. A vueltas con el iusnaturalismo: El Iusnaturalismo es un derroche de argumentos en torno a leyes que ya se ha decidido de antemano cuales deben ser.
.- Las victorias de la contrarrevolución
son siempre una carnicería.
.-El caracter que promueve la idea de libertad
capitalista es esencialmente sociópata y a la postre inviable en su énfasis
individualista. El problema es que la
inviabilidad de esa utopía aberrante solo se demuestra al ser experimentada a largo plazo, como ya destrucción – quizás irreversible-
del ser humano y su entorno.
.- La comunidad política es
condición de posibilidad de una comunidad ética. La ética , en ese sentido, es
posterior al derecho, una ampliación de lo político. Primero fue la polis, ella hizo la ética. Sin la relación intersubjetiva social constituida no se engendra ningún producto que pueda llamarse humano con propiedad.
La centralidad de esta tesis
es la clave del republicanismo. Esa comunidad política previa es también la condición humana a de posibilidad del desarrollo humano. La
comunidad política es una comunidad moral por cuanto que es una normatividad y su legitimidad no se remite
a ningún status a priori de derechos innatos sino a la voluntad general de la propia comunidad expresada
libremente en condiciones de igualdad.
.-La moralidad, como toda producción del espíritu , es un resultado social. El surgimiento de la autoconciencia misma precisa del supuesto histórico o genético de la pertenencia a una sociedad. Esta autoconciencia, el lenguaje mismo, la posibilidad de arte, la facultad de pensamiento abstracto y la capacidad de prever, de proponerse fines, de regular la conducta conforme a normas, concebir obligaciones... lo humano, en suma, es un producto resultante de la vida común, la relación intersubjetiva, la actividad y la existencia social del ser humano. La polis crea el nomos. (1)
.-Las teorías contractuales políticas,
olvidan que antes del contrato, se supone una moralidad ya constituida en la
forma de normatividad, es decir supone una polis
previa. Lo originario no es el ser humano
guiado por sus intereses y reclamación como derechos de
prerrogativas individuales que necesitan
la secundariedad resignada de la polis
para ser protegidos y ordenados. Lo originario humano es esa
polis que produce normatividad. Lo inhumano
sería la reivindicación del
interés arbitrario del “moi et mon droit”.
No hay ningún “droit” en un “moi”. No hay derecho alguno si no hay ciudad, comunidad,
que los genera. La norma es una
inmanencia.
(1). A desarrollar y pensarlo. Detrás de la polis misma estaría el logos, el lenguaje al ser la ciudad una institucionalización de la relación intersubjetiva de los que hablan.
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