Leopoldo Eduardo López Mendoza nació en
Caracas el 29 de abril de 1971. Es hijo de Leopoldo López Gil y Antonieta
Mendoza. Pertenece a una de las familias más acaudaladas de la oligarquía
venezolana desde los tiempos de la colonia. Su primaria y secundaria la cursó
en el exclusivísimo Colegio Santiago de León (en referencia al santo patrono de
Caracas).
A partir de 1989 se mudó a Estados
Unidos, donde estudió el segundo ciclo de secundaria en The Hun School of
Princeton, New Jersey; luego estudió Economía en el Kenyon College, en Gambier,
Ohio, y finalmente realizó una maestría de Políticas Públicas en laKennedy
School of Government de la Universidad de Harvard, Cambridge, Massachusetts,
becado por la estatal venezolana Fundación Gran Mariscal de Ayacucho,
casualmente presidida en ese momento por su padre.
Su madre es hija de Eduardo Mendoza
Goiticoa, quien fue ministro de Agricultura del gobierno de Rómulo Betancourt,
y sobrina de Eugenio Mendoza Goiticoa, considerado el hombre más rico del país
en esa época. Fue ministro de Fomento durante el mandato del gobierno del
General Medina Angarita y de la Junta Militar de 1958. Su tío abuelo fue Rafael
Ernesto López Ortega, ministro de Educación durante la presidencia del general
Eleazar López Contreras.
Si le parece que Mendoza le suena, sí
le suena. Son los dueños de las Empresas Polar (cervezas, otras bebidas y
alimentos) y de medio país. Entre sus marcas están las principales harinas de
maíz, margarina, aceites y otros productos de la cesta básica. Sus
vinculaciones con el poder desde hace decenios, son también casuales.
Al volver de Princeton, Ohio y
Massachusetts, Leopoldo se integró a la organización ultrarradical Tradición
Familia y Propiedad (TFP, también los hay en el sur del continente). Fue
fundador del partido de extrema derecha Primero Justicia (PJ), que
anteriormente era una asociación civil financiada con fondos de la estatal
Petróleo de Venezuela S.A. (PDVSA), cuando su madre ocupaba -por supuesto,
casualmente- el cargo de Gerente de Asuntos Públicos en esa industria.
A ver si nos entendemos: la madre le
daba a la asociación civil que había fundado el nene los cheques de PDVSA (por
supuesto que no de ella) para sostener la organización y luego transformarla en
partido político.
El Instituto Republicano Internacional
(IRI, dependiente del Partido Republicano de Estados Unidos), también financió
y asesoró la transformación de PJ en partido político. Como imaginarán, PJ no
nació pobre. Plata del petróleo y del partido de gobierno de los Estados
Unidos. El contacto con esa organización -y presumiblemente con otras dedicadas
a la inteligencia- los hizo durante su estadía previa en el norte.
Mientras tanto, Leopoldo trabajaba en
PDVSA, en la misma sede de la corporación estatal que su madre (las
casualidades a veces son realmente increíbles) y formaba el partido que lo
llevaría a ganar las elecciones de alcalde del municipio Chacao (este de
Caracas, el más rico del país; esto ya no parece ser casual).
Leopoldo López fue alcalde de Chacao
entre 2000 y 2008. Desde ese cargo participó en el golpe de Estado de abril de
2002 contra el gobierno del presidente Hugo Chávez, siendo uno de los firmantes
del “Decreto Carmona” en el que se abolieron todas las instituciones, la
separación de poderes, se removieron las autoridades de los estados y
municipios y se derogó toda norma que entrara “en contradicción con el presente
decreto”.
Durante el golpe estuvo involucrado en
el arresto ilegal y violento del entonces ministro de Interior y Justicia,
Ramón Rodríguez Chacín, así como en el intento de asalto a la Embajada de Cuba
en Caracas. En 2007 fue amnistiado de estos delitos por parte del presidente
Hugo Chávez.
Debido a serias irregularidades
administrativas encontradas durante su gestión en la alcaldía de Chacao y por
el asuntito de PDVSA, la Contraloría General de la República dictó una medida
de sanción en su contra, inhabilitándolo a optar a cualquier cargo público
hasta 2017.
Complicado el hombre
A pesar de que fue fundador de PJ e
integrante de su Junta Directiva, en 2006, Leopoldo se separó del partido a
inicios de 2007.
En ese mes, pasa a formar parte de Un
Nuevo Tiempo (UNT), el partido que había formado Manuel Rosales (el ex
gobernador del estado Zulia que luego compitió con Chávez en las elecciones
presidenciales de 2006). Allí lo designaron vicepresidente de Participación
Ciudadana y Redes Populares. En septiembre de 2009 los malos de UNT expulsan a
Leopoldo, “porque los partidos tradicionales no permiten el surgimiento de
nuevos liderazgos”.
En 2009 López presentó el movimiento
Voluntad Popular, del que ha sido su principal dirigente desde ese momento.
“La Salida”
Luego de una movilización bastante
esmirriada, el 2 de febrero de 2014 Leopoldo decía: “Hoy le dimos a todos los
venezolanos un mensaje claro, la organización y la calle son la clave para la
salida de este Estado delincuente que desangra a nuestro país. No podemos
tolerar más inseguridad, escasez y pelazón (pobreza), mucho menos toleraremos
seis años más de este drama que vivimos. ¡Basta ya de tanta corrupción e
ineficiencia! Hoy el pueblo alza su consciencia y empieza a construir la salida
de este Gobierno”.
Lo que podría parecer un recurso
retórico de un político un poco hablador de más, se comprobó que formaba parte
de un plan para efectivamente forzar la renuncia del presidente Nicolás Maduro,
que había ganado las elecciones presidenciales apenas unos meses antes, en
abril de 2013, y que tiene por delante un período de gobierno que culmina en
2019.
El plan denominado “La Salida” había
sido presentado por Leopoldo López en Miami, Estados Unidos (cuando no) en
octubre de 2013 junto a representantes de la Fundación Venezolanos Perseguidos
Políticos en el Exilio (Veppex), que representa al ala de derecha más radical
de los emigrados venezolanos.
El 23 de enero de 2014, Leopoldo López
junto a la ex diputada Maria Corina Machado anunciaron la activación de “La
Salida” como un plan que consistía en una serie de acciones que iban escalando
y que culminaba con la caída del gobierno.
Inspirado en las tesis de Gene Sharp y
de los golpes blandos y las revoluciones de colores, López intentó -eso sí,
junto a otros dirigentes de la derecha más radical- generar acciones de calle
que provocaran sucesos violentos y que produjeran respuestas de parte de
sectores militares que pudieran vacilar ante los embates combinados de acciones
violentas de calle, guerra económica, embates mediáticos y vi$ita$ de amigos
provenientes del norte.
El 12 de febrero, cuando en Venezuela
se conmemoraba el bicentenario de la Batalla de la Victoria y Día de la
Juventud, junto a algunos cientos de manifestantes de su organización, López se
desplazó a la sede del Ministerio Público en Caracas para reclamarle a la
Fiscal General de la República que retirara los cargos en contra de otros
manifestantes que en el estado Táchira (en la frontera con Colombia; también le
suena, sí) habían destruido la residencia oficial del gobernador, donde tienen
su sede las misiones sociales (salud, educación, vivienda, alimentación, entre
otras) para ese estado.
La manifestación rápidamente se tornó
violenta y los activistas destrozaron la planta baja de la sede del Ministerio
Público, mientras incendiaban la biblioteca de esa institución y seis
camionetas que se encontraban estacionadas en las adyacencias que pertenecían
al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. Durante
esos disturbios, murieron dos hombres, unos de ellos veterano militante revolucionario
y el otro un joven estudiante opositor.
Leopoldo López se entregó a las
autoridades el 18 de febrero de 2014, tras ser requerido por el Ministerio
Público por fomentar estos hechos de violencia. Ante la acusación presentada,
el Poder Judicial ordenó el pase a juicio de Leopoldo López por los hechos de
violencia registrados el 12 de febrero.
Las acciones propiciadas e iniciadas
por Leopoldo López en el marco de “La Salida” a partir de ese 12 de febrero,
produjeron 43 muertes (once de ellos funcionarios de seguridad), más de 870
heridos, miles de personas que vieron afectadas su vida normal, así como la
violación del derecho al libre tránsito en vías principales de la capital y
otras ciudades.
En esas guarimbas, como se les
denominó, se asistió a acciones terroristas como los disparos de
francotiradores desde las azoteas de edificios, colocación de guayas (alambres)
atravesados en las vías a la altura del cuello de una persona sentada en una
moto, derrames intencionales de aceite en las vías, así como otras acciones
violentas que incluyeron el incendio de la guardería de los hijos de las y los
funcionarios del Ministerio del Poder Popular para la Vivienda, que
afortunadamente no arrojó víctimas.
La sentencia
Durante las 72 audiencias que cubrieron
57 semanas, los fiscales demostraron ampliamente ante el tribunal que López
cometió los delitos de daños e incendio en calidad de determinador, instigación
pública en grado de autoría y asociación para delinquir.
Durante las audiencias se demostró que
los pronunciamientos realizados por López incitaron a sus seguidores a generar
violencia y desconocer al Gobierno y a las instituciones del Estado.
Los fiscales dejaron en evidencia la
instigación que López tuvo sobre sus partidarios, “acción que desató la euforia
negativa en sus simpatizantes y que conllevó al ataque contra la sede principal
del organismo garante de la legalidad” (el Ministerio Público).
La jueza actuante condenó en primera
instancia a López a 13 años, nueve meses, siete días y 12 horas de prisión por
estos delitos. A partir de ahora corren los plazos y las jurisdicciones de
alzada, ante las cuales López podrá apelar la sentencia, en respeto a las
mismas normas que él intentó quebrantar.
Fuente. http://www.psuv.org.ve/temas/noticias/%C2%BFquien-es-leopoldo-lopez/#.V0V_1fmLSUn
2 comentarios:
Interesante artículo.
Lo raro es que a los partidos que se les ostiga continuamente con relación a Venezuela, no desenmascaren a quien es este tipo.
Resulta que ostiga es con h. Pues bien, pongamos HOSTIGA
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