Hay otras muchas
formulaciones institucionalizadas o ideologizan
tés del mismo mecanismo de promoción de la piedad y la compasión en lugar del igualitarismo. Asi el “capitalismo
compasivo” de los ideólogos de Ronald Reagan que se
fomentó al mismo tiempo que se procuraba el desenfreno d e la actividad desregulada de la economía, hacia el capitalismo
mas salvaje y desigual. Eran precisamente los tiempos en que Wojtyla y Reagan se acordaban en una armonía
complaciente. (Nuevamente el trono y el altar, el poder y el dinero, coronados
esta vez por la caridad).
Lo propio de la fraternidad es la igualdad que simbólicamente queda expresada en el mismo término de frates, hermanos. No somos iguales por ser todos hijos de Dios – formulación simbólica de la desigualdad- sino por ser hermanos. Si hubo padre en la generación , ya ha desaparecido o no es necesario, los actos fraternos son entre iguales. En el lema republicano de la revolución Francesa, la fraternidad no es una mera redundancia del termino anterior, igualdad. La fraternidad es el compromiso activo afectivo y ético por una sociedad de de iguales, ,todos mayores de edad, donde los padres ya no están presentes y se supone en todos el mismo discernimiento moral. Todos son políticos. No hay expertos cuya mas elevada naturaleza les permite decidir en nombre y representación de otros. Todos han de mandar. En Grándola, “villa do fraternidade”, es el pueblo “el que maís ordena”. Es una " villa morena", de los oscuros, de los negros, que irrumpen en la política para hacer iguales a todos. “Cesa toda discriminación por razón de color de la piel. (…) A partir de ahora todos los ciudadanos de Haití serán denominadas negros”.( Art 14 :Constitución de Haiti de 1804, Desaline)
Tampoco es equivalente la solidaridad,
que, vergonzantemente con un pudor hipócrita para no citar el tercer término del
lema de la revolución Francesa, se
quiere hacer sustitutiva de la fraternidad.
La solidaridad no es igualdad sino la exigencia de construcción algo sólido,
la prevalencia del equilibrio y de lo estable. Las prácticas de solidaridad se
hacen – como indica su nombre- para evitar conflictos que amenacen aquella
solidez. La sociedad mas solida imaginada por Platón es una sociedad de castas y clases funcionales desiguales. Evitar el conflicto social
parecería ser el objetivo de la solidaridad que ya deja de llamarse así,
pareciendo incluso una denominación
demasiado ética, para pasar a denominarse “políticas de integración”.
Libertad, igualdad,…caridad.
Libertad, igualdad…solidaridad. Libertad igualdad,…políticas de integración. …..¡
La de equilibrios semánticos que hay que hacer para evitar la fraternidad,!
(1). Otro paradigma de ese funcionamiento caritativo-rentable se da también en la Iglesia católica en España , beneficiaria de la sustitución fiscal de “otros fines sociales”, pero que destina de la cantidad recibida por ese concepto apenas un 10% a Caritas). En es remedo caricaturesco de Vaticano que es la Iglesia del Palmar, su financiación deriva en su mayor parte de donaciones realizadas al amparo de deducciones fiscales por donaciones originarias de USA. Es indiferente quien sea el beneficiario, el más disparatado es el menos controlable por el Fisco, lo aue importa es la deduccion por donación a fines filantrópicos.
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