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...EL MUNDO HA DE CAMBIAR DE BASE. LOS NADA DE HOY TODO HAN DE SER " ( La Internacional) _________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

24/12/21

FILOSOFIA REPUBLICANA: Elementos de una reflexión.

 Por Miguel Angel Domenech


   



         Ni Fortuna ni Natura construyen un orden equitativo favorable a los seres humanos en condiciones de igualdad y justicia. Tampoco la divinidad lo hace. Ninguno de esos órdenes producen una legalidad, una ius, o una legitimidad que los humanos podamos llamar justa. “Nacemos sin ningún merecimiento y nada legitima nuestra muerte”. (F.Brines)  La divinidad exige el sacrificio del hijo. La Natura ni siquiera pide celebrar su  ceremonia fúnebre.

Es el ser humano el que lo reclama. Es la polis la que hace una ius, un orden, una Virtud  contra Fortuna, una legalidad contra la Ley divina, una razón   contra Natura. Virt ud contra Fortuna  ha sido uno de los topos de la tradición republicana del humanismo civico, precisamente. ( J.G.A. Pocok, H. Baron)

Por eso la política no es la voz de lo que existe, ni de lo dado y no puede confiarse a los expertos en conocer lo que es, los que dicen lo que es verdad,  y sabedores de las cosas pues nos repetirán- complacidos desde su solipsista descubrimiento-  el discurso de  la voluntad caprichosa y ratio  desigual de la Fortuna. No es el discurso de  expertos competentes en la legalidad de la Natura. El discurso politico  genuino es  la razón de la polis hecha por ciudadanos que nos traen con  la voluntad humana  otra legalidad acordada.

Es la voz, el logos compartido como discurso argumentativo- la ratio y oratio. No el soliloquio del saber que mira y obedece a la salvaje  Natura  y su Verdad sino la construcción de una Verdad que es  nueva y llamamos justa. Verum et factum convertuntur.  

El acuerdo asi construido que llamamos polis-ciudad-  justa y buena, y su legalidad-  Verdad posee siempre razón, porque la razón de la polis  es la voluntad acordada de ese pueblo. “El pueblo siempre es bueno , el magistrado  corruptible” ( Robespierre) El pueblo siempre tiene razón. La voluntad acordada libre de la polis, la res , las cosas de la res publica, son el objeto de  la política, no como ciencia sino como conciencia.  El conjunto de cosas de la republica,  no son conocidas por los ciudadanos porque existan y sean ciertas y verdaderas  antes de republica  sino que existen, son ciertas y verdaderas,  porque son   conocidas, discurridas y hechas por los ciudadanos. Es la conciencia de los miembros de la ciudad la que construye lo cierto en política.  Declaramos como verdades inalienables y “ evidentes” cosas fundamentales  como los derechos humanos pues nos son evidentes tras haberlas dicho como tales por todos. Los que hacen las cosas- los ciudadanos – son los mismos que las cuentan por lo tanto no pueden sino ser ciertas. Demostramos la evidencia de nuestros derechos y construcciones justas de la ciudad porque las hacemos.


La única condición de este equilibrio es que hayan sido hechas por todos iguales de manera de  poder ser  llamadas  públicas  de un  discurso de iguales , que  emanen  realmente de la república. La república de los iguales ( Babeuf).Esto no significa ninguna adhesión solidaria- sólida- ni pertenencia, ni unanimidad. Las ciudades hacen  su edifican con materiales del mutuo disenso  no del  mutuo consenso y  nacieron míticamente de fratricidios, de  Rómulo asesino de  Remo, e  “inventadas por Cain” ( Tertuliano) . Desde su origen , el ser humano no es Uno  fueron al menos  dos, hombre y mujer.

 

 

 

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