La muerte de Micael Brown y las revueltas de Ferguson indican una evolución de la condición negro-americana, marcada por el predominio del Estado carcelario y el aumento de las desigualdades raciales
Las revueltas de Ferguson no se veían desde las de los Ángeles en 1992. Son signo de la ruptura la una paz racial más duradera desde la segunda guerra mundial en Estados Unidos y muestran la transformación de la condición de la población negra en los últimos diez años. Por una parte, los años 2000-2010 son el apogeo de un proceso de penalización y de control policial de la vida de los negros. Por otra, el decenio último da fe de un estancamiento, incluso un retroceso, de la posición de los negros en la sociedad americana. Contra el mito de una sociedad post-racial, la situación de los negros se caracteriza por una desigualdad duradera, cuyos mecanismos han cambiado.
Un Estado carcelario contra negros:
La muerte de Micael Brown ha desencadenado un movimiento de protestas que ha durado casi dos semanas con 160 detenciones de manifestantes, quince periodistas detenidos un estado de alerta y de intervención de la guardia nacional. En los Estados Unidos las manifestaciones no son consideradas como un medio legítimo de expresión política y su represión hace de ellas casi necesariamente motines. En 1932, una manifestación de excombatientes (la Bonus Army) fue reprimida por una carga de caballería a bayoneta calada y comandada por el coronel MacArthur, produciendo cuatro muertos y más de mil heridos. Con ocasión del movimiento de derechos civiles en los años 60 los jóvenes blancos que se manifestaron al lado de los negros quedaron espantados por la violencia dela represión policial (perros y cañones de agua). Esto favoreció la emergencia de u a coalición interracial por la integración. La represión del movimiento Occupy en 2011 fue brutal (2) , y lo más simbólico de ella fue el uso de gases contra estudiantes de la Universidad UC-Davis, pacíficamente sentados.
La violencia de la represión de las manifestaciones en Ferguson debe situarse en su contexto institucional. Existen más de 18.000 servicios de policía en Estado Unidos repartidos entre las ciudades, los condados, el estado y el gobierno federal. Cada uno con su jerarquía, su presupuesto, sus medios humanos. Los policías de cada ciudad son los que se encargan de los motines y no están preparados para esta tarea. Se compone de personal habitualmente salido del ejército, preocupado por las armas que puedan poseer los criminales. Los policías americanos gastan sumas considerables en material militar (/ lanza –granadas, ametralladoras, vehículos blindados, etc.) que utilizan cuando la situación les supera (3).En los años 90 la policía americana recibió una financiación masiva(12.000 millones de dolares entre 1994-2010), para labores de communiuty policihg, policía de proximidad. Toda una teoría académica se ha construido sobre la necesidad de crear una community policing, es decir para reforzar a la policía procurando un acercamiento entre población, policía y democracias locales. Con esta financiación la policía americana ha invertido masivamente en material militar y reclutamiento de unidades especiales del tipo “ Swap” en lugar de emplearse en os objetivos que inspiraban la communuity policing(4).Teóricamente , los Swats debían de concentrarse en operaciones de riesgo, delincuencia peligrosa, ect. Pero estas unidades se han utilizado cada vez más – ya que estaban disponibles y superequipadas- en operaciones rutinarias: pequeños traficantes, fiestas ruidosas, garitos clandestinos de juego. Los raids de las unidades Swatt se han multiplicado en domicilios particulares. A pesar de las estrictas leyes que conciernen la intromisión en domicilios por la policía (5), las intervenciones de los Swats, y en particular los no-knock raids ( asaltos a domicilios sin advertencia previas) se han hecho habituales con todos sus vicios imaginables ( excesos, equivocaciones, abuso de poder, destrucciones de mobiliario, muerte de animales domésticos ,traumatismos psicológicos …) En el 2003 el jefe de policía de New York estimaba que sobre las 450 intervenciones mensuales llevadas a cabo0 por la NYPD, el 10% se equivocaban al hundir la puerta (6). Todo esto evidentemente, sucede con mayor frecuencia en los barrios negros.
La anticipación estadística del crimen.
Es necesario tener en cuenta un segundo aspecto del contexto policial para entender los acontecimientos de Ferguson. Según la policía , el “ crimen” que atrajo la atención del policía acerca de Michal Brown fue el hecho de haber atravesado la calle fuera del paso de peatones. ¿Porque los policías americanos se interesan tanto en infracciones tan veniales? Porque hacen funcionar estrategias fundadas en la regularidad estadística de la criminalidad. A estas estrategias se les llama CompStat policing. Compstat indica la introducción d e principios del new pubhlic management (gestión empresarial) de la policía ( 7). Esencialmente el compStat policing es una novedad introducida en los indicadores de evaluación de la actuación de las comisarías de policía. Se hace de la reducción de las tasas de criminalidad el indicador único de la actividad policial. Este cambio de indicadores se fundamenta en la utilización intensiva de estadísticas informatizadas y particularmente el recurso a la cartografía criminal de manera que los gestores policiales pueden sacar previsiones sobre la concurrencia espacial de la criminalidad. Con ayuda de programas informáticos cartográficos, la policía identifica los lugares más criminógenos ( hots spots) y hacen concurrir allí los medios humanos cuya misión consiste en arrestar el máximo posible de “ sospechosos potenciales”. Cualquier individuo que pase por el lugar y cometa cualquier infracción menor es arrestado “ preventivamente” , es decir antes que se cometa un delito serio. Los policías saben que entre los individuos que arresten y se retiren del espacio público hay una probabilidad elevada de que alguno vaya a cometer un crimen mayor. Los comisarios cuyas cifras sean malas pueden perder su cargo. Entre 1994 y 1005, Willian Bratton, legendario jefe de policía de Rudy Giuliani de New York ha reemplazado las tres cuartas partes de sus comisarios. CompStat es una reorganización gerencial de la policía según el principio “ chat gets measured gets done” . Acuciados por la lógica de la performance empresarial, los policías controlan y registran (stop and frisk) masivamente a los jóvenes de las minorías raciales. Para satisfacer los indicadores de performance, los policías deben conseguir hacerse obedecer de inmediato por los jóvenes negros, particularmente para dispersar los grupos, y recurren a la intimidación y a la violencia (8). Como reacción, los negros detestan esa presión constante que la policía ejerce sobre ellos, los adolescentes enseñan a los niños a desconfiar de la violencia arbitraria e irracional de la policía (9)
Esta estrategia ha sido muy controvertida a causa de su aspecto racial pero se apoya por el conjunto de la clase política. Unida al encarcelamiento masivo, es eficaz para luchar contra el crimen. En las grandes ciudades la tasa de criminalidad ha descendido de un 50 a un 80% ( 10). Incluso Bill de Basio, el nuevo alcalde de Ney York que hizo campaña contra esta estrategia policial, se ha pronunciado de manera ambigua. Ha encargado al mismo Bratton ( que fue quien introdujo el sistema de CompStat) de mantener la eficacia de su policía aunque intentando aminorar los efectos más reprobables hacia los negros.
Desde 1993, la criminalidad se ha venido abajo en las ciudades americanas mientras que la población carcelaria se ha multiplicado por cinco en veinte años. Hoy dia, más del 2,2 millones de personas están en prisión de los que el 45% son negros. En 2007 alrededor de un tercio de todos los varones negros entre 20 y 30 años están o en prisión o en libertad vigilada) (11)La población carcelaria es tan importante que mas de 600.000 personas salen de prisión anualmente; en New York esto representa más de 300 personas diarias. El encarcelamiento masivo tiene efectos terribles en l.os barrios negros donde los exdetenidos están excluidos del mercado laboral y donde los adolescentes negros sin estudios tienen el 50% de posibilidades de terminar en prisión a lo largo de su vida adulta ( 12). La cárcel, la vigilancia policial y el control judicial se han transformado en experiencias constitutivas de la vida d e generaciones enteras de negros americanos, como lo demuestran los trabajos de campo de Alice Gofrfman( 13). Este predominio del Estado penal desintegra las familias y deshace los lazos comunitarios, asimismo tiende a alejar a las instituciones del cuidado de los mas desfavoredcidos ( hospitales, servicios sociales) porque éstos últimos temen que cualquier contacto con el mundo oficial les lleve a prisión.
Una tranquilidad engañosa.
A la vista de estos datos cabe preguntarse porque no se dan más manifestaciones y revueltas raciales masivas contra este régimen policial y penal. Mientras que los escándalos de sucesos de negros asesinados sin que portasen armas son frecuentes, las revueltas raciales en Estados Unidos se han hecho acontecimientos poco frecuentes. E Durante los años 1980-70 las revueltas fueron numerosas y dieron lugar a una literatura científica soibre los movimientos de protesta que alcanzaban muchas ciudades (15). Pero entre 1980-2014 solo Miami (1980), Los Ángeles ( 1992) , New York ( Crown Heigts) ( 1992) y Fergusdon ( 2014) han experimentado acontecimientos de una importancia y duración similar a la de los decenios precedentes. Tres razones explican este sorprendente y aparente pacificación de la tensiones raciales de los últimos treinta años. (16). En primer lugar, la culminación de un proceso de segregación residencial de lo negros experimentado durante los años 60 que ha limitado en los años sucesivos los contactos de riesgo entre negros y blancos. Mientras que los Estados del Sur organizaron el dominio de blancos sobrare negros en la primera mitad del siglo XX por medio de una reglamentación minuciosa y sistemática de los contactos interraciales ( el sistema Jim Crow )(17), los Estado del Norte organizaban la continuación del dominio racial con paz social por medio de la separación geográfica. Se constituyeron vastos ghetos negros minimizando los cohetitos entre razas ( 18). De hecho, los negros que poseen unas creencias fuertes sobre la legitimidad del orden social y en la posibilidad de un ascenso economico en el seno de una America integrada son también los mas aislados socialmente y espacialmente de la sociedad blanca ( 19)
Por otro lado, desde 1980 la paz racial se debe la descentralización de los presupuestos y competencias municipales que han permitido la cooptación de elites negras en el sistema d poder local ( 20) Como consecuentica de las revueltas de los años 60 y gracias a los programas sociales de la administración Jhonson ( war on poverty de 1965). Las elites blancas que dirigen las ciudades subvencionan a asociaciones dirigidas a los servicios sociales locales (formación ayuda familiar, alojamiento, rehabilitación de vivienda, etc.) (21). De forma inesperada, la crisis financiera de los municipios americanos en los años 70 y el giro conservador d elos años 80 han reforzado la desatención de las colectividades locales oficiales y aumentando el papel de estas asociaciones de barrio ( 22). La emergencia de fundaciones privadas de los años 80 ha ofrecido nuevas fuentes de recursos para los agentes sociales locales permitiendo mantener su existencia.
Se ha formado en los barrios negros un estrato social de bróker, es decir de intermediarios entre los recursos del poder local blanco y las poblaciones de los barrios negros segregados. Entre estas elites y la población se han creado formas atenuadas de clientelismo y dependencia (23). En los medios de comunicación se llama a estos brokers community leaders, un eufemismo que oculta las relaciones de poder con los habitantes del barrio y las funciones de legitimación del orden social global en base de la distribución de ayudas y recursos.
Finalmente, la formación de una clase media negra a lo largo del periodo 1970-2000 dio como resultado una legitimación del orden racial mientras una parte de la población negra se empobrecía. Este tema de la escisión en dos clases polarizadas en el seno de la población negra ha sido objeto de investigación por parte de Williams y Julius Wilson. Por un lado, una ex-clase obrera negra , sufriendo un paro constante y habitando en bolsas urbanas de extrema pobreza, por el otro, familias negras que han tenido oportunidad de aprovechar las ocasiones de ascenso social que ofrecían las victorias del movimiento negro de oso derechos civiles ( 24)
El desclasamiento delos años 2000.
Estas dinámicas han contenido hasta hoy dia el descontento de la población negra hacia el predominio de policía y cárcel en sus vidas cotidianas. Pero en el transcurso de los años 2000 esta dinámica se debilita. Durante 2000-2010, la población negra ha experimentado el desvanecimiento de la ilusión de prosperidad económica y se ha operado un verdadero desclasamiento. El salario medio de los negros había aumentado más que el salario medio fe los blancos entre 1960 y 2000. Hubo efectivamente, un efecto, compensatorio. Pero entre 2000 y 2010, la tendencia se ha invertido y las desigualdades de renta se han acentúado. En paralelo, las tasas de propiedad de vivienda y de consumo familiar de los negros no han cesado de aumentar hasta 2004 para alcanzar niveles históricos. Esto se explica por las barato escondía un elevadísimo coste por las condiciones contractuales que implicaba, que llegaban a ser fraudulentas. (25)Las consecuencias para una buena parte de la clase media negra han sido desastrosas. Los prestamos basura facilidades masivas de crédito a las que accedieron las familias negras. Pero ese crédito aparentemente han afectado sobre todo a hogares de negros, relativamente mayores, que habían llegado a tener algún bien inmobiliario por tener una renta segura. Es en esta capa social donde se habia concentrado el consumo de crédito entre la población total de los barrios . La crisis de crédito que ha seguido (20006) y que fue mas temprana que en el resto del país ( 2008) ha provocado que multitud de familias negras hayan perdido el escaso patrimonio que habían conseguido obtener. Des el 20087 la tasa de propiedad disminuye de una manera más acelerada que la de los blancos., La crisis de las subprime ha alcanzado de una manera mayor a los negros, agudizando las desigualdades entre estos y los blancos. Los hogares negros son como media diez veces más pobres que los hogares de los blancos, cuando la renta media de los negros es solo inferior en un 25% a los de los blancos.
En la sociedad americana, donde los costes de educación, salud y vivienda han aumentado mas rápido que el PIB, llegando a estar fuera del alacance de una familia con dos rentas medias, no tener patrimonio es un obstaculo añadido que impide toda estrategia de ascenso social o simplemente de un esfuerzo para mantenerse en la clase media. Este fenómeno ha sido calificado como two-income trap por Elisabeth Warren, senadora, a la izquierda del partido demócrata) ( 26). Asi se explican las desigualdades que se dan en el número de diplomados universitarios, vinculadas a las desigualdasdes de patrimonio o de renta. En conclusión , los años 2010-2010 , han sido para las familias negras años de desclasamiento social tras 40 años de progreso (27)
Como consecuencia de este desclasamiento. La población negra americana ha desarrollado un creciente escepticismo hacia los procesos de integración racial ( 28). Las tasas de segregación en las ciudades disminuyen ligeramente desde hace 30 años, pero a un ritmo que habrá que esperar tres generaciones para alcanzar una distribución espacial equilibrada ( 29). La discriminación es una constante en el mercado inmobiliario americano ( 30) y una dinámica de preferencia racial frena la integración. Por un lado, los blancos mantienen una fuerte predilección a vivir entre ellos mismos ( el barrio ideal de blancos no tiene ni el 20 de minorías ). Por otro lado, las familias negras tiene preferencia, creciente en los últimos 30 años, a vivir en barrios habit6ados por negros al menos en un 59% ( 31). Más alla del espacio urbano, se está dando una vuelta a la segregación significativa de las instituciones claves de la sociedad: la escuela que se hace cada vez más imprevisible y difícil de gestionar, y la cárcel. (32).
Finalmente, la revalorización inmobiliaria de las ciudades americanas desde 1990 ha entrañado un desplazamiento cada vez más rápido de la pobreza hacia los suburbnios, cambiando la dinámica urbana que prevalecía hasta hoy en estado Unidos desde 1930 en los que los hogares emigrantes se alojaban en los extrarradios de los centros urbanos (33). Esta cambio de tendencia no es anodino., En los suburbios no existen ni el tejido de organizaciones sociales ni los lazos comunitarios informales de apoyo a la pobreza que funcionan en los centros urbanos (34).
En suma, para los negros americanos, como se ve en los acontecimientos de Fegruson, las razones que legitimaban del sistema se han erosionado desde el 2000.
. 1] Jacobs, D. & R.M. O’Brien (1998). The Determinants of Deadly Force : A Structural Analysis of Police Violence. American Journal of Sociology,103(4), 837-862.
[2] Michael Greenberg « New York : The Police and the Protesters », New York Review of Books.
[3] Balko, R. (2013). Rise of the warrior cop : The militarization of America’s police forces. New York : PublicAffairs.
[4] Kraska, P. B., & Kappeler, V. E. (1997). “Militarizing American police : The rise and normalization of paramilitary units“. Social Problems, 44 (1) : 1-18.
[5] L’inviolabilité du domicile est un principe fondateur de la tradition juridique occidentale. Cicéron disait : « qu’y a-t-il de plus sacré, de plus inviolable que la maison de chaque Citoyen ? » 2000 ans plus tard, Louis Brandeis, juge à la Cour suprême, disait que c’était « the most comprehensive of rights, and the right most valued by civilized men » (Olmstead v. United States, 1928). Sur tous ces points, voir Balko, R. (2013). Rise of the warrior cop.
[6] Balko, R. (2013). Rise of the warrior cop, p. 266.
[7] Willis James J., Stephen D. Mastrofski et David Weisburd 2007, Making Sense of COMPSTAT : A Theory-Based Analysis of Organizational Change in Three Police Departments, Law and Society Review, 41 (1), pp. 147-188.
[8] Moskos, P. (2008). Cop in the hood : My year policing Baltimore’s eastern district. Princeton University Press.
[9] Harding, D. J. (2009). Violence, older peers, and the socialization of adolescent boys in disadvantaged neighborhoods. American Sociological Review,74(3), 445-464.
[10] Voir par exemple Zimring, F. E. (2011). The city that became safe : New York’s lessons for urban crime and its control. Oxford University Press (et son compte rendu critique par Jacques de Maillard sur la Vie des idées.
[11] Tonry Michael 2009, Explanations of American punishment policies : A national history, Punishment & Society, 11 (3), p. 377-394.
[12] Visher, C. A., & Travis, J. (2003). Transitions from prison to community : Understanding individual pathways. Annual Review of Sociology, 89-113. Voir aussi David J. Harding, Jeffrey D. Morenoff, and Claire Herbert. 2013. Home is Hard to Find : Neighborhoods, Institutions, and the Residential Trajectories of Returning Prisoners. Annals of the American Academy of Political and Social Science 647 : 214-236. Voir également la synthèse en français de Nicolas Duvoux, “Prison : le contre-exemple américain”, Le Monde, 8 juillet 2014.
[13] Goffman, A. (2014). On the Run : Fugitive Life in an American City. University of Chicago Press. Voir également le compte rendu d’un article de Goffman par Nicolas Duvoux sur la Vie des idées.
[14] Brayne, S. (2014). Surveillance and System Avoidance Criminal Justice Contact and Institutional Attachment. American Sociological Review, 79 (3) : 367-391. Voir aussi Megan Comfort sur la dissolution des communautés : Punishment Beyond the Legal Offender. Annual Review of Law and Social Science, 2007, 3 : 271-96.
[15] United States. National Advisory Commission on Civil Disorders, & Kerner, O. (1968). Report of the National Advisory Commission on Civil Disorders, March 1, 1968. US Government Printing Office.
[16] Katz M.B. 2008, “Why Don’t American Cities Burn Very Often ?”, Journal of Urban History, Vol. 34, No. 2, p. 185-208.
[17] Cf. Woodward, C. V. (2001). The strange career of Jim Crow. Oxford University Press.
[18] Hirsch, A. R. (2009). Making the second ghetto : Race and housing in Chicago 1940-1960. University of Chicago Press.et Massey, D. S. (1993). American apartheid : Segregation and the making of the underclass. Harvard University Press.
[19] Young, A. A. (2006). The minds of marginalized black men : Making sense of mobility, opportunity, and future life chances. Princeton University Press.
[20] Katznelson, I. (1981). City trenches : Urban politics and the patterning of class in the United States. University of Chicago Press.
[21] La haine du travailleur social WASP peut se lire dans des ouvrages aussi différents que l’autobiographie de Malcom X et Street Corner Society de William F. Whyte. Malcolm, X., Haley, A., & Davis, O. (1992). The autobiography of Malcolm X (p. 310). New York : Ballantine Books et Whyte, W. F. (2012). Street corner society : The social structure of an Italian slum. University of Chicago Press.
[22] DeFilippis, J., & Saegert, S. (dir.) (2013). The community development reader. Routledge.
[23] Marwell, Nicole P. 2007. Bargaining for Brooklyn. Community Organizations in the Entrepreunarial City. Chicago : University of Chicago Press, Pattillo, Mary. 2007. Black on the Block. The Politics of Race and Class in the City. Chicago : Chicago University Press, Venkatesh, S. A. (2006). Off the books. Harvard University Press.
[24] Wilson, W. J. (1978). The declining significance of race : Blacks and changing American institutions. University of Chicago Press. Wilson, W. J. (1987). The Truly Disadvantaged. The Inner City, the Underclass and Public Policy. Chicago : University of Chicago Press ; Wilson, W. J. (1996). When Work Disappears. The World of the New Urban Poor. Chicago : University of Chicago Press.
[25] Rugh, J. S., & Massey, D. S. (2010). Racial segregation and the American foreclosure crisis. American Sociological Review,75(5), 629-651. Voir aussi Squires, G. D., Hyra, D. S., & Renner, R. N. (2009, November). Segregation and the subprime lending crisis. In 2009 Federal Reserve System Community Affairs Research Conference.
[26] Warren, E., & Tyagi, A. W. (2003). The two-income trap : Why middle-class mothers and fathers are going broke. Basic Books.
[27] Thomas Edsall, “Ferguson, Watts, and a Dream Deferred”, New York Times, 20 août 2014.
[28] Hochschild, J. L. (1996). Facing up to the American dream : Race, class, and the soul of the nation. Princeton University Press.
[29] Logan, J. Sults B. (2011) The persistence of segregation in the metropolis : New findings of the 2010 census. Census brief prepared for Project US2010.
[30] Voir conjointement Massey, D. S., & Lundy, G. (2001). Use of Black English and Racial Discrimination in Urban Housing Markets New Methods and Findings. Urban Affairs Review,36(4), 452-469 et Ross, S. L., & Turner, M. A. (2005). Housing discrimination in metropolitan America : Explaining changes between 1989 and 2000. Social Problems,52(2), 152-180.
[31] Voir et comparer Farley, R., Schuman, H., Bianchi, S., Colasanto, D., & Hatchett, S. (1978). “Chocolate city, vanilla suburbs : Will the trend toward racially separate communities continue ? ”. Social Science Research,7(4), 319-344. et Charles, C. Z. (2005). Can we live together ? Racial preferences and neighborhood outcomes. In Xavier de Souza-Briggs (dir.), The geography of opportunity : Race and housing choice in metropolitan America, Brooking Institution Press.
[32] Sur le rôle de la complexification et du morcellement de l’école dans le processu de resegregation des pauvres minorités voir de Souza Briggs, X., Ferryman, K. S., Popkin, S. J., & Rendón, M. (2008). Why did the moving to opportunity experiment not get young people into better schools ? Housing Policy Debate,19(1), 53-91.
[33] Murphy, Alexandra. 2010. “The Symbolic Dilemmas of Suburban Poverty : Challenges and Opportunities Posed by Variations in the Contours of Suburban Poverty.” Sociological Forum, 25 (3), p. 541-569.
[34] Voir le renouveau dans Desmond, M. (2012). Disposable Ties and the Urban Poor1. American Journal of Sociology,117(5), 1295-1335 des analyses de Carol B. Stack. (1975). All our kin : Strategies for survival in a black community. Basic Books.
François Bonnet & Clément Théry, « Ferguson et la nouvelle condition noire aux États-Unis », La Vie des idées, 2 septembre 2014. ISSN : 2105-3030. URL : http://www.laviedesidees.fr/Ferguson-et-la-nouvelle-condition.html
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