HASTA
AHORA TODO VA BIEN
Desde hace tres semanas, toda Francia está siendo atravesada por un movimiento de huelga
general de gran amplitud. Si esta huelga es tan fuerte es porque no se contenta
con inspirarse en el repertorio de las clásicas movilizaciones sociales. El
movimiento se está apoyando en un año que le ha precedido de una increíble lucha llevada a cabo por los Chalecos
Amarillos. Pero también se apoya en una radicalidad del movimiento
emprendido contra la ley de Reforma Laboral del 2016 y 2017 y sobre la lucha
que los ferroviarios y estudiantes han
emprendido en el 2018. Son otros tantos combates cuyos fracasos estan superándose
y cuyos éxitos se han consolidado. Tal como manifestaba un huelguista de la RAPT: “ La referencia no
es 1995, u otra sino 2019.
Al concentrar asi, una
multitud de protestas, el movimiento de hoy da nuevo aliento a una diversidad
de prácticas y de consignas globales que se refuerzan dia tras dia en vez de limitarse
a ofensivas parciales de duración semanal o mensual. La lucha continúa su curso
y aun quedan muchas cosas por hacer e imaginar. Además, en un contexto europeo de crisis hay que señalar la
trascendencia de lo que esta suscitando
el caos francés, como acopas que se acumulan
de manera sucesiva y confluyente en términos de producción de contrapoderes frente a las pooltiicas neoliberales y autoritarias. Eso es lo que
esta en juego en este enfrentamiento y su alcance histórico que nos obliga a contemplarlo más allá de su simple marco nacional.
Contra
la reforma del sistema de Jubilación:
En Francia, el llamado
estado-providencia está registrando ataques cada vez mas duros, pero las luchas sociales han conseguido frenar el
proceso de neoliberalziacion que se ataca a un sistema en el
que solamente el 2% de la
población posee un plan privado de pensiones. En el restante mundo occidental y
particularmente en el ámbito anglosajón los fondos de pensiones han conseguido acaparar una capitalización considerable de fondos d e pensiones. En este
marco se comprende la figura del alto funcionario Jean Paul Delevoye responsable
inspirador d e la Reforma, que acumulaba mandatos y retribuciones mensuales de
cinco cifras, cuyo escandalo le hizo dimitir tras descubrirse que además
cobraba comisiones de las compañías de seguros. Las mismas compañías que esperaban
con ansiedad los beneficios de la creación
de un mercado privado de pensiones de
jubilación cuya instauración él mismo promovía. El caso fue un ejemplo típico del carácter estructural de la corrupción que
la época del neoliberalismo autoritario introduce. La reforma pretende, en efecto, destruir el sistema de
jubilación basado en la solidaridad intergeneracional e interprofesional para
sustituirlo por un sistema de
cotización que necesita lógicamente desde ese mecanismo no solidario, sustituyéndolo por otro de individualización contributiva , lo que
necesita además , como eje básico, el prolongar la edad de cotización para que funcione.
Con el pretexto de simplificar el régimen
actual. El monstruo concebido por Macron, supone un sistema que en lugar de garantizar
una renta de jubilación que sostenga un nivel de vida equivalente al de al propia
vida laboral, se alimente de la capitalización de las cotizaciones, sin garantía
alguna del resultado que haya de tener, y completamente azaroso dada la fluctuación de intereses y valores de cada
coyuntura económica y entregado a la incertidumbre que haya de tener esa capitalización según los avatares del poder tecnocrático en cada
ocasión y de los intereses de las
empresas de seguros.
La reforma se añade a la
destrucción de un modelo social que Macaron esta llevando a cabo desde su copresidencia con las reformas laborales I y II, la reforma
del bachillerato, la selección clasista de acceso a la Universidad, la reforma
del paro, la reducción de las ayudas a la vivienda, .. todo un conjunto d e medidas
de creación de un nuevo sistema que configura una sociedad autoritaria y sometida
a los intereses de la privatización que somete autoritariamente con medidas económicas
de prima y castigo, que busca disciplinar al trabajador, destruir su capacidad
de negociación, obligarle a la obediencia patronal en las condiciones de vida y
trabajo,…todo ello en la línea de la s reformas emprendidas en otros contextos nacionales ( España, Grecia,
Italia, etc).
El movimiento sindical parecía que no iba a ser capaz de obtener
alguna victoria al margen del tradicional terreno restringido d e la empresa.
La rebelión de los Chalecos Amarillos tan imprevisto como potente, daba la
impresión de levantar acta de esa impotencia de los sindicatos subrayada con
una critica a las grandes centrales. El
mismo movimiento, de los Chalecos Amarillos parecía debilitarse tras un año de
movilizaciones.
Sin embargo en lugar de un
desánimo mutuo se ha producido todo lo contrario.
Lo que s e ha producido es una reactivación de la lucha consiguiendo mezclar formas traiciónales
de lucha del movimiento obrero con una ofensiva de tácticas “efecto amarillo”, una ofensiva de creatividad
y imaginación basándose en lógicas de la auto organización y redefinición
de las formas de actuar y militar juntos. Un gran movimiento de democracia
directa del que se han apercibido los medios mismos que se han puesto a hablar
de “ chalecoamarillizacion del conflicto”.
Solamente las cifras de
huelga son ya impresionantes. Ningún otro contexto nacional
en Europa registra tal disposición a la huelga
y a la protesta contra la gestión neoliberal de la crisis. La gente de la RATP y la SNCF , reunidos en antisindicales,
se han plantado desde hace tres semanas
y han continuado durante las fiestas de Navidad. Los huelguistas de esos sectores,
han producido un verdadero colapso de la
red metropolitana de Ile- de- France y además
un considerable retraso de toda la circulación por todas partes del país.
Tambien muy importante, las huelgas
en el sector d e la energía: electricidad, gas, petróleo, nuclear. En esos sectores
estratégicos la huelga ha tenido un seguimiento considerable: 80% en el nuclear,
44% en la electricidad, 7 refinerías
sobre 8 bloqueadas asi como 12 depósitos petroleros. Las grandes fabricas d e petroquímica
se han añadido también ala huelga, como en Lera donde fue aprobada por mas del 80% del personal, La huelga
de 5 de diciembre ha sido igualmente potente en el transporte aéreo ( con la cancelación
del 30% de los vuelos) . En la enseñanza alrededor del 75% en toda FrancIa, en
la función publica cerca del 32% y en el sector hospitalario 16%. Incluso se
constata la presencia d e los volveros,
cuyos petardos animaban las manifestaciones. La dinámica dura desde
hace tres semanas y ha continuado en periodo
de fiestas.
También son temibles las
cifras de manifestaciones: mas de 250 en
conjunto del territorio francés, con un millón y medio de personas movilizadas
el dia 5 y un millón ochocientas mil el 17 de diciembre a lo que hay que añadir
otras mas modestas en otras jornadas, pero también muy significativas. En los
desfiles de manifestantes se incorporaban asalariados y precarios, parados, y también estudiantes universitarios y de institutos, chalecos amarillos y grupos
ecologistas y feministas. En ellas se mescaban
las reivindicaciones sindicales con las de “ Macron dimisión” o “ revolución,
revolución”. El levantamiento del día 17 de noviembre de 2018 ha afectado los argenes del conflicto
hacia estratos de la población más
amplios. Otro d e los efectos amarillos rejuvenecedores que ha sido señalado
por Philippe Martínez mismo: pequeñas
pero innumerables manifestaciones de
varios centenares de personas se daban
en localidades pequeñas y
pueblos. Muchos peages y rotondas se han bloqueado
en diferentes lugares. Esas dos grandes jornadas de han articulado con los actos de los sábados que organizaban los chalecos amarillos
a los que a veces tomaban el relevo las bases sindicales. Lo hemos visto en el
acto 59, que se dedico a la “alianza general” . El último acto del 2019 tendrá lugar ante la Bolsa en Paris a las 11.
Desde el inicio de la huelga las bases
sindicales se han implciado en todos los actos, pero la jornada del sábado 18
de diciembre ha sido un verdadero acontecimiento: Chalecos amarillos de toda
Francia ha respondido a la llamada de los
huelguistas que no han dado a Macron ni una tregua durante las vacaciones de
finales de año. Elegir esta fecha fue un acto de inteligencia táctica de los Chalecos
amarillos, adquirida por su experiencia en los enfrentamientos con la policía
con un nuevo dinamismo. Esto fue muy
señalado en los enfrentamientos de la rue Renard donde el ambiente de barricada en una
atmosfera de fiesta popular recordaba el clima de insurrección de diciembre de
2018. La influencia del efecto amarillo no ha sido solo un cuestión de
inventiva y de encuentro sino también una especie de extensión de la lucha y su
temporalidad hacia sectores y momentos en que no se habia dado anteriormente. Desde ese punto de vista las movilizaciones han servido para la politización en masa de aquellos para
los que organizarse es difícil, incluso inconcebible, tanto mas cuanto las pérdidas por días d e huelga son insoportables
para muchos en esos sectores. A este respecto la convergencia de los trabajadores
de grandes empresas con los mas atomizados ha empezado a construirse porque ponerse en huelga en
sectores de autónomos donde reina la precariedad o en las empresas o en donde los jefes ejercen un dominio absoluto es muy
difícil.
La
ampliación de la huelga y extensión del repertorio de acciones:
Pero no solo ha habido
huelgas. En apoyo de la huelga y para amplificar sus efectos se ha desplegado
una miríada de actos a lo largo y ancho de todo el territorio con niveles de
intensidad inéditos. Se han bloqueo bases logísticas, la mayor parte d e los
grandes puertos han sufrido perturbaciones, numerosas fábricas han debido
parar, y se han instalado barreras en las circunvalaciones de las ciudades con criterios
de filtro de paso así como en las rotondas y los peajes. En numerosas universidades y en un número
abrumador de institutos se ha ido a la huelga desde los primeros días del
movimiento. Inspirándose de los movimientos
ecologistas y los de los Chalecos amarillo, los sindicalistas ha invadido los
grandes centros comerciales símbolos por excelencia del consumo productivo y de
la explotación capitalista. En Ile de France las ceméntales de autobuses de la
RAPT- cuyos empleados precarios han
tenido dificultades para unirse a la movilización- han sido objeto de un combate encarnizado todas las mañanas desde
el amanecer obteniendo centenares de apoyos y consiguiendo bloquear siete d e cada
ocho garajes. Ante estos actos estratégicos que alcanzaban tanto los nudos
de producción como de distribución, de consumo
y de circulación de mercancías, los maestros, el personal de la salud, precarios,
parados, estudiantes, ecologistas, chalecos amarillos,… acudían regularmente a las convocatorias. Se
ha producido un verdadero rechazo de la sectorización de la lucha como se hacia
hasta ahora.
Como prueba de la
trascendencia estratégico d e la acción , la represión se ha acentuado contra los
piquetes d e huelga y los enfrentamientos comienzan incluso desde las cinco de
la mañana. Gases lacrimógenos, porras, - inclusio contra los estudiantes de
instituto- las fuerzas del orden no han escatimado
nada para quebrantar la obstinación de los activistas sin conseguirlo.
Algo que es raro en la
historia d e los movimientos sociales recientes que ya habían inaugurado los Chalecos Amarillos, es
que se trata d e un proceso alimentadito
desde la base, y sobre la base del principio de horizontalidad y que no ha dado
tregua ni siquiera en las fiestas de Navidad.
Las acciones se han desarrollado con una amplitud inédita, las formas de
acción directa han superado los limites
habituales y han demostrados el potencial ofensivo de los huelguistas.
En la EDF, por ejemplo, los comités de movilización han provocada un numero
considerable de cortes de corriente eléctrica en lugares estratégicos como los
almacenes de Amazon, los Ayuntamientos y las prefecturas de policía. El 25 de
diciembre, centenares de miles e hogares
( unos 500.000 en Ile de France) se han beneficiado de una reducción salvaje
de tarifas eléctricas. En las cercanías de Rennes, los asalariados de la
empresa Remado, que ha amenazado con cierre, se han puesto a aplastar miles de
i-phones como signo de protesta. En París
los manifestantes llamados en auxilio
por las bases de los empleados de SNCF y RAPT
han invadido estaciones y han bloqueado lineas de metro automatizadas
La extensión de actos a
sectores y formas inesperadas recuerda los procesos observados durante las
grandes huelgas de 1936 y 1968. También se han superado las fronteras intersectoriales
en la organización de cajas d e resistencia auto gestionadas democráticamente.
Reaparece un neomutualismo similar a aquellos Consejos de Resistencia de los que surgió históricamente la seguridad Social
en Francia. Estas cajas no solo permiten
facilitar la duración de la huelga sino que además permiten que la organización
de la huelga quede en manos d e los propios huelguistas. El regalo de Navidad
este año provendría de las múltiples
cajas organizadas intersectorialmente, grandes y o pequeñas y hasta enormes. Se
han organizado numerosas fiestas de fin de alno. Al “Reveillon” que se le ha
bautizado “ Greveillon” entendiendo que no puede hacerse ninguna revolean
sin bailar. Igual que las asambleas locales, estas cajas de resistencia superan
cada vez mas los limites corporativos y forman un enorme contrapoder
autónomo en relación con las grandes centrales
sindicales y federaciones de sindicatos.
En definitiva, si la fuerza
de las centrales sindicales ya no es la de las movilizaciones quien se
dieron 1995, la creatividad y la multiplicidad
de formas de lucha puestas en
acción estas ultimas semanas dan testimonio de una verdeara forma nueva inventada de la huelga de cara a los desafíos del capitalismo contemporáneo. Es un invento que pasa pro la difusión de una
lógica de acción que inauguraron los Chalecos amarillos, atacándose
a los nudos de circulación y reproducción social y expresando un dinamismo que es inseparable de las formas de
organización horizontal.
Autoorganizacion:
En efecto, si el
movimiento ha tomado uhn característico
aspecto por el que se le reconoce es gracias
a las formas de autorganizacion sobre las que se ha apoyado. Durante
tres semanas, son los propios huelguistas los que han tomado la responsabilidad del movimiento decidiendo
colectivamente su forma. Asambleas interprofesionales surgen por todas partes a
lo largo del territorio impulsados por los sectores mas dinámicos pero muy
abiertos a todo genero de huelguistas. La mayor parte de las veces, las asambleas
se convertían en verdaderas asambleas
locales, incluso asambleas de barrio en las que las discusiones sobrepasaban e iban
mas allá del marco de la reforma d e las pensiones. Igual que ocurrió con los
Chalecos amarillos, la cercanía-
espacial o afectiva-ha resultado ser una
dimensión imprescindible y decisiva. Esto ha sido facilitado por la superación
de la sectorización profesional en la acción pero también porque la huelga de
transporte ha reconfigurado nuevos espacios metropolitanos donde la gente se reencuentra a escala local, en el terreno y el barrio, se
ven todos los días e intercambian sin parar y ponen en común experiencias e iniciativas
de diferente tipo, construyendo lazos de
diferente naturaleza, practicando
cotidianamente la democracia directa. Estas Asambleas plantean la cuestión de una nueva necesidad de relación social, de temáticas de lucha, de preocupaciones, y en definitiva, construyen un orden social. En otras
palabras, aunque no se formule expresamente, se trata de hacer caer un régimen que se detesta. El asunto d e la jubilación
es demasiado estrecho en si mismo para poder servidor de sustentad de todas las iras, aunque ha sido un buen punto de partida para amprar
el marco de las discusiones
asambleariamente.
El problema de la jubilación
de las mujeres ha sido particularmente
un punto clave y el movimiento feminista una fuerza con la que habrá que contar desde ahora. Las
movilizaciones masivas contra la violencia machista del 23 de noviembre ha desencadenado
una ola que ha impregnado el movimiento d e los jubilados tal como lo muestran
los cantos y consignas de los manifestantes: “ El Estado opresor es un macho
violador
Otro de los frentes de chulca que ha caldeado las manifestaciones es la ecología y sus múltiples
ramificaciones. En las últimas semanas,
varios colectivos han tomado postura
sobre la reforma d e las pensiones para señalar la relación entre el modelo productivista de prolongación
del tiempo de trabajo y el empobrecimiento del tiempo libre.
En suma, todas estas confluencias
y dinámicas dejan esperar un principio
de año explosivo.
Precisamente la forma misma
de las asambleas proporciona un
aspecto novedoso de la manifestación. Su
composición es más heterogénea y más masiva. En primera línea de las
manifestaciones se encuentran gentes de todos los frentes de lucha (estudiantes, profesores, personal de salud, bomberos,
ferroviarios, mundo d e la cultura, etc).
Estas formas han heredado
algo típico de las manifestaciones de los Chalecos Amarillos que es algo asi como un legado cultural de este movimiento: las
banderolas y pancartas hechas a mano con consignas y lemas originales son un
ejemplo, entre otros, de prácticas que permiten sustituir los antiguos lemas
unitarios aplastantes de los grandes actos sindicales. En el caso de la
enseñanza, cada instituto o colegio
viene con su propia pancarta, subrayando el nombre del establecimiento como un
anclaje especifico. En el caso de las RAPT , varias lianas de metro adoptan su
personalidad propia, o que da nuevo sentido autónomo a su presencia en la manifestación. Jugando con las palabras podemos decir, que
la cabecera d e la manifestación es la manifestación entera y el corazón es la cabeza de la manifestación. Esto ha desbordado el marco clásico. Se puede decir que la manifestación
ya es ahora general y no como la
que se producía por decenas d e miles de
personas que desfilaban detrás de notables
y de responsables políticos salidos de los barrios selectivos de los espacios d e poder . Por el contrario, encontramos una superación de este esquema y modalidad
clásica de manifestarse que supera las fonas tradicionales de movilización
sindical que perpetua la disensión
masa-dirección. Esta dinámica se despliega
ya desde hace tiempo y constituyen una
nueva gramática política de toda movilización. Es como un espíritu de autonomía
y de capacidad de iniciativa que emerge en toda Francia desde el 2016 y que desde
los Chalecos amarillos han constituido un verdadero salto adelante.
Macron
en retirada:
Esperando escaparse de esto
Macron apostaba por una fractura del frente sindical a medida de ir haciendo pequeños retoques de su reforma. Pero por el momento y de una manera bastante
sorprendente, las cosas no han ocurrido
como previsto. Una parte importante d e las
bases sindicales ha hecho oídos sordos a
las llamadas a la tregua e incluso la CFDT misma , siempre mas proclive a ello,
no se vencido tras el oprimir turno de negociaciones. Se plantea un problema desde el principio de
la fase politica que s e inicio en 2006: la mutación profunda de los sindicatos,
de su papel. La reforma laboral parecía que había reducido a estas instituciones a una simple función de negociación
sectorial, limitada simplemente al seno de cada empresa, pero las bases se han ido
autonomizando cada vez mas en relación con las centrales y las federaciones y
han asumido practicas de lucha mas ofensivas cada vez. A pesar del papel que
estaba jugando la dirección sindical hasta hoy dia, la dinámica en marcha confirma esta nueva
tendencia de las bases . Efectivamente, los huelguistas son los que han tomado
la iniciativa politica lugar de sus
lideres en el movimiento extendiendo e intensificando los bloqueos económicos.
El hecho de que la CFDT no abandone el frente sindical tras las declaraciones provocadoras de de Eduard Philippe es una signo de como han cambiado
las cosas y de la contradicción se neustra cada vez más intensa: de un lado la
existencia de un movimiento masivo social y autónomo respecto a los organitos
de representación del mundo del trabajo. Por otro lado un ejecutivo empecinado e indisponible a cualquier mediación.
Las centrales sindicales se ven de esta manera cogidas entre el amartillo de un
poder que no retrocede y el yunque de un
movimiento de masas que lucha en un asunto general que afecta a amplias capas d
e la sociedad: la jubilación. Estas copas ya han visto el ejemplo del movimiento
de los Chalecos Amarillos y su potencia,
pero también han visto la debilidad y
hasta la hostilidad de las centrales sindicales
hacia esta nueva potencia. El resultado es que numerosas bases
sindicales se han posicionado en el interior de sus propias organizaciones desbordando
y sin esperar la lógica d e la dirección. Este fenómeno parece haber tomado una
amplitud inesperada y alcanzar a los sindicatos mas proclives a una negociación rápida y acostumbrados a servirse
de la disciplina para llevar a acabo su rol de comparsa social.
De esta forma este
movimiento social puede contemplarse como una ocasión de recomposición política.
Existe un sentimiento generalizado
que hermana las cooptaciones d e las rotondas de 2018 con
las navidades dedo 2019 en las estaciones y los piquetes de huelga. El resurgimiento de un sentimiento de fraternidad ha hecho de la horizontalidad
una norma de organización, de autonomía y estrategia ofensiva.
Esta fraternidad suscita un
doble movimiento de ruptura y de reconquista de lo festivo de la acción popular
contrariando e interrumpiendo la celebración consumista de una Navidad mercantilista y expresión de un orden
estatal-familiar.
Utilizamos aun la expresión “ bases sindicales” pero seria preferible decir simplemente
huelguistas. La antigua dialéctica bases y centrales se ha desplazado gracias a
la presencia de una multiplicidad de dinámicas de lucha, que no solamente rehúsa la forma misma de negociaciones sino que la dejan sin significado. Mas allá de
su uso retorico, es este el
sentido mismo del lem:. “ La Navidad pertenece a los huelguistas” . La fiesta
ja estado en los piquetes, en las estaciones,
en el mutualismo, en las cajas de resistencia, donde se ha expresado la
fraternidad como un poder colectivo y un signo de identificación entre la clase
y el enemigo de clase.
En conclusión, la reforma de
la jubilación ha servido como catalizador para que la cólera pueda expresarse
desde hace varios meses en Francia y se haya intensificado en otoño. La dinámica contra
Macron y el mundo que representa se ha
hecho ancha y trasversal. Ha adquirido un carácter masivo y configurado nuevas
practicas de lucha vehiculando contendidos políticos de gran importancia. Macron
, la punta de lanza del neoliberalismo autoritario en Europa tiene desde ahora
que enfrentarse a estratos de protesta que se van superponiendo unos a otros , que
se refuerzan mutuamente. De aquí a la próxima gran huelga general del dia 9 de
enero los procesos de autoorganzacion se van consolidando y alimentando la
posibilidad de una levantamiento d e mayor
envergadura.
Además la ola asamblearia permite ver una nueva perspectiva que iría mas lejos e
imaginar que el movimiento se instale en la larga duración. Como el proyecto de
reforma previsto debe de presentarse al
parlamento a finales de febrero, podría ser posible que la contestación social
vaya mas allá de su propósito inicial de impedir la reforma y anticipe
horizontes nuevos
Fuente: Plateforme d’enquêtes militantes (29 décembre
2019). – À contretemps / Odradek /janvier 2020 –
[http://acontretemps.org/spip.php?article745
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