Barcelona
10/11 OCTUBRE 2015
El
llamado “Plan de Rescate“, impuesto por el “Eurogrupo” a Grecia, ha puesto al
desnudo ante las ciudadanías de los estados y pueblos de Europa la verdadera naturaleza de la Unión Europea
al servicio de los bancos y bajo la hegemonía del gobierno de Alemania. Este
episodio de guerra económica, de conspiración para impedir la voluntad soberana
del pueblo griego, provocar la desestabilización del gobierno griego y
conseguir su rendición, ha sido por sus métodos y resultados un golpe de estado
organizado desde el centro de poder de la UE.
El
sueño de la Unión Europea garante del bienestar social y la democracia,
superadora de los conflictos entre sus estados, solidaria con la ciudadanía más
vulnerable y con las naciones menos desarrolladas se ha desvanecido ante la
realidad de los hechos ocurridos en Grecia.
Ciertamente,
la lógica neoliberal a ultranza de los “memorándums” impuestos por la Troika no
se han limitado a Grecia, también Portugal, Italia, España, Irlanda, Francia,
etc., han sufrido la brutalidad de las políticas de ajuste y austeridad que han
provocado la regresión generalizada de derechos sociales y laborales, el
aumento del paro, la pobreza y la desigualdad,
y una creciente deslegitimación de las instituciones de gobierno y
representación de esos países ante sus ciudadanías y pueblos, la
desestabilización interna de los estados que componen la UE, la aparición de
nuevas tensiones interestatales, e intensificado las agresiones imperialistas
en el entorno próximo.
La
arquitectura de la UE se diseñó para servir los intereses de las élites y el
capital transnacional, y en contra de las clases populares, sin una política de
redistribución fiscal que evitará los desequilibrios económicos potenciales y
las previsibles crisis de deuda de sus estados miembros. Hasta algunos de los
llamados “padres” de la UE han reconocido el pecado original del Tratado de
Maastricht y el error fatal del euro. En efecto, la introducción de la moneda
única agravó las desigualdades o asimetrías económicas entre los estados
reforzando la hegemonía de aquellos que, como el estado alemán, se han
beneficiado extraordinariamente con su implantación.
En
la actualidad la UE se divide entre estados vencedores y perdedores. Los
pueblos del Sur de Europa se sitúan en el campo de los perdedores, condenados a
aplicar políticas de ajuste y austeridad durante decenios para pagar la deuda a
los acreedores que al provocar una espiral de políticas recesivas se convierte
en impagable. Los tratados de la UE, especialmente el “Pacto por el Euro Plus”
y el “Tratado de estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y
Monetaria”, se han convertido en los instrumentos legales de una relación de
dominación semicolonial entre países
acreedores y deudores. La bárbara dialéctica entre acreedor y deudor
transformados en amo y esclavo, tal como hemos visto a lo largo de la historia,
reaparece con toda su crudeza en el funcionamiento de la UE.
Esta
dominación no solo se ha expresado en los “memorándums” y “planes de rescate”,
ha producido la contrarreforma antidemocrática de la Constitución española con
el artº 135, o ha propiciado la caída de presidentes de gobierno para
sustituirlos por los serviles de turno a gusto del “palacio” de la UE.
La
hegemonía de las potencias vencedoras en el seno de la UE no habría sido
posible sin la ceguera, irresponsabilidad, contubernio, o corrupción, de las
élites económicas y políticas en el seno de la UE. Las oligarquías vencedoras
han construido su hegemonía no solo a través de alianzas económicas o de
interés con la banca y sectores exportadores del gran capital de los diferentes
países europeos, también por medios ideológicos
y la imposición del mito de la UE como crisol de una nueva potencia-nación
garante del progreso, la paz y la democracia, fuera de la cual se está
condenado al subdesarrollo y la dependencia. En la construcción de este mito el
Euro es la clave de bóveda, sin el cual el edificio de intereses y dominaciones
de la actual UE se derrumbaría, ello explica la agresividad del discurso
neoliberal pseudo-religioso imperante cuando establece que fuera del euro no
hay salvación.
A
lo largo de la historia, los pueblos, naciones, ciudadanías, clases trabajadoras,
oprimidas por las potencias imperiales, coloniales, autoritarias, o por
gobiernos y clases explotadoras han sufrido un discurso similar con el objetivo
de conseguir su resignación y sometimiento, pero no se doblegaron y se
organizaron para liberarse de la esclavitud, la tiranía o la dominación. Las
revoluciones democráticas y populares de los últimos siglos han grabado a
hierro y fuego una verdad: Sin soberanía popular sobre los instrumentos y recursos de la
economía no hay democracia.
La
UE realmente existente es la negación de los principios de la democracia y la
soberanía de los pueblos. La UE de las oligarquías protegidas por el nuevo
imperio alemán no es reformable desde su interior. No cederán sus privilegios y
ventajas acumuladas desde el Tratado de Maastricht y la implantación del euro.
Ni siquiera escuchan las advertencias de su “amigo americano” y de su
instrumento el FMI, temerosos que la persistencia de las políticas económicas
consustanciales a la moneda única termine por arruinar la recuperación
económica internacional y desencadene o favorezca una nueva crisis económica
internacional.
Las
naciones y pueblos del Sur de Europa, por su especial condición de oprimidos a
causa de la deuda, están llamados a encabezar la rebelión contra la UE
opresora, antidemocrática y antisocial, y señalar el camino de la libertad y la
justicia social al resto de naciones y pueblos de Europa, para construir nuevas
relaciones basadas en el respeto mutuo, el pacto entre iguales y la
solidaridad.
La
emancipación de las naciones y pueblos del Sur de Europa exige como
precondición la salida del euro y la independencia real respecto de la UE
realmente existente, para recuperar la soberanía democrática y popular,
garantizar el derecho de autodeterminación, y poner en marcha las políticas
económicas y sociales que permitan superar la espiral recesiva de las políticas
neoliberales de ajuste y austeridad, para avanzar en la transformación de la sociedad.
Pero
toda estrategia de emancipación exige de instrumentos organizativos que la
hagan realidad.Las
organizaciones políticas, activistas sociales y personas participantes en el
“Encuentro Internacional por la salida del Euro”, reunidos en la ciudad de
Barcelona, acordamos convocar el proceso
constituyente por un frente de liberación de las naciones y pueblos del Sur de
Europa, con voluntad de actuar conjuntamente con movimientos de otros países de
la UE con objetivos y valores similares, que haga posible la salida del Euro y
la emancipación de la UE, la desvinculación de la OTAN, y construir un nuevo
proyecto de colaboración y coordinación
entre estados, naciones y pueblos basados en el respeto mutuo, el pacto entre
iguales y la solidaridad efectiva.
A
partir de este momento desarrollaremos los trabajos preparatorios avanzando hacia una coordinadora permanente,
con la mayor voluntad integradora para organizar el próximo encuentro donde se
darán pasos concretos para constituir el frente de liberación de las naciones y
pueblos del Sur de Europa.
Barcelona
11 Octubre 2015
Web:
http://salirdeleuro.net/
Email:
salireuro3@gmail.com
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