Habilidades y prodigios de los demonios, según Tertuliano.
Tertuliano nos dice, con detalle y argumentos , que los demonios
existen ciertamente y que su labor es perjudicar a los seres humanos en que ,
sobre todo, se aparten de la verdadera divinidad del Dios cristiano.
En esta misión son extremadamente hábiles. Así, por ejemplo, se presentan como adivinos del futuro y son capaces de emitir oráculos. Lo que pasa es que espían a Dios y adivinan ocultamente sus intenciones, y así, como ladrones de adivinación , se hacen pasar por adivinos. En otros casos, son muy astutos y son ellos
los que están en la base de aquellos oráculos ambiguos y antiguos famosos que lo mismo significaba una cosa como su contraria, de manera que siempre salen ganando. Fue el caso de oráculo de Creso tan citado. ( " Si pasas el rio, un gran reino caerá"y era ...¡ el suyo propio ,no el persa !)También se hacen pasar por curanderos milagrosos. Lo hacen de la manera siguiente. Provocan ellos mismos una enfermedad permanente en el desgraciado humano y luego se presentan como magos sanadores, no tenido mas que cesar de causar el mal para hacerse pasar por milagrosos.
Con facilidad emiten
adivinaciones sobre el tiempo que va a hacer porque tiene familiaridad y
comercio habitual con las nubes y los cielos al ser espíritus malos pero
sutiles como el aire. En efecto, son de naturaleza sutil, y tan penetrante que son capaces de circular entre
las flores marchitándolas y pro los frutos
de los árboles impidiendo su maduración. Sus malévolas intenciones y acciones no se reservan por lo tanto incamente
a las almas sino que afectan a lo corpóreo también. No obstante se especializan
particularmente en las cosas del carácter haciendo perder la cabeza y
traer locuras, desenfrenos de roda clase entre mujeres y hombres.
Sus malas acciones les vienen de naturaleza, no pueden ser de otra manera que perversos y engañosos. Pero su empeño en hacer prodigios de estas clases sirve para hacer la competencia desleal a los prodigios divinos, de esta manera distraen la fe y el crédito que se debe a Dios por los humanos para que atiendan a sus manejos y magias.
Hay algunos actos conocidos y ciertos y verificados que fueron,
aunque innegablemente milagrosos, causados por ellos. Así pone como ejemplo a aquella vestal romana
Tucia, que siendo acusada de quebrantar su castidad, para demostrar su alegada
inocencia fue capaz de traer agua del
Tiber en un cedazo sin que se le cayera ni una gota. Cosa demoniaca seguramente.
Esto ocurre con frecuencia , parece ser, en las vestales, que por ser mujeres,
mas cercanas están a los demonios en tanto que maestros de la disimulación y la
mentira, porque ,en efecto, también la vestal Claudia hizo una demostración semejante
de supuesta inocencia al conseguir tirar
de un barco que navegaba por el rio con solo engancharlo en su cinturón como si
fuera un remolcador del puerto cualquiera.
Otras artimañas se refieren
a sabios y filósofos, que en este aspecto no son muy dignos de confianza ya que algunos, como Sócrates, se sabe porque él
mismo lo decía, que estaba protegido por un demonio desde su más tierna
infancia.
Dice muchas mas cosas sobre demonios, todas muy ilustrativas y bien argumentadas con gran entusiasmo.. La pasión no debe ser óbice de la diversión.
Todo esto esta muy bien
explicado en el Apologeticum del autor, particularmente
en el capitulo XXII. En los capítulos precedentes nos habla de la divinidad de Cristo , su nacimiento de virgen y su resurrección como demostrativa indiscutible de esa suprema condición. Para demostrar que su imaginación no tiene limites se debe saber que es el inventor del dogma de la Trinidad. ( 3x1=1)
No obstante, de los demonios
dice Tertuliano otras cosas enotros capítulos no tan divertidas porque este filosofo no era de los que bromean sino
todo lo contrario. Los demonios, también están en el origen de los consejos que
se dan a los cristianos de que no se
enfrenten con descaro a las acusaciones legales romanas afirmando
ostentosamente la fe porque esto les
lleva a ser trucidados de mala manera. Tertuliano dice que hay que rechazar esta tentación
inspirada por los demonios y entregarse a
la muerte y el martirio con franqueza y sin disimulo. Un poco más y aconseja
buscarla. Incluso censuraba a los cristianos que podían huir de la ciudad para escaparse de
la persecución. Estas severidades al borde del masoquismo eran muy propias de
él que, como se sabe, era seguidor de la
secta de Montano, es decir, un ultramontano, predicador de castidades,
renuncias, ayunos, entregas a la muerte con
alegría, penitencias, culpas irreversibles, y otros arrebatos proféticos
que caracterizaron a aquella banda de inspirados hasta
que desapareció dejando solo el calificativo como herencia sinónima de intolerancia y extremo.
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