Por Miguel Angel Domenech
Del último libro publicado por Errata Naturae de
H.D,Thoreau, "Musketaquid”, (1)creo que
os gustará, como a mí , la historia
siguiente que el autor cuenta: ( Es un libro que es una delicia leer
aunque debe de hacerse tomándose un par de días fuera del mundanal ruido,
perdido en el campo, o como yo he hecho- por tenerlo más a mano- retirado en
una casilla en un campito entre pinos
que tengo con la única compañía de
perro, gato y unas gallinas) La
historia es la siguiente:
En 1643, llegaron unos primeros misioneros a Nuvea Inglaterra , a la zona de Boston
y al contactar con las tribus indias de
por ahí hablaron al consejo indio persuadiéndoles de que se sometieran a los
ingleses. A cambio les
prometieron que les guiarían e instruirían en la verdadera fe religiosa. Entre las
primeras prácticas que les exigieron a los indios entendiéndolo como necesario para su conversión por ese camino
religioso estaba sobre todo lo de no trabajar el domingo por ser el día del
Señor y sobre todo no hacerlo ante los cristianos porque era como una
provocación blasfema. Los indios parece que
eran de una buena composición y docilidad extraordinaria y más aún cuando les exigieron eso último ya que respondieron que les era fácil su cumplimiento
puesto que…… ya que como no
tenían mucho que hacer ningún dia bien podían descansar también el domingo.
Encadené entonces con lo
que leí una vez citado por Feyerabend (1) de
antropólogos que afirman que el
hombre primitivo era un holgazán que hacia trabajo útil más como un pasatiempo
que con la intención de hacer algo
serio. No pude menos de seguir encadenando con las imágenes de reportajes de gorilas donde la especie de
nuestros primos hermanos pasa todo el tiempo holgazaneando sin mas ocupacion que despiojarse mutuamente a
placer, y que algunos de nuestros también ancestros romanos pensaban lo
mismo, por ejemplo Juvenal, de quien
tengo anotado esta frase estupenda: “Quando
licebit per totum cesare diem” (Cuando te estará permitido no hacer nada en todo el día) (2). Y aún más cerca el memorable film de Rene Clair “A nous la
liberté” que termina con el happy end de
todos los obreros marchándose a pescar al Sena mientras las maquinas
trabajan por ellos. (Precisamente pescar
en el rio, la afición del contemplativo pobre
y el ocio más proletario,
la más contraria al currar.
Por supuesto que nadie olvide el más que clasico "Derecho a la pereza" de Paul Lafargue y la joya de ingenio, erudicion y bibliografia que es el libro de mi buen amigo Jose A. Perez con sus " 69 razones para no trabajar demasiado".- editado en El Viejo Topo (4) que se encabeza con estas palabras de H.D.Thoreau,otra vez, con lo que cerramos el rizo con quien se empezó: " No hay nada, ni tan siquiera el crimen, más opuesto a la poesia, a la filosofia, a la vida misma, que este incesante trabajar".
Por supuesto que nadie olvide el más que clasico "Derecho a la pereza" de Paul Lafargue y la joya de ingenio, erudicion y bibliografia que es el libro de mi buen amigo Jose A. Perez con sus " 69 razones para no trabajar demasiado".- editado en El Viejo Topo (4) que se encabeza con estas palabras de H.D.Thoreau,otra vez, con lo que cerramos el rizo con quien se empezó: " No hay nada, ni tan siquiera el crimen, más opuesto a la poesia, a la filosofia, a la vida misma, que este incesante trabajar".
(1).—H.D,Thoreau “
Mousketaquid”.-Errata Naturae 2014.-pag 81
(2).- P.K.Feyerabend.-“Contra
el método”.- Orbis S.A. 1974.-p 51
(3).-Juvenal.-Juvenal “Sátiras”.-Éd.bilingue
Catedra 2007.-Satir XI 185.-Lib IV
(4).-Ciudadano Perez.-" 69 razones para no trabajar demasiado".-El viejo Topo 2009
(4).-Ciudadano Perez.-" 69 razones para no trabajar demasiado".-El viejo Topo 2009
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