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...EL MUNDO HA DE CAMBIAR DE BASE. LOS NADA DE HOY TODO HAN DE SER " ( La Internacional) _________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

8/10/11

EL ARBOL REPUBLICANO DEL CONOCIMIENTO ( MONTESQUIEU)

Montesquieu o las condiciones  republicanas de la República.

"El exito de la mayoria de las cosas( en politica) depende  de saber cuanto tiempo es necesario que transcurra para que tengan éxito" (Montesquieu.-Máximas Generales de Politica.-XV 

( VER TAMBIÉN EN LA PESTAÑA "TEXTOS" DE ESTE MISMO BLOG, EL ARTICULO:
 "8.-PALABRA DE MONTESQUIEU"

Para los pensadores republicanos, ha sido  objeto de la mayor perplejidad  la historia del fracaso de Bruto, que tras intentar dar un golpe de mano contra la dictadura del  Cesar para restablecer la Republica, provoca una situación peor dando paso al Principado en Roma que conllevará al Imperio para siempre. Su figura ha sido objeto de estimaciones y consideraciones muy diferentes. Cesar Augusto fue históricamente desde Cicerón , la “ bestia negra “ de la Republica romana, su enterrador definitivo . Bruto , por el contrario,  el héroe sacrificado que pudo ser. En su estatua de Roma apareció  una mañana en tiempos del imperio, el primer graffiti político y republicano de la historia: “utinam viveres”, ojalá vivieses. Para los monarcas e imperios modernos  perdió  esa condición  y  Bruto era un  asesino  regicida y un parricida traidor. ( “tu quoque, Brute fili mi”), muy lejos  de la legitimidad que Ciceron le daba puesto que para él al tirano había que exterminarlo “como a un lobo salvaje”. Shakespeare  propone una  descripción literaria  en la que  pone de manifiesto las fuerzas emotivas e irracionales  de las masas y la astucia de los políticos oportunistas.Maquiavelo  plantea una consideración sobre el poder y la necesidad de “ matar  Bruto y a los hijos de Bruto” como un paradigma  de la necesidad para los que quieran que un   propósito político que se ha iniciado venciendo a  cualquier Bruto  tenga continuidad ( “quien instaure una tiranía y no mate a Bruto, o instaura un estado libre y no mata a los hijos de Bruto, se mantiene poco tiempo”(1) ) dado que en política “no basta ser bueno”.

 Montesquieu por fin, con ocasión de este asunto ,  hace un análisis que le conduce a describir las condiciones necesarias para que pueda darse  la libertad y  la implantación o reconstitución  de la Republica. Estos análisis tienen hoy un vigor y una aplicación cierta y oportuna. Por eso  traemos la reflexión   de  este clásico, en este asunto,  al Árbol republicano del conocimiento.


Dentro de la obra de Montesquieu , esta reflexión no es anecdótica,. Efectivamente , Montesquieu es abundantísimo y contiene  una infinidad  enciclopédica de  temas  abordados: sobre ciencias físicas y naturales desde estudio sobre  la causa del eco hasta explicaciones  sobre botánica, insectos  o sobre  el peso y transparencia de los cuerpos, monografías de historia y de economía, investigaciones fiscales, estudios sobre extracción de carbón en las minas y cultivo de viñas, análisis comparado de religiones y constituciones, sobre arte y arquitectura, catálogos de museo, artes militares,  libros de viajes,  administración `y gobierno, obras de teoría   política y  de lo que hoy llamaríamos sociología,, escritos de diversión y de ironía, pensamientos, citas,  retratos de hombres ilustres, discursos oficiales,......nada le fue ajeno a ese inconmensurable afán de saber  y de entender. De su obra ,en la actualidad,  se extrae y es objeto de atención   lo que nos parece  central : los escritos que aportan su  análisis  de extrema perspicacia  sobre las instituciones políticas y sociales. La solidez, coherencia y originalidad con que los aborda hacen de él  uno de los más grandes pensadores que abrió vías , planteamientos y enfoques , que en gran parte siguen hoy en vigor .


Dentro de este núcleo, forma como un cemento integrante de su coherencia precisamente  la parte que subrayamos y traemos . Su posición y planteamiento es la fuente de la revolución sociológica que trae  Montesquieu , uno de los ejes de gravedad de la reflexión sobre el dilema determinismo, azar  o voluntad y libertad en la acción  de los hombres,   y las estrategias  políticas que de ello han de derivarse.  Desde la perspectiva que es propia de este blog, que es contribuir a la deliberación política republicana, a esta problemática le he dado el titulo de “ condiciones republicanas de la República”.



Contrariamente a lo que devendrá moneda corriente en el pensamiento de la Ilustración y posteriores ,incluso hasta nuestros días, Montesquieu rehúsa introducir la noción de progreso en la historia al reflexionar sobre ella. Con esto, se ha  salvado del reproche que se ha hecho a la ilustración desde diversos frentes por ser una ideología del progreso. No se da en él ninguna fe ( es decir creencia  no razonable,) en que el proceso histórico  esté impulsado por una lógica, por una dinámica propia que conduzca al mejoramiento y perfeccionamiento necesario a todos los niveles de la existencia social, desde la ciencia natural y la técnica hasta incluso la política y la ética. Para la ilustración el progreso es pensado como la dinámica esencial de la historia que se impone a espaldas de los sujetos y de su acción y le conduce a un avance en todos los órdenes de la vida como especie. Este mecanismo de una razón progresista desplegada en la historia se hace perverso cuando sirve de apoyo a legitimar la tesis según la cual lo que es sufrimiento personal puede ser considerado cumpliendo un papel positivo en el orden de la especie y de lo universal que el individuo puede no percibir por ser incapaz de comprender la racionalidad y sentido del todo. La aplicación de esta idea de progreso se extendió  por Condorcet, Mandelville, Smith,  y particularmente en Hegel,  además de ese ilustrado via hegeliana que fue Marx. Se termina idolatrando la historia como plena de sentido y divinizando el presente siempre como culminación de la racionalidad y el progreso que han confluido en él.  Esta perspectiva ha calado hasta en la reflexión mas banal y corriente de la opinión publica, empobreciendo  y degradando la  acción moral  y  llevando a colocarnos como  observadores fatalistas del considerar siempre lo que vivimos como el final de la historia. No solo  el presente es  inmejorable por ahora sino que nos enseña y habitúa  a agachar la cabeza ante cualquier poder constituido dado   que no es el hombre el que mueve la historia sino hilos que “tiran” y que se emparentan con esa fuerza necesaria por su anonimato irresistible. Continuación lógica de esta postura es la formulación de que hay que tener en cuenta  como son realmente  las  las cosas y tomar a los  hombres “tal y como son” de manera realista .  

Entiéndase , ni tal y  como nosotros las hemos hecho ni tal y como deberían ser. Se predica con ello la madurez y realismo de reconocer lo que es siempre dado por Otro y nunca  por el hombre. Los que prediquen lo contrario que se limiten a las teorías del aula ( “ illa se jactent in aula”   que reprochaban a Kant los pensadores reaccionarios y conservadores, y  por cierto “que se les encierre en ese aula con gruesos barrotes”)




En efecto, para Montesquieu, las leyes que deban descubrirse del estudio de los procesos históricos , no son  definidas como causas, sino como “ relaciones necesarias derivadas de la naturaleza de las cosas”. La diferencia es de talla, puesto que una ley así,  no “ genera” dinámicamente nada al no ser causante sino que “está ahí”, y esa “ naturaleza de las cosas” no tiene que ser forzosamente inteligente  aunque sea inteligible. La inteligencia consiste en encontrar las reglas y las excepciones en el caos de leyes contradictorias por doquier. La propia acción del hombre crea condiciones que por su tenacidad y persistencia producen una relación necesaria con otras. Una ley humana también  se impone aunque no sea  natural. Así, se da una relación regular entre el lujo y el régimen político correspondiendo la forma de vida modesta con las republicas y  el lujo con los despotismos. Así existe una relación entre la mayor libertad y el nivel elevado de impuestos puesto que hay que la organización de la libertad debe “adquirirse”. Existe una relación entre al política moderna y la fundación de la polis que al reducir las distancias y los tiempos de encuentro ha agrandado la posibilidad de colaboración mutua,....la Revolución Francesa practicaba muy bien ese  entendimiento de Montesquieu cuando relacionaba las instituciones políticas de la Republica con las costumbres republicanas. No bastaba con  abolir los privilegios y los títulos nobiliarios, se los reemplazaba con el amor a la patria y la obligación de virtud cívica.

Montesquieu concibe las cosas de manera matizada, nunca absoluta. Ni es un doctrinario que espere que todo haya de acomodarse y pueda hacerse , según las reglas de la moralidad, bastando la voluntad  de hacerlo, ni es un escéptico que sostenga que la moral no tiene nada que hacer mas que leer las necesidades de  la historia y la realidad dada  de manera que se vea determinada ineludiblemente. La sociedad crea sus leyes particulares pero estas no provienen  de una necesidad física sin conciencia ni memoria sino que los hombres son libres de seguir o de oponerse. Pero,.....dado su carácter de permanencia normativa, aunque no sean fatales, no pueden quebrantarse simplemente atacándolas de frente.

Montesquieu aplica a la historia la practica de todo investigador serio, que es eliminar lo accidental porque el azar nunca es una explicación suficiente. Un accidente no produce más que otro accidente, y admite que hay circunstancias imprevisibles que pueden decidir el final de una batalla, pero si este es el caso, las consecuencias no duraran mucho  sin que la situación sufra  un vuelco puesto que nada alimenta ese acontecimiento accidental. “ Si el azar de una batalla, es decir de una causa particular, ha arruinado un Estado, es porque había una causa general que hacia que ese Estado  debía perecer con una sola batalla”,  dice en las Consideración sobre la grandeza y decadencia de los romanos. Y en el desarrollo de las guerras civiles de Roma  no es decisivo que Cesar haya sido asesinado, haciendo de eso una reflexión  que es el centro de gravedad de su intención analítica y no puede ser más expresiva:
Con el asesinato del Cesar: “ Era absolutamente imposible que la republica viniese a reestablecerse. Lo que ocurrió, fue lo impensable, que ya  no hubo tirano, pero que tampoco hubo libertad, pues las causas que la habían destruido subsistían aún . No se estaba dando la causa general o las condiciones necesarias para que esa causa particular pudiese ejercer su  efecto.

Por las mismas razones  la misma lógica: “ Una nación libre puede tener un libertador, una nación sometida no puede tener mas que otro opresor. Puesto que cualquier hombre que tenga suficiente fuerza para expulsar a quien es dueño absoluto en un Estado, la tiene suficientemente también para serlo él mismo... “ E incluso “una nación sometida sacrificaría su bienestar, sus intereses, su bien y se impondría las cargas mas gravosas de las que ningún   príncipe absoluto se atrevería a imponerle”.


Son un ejemplo  de estas  condiciones generales en las que el azar y el voluntarismo no hacen mella mas que muy lentamente. Los datos diversos que Montesquieu , sucesivamente va  identificando , desde  el clima hasta la legislación, las instituciones morales y las costumbres, van configurando  una red de una densidad excepcional, de una gran coherencia interna, y ahí reside la inercia esencial de las sociedades. Por esta razón se hacen tan difícil las revoluciones o las reformas. Las leyes positivas no son gran cosa sin  el concurso de esa red de instituciones y condiciones. La mayor parte son creación  humana, pero que adquieren la solidez de naturales. En vano pretenderíamos cambiarlas bruscamente. N i  para los sometidos en un régimen despótico  y acostumbrados  a él  es fácil alterar el yugo de la dominación  ni para someter a los libres servirían los decretos de la mas ominosa de las tiranías que no harían mas que exacerbar la resistencia.  Obsérvese, no obstante que tanto la causa general como las causas particulares fallidas , son causas “ humanas” , inercias  actuales  pero que han derivado de actos  de  la  libertad del hombre ( salvo la concurrencia , a veces, de otros elementos naturales, como en el ejemplo del clima  – hoy nos parece extravagante- que señala Montesquieu).


En cualquier caso, para Montesquieu queda fuera de la realidad  toda pretensión, en política, de prever científicamente el acontecimiento, puesto que concurren en cualquier hecho tal cantidad de circunstancias qe lo han generado " que se precisaría toda la eternidad en el mundo para que produjesen una segunda vez" 

Únicamente  se nos está proponiendo una concepción extraordinariamente exigente y matizada de la relación entre azar y necesidad políticas. Albert  Mathiez es un digno sucesor de esta concepción cuando  su Historia de la Revolución  Francesa la inicia con este párrafo:
“ Las revoluciones,. Las de verdad, las que no se limitan a cambiar las formas políticas y el personal del gobierno, sino que transforman las instituciones y desplazan la propiedad, caminan durante mucho tiempo invisibles, antes de estallar a la luz del dia por el efecto de alguna circunstancia fortuita. La Revolución Francesa, que sorprendió por su  irresistible súbito, tanto a  sus autores como a los que fueron sus víctimas, se preparó lentamente durante un siglo y mas...”. Es decir, que cuando una circunstancia fortuita del azar  ha producido tan grandes efectos, es porque las condiciones ya estaban haciendo necesario que la causa diese tales enormes efectos. Lo explica  Montesquieu “ Si el azar de una batalla, es decir una causa particular, ha arruinado un Estado, existía una causa general que hacia que ese Estado debiera perecer por una sola batalla”




Por esta puerta que abre  tan perspicazmente Montesquieu pasa una vía reflexiva de interesantes  consecuencias para la acción política de los republicanos  hoy.



 En efecto, el fracaso de asesinar al  Cesar es una excelente metáfora del  pretender la instauración de una republica sin construir las condiciones de la republica, condiciones, que a su vez, han de ser republicanas, pues construirlas  no tiene valor  simplemente  como el uso de un instrumento, sino que esos  mismos materiales de construcción y medios  son  la promesa y el compromiso de la republica., la materia que la compone. La política no es únicamente una actividad de poesis,  en la significación aristotélica, -su valor solo ser realiza alcanzando el fin, -   sino una praxis : su practica misma es un valor que  la justifica. Es lo que quiere decir  Hanna Arendt cuando  sostiene que política y ejercicio de la libertad son la misma cosa (2). De ahí que tanto el fin como los medios son republica y republicanos y hay un construir republicano de las condiciones republicanas.


El núcleo de esas condiciones traducidas a las circunstancias de hoy  tendría la formulacion siguiente: Si no se llevan a cabo políticas sustanciales extremadamente radicales y exigentes en el ámbito y promoción de lo social y lo cultural referentes a la igualdad y la no dominación, que constituyen las condiciones mismas de posibilidad de la democracia republicana, esta democracia o esa democracia nominal  queda limitada a un procedimiento mecánico,  esa democracia o  esa Republica que se pretende   es papel mojado, simplemente no existe. 







Ese procedimiento se transforma rápidamente en un mecanismo  limitado por las coordenadas de  ser un simple automatismo mecánico que hace funcionar las  instancias:  delegar- representar -voto y pedir-satisfacción de  la petición. -premiar con voto, dando lugar al producto  de :  despego y abstención  de  la política- irresponsabilidad cívica -inexistencia de republica- inexistencia de democracia.

Sobre ese substrato  de resultados viciados, o viciosos, es imposible  construir una República. Cuando esas condiciones estan viciadas  en un alto grado de corrupción - como decían los clásicos republicanos –se hace  imposible la República. Todo lo que se conseguiría olvidando la construcción de esas condiciones es “matar al Cesar”, o como nos recuerda Montesquieu “ “no habrá tirano, pero tampoco libertad”. En aquella ocasión , la historia fue a peor pues al dictador le sobrevino el imperio. Incluso, ese substrato puede ser tan corrompido que haga imposible cualquier regeneración. Cuando una Republica esta corrompida no se puede remediar ninguno de sus males sino superando la corrupción. Cualquier otra medida es inútil o peor. Recordemos, para nuestra desgracia o  nuestra desesperanza o  para  la grandeza desinteresada de nuestra moralidad, que no existiendo sentido  progresivo de la historia hacia lo mejor , nada esta asegurado y la película puede no  acabar forzosamente en un happy end. 



En consecuencia, antes que apelar a “asesinatos del Cesar” ( procesos constituyentes, referendums, proclamaciones locales  de repúblicas, denuncias de transiciones traidoras, etc etc, ....) hay que insistir en que se lleven  a cabo esas políticas sustanciales de igualdad y no dominación y políticas de  acción  cultural,  de  reconstitución de las virtudes políticas y de la ciudadanía.  En consecuencia y contrariamente al discurso ,  hoy tan aplaudido,  contra los políticos, hay que hacer  lo contrario, que todos los ciudadanos sean políticos y que no exista ámbito en que estén en juego la vida de otros que no sea  político, es decir , intervenido políticamente. No es ocioso  recordar que la palabra “ político ” y “políticos”  la estamos entendiendo en nuestro pensamiento,  como “político-republicano”, es decir , lugar  autogobernado por iguales. En la radicalidad de esas propuestas de igualdad y no dominación está lo característico republicano . En la atención y presencia   por construir  espacios sociales y culturales autogobernados de todo tipo para hacer republicas  por doquier  y ciudadanos- que no productores y consumidores- ,  está el plus que añadimos los republicanos.



Pero detengamos las reflexiones a las que nos ha llevado Montesquieu imitando  para las circunstancias de hoy  su rigor y su línea lógica y volvamos a él.


Montesquieu, con su coherencia  característica, llama a ese terreno de las precondiciones morales e institucionales de las leyes, el espíritu de las mismas. Para las despotismos el espíritu necesario es el temor, su objetivo es la tranquilidad que no es paz sino silencio. Para las monarquías  su espíritu es “el honor que es favorecido por las pasiones y a su vez las favorece”.(2)   Pero ante todo:  “es en el gobierno republicano donde más necesaria  toda la fuerza de es la educación”(2)  porque su espíritu es la virtud política que implica un desinterés generoso por lo que es común y un desprendimiento del interés propio. Esa virtud se construye con la educación. No nace espontáneamente  sino que precisa de las instituciones educativas que la hacen. Se “construye”, en efecto, hasta el punto implica un esfuerzo, que la libertad “ debe adquirirse”  y debe pagarse por ella. ( Curiosamente llega hasta las más concretas consecuencias de esta proposición, al detallar que la mayor libertad en gobiernos corresponde a un mayor peso fiscal. ) La otra segunda condición  de la democracia republicana es la igualdad. La igualdad- aunque con las moderaciones que impone el nunca extremo y precavido Montesquieu- es “ el alma” de un  Estado que no sea una tiranía.  

No es que Montesquieu sea un conservador partidario de que nada se mueva, su convicción antitiránica  e incluso igualitaria- a pesar de haberse dicho lo contrario- es  apasionada.  (“Cuando los salvajes de Luisiana quieren obtener frutos, cortan el árbol de su base y obtienen el fruto. Ese es el gobierno despótico”(2) “ El conde Kinsky me dijo cuando llegue a Viena: encontrara Vd,. el palacio del emperador feo. Le respondí: Señor, gusta bastante ver el palacio feo de un príncipe cuyas casas de súbditos son bellas (3 ) .Su admiración por los regímenes republicanos,- como una manera mas elevada de civilización y  mas exigente de moralidad-  no puede disimularse. La libertad es la dignidad del hombre y la libertad existe. No debe concluirse que exista una especie de fatalidad sociológica. Pero  no puede legislar, ni cambiar  lo que le parezca bien según su  voluntad o capricho accidental ( lo que hoy llamamos “voluntarismo”). Se encuentra en una situación en la que todo ha sido decidido sin su concurso y esta situación de suma de condiciones dadas traba muy estrictamente los limites de su acción transformadora. Ante esto, las fuerzas de que dispone son limitadas , pero existen y no está desarmado. Corresponde a su  inteligencia  y rigor analizarlas y multiplicarlas  dándose los puntos de apoyo y quebrantando los obstáculos  que está destinado a vencer. Su debilidad ante esta  verdadera fuerza de la gravedad  humana no es irremediable.  El peso de los materiales  no impide que se hagan bóvedas y arcos. Al contrario , el hombre puede obligar a  la materia  a contrariar su peso aparentemente fatal siguiendo un rigor inteligente. Son precisamente las leyes, las instituciones, las costumbres, medios que se tienen a mano y utensilios que se construyen para este fin de vencer la inercia de las sociedades y la historia. Esa es la grandeza de la política, el uso convencido e inteligente  de los instrumentos de la libertad y ....¡ paciente ¡: “ La política es una lima sorda que desgasta hasta llegar obstinadamente  a su fin “ .No es una herramienta rápida ni poderosa ,  es de las que no hacen demasiado ruido ,  que no llaman la atención,  pero  que están  escondidas en una barra de pan al alcance de la   mano  , como en los sueños de los prisioneros. ( Caillois)

(1).-Discursos.-T III
(2) .El espíritu de las leyes.
 (3).Pensamientos 48  







1 comentario:

NEXUS_6_FEDE dijo...

Hoy le he dado un repaso más sosegado al blog, y tengo que decir que me gusta mucho Miguel Ángel (a excepción de algunas cosas, como las "impresiones" sobre el 15-M, pero no en todo vamos a estar de acuerdo, jeje.....)....enhorabuena por vuestro trabajo...es de los pocos blogs donde se pueden encontrar textos republicanos clásicos.....