"

"
...EL MUNDO HA DE CAMBIAR DE BASE. LOS NADA DE HOY TODO HAN DE SER " ( La Internacional) _________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

25/9/15

LA ESCLAVITUD Y LA INDEPENDENCIA DE ESTADOS UNIDOS

Por Miguel Angel Domenech

Los argumentos de Thomas Jefferson

Los debates que precedieron a la Declaración  de Independencia de los Estados Unidos del 4 de julio de 1776 en Filadelfia  y su primer proceso constituyente, a diferencia de lo que ocurriría posteriormente en Francia durante la revolución, fueron a puerta cerrada y no públicos.  Hay que remitirse por lo tanto a los testimonios de los que asistieron. Particularmente esclarecedores son los del propio Thomas Jefferson  que toma nota detallada, con apuntes propios,  del desarrollo de las sesiones y debates  y aunque no tienen valor de acta oficial se exponen minuciosamente en su autobiografía (1)  

La Declaración de Independencia  cuya redacción le fue encomendada a Thomas Jefferson fue aprobada el 2 de agosto de 1776. En ella fueron suprimidos los párrafos que Jefferson había incluido condenando la esclavitud. Pocas rectificaciones se hicieron  de la primera redacción ,  casi todas ellas de detalle o de algunas reiteraciones  y matices, pero es de destacar que la rectificación más extensa fue precisamente ésta.

La cláusula suprimida fue la siguiente:

Ha declarado cruel guerra  a la misma naturaleza humana, violando sus más sagrados derechos a la vida  y la libertad en las personas de distantes gentes que jamás le habían ofendido, capturándolas y conduciéndolas a otro hemisferio para someterlas a esclavitud o haciéndolas sufrir la más miserable de las muertes durante su transporte hacia aquí. Esta guerra  de piratas, oprobio de las potencias infieles, es la guerra del rey  Cristiano de Gran Bretaña  resuelto a mantener  abierto un mercado donde se compran y se venden  hombres,   ha prostituido su derecho de veto reprimiendo toda iniciativa  legislativa encaminada a prohibir o restringir tan  execrable comercio. Y, para que semejante cumulo de horrores no carezca de rasgo distintivo alguno, ahora, incita a esas mismas gentes  a alzarse en armas contra nosotros, comprando la libertad que él  les robó con el asesinato del pueblo a quien le expuso y redimiendo así los crímenes que antes cometió  contra las libertades de un pueblo, instándole a cometer crímenes contra la vida de otro.”

Se suprimió  esta cláusula  que reprobaba la esclavitud  cediendo a Carolina del Sur y Georgia que deseaban continuarla y que convencieron incluso a los delegados del Norte a pesar de que en estos últimos  se tenían pocos esclavos- señala Jefferson- porque , no obstante, eran transportistas y comerciantes habituales e interesados por lo tanto es su tráfico.

En la convención  constitucional de Filadelfia que redactaba la Constitucion de los Estados Unidos, se plantearía nuevamente el debate sobre la esclavitud, pero n de manera directa sino tangencialmente a propósito de la forma de representación y delegación de cada uno de los estados en el futuro Congreso. Pero a lo largo de los debates, - igualmente consignados por Jefferson- se volvió a poner a la luz las diferentes concepciones que se tenían del problema de la esclavitud, de manera muy significativa. En cualquier caso, el Congreso no proponía nunca su abolición pero la sombre de aquella violación flagrante planeaba constantemente en el debate  que , al no hacer patente  lo esencial, la indignidad de la esclavitud, se veían abocadas a argumentaciones  técnicas rozando lo absurdo y equilibrios argumentativos  que no podían esconder el trasfondo de violación  de derechos humanos . Obligatoriamente  se veían forzados a enfrentarse al problema de si los esclavos eran cosas, animales o humanos. La fuga del problema se hacía por los caminos de la técnica y conceptualización formal jurídica  (3). Es sorprendente la ausencia de argumentos que apelen a una ética o consideran la dignidad y derechos, como seres humanos, de los esclavos, y que en el debate, se discurra con una frialdad cínica  de criterios de eficacia la personalidad de los esclavos como cosas.  En la estimación de lo que sea justo no entra, de ninguna manera, sino un concepto de  equidad,  no moral, limitado al  reparto monetario y a lo económico. Podría también  verse como una primera versión de la consideración del hombre- libre, esclavo o asalariado-  como homo economicus, un input contable, desde la suprema perspectiva de producir   riqueza.  En la franqueza, no obstante, se vislumbra una cierta clarividencia. “En la mayoría de los países, la condición de los trabajadores pobres es tan abyecta como la de los esclavos”, como expone, quien sería el futuro segundo presidente de los Estados Unidos.  John Adams.   
Estos son los términos en los que resume el debate Thomas Jefferson:

El viernes 12 de julio  el comité designado para confeccionar los artículos de la Confederacion, los presentó, y el 22  la Cámara se constituyó en comisión para tomarlos en consideración. El 30 y 31 de ese mes y el 1 del  siguiente se debatieron los artículos determinadores de la proporción de la cuota de dinero que cada estado debería suministrar al tesoro común y la menara d votar en el Congreso. El primero de dichos artículos  estaba expresado en el proyecto original  con estas palabras. “ Art  XII. Todas las cargas de guerra y todos los otros gastos producidos para la defensa o el bienestar común, y autorizados por los Estados Unidos en asamblea, serán detraídos de un tesoro común que  será sufragado por las diversas colonias en proporción al número de habitantes de cualquier redad, sexo y cualidad, excepto indios que no paguen impuestos, en cada colonia, cuya veraz cifra,  distingu9iendo a los habitantes blancos, será confeccionada y  transmitida trienalmente a la Asamblea de los Estados Unidos”.
El Sr. Chase  propuso que las cuotas no deberían fijarse  por el numero d e habitantes de toda condición,  sino por el de los “habitantes blancos” . Admitió que la imposición debería guardar siempre una proporción con la propiedad, siendo ésta en teoría la verdadera regla; pero que por dificultades diversas era una regla que jamás podría adoptarse en la práctica. El valor de la propiedad en cada Estado nunca podría calcularse justa e igualmente.  Por consiguiente, debía inventarse  alguna otra medida para la riqueza de cada estado, alguna pauta de referencia más simple.  Consideró que el número de habitantes constituía un criterio de propiedad pasablemente bueno y siempre disponible.  Pensaban por eso que era el mejor procedimiento de cuantos podíamos adoptar, con una sola excepción. Observó que los negros son propiedades, y que en cuanto p tales no pueden distinguieres de la sierras o personalidades detentadas en aquellos Estados donde hay pocos esclavos;  que el excedente de beneficio de un granjero del Norte se invierte en ganado, caballos, etc, mientras un granjero sureño emplea este mismo excedente en esclavos.  No había por eso más razón para gravar a los Estados del Sur por capitación de sus esclavos que hacerlo con los del Norte en base a sus ganados; que el método propuesto  gravaría pues a los Estados del Sur de acuerdo con su número y riqueza conjuntamente mientras que los del Norete quedarían gravados únicamente por su número; que los negros no deberían de hecho considerarse miembros del Estado con más título que el ganado, y que no tenían más interés en él.

El Sr. Adams observó que el

 número de personas era tomado en este artículo como un índice de la riqueza del Estado, y que las personas no figuraban como sujetos de imposición fiscal,  que en lo referente a esta materia no tenía trascendencia el nombre por el cual se designara al pueblo, que un algunos países los pobres trabajadores eran  llamados hombre libres, y en otros esclavos, pero que la diferencia en cuanto al  Estado era solo imaginaria. ¿Qué importa si un terrateniente con diez empelados en su granja les da suficiente dinero para comprarse lo necesario o les entrega directamente esos bienes? Losa diez trabajadores añaden a la riqueza del estado e incrementan sus exportaciones tanto en un caso como en otro.  Ciertamente, quinientos hombres libres no producen más beneficios n mayores  excedentes para el  pago de impuestos que quinientos esclavos. Por consiguiente el Estado donde los trabajadores se llaman hombres libres no debería ser objeto de mayor imposición que aquel donde se llaman esclavos.  Supongamos, que por una operación  extraordinaria, de la naturaleza, o de la ley,  la mitad de los trabajadores de un Estado pudiera convertirse de la noche a la mañana en esclavos. ¿Sería el Estado más pobre o menos capaz de pagar impuestos? La condición  de los trabajadores pobres  en la mayoría de los países y la de los pescadores  especialmente en estados Unidos  es tan abyecta como la delos esclavos.  Es el número de trabajadores lo que produce el excedente para la imposición, y por lo mismo, es el número, indiscriminadamente, el índice justo de la riqueza. Lo que produce la falacia es el uso  de la palabra  “propiedad” aquí, y su aplicación a parte del pueblo del Estado.  ¿Cómo se procura esclavos un granjero sureño? Bien por importación o bien  por co0mpra a su vecino, Si importa un esclavo, añade uno al número de trabajadores su país, y  proporcionalmente sus beneficios y capacidades para pagar impuestos;  si se lo compra a su vecino se trata solo de la transformación de un trabajador de una granja a otra que no cambiara su gravamen. Si un granjero del Norte tiene diez trabajadores puede, ciertamente, invertir el excedente de trabajo de los diez en ganado;  pero también puede hacerlo el granjero sureño con diez esclavo. Un Estado con cien mil hombres no puede mantener más ganado que un Estado con cien mil esclavos. Así  pues, no tiene más de ese tipo de propiedad. El hábito verbal hace que un esclavo pueda llamarse con más propiedad la riqueza De su dueño que un trabajador libre la riqueza de su patrón, pero por lo que respecta al Estado, ambos son iguales en riqueza y deben por tanto contribuir igualmente a la cuota de su impuesto.

El Sr.Harrison propuso como solución de compromiso que dos esclavos se contasen  como un hombre libre. Afirmo que los esclavos no hacían tanto trabajo como los hombres libres y,  dudaba de que dos hiciesen el trabajo de uno; que esto lo probaba el precio del trabajo; que alquilar un trabajador en las colonias del Sur costaba de 8 a  12 libras, muestras en el Norte soplia costar 24.

El Sr. Wilson que en caso de aceptarse esta enmienda las colonias del Sur disfrutarían de todo el beneficio  de los esclavos, mientras  las del Norte cargarían con el peso. Que los esclavos incrementaban los beneficios de un estado y que los Estados sureños pretendían ahorrarse esto. Que también incrementaba la carga de defensa, que por lo mismo recaería  mucho más gravosamente sobre los del Norte. Que los esclavos ocupaban los lugares de hombres libres, y se comían su comida. Despedid a vuestros esclavos y los hombres libres tomaran su puesto, dijo. Era nuestro deber desanimar al máximo la importación de esclavos, pero la enmienda sugerida proporcionaría el ius trium liberorum a quien  importase esclavos. Que otros tipos de propiedad se hallaban muy paritariamente distribuidos en todas las colonias; que había tantas reses, caballos, ovejas, en el Norte como en el Sur y en el Sur como en el Norte, pero no tantos esclavos. Que la experiencia había mostrado siempre que las colonias capaces de pagar mas son aquellas con más habitantes fuesen blancos o negros; y que la práctica en las colonias del Sur había sido siempre hacer que cada granjero pagase impuestos por todos sus trabajadores, negros o blancos. Reconoció, ciertamente, que lo hombres libres trabajan más, pero también consumían más. No producían un excedente mayor para a oposición. . El esclavo no era alimentado ni vestido tan costosamente como el hombre libre. Además las mujeres blancas estaban exentas por lo general de trabajo, pero las negras no.  Los Estados del Sur saldrían beneficiados con aquella redacción de artículo. A veces se ha dicho que la esclavitud era necesaria porque los bienes producidos por los esclavos serian  demasiado caros para el mercado si fuesen producidos por hombres libres, pero ahora se decía         que el trabajo del esclavo era más caro.

El Sr. Payne apoyo la resolución original del Congreso que eran hacer proporcionales las cuotas de los Estados al número de habitantes.

El Sr, Witherspoon  fue de la opinión de que el mejor cálculo de la riqueza de una nación era el valor de sus tierras y casas,  y que obtener semejante evaluación era posible.  Este era el verdadero barómetro de la riqueza.  El ahora propuesta resultaba imperfecto en si mismo muy desigual para los Estados. Se había objetado que los negros se comían la comida de los hombres libres y que por consiguiente debían ser objeto de imposición ; los caballos también se comían la comida de os hombres libres, luego debían de ser gravados también. Se había dicho también que calculando por los esclavos los impuestos que debe pagar el Estado no hacemos sino lo que hacen los Estados al cobrar impuestos pues incluyen siempre los esclavos en el cómputo de lo debido por el individuo. Pero los casos no eran paralelos. En las colonias del Sur, los esclavos se extendían por toda la colonia pero no se extendian por todo el continente. Que en cuanto a la resolución original del Congreso de hacer proporcionales las cuotas a las almas, era solo temporal y relacionada con el dinero hasta entonces emitido cuando ahora estábamos entrando en un nuevo pacto y , por tanto , en un terreno original.



El 1 de Agosto, planteada a cuestión, la enmienda fue rechazada por los votos de Nueva Hampshire, Massachusetts, Rhode Island, Connecticut, Nueva  York, Nueva Jersey y Pensilvania , contra los de Delaware, Maryland , Virginia, Carolina del Sur y del Norte.  Georgia quedó dividida. “

En la raíz de las consideraciones se halla el contenido y la definición misma de lo que significa pueblo libre de los Estados Unidos. Se parte siempre del supuesto de omitir que se excluye de la consideración de libre y de pueblo a la población esclava. Cargando con esta omisión sed llega a la conclusión de que debe de sacrificarse, por criterio de voluntad democrática y necesidad de compromiso, o en aras de la unidad, la convicción que la razón y la moralidad impondrían.  Han de venir, tiempos mejores, en que esta discrepancia  se disuelva. Desde esta contradictoria perspectiva  se entiende el pensar de Jefferson que pone de manifiesto en esta y otras cuestiones donde se da aquella contradicción como en la pena de muerte. La pena de muerte y otras medidas carcelarias crueles son  aprobadas por el legislativo de Virginia  en contra de su propuesta de reforma de ésta y de las propuestas de humanizar el sistema penal para desprenderlo del sometimiento a degradación del penado. “La idea general de nuestro país no ha progresado hasta ese punto”, lamenta Jefferson, decepcionado y resignado.

Con la misma resignación y conformismo histórico  se enfrenta al problema de la esclavitud a propósito de la legislación en el Estado de Virginia, en cuya elaboración participa activamente: “La ley sobre esclavos fue una mera recopilación de las leyes existentes sobre ellos sin contener sugerencia  alguna de un plan para una emancipación futura y general. Se consideró mejor reservar esto, e intentarlo solo por via de enmienda cuando la ley fuese promulgada. Sin embargo, se convinieron los principios de dicha enmienda, esto es, la libertad de todos los nacidos después de cierto dia y la deportación a  una edad apropiada. Pero se descubrió que la mente public ano toleraría aún la proposición, ni siquiera aplazada a ese dia.”

La convicción de Jefferson es muy profunda, pero confiada al devenir de la historia concebida como progreso y  “destino”.  “Con todo, no está lejos el día en que deba aceptarla y adoptarla, o se seguirán mayores males. Nada está escrito  con mayor certeza en el libro del destino que la libertad de esas gentes; ni es menos cierto que las dos razas, libres igualmente, no puedan vivir bajo el mismo gobierno. La naturaleza y el hábito y la opinión han trazado lianas indelebles de distinción entre ellas. Esta todavía en nuestro poder dirigir el proceso de emancipación y deportación pacíficamente, con la lentitud aconsejable para borrar insensiblemente el mal,  llenando su lugar, pari passu,  con trabajadores blancos libres.  Si por el contrario, fuese abandonado a la fuerza misma, la naturales humana debe estremecerse ante las perspectivas. “

Debe subrayarse otro aspecto de la contradicción del pensamiento de Jefferson que dan luz sobre su posicion realmente particular  ante el problema.  Son conocidas sus extraviadas palabras sobre la inferioridad de la raza negra en las Notas de Virginia a la que considera , por naturaleza, inferior a la blanca, no solo en entendimiento sino hasta en ... !estetica! . Las notas son d efecha temprana ( 1781), es decir anteriores a su propia experiencia posterior tanto politica como sentimental. Pues bien,. aún con ese bagage que hoy calificariamos  de racista, Jefferson no justifica el dominio de una raza sobre la otra, sino que defiende la autonomía y auto gobierno de los propios negros sin ser dominados ni sometidos a esclavitud, al contrario de lo que posteriormente y durante largo tiempo sera la justificación del colonialismo. la interiorizad de los negros es ka que exige su " proteccion" colonial. Esta ultima posicion es la que mantiene la justoificacion hipócrita del colonialismo incluso proveniente de la muy republicana Francia del siglo XIX y del colonialismo occidental  hasta bien entrado el siglo XX. No es asi en Jefferson. Su rechazo de la esclavitud  es, incluso en aquellos términos , total. En las mismas Notas de Virginia, se contiene el  categórico capitulo XVIII en que  la esclavitud le parece un escándalo, de perversas repercusiones sociales que clama al cielo y que merecería un ejemplar castigo divino que juzga probable sea recibido por tamaño agravio a la  justicia y a la naturaleza humana.  A jefferson le inspira un pesimismo  muy característico en este asunto. Ese mismo pesimismo es el que coherentemente le inspira su consideración sobre la imposibilidad  de convivencia de ambas razas  en un  solo país y su extraña propuesta de deportación a sus países de origen de la población negra. 

.  



(1).- Thomas Jefferson .-Autobiografia en  “T. Jefferson escritos políticos “.-Tecnos . Madrid  2014
(2).- Se ha señalado que la reprobación de Jefferson se refería al trafico  pero no a la esclavitud en si, corroborando esta opinión que el mismo Jefferson poseía esclavos. Pero no es este el tenor de la redacción en la que se además de considerar en efecto, “execrable” el tráfico de seres humanos, no se limita e éste, sino que considera, desde las primeras líneas,  una violación contra natura privar de los derechos a la libertad y la vida a otras gentes y explícitamente el propio sometimiento a esclavitud.Por otra parte, es, en efecto,  flagrante y escandalosa la contradicción entre el Jefferson contrario a la esclavitud y la posesión de 600 esclavos  en su propiedad de Virginia.  La contradicción entre lo que se reprueba y se vive  como inevitable, con mayor o menor grado de conformismo e hipocresía  es entendible histórica y socialmente y lo es para casi todos en nuestros días en que se vivimos  y usamos  cotidianamente  de instituciones que se condenan como ser  clientela  de empresas de empleo y explotación infantil , o de degradadores del medio ambiente ,o el consumo de productos procedentes de multinacionales y monopolios agroalimentarios  creadores de hambrunas,  o el uso habitual  de los servicios y productos  de la  entidades financieras especulativas,….Mencion aparte merecen las lineas tempranas de Jefferson en sus notas sobre virginia acerca de los negros. Solo por su fecha temprana pueden entenderse  sus viles consideraciones racistas sobre los negros, de las que es de supone que se arrepentiria  posteriormente a la vista de sus ulteriores escritos y declaraciones..    
(3).- Es destacable el contraste entre la línea argumentativa del Congreso de los nuevos Estados Unidos y la contenida en la polémica sobre la esclavitud que se daría en los debates constitucionales dela Francia revolucionaria, `particularmente entre Barnave y lso0 girondinos de una parte,  y Robespierre por otra parte. Aquí el debate se hacía franco y sin b ambages. La esclavitud era contraria a cualquier derecho. Pero lo oponentes lo hacían por cínicas y explicitas razones de la  desventaja económica que la abolición produciría en las colonias y desventaja para los intereses de los propietarios de esclavos de  las colonias. Que la violación de los derechos erea el precio que había que pagar por aquellos intereses coloniales  era el planteamiento franco  y explícito, aunque para unos ( Barnave  ) esto era una concesión necesaria y para otros ( Robespierre  )             , fuese algo insoportable  y que debía concluirse  en un “ perezcan las colonias si ese es su precio” . De aquella discusión , en Francia,, derivaría, que los propios derechos humanos y as su aplicación  constituían un verdadero “ Terror” para los propietarios. Este terror a la emancipación , de esclavos primero,  se convertiría posteriormente en el caligficati9vo peyorativo y condenatorio de los partidarios radicales d elos derechos humanos al convertirse aquel terror , posteriormente , a los derechos en general, como si el gobierno inspirado por los derechos humanos fuese el Terror mismo, Y así paso a la historia con la reacción de Termidor.  (Entrevista a Florence Gauthier.  http://republicadelosiguales.blogspot.com.es/2012/07/el-arbol-republicano-del-conocimiento.html).

No hay comentarios: