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...EL MUNDO HA DE CAMBIAR DE BASE. LOS NADA DE HOY TODO HAN DE SER " ( La Internacional) _________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

27/1/23

LA POLIS GRIEGA Y LA CREACION DE L.A DEMOCRACIA I/2 PARTE

 

Por Cornelius Castoriadis.(1)

  


En la democracia griega la comunidad de los ciudadanos- el demos- se proclama a sí misma como absolutamente soberana (autónomos, autodikos ). Aristóteles , retomando los términos de Tucidides,  dice que se rige por sus propias leyes, posee su jurisdicción independiente y se gobierna a si misma. Esta democracia proclama asimismo  la igualdad política de todos los hombres libres, la igual participación en la actividad política y en el poder. El hecho categórico de la democracia es que el poder pertenece al pueblo, otra cosa es el aspecto contingente  o arbitrario de quien haya de ostentar esa calidad de ser el  pueblo.  Para los griegos el cuerpo de los ciudadanos es el constituido por los  mayores de edad  y varones ((lo que quiere decir, en principio, los hombres nacidos de ciudadanos griegos libres, aunque la naturalización fue algo continuado y practicado). La exclusión de las mujeres, de extranjeros ( metekoi)  y esclavos de la ciudadanía es  ciertamente una limitación que no es aceptable  para nosotros y  en la práctica esta limitación  nunca fue abolida en la Grecia clásicas. A nivel de las ideas la cosa no fue tan simple pero no abordare este aspecto aquí , pero  si nos ocupásemos un momento del juego estúpido de ver los méritos respectivos comoparados,, recordemos que la esclavitud ha sobrevivido en Estado Unidos hasta 1865 y en Brasil hasta finales del XIX , que en la mayoría de los países democráticos no se reconoce el voto  de la mujer que tras la segunda guerra mundial , que  hasta hoy sigue sin reconocerse el derecho al voto a los extranjeros y que en la mayoría de los casos , la naturalización de los extranjeros residentes  no se hace automáticamente ( un tercio de la población de la muy democratica Suiza está formada por metekois sin derechos políticos) .

La igualdad de los ciudadanos  es, naturalemente ,  una igualdad con respecto a la ley  ( isonomia) pero esencialmente  es mucho más que eso.  No se refiere a un otorgamiento de derechos iguales pasivos sino que lo constituye  la participación  general activa, en los asuntos públicos. Esta participación  no se deja al azar, al contrario se fomenta  activamente  tanto por medio de  reglas formales como por el ethos de la polis. Según el derecho ateniense, un ciudad no que rehusase tomar aparte en las luchas civiles que agitaban la ciudad se hacía atimos, es decir, perdía  sus derechos políticos ( 20).La participación  se materializa en la Eklesia , Asamblea del pueblo que es el cuerpo soberano actuante.  Todos los ciudadano tienen  derecho a tomar la palabra ( isegoria)  en ella  y la voz de todos tiene el mismo peso ( isopsephia) . La obligación moral de todos  es la de hablar con toda franqueza ( parresia) . Pero la participación se materializa también en la pertenencia a los tribuales donde  no existen los jueces profesionales. La casi totalidad de las salas están formadas por jurados que se

designa n por sorteo.  La Ekklesia  que  es la que dicta las leyes y gobierna   esta asistida por el Consejo (la Boule).

Esta es la democracia directa. Tres aspectos de esta democracia merecen un comentario más amplio.

a)El pueblo, se contrapone a  los representantes.

 Cada vez que en la historia moderna  una colectividad política entra en un proceso de autoconstitucion y de autoactividad radical, la democracia directa ha sido  redescubierta o reinventada: los consejos municipales ( town meetings) durante la revolución americana,  secciones durante la Revolución Francesa,  y la Comuna de Paris, consejos obreros en los soviets en su forma inicial,…Hannah  Arendt ha insistido muchas veces en la importancia de estas formas. En todos los casos el cuerpo soberano es la totalidad de las personas concernidas. Cada vez que una delegación se hace inevitable, los delegados no son simplemente electos sino que pueden ser revocados en cualquier momento. No olvidemos que la  filosofía política clásica ignoraba  la noción (mistificadora) de representación. Para Heródoto,  lo mismo que para Aristoteles, la democracia es el poder del demos, poder que no permite ninguna limitación en materia de legislación y que la designación de magistrados ( no de representantes) se hace por sorteo o por rotación. Algunos se empeñan hoy en repetir que la constitución preferida de Aristóteles, lo que él denomina  politeia, era una mezcla de aristocracia y de democracia pero olvidan  añadir que para Aristóteles el elemento aristocrático de esta politeia  viene del hecho  de que los magistrados son electos y no sacados por sorteo. En varias ocasiones define claramente la elección  como un principio aristocrático. Esto era igualmente claro para Montesquieu y para Rousseau. Fue Rousseau y no Lenin ni Marx quien decía  que los ingleses se creen libres porque eligen su parlamento pero que en realidad no son libres más que un solo día cada cinco años. Y cuando Roseau  explica que la democracia es un régimen  demasiado perfecto para los hombres y solo apto para un pueblo  de dioses, entiende por democracia la identidad del pueblo soberano y del mando , es decir la ausencia de magistrados. 

 Los liberales modernos serios- por oposicon a los “filósofos políticos” actuales- no ignoraban esto. Benjamin Constant no ha glorificado las elecciones ni la representación en tanto que tal, la ha defendido como un mal menor en la idea de que la democracia era imposible en un país moderno debido a sus dimensiones extensas y porque la gente se desinteresaba de los asuntos públicos.  Sea la que sea el valor de estos argumentos , se fundan sobre el reconocimiento  explícito del hecho de que la representación es un principio ajeno a la democracias. Esto es indiscutible.  Desde el momento en que existen representantes  permanentes, la autoridad, la actividad y la iniciativa política se le quitan al cuerpo ciudad no  y se entrega a un cuerpo restringido  de representantes que la utilizan de manera que consolidan su posición y crean las condiciones  susceptibles de influir, de múltiples formas, las próximas elecciones.

b)El pueblo  se contrapone a los expertos:

 La concepción griega de los expertos se liga al principio  de la democracia directa . Las decisiones relativas  a la ley, y tambien a los asuntos políticos importantes- a las cuestiones de gobernabilidad- son tomadas por la Ekklesia después de ser propuestas por diversos oradores y , entre otros, si es el caso, también por  aquellos que pretenden poseer un saber especifico concerniente los asuntos de los que se discute. Mi hay ni podría haber  especialistas en asuntos públicos. Los expertos políticos – o la sabiduría politica- pertenece a la comunidad política  porque la pericia, la técnica en el sentido  estricto, está siempre ligada a una actividad técnica específica y se reconoce en su propio campo. Así explica Platon  en el Protagoras que los atenienses escuchar la opinión de los técnicos cuando se trata de construir los muros o navíos pero  escuchan a cualquiera en materia de política ( los jurados populares encarnan la misma idea en el campo de la justicia) . La guerra es uno de esos campos específicos  que supone una técnica propia, por esos los que hayan de dirigirla, los estrategos, son elegidos, al mismo título que los técnico que, en otros terrenos, hayan de encargarse de una tarea particular. En definitiva, Atenas constituida una politeia  en el sentido de la definido de Aristóteles pero también según  los enemigos de la democracia, como Platón. El que juzga de algo  bien no es un especialista sino el usuario. El guerreo y no el herrero para considerar una espada, el caballero y no el guarnicionero para juzgar la silla de montar. Así, para los asuntos públicos comunes, el usuario es por lo tanto el mejor juez ,que no es otro sino la polis. A la vista de los resultados- la Acrópolis , o las tragedias premiadas, por ejemplo - se puede pensar que ese juicio  del usuario era más bien acertado.  No puede menos de insistirse en el contraste  entre esta concepción  y la  visón moderno. La idea dominante según la cual los expertos no pueden ser juzgados más que por otros expertos es una de las conclusones de la expansión  y la irresponsabilidad crecientes de los aparatos jerárquicos –burocráticos modernos. La idea dominante de que existen expertos en politica, es decir especialistas de lo universal y técnicos de la totalidad es una burla de la idewsa misma de democracia. El poder de los políticos se derivaría  de la pericia que ellos son los únicos que poseen  y el pueblo, por definición inexperto,  es solo periódicamente llamado a dar su opinión  sobre esos  expertos. Dada la vacuidad del concepto mismo de una especialización universal, esta idea conlleva le germen del divorcio creciente entre la aptitud a alcanzar el poder y la aptitud para gobernar, divorcio cada vez más flagrante en las sociedades occidentales.

 

c)La comunidad se contrapone al Estado.

 

La polis  griega no era un  Estado  en el sentido moderno . La palabra misma Estado no existe en griego antiguo (es significativo que el griego moderno haya tenido que  inventar una palabra para estar cosa nueva y que hayan tenido  que recurrir  al antiguo kratos, que quiere decir fuerza). Politeia,  en el título del libro de Platón, por ejemplo, no significa der Staat como en la tradición alemana clásica.  El latin respublica que designa a la vez la institución / constitución  política y la manera en que el pueblo se ocupa de los asuntos comunes. Cuando se obstina en traducir el título del tratado de Aristóteles: Atenaion Politeia por “Constitución de Atenas”  es una vergüenza para la filología moderna. Es a la vez un error lingüístico flagrante y un signo  inexplicable de ignorancia o de incomprensión de gente muy erudita. Aristóteles escribe la “Constitución de los atenienses”. Tucidides es perfectamente  explícito a este respecto: ”Andres gar polis, “ “ la polis sonlos hombres”. Antes de la batalla de Salamina cuando  debe de apelar al argumento extremo para hacer valer su táctica, Temístocles amenaza a los restantes aliados: los atenienses se retiraran con sus familias y su flota para fundar una nueva ciudad al oeste- y eso que para los atenienses era sagrada su tierra y se enorgullecían de proclamarse autóctonos. La idea  de un Estado , es decir de una institución distinta y separada del cuerpo de los ciudadanos, hubiera sido incomprensible para un griego.  Aunque  es verdad que , la comunidad política existe a un nivel que no se confunde con una realidad concreta, empírica, de unos miles de personas reunidas en un lugar determinado  cierto día y la comunidad política de las atenienses, la polis, posee una existencia propia, por ejemplo,  los tratados son respetados independientemente de su antigüedad y , la responsabilidad por los actos ant6eriores se acepta, etc, pero  no obstante,  no se hace distinción entre un Estado y una población . 

 

 No se  puede oponer la  persona moral, el cuerpo constituido permanente de los atenienses perennes e imprescriptibles de una parte y los atenienses viviendo y respirando de otra. Ni hay Estado ni aparato de estado. Naturalmente existe en Atenas un mecanismo técnico-administrativo (muy importante en los siglos IV y V) pero este no asume  ninguna función  política. Es significativo que esta administración sea llevada por esclavos hasta niveles muy elevados (policía, conservación de archivos públicos, fianzas públicas. Ronald Reagan y seguramente Pascal  Volcker hubieran sido esclavos en Atenas). Estos esclavos eran supervisados por los ciudadanos magistrados generalmente elegidos por sorteo. La burocracia permanente que cumple tareas de ejecucion en sentido  más estricto del término  se deja a los esclavos ( y prolongando el pensamiento de Aristóteles, podría encomendarse a maquinas).

 

 

En la mayoría de los casos, la designación de magistrados por sortero o por rotación asegura la participación de un gran número  de ciudadanos en las funciones oficiales y les permite estar al tanto de ellas. Que la Ekklesia  decida sobre cualquier asunto gubernamental de importancia, garantiza el control del cuerpo político sobre los magistrados elegidos así  como la posibilidad de su revocación en todo momento. La condena, en un procedimiento judicial, entraña, entre otras cosas, la destitución del magistrado. Por supuesto, todos los magistrados son responsables de su gestión  y deben de rendir cuentas  (euthune) . Durante la época clásica lo hacían ante la Boule. En cierto sentido, la unidad y existencia mimas del cuerpo político ciudadano es “ prepolítica” en la medida al menos en que se trata de una autoinsitucion  política explicita. La comunidad comienza por así decir a “recibirse” de su propio pasado con todo lo que ese pasado acarrea (esto correspondería en parte  a lo que los modernos han llamado “ sociedad civil” ) Algun elemento de ese dato puede considerarse sin interés o bien no transformables, pero , de iure, la “ sociedad civil” es en si un proyecto de acción política instituyente. Ciertos aspectos de la reforma de Clistenes en Atenas (506 a JC) lo ilustran de una manera llamativa. La división tradicional de la población en tribus se reemplaza  por una nueva división  que tiene dos objetivos esenciales. En primer lugar el número mismo de tribus se modifica. Los cuatro philai tradicionales ( jónicos)  se hacen diez y cada una de ellas se subdivide en tres de manera que cada una de ellas participa en el conjunto de las magistraturas por rotación ( lo que implica de hecho, la creación de un nuevo año y de un nuevo calendario políticos). En segundo lugar, cada tribu se forma  de manera equilibrada por demos agrarios, marítimos y urbanos. Las tribus- cuya sede ese encuentra desde entonces en la ciudad de Atenas- se hacen por lo tanto ajenas e la particularidad geográfica o profesional, son unidades políticas . Asistimos entonces  a la creación  de un espacio social propiamente político, creación que tiene su apoyo en elementos sociales (económicos) y geográficos sin  que por ello estén determinadas por éstos. La articulación del cuerpo ciudadano que así se crea desde una perspectiva política  se superpone a las articulaciones pre-políticas sin aplastarlas. Esta articulación obedece a dos imperativos estrictamente políticos. La igualdad en la participación en el poder por una parte y la unidad del cuerpo político (por oposición  a los intereses particulares) de otra.

 

Una disposición ateniense de lo más curioso atestigua de ese mismo espíritu( Aristóteles, política 1330,a,20): cuando la Ekklesia  delibera sobre cuestiones que entrañan  posibilidad de un conflicto ( de una guerra) con una polis vecina, los ciudadanos que habitan en las fronteras con  esa ciudad  no tienen derecho a tomar parte en la votación dado que no podrían votar sin  que sus intereses  particulares dominasen su motivación , dado que la decisión debe de adoptarse según consideraciones de ineters general. Esto da fe, una vez más, de   una concepción de la política diametralmente opuesta a la mentalidad moderna de defensa y afirmación de los intereses. Los intereses deben, en la medida de lo posible, mantenerse a distancia en el momento de tomar decisiones políticas ( imaginemos la disposición siguiente en  la Constitución delos Estados Unidos.: “ cada vez que haya de resolverse sobre cuestiones referentes  a la agricultura, los senadores y representantes de aquellos estados donde predomine lo agrario  no podrán participar en el escrutinio” ) Llegados a esto, se puede comentar la ambigüedad dela opinión  de Hannah Arednt referente a lo que ella llama “ lo social”. Ella ha visto, con razón, que la política se aniquila cuando llega  a ser un disfraz para defender y afirmar los intereses particulares  ya que entonces el espacio político se encuentra desesperadamente fragmentado. Pero si la sociedad está, en realidad, profundamente dividida en función de intereses contradictorios-como lo está hoy día- la insistencia sobre la autonomía de lo político es gratuita. La respuesta no consiste entonces en hacer abstracción de los social sino en cambiarlo de tal manera que el conflicto de intereses sociales (es decir económicos) cese de ser el factor dominante de la formación de las actitudes políticas. A falta de una actuación en este sentido, se dará pié a la situación que es la de hoy dia la de  las sociedades occidentales: la descomposición de un cuerpo político y su fragmentación en grupos de presión, lobbies, etc. En ese caso como la suma algebraica de los intereses contradictorios es generalmente igual a cero, de ello se seguirá una situación de impotencia política y de deriva sin objeto alguno  como la que observamos a la hora actual. La unidad del cuerpo político debe de preservarse incluso contra las formas extremas del conflicto político, tal es en mi opinión, el significado de la ley ateniense del ostracismo (contrariamente a la interpretación corriente que ve en ella una precaución contra los tiranos en germen). Se debe dejar que  la comunidad se rompa bajo el efecto de divisiones y de antagonismos políticos, de forma que a uno de los jefes de una de las facciones rivales l hay que apartarle al exilio temporalmente. La participación general en lo político implica la creación por primera vez en la historia de un espacio público. El acento que Hannah Arendt pone sobre ese espacio, la interpretación  de su significado que ella nos ha proporcionado constituye una de las aportaciones mayores a la comprensión de la creación institucional griega. Me limitare por lo tanto a añadir unas notas suplementarias.

 

(1).Cornelius Castoriadis.-Lo que hace a Grecia . 1986.  

 

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