturgia solemne de celebración de la democracia que es el dia del voto, son ilustrativos de lo que pretende esa democracia representativa. La urna es un recinto  donde,  doblemente secreto (sobre y caja) , se oculta la actuación del ciudadano como si su opción fuese una vergüenza. La cabina, un lugar aislado de ejercicio político público, con aspecto de confesionario o de excusado. Casi como  un precario WC. En francés se le llama muy expresivamente “ isoloir”, aisladero, lugar aislado.

  Ambos ritos son una privatización de la política. No es baladí el simbolismo de estos ritos. El rito, en antropología, es el acto simbólico de “hacer cosas juntos”, representativo gestual  de lo que debe de pensarse y hacerse por todos, representación del mito compartido. 

 La urna, el sobre cerrado, el “ aisladero”,…son privatizaciones que preceden a la denunciada privatización de lo público que forzosamente vendrá  después. No nos extrañemos, ya estaba entre nosotros  desde el momento de la aceptación de la llamada democracia representativa.  Sufragio sine civitas, política sin política.

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