Miguel Angel Domenech
¿De qué se acusa a
Barcenas?.
No ciertamente de que no sea un emprendedor, puesto que ha sabido utilizar
posibilidades de la manera que habitualmente
es elogiada entre los creativos y multiplicar los recursos disponibles propios -y sobre todo
ajenos- lo cual es característico
de esa cualidad de emprendedor que
constituye hoy la consigna aconsejada de
actuación encomiable. Bárcenas
era un emprendedor y asi se definía él orgullosamente.
el dedo de Barcenas |
En su caso las
circunstancias del mercado que tenía a mano
expresaban la demanda de pagas
extras en sobres discretos no declarables a Hacienda, donaciones cuya
recompensa y rentabilidad podía no dilatarse demasiado en la futura y segura obtención de contratos, una especie de anticipo sobre
sueldo por servicios a prestar… Estas prácticas se denominan , inversión, rendimiento, creación de capital humano y a la
compra y búsqueda de la adhesión de voluntades se llama en la práctica
económica capitalista , relaciones públicas, publicidad, marketing. Su racionalidad
es tan admitida que hasta son objeto de
estudio y enseñanza científica en serias escuelas de negocios y
administración de empresas y en la
materia se otorgan titulaciones
académicas de todo género. Se estima, por el contrario, que debe de orientarse
la enseñanza universitaria hacia una mayor “empleabilidad” de los estudiantes,
entendiendo por esa empleabilidad, conocimientos de ese género de
racionalidad competitiva orientada al
lucro y no otros de naturaleza ociosa e
inutilizable para el enriquecimiento como son el estudio de las
humanidades, recurso el más ineficaz
entre los ineficientes.
No, por cierto, tampoco puede serle reprochadas actitudes mal
inspiradas por alguna perversión ni las malas compañías. Sus lecturas
e inspiración no debían ser tan impías. Su libro de cabecera podría ser muy bien La virtud del egoísmo, el libelo de uno de los santos del capitalismo de libre mercado, Ayn Rand, para quien en la selva legitima del
mundo empresarial y económico sólo los que tienen éxito son los fiables y
moralmente superiores, Hay que estar a toda costa entre los mejores aunque ello
comporte “ externalidades negativas” como las llama Milton Friedman. Ente
aquellas externalidades a que se refería Friedman estaba el mundo de tortura y
opresión salvaje que se imponían en el
Chile de Pinochet, país privilegiado por él y
sus chicago boys. Las “externalidades negativas” de Bárcenas han quedado
más modestas. No es Enron, Lehman Broters o Madoff quien quiere sino quien
puede. Pero si esta modestia le retira mérito no le añade culpa por ello.
El capitalismo puede ser
considerado como la más gigantesca organización del egoísmo. Lo propio de este
sistema es construir un orden basado en la explotación racional de las
capacidades moralmente inferiores del ser humano, un orden de una eficacia
notable en el desarrollo de conductas tales como la ausencia de escrúpulos, la
desconfianza hacia todo género de idealismo, el ánimo de destruir o construir-
tanto da si de ello resulta un lucro- sin otro
limite que el de sacar provecho en la más mínima circunstancia.
Entonces, ¿De qué se acusa
a Bárcenas? Bárcenas es inocente.
Aquellos que continúan apreciando los estudios de humanidades habrán podido leer lo que escribe Ciceron, en su De Officcis, ( Sobre los deberes) que “ De ninguna acción de la vida, ni en el ámbito
privado ni en el público, ni en el foro, ni en la casa, ya hagas algo tu
solo, ya juntamente con otro, puede
estar ausente el deber, y en su observancia esta puesta toda la honestidad Pues
quien establece el sumo bien de forma que no se halla unido a la virtud y lo
mide por la propia utilidad y no por la honestidad , no podrá cultivar ni la
amistad, ni la justicia , ni la libertad”.
Y Horacio, citaba en sus versos a
un magistrado ejemplar porque
“honestum praetulit utili” (“anteponía la honestidad a la utilidad”). Ambos
se equivocaban. No asignaban los
recursos de su propia humanidad con racionalidad.
Ellos si eran
culpables, no Barcenas.
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