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...EL MUNDO HA DE CAMBIAR DE BASE. LOS NADA DE HOY TODO HAN DE SER " ( La Internacional) _________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

16/6/12

LA CIGARRA Y LA HORMIGA



En cierta  publicidad , -consentida o promovida  por el gobierno aleman  no poseo la información-  pareceria que se utiliza la fábula de la cigarra y la hormiga para describir la situación respectiva de unos países europeos  hormigas  ejemplares, frente a los PIIGS mediterraneos, cigarras que pagan ahora  su merecido.

¿Serán los responsables del   marketing político del gobierno alemán los únicos que en la  famosa fabula  encuentran mas simpáticas a las hormigas  que a la cigarra? Porque, desde siempre – y aquí  Esopo erró el tiro- siempre nos ha sido a todos más simpatica  y  una vida mas diga de ser vivida  la de esta alegre   cantante que la de  puritanas  hormigas,  que nos han sido siempre, desde la tierna infancia,  francamente odiosas en aquella fábula.
 Su miserable vida  de oscuro  e incesante trabajo gregario se hacia aún  más despreciable porque desde su penosa condición  pretendían además dirigirnos un sermón moralizante.

Siempre me he preguntado porque la iracunda y soberbia  hormiga dejaba de trabajar y se permitía excepcionalmente un momento de uso de la palabra para sermonear. Si todas sus horas estában dedicas al  trabajo, ¿ cuando habia tenido tiempo de reflexionar la negra bicharraca para poder permitirse un discurso? Si el ejercicio de la comunicación - con música además- era propio de la cigarra, ¿cómo es que repentinamente la hormiga esta dotada para eso y tiene capacidad para el sermón? No se ocurren más que dos soluciones al enigma. O bien que el ciego trabajo capacita para el razonamiento  y  generaría  no ya la libertad (Arbeit macht Frei ) sino la razón misma,  o que las muy pillinas de la hormigas , lo habían aprendido en sus penosas horas  adiestradas por el discurso cantado  que les ofrecía  la cigarra. En este ultimo caso la inmoralidad de las hormigas seria aún mas reprochable pues, habían recibido gratuitamente unas lecciones de un profesor  que además de no habérsele firmado contrato legal alguno, no estaba dada de alta en la seguridad social por las atareadas  y fraudulentas empresarias, y al llegar el invierno de su jubilación tuvo que acogerse  a la caridad publica.

En cualquier caso, todo me confirma que la antipatía instintiva  que ,desde niño,   me suscitaban las hormigas estaba más que justificada. Las hormigas no solo son unas estúpidas  multitudes sometidas a una monarca gorda ,  son ciegas y pican ,  de breve , miserable  y  ansiosa  vida, son puritanas,  pedantes predicadoras ocasionales,  y encima de no pagar a los proveedores de servicios culturales…¡ defraudan a la Seguridad Social!.

Todo ello, para vivir el mismo tiempo que la cigarra porque lo que es cierto es que la vida de aquellas no dura  en  invierno ni un dia mas que la de ésta. Pero al menos a la cigarra que le quiten lo bailado.  

Hormiguita, hormiguita, tu lo que eres es gilipoyas. 

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