Por
José Bautista
“Me pregunto si
Podemos no es un contraejemplo, eso que no debemos hacer: volver al marco
electoral”
Pregunta.
Hace poco dijo usted que “es posible que estemos haciendo alguna cosa”. ¿Qué
quería decir exactamente? ¿Dónde estamos en este momento?
Frederic Lordon.Exactamente, ¡lo dije tal
cual! Alguna cosa. Hay una rabia silenciada, exasperaciones terribles
acumuladas desde hace años, incluso décadas, que no tienen por objetivo real
“el gobierno” o “los gobiernos” –que entre paréntesis han implementado todos
políticas rigurosamente idénticas- sino un tipo de sociedad ampliamente
detestable. A raíz de la película Merci patrón! (¡Gracias patrón!) de François
Ruffin y la reforma laboral, dos grandes catalizadores, algo se produjo en la
Plaza de la República el jueves 31 de marzo. Algo y ni nosotros mismos sabemos
qué. Lo sabremos. Cómo se construirá el movimiento, si adquirirá importancia o
si caerá, qué objetivos políticos logrará alcanzar… Nadie lo sabe.
Pregunta.¿Qué
parecidos y diferencias ve usted entre la gente que está en la Plaza de la
República y los indignados que ocuparon las plazas de España durante el
movimiento del 15-M?
Frederic
Lordon.No conozco suficientemente bien lo que sucedió en el movimiento español
del 15-M y no puedo responder con precisión a la pregunta. Tengo la sensación
de que en España vosotros tuvisteis dos potentes factores catalizadores que no
tenemos en Francia: por un lado la deuda inmobiliaria de los hogares y los
desahucios y, por otro, la corrupción de los políticos a gran escala. En
Francia la cuestión social, la cuestión del trabajo y el empleo siguen siendo
muy importantes. Pero precisamente la particularidad del movimiento actual está
en que no se limita a reivindicaciones como la de asegurar el trabajo o mejorar
las condiciones laborales, o cualquier cosa en este sentido, sino a criticar
fundamentalmente la situación del trabajo en sí y de los propios trabajadores.
Es por tanto una crítica al capitalismo.
Pregunta.Habla
a menudo de la importancia del contacto entre los jóvenes y las clases obreras.
¿Por qué este contacto es tan importante?
Frederic
Lordon. Porque no hay movimiento social fuerte que no pase por esta conjunción,
a la que además será decisivo sumar a la juventud marginada de los suburbios.
En tiempos normales, toda la sociología se opone a este encuentro. Y, de hecho,
durante mucho tiempo, las clases obreras fueron masacradas por el capitalismo
neoliberal sin que nadie se preocupara. Sobre todo la pequeña o mediana
burguesía urbana educada, los intelectuales precarios, etc. Lo que sucede con
la Nuit Debout tiene como principal finalidad hacer aparecer de nuevo eso que
todas las categorías sociales, normalmente alejadas unas de otras, tienen
fundamentalmente en común: ¡su condición de asalariados! Podemos incluso añadir
otras categorías –como los agricultores por ejemplo- que, a pesar de no ser
asalariados, no sufren menos bajo la dinámica general del capital. Es esta
dinámica general, excluida del debate desde hace décadas, la que ahora vuelve a
ser discutida.
Preguinta.¿Cree
usted que veremos un Podemos a la francesa teniendo en cuenta el contexto
actual?
Frederic
Lordon. No lo creo y añado que, por mi parte, no lo deseo. Para ser claro, me
pregunto incluso si Podemos no es una especie de contraejemplo, el modelo de
eso que no debemos hacer: volver al marco electoral, la renormalización
institucional. Volver al juego institucional es la muerte asegurada de todos
los movimientos. Y ahora te preguntarás, ¿cómo transformar estas reuniones en
logros políticos para que no hayan sucedido en vano? Es una pregunta
estratégica de primer orden. Mi respuesta para salir de esta terrible tenaza es
que si volver al juego electoral institucional es la muerte, entonces no nos
queda otra solución que rehacer las instituciones. Es por eso que creo que el
objetivo político que debemos fijarnos, y lo dije en la Asamblea General del
domingo, consiste en reescribir una constitución. Pero sin que eso se vuelva un
ejercicio jurídico formal y alejado de la calle, como suele ser el caso.
Debemos escribir la constitución de la República Social. Y al contrario que la
república actual, que es de hecho la república burguesa, cuya vocación es
sacralizar el derecho a la propiedad, la República Social debería tener por
misión abolir el principio de la propiedad lucrativa de los medios de
producción e instaurar la propiedad de uso: los medios de producción no
pertenecen a los accionarios, a los propietarios, a los capitalistas; deben
pertenecer a quienes se sirven de ellos, más allá de fines lucrativos.
Pregunta.¿Cuál
es su rol en el cambio social que Francia parece estar viviendo?
Frederic
Lordon. No hago otra cosa que aportar mi contribución dentro de la división del
trabajo político, con unos medios que son los míos, los de intervención de un
intelectual, ni más ni menos. ¡Este movimiento no tiene líder y meterme de
cabeza es lo último que me apetece! Parece que algunas de mis intervenciones
han podido producir efectos de cristalización, y es genial. Pero hasta ahí
llega lo que me concierne. Por otra parte, los movimientos como el nuestro, y con
razón, atraen intentos de captura individual y de personificación de las
dinámicas colectivas. Si alguien tuviera la absurda idea de nombrarse “líder”,
¡lo mandarían de vuelta a sus queridos estudios! Pero los medios son incapaces
de entender cosas así y se obsesionan con la “encarnación”, las “figuras
representativas”, los “líderes” y todo ese repertorio de filosofía
individualista y heróica de la historia. Y cuando no encuentran eso que buscan
a toda costa, ¡se lo inventan! Es por esa misma razón que rechazo
sistemáticamente todas las invitaciones de los medios para expresarme, todas
las peticiones de “retrato”. No paro de ver artículos que me presentan como
“figura” eminente, para personalizar lo impersonalizable. Es un poco agobiante.
Reghunta.Hay una lucha entre la solidaridad y
el miedo en Francia y el resto del mundo. ¿Tiene usted una postura más bien
optimista o pesimista a corto y largo plazo en relación al cambio social en
Francia?
Frederic
Lordon. Cómo responder a esta pregunta… No tengo las más mínima idea de cómo van
a suceder las cosas. Sin embargo, no puedo evitar pensar que el capitalismo
neoliberal ha maltratado tan profundamente al cuerpo social que no puede no
suceder, de un momento a otro, una reacción violenta. ¿Ha llegado ese momento?
¿O el movimiento encallará? No lo sé. De lo que estoy seguro es que incluso si
termina en apariencia, en realidad no habrá fracasado, porque habrá sembrado
algo en las mentes. Y ese algo tarde o temprano volverá.
Pregunta.La
ley El Khomri ha despertado la indignación de una gran parte de la población
francesa. Si el gobierno renuncia a esta norma, ¿cree usted que esa indignación
se desinflará?
Frederic
Lordon.Ese es el gran desafío de nuestro movimiento. No es un movimiento
reivindicativo, esa es la gran novedad. No reivindicamos la retirada de la ley El
Khomri. Al fin y al cabo respecto a esta ley, ¡nos da igual! Esta ley ha sido
el detonante de muchas otras cosas mucho más fundamentales. Incluso si retiran
la ley, incluso si el gobierno se acaba, nosotros permaneceremos, porque eso a
lo que aspiramos va mucho más allá: no queremos reivindicar más, sino afirmar.
Afirmar nuevas formas de trabajo y política.
Fuente.
redaccion@lamarea.com http://www.lamarea.com/2016/04/06/84247/
No hay comentarios:
Publicar un comentario