EL ARTE SALVA LA CIUDAD

 

 

El asedio de Rodas, grabado de Edmund Ollier (1882)

En el siglo IV ( a.c.) el general Demetrio puso sitio a la ciudad de Rodas para conquistarla. Ciudadano de Rodas era el famoso pintor Protágenes, el amigo de aquel otro pintor  , también famosísimo, Apeles.

Tenía Protagenes, su estudio adosado a la muralla de Rodas , en el exterior, precisamente en el sitio donde era más fácil el acceso a la ciudad

 y por donde el ejercito de Demetrio debía de  atacar de manera optima.  Comenzado el ataquice, el pintor continuaba  su trabajo sin atender al peligro del ejercito enemigo. Sorprendido Demetrio, le hizo llamar y le preguntó  cómo es que continuaba impertérrito en su labor sin ninguna preocupación por su seguridad. Protógenes le contestó que sabía que Demetrio era enemigo de los rodios  pero no enemigo de las artes. En efecto, así sucedió y el  general dio órdenes de proteger con soldados el estudio del pintor y dejarle trabajar. Incluso, él mismo, se presentaba en su taller para contemplarle en su trabajo y charlar con  el artista. Finalmente, cuentan los historiadores, que el general Demetrio renunció a la victoria que tenía fácilmente a su alcance y abandonó su asedio  por no tener que impedir la tranquilidad de Protógenes y dañar su estudio. No quiso conquistar ni incendiar la ciudad  para no arriesgar que ardiese también el cuadro en que se ocupaba el pintor. (1)

Esto lo relatan, Plutarco en sus Vidas y tambéis  Plinio el Viejo en su Historia Natuiral, en el famoso capitulo XXXV sobre la pintura.

 (1).”…parcentemque picturae fugit occasio victoriae”. Plinio el viejo. . Historia Natural XXXV.