Miguel Angel Domenech
Cuando se aborda el crispado
problema que para nosotros los españoles
supone la cuestión del laicismo, se echa de menos la pacificación a que han
llegado otros ciudadanos de otros
sitios: los alemanes, los ingleses, los de países nórdicos a pesar de los
violentos y enfrentados antecedentes de la cuestión en la historia de todos
ellos. Incluso entre nuestros vecinos de Francia, la polémica del laicismo, caballo de batalla
de toda la historia de su República ya no es sentido como una polemos, una polémica, un combate, sino
como una problemática sin interés candente y
con cierto sabor rancio. Allí, en lo que al enfrentamiento con la Iglesia católica se refiere, y sin perjuicio de otras versiones reaparecidas de la confrontación ( islamismo) , parece que se han hecho ciertos los
deseos de Jean Jaurès:
“Ya es hora de que el gran,
pero obsesivo problema de las relaciones entre Iglesia y Estado se resuelva por
fin, con el fin de que la democracia , desembarazada de él, pueda dedicarse
enteramente a la inmensa y difícil tarea
de la reforma social y de la solidaridad humana que el proletariado
exige”.
Tratar el asunto sin tanta pasión sería envidiable. Asi, es de admirar el tono de fina ironía, de
sentido común y hasta de cierto humor, con que se expresaba ya Spinoza en 1670,
en su Tratado Teológico –político:
“ Quizá alguien me pregunte ahora: si la
potestad suprema manda algo contra la religión y la obediencia que hemos
prometido a Dios mediante alianza expresa ¿ habremos de obedecer al precepto
divino o al humano?. Solo diré brevemente que hay que obedecer a Dios por
encima de todo cuando tenemos una revelación cierta e indubitable. Ahora bien,
la experiencia muestra más que sobradamente que los hombres se equivocan
muchísimo acerca de la religión y que parecen rivalizar en fabricar ficciones
según el ingenio de cada uno. Está, pues, claro, que, si nadie estuviera
obligado por derecho a obedecer a la potestad suprema en lo que cada uno cree
pertenecer a la religión, el derecho de la ciudad dependería de la diversidad
de juicios y sentimientos de cada uno. Nadie, en efecto, que estimara que ese
derecho iba contra su fe y superstición, estaría obligado a acatarlo, y, con
ese pretexto, todo el mundo podría permitírselo todo.”
Es por ello que ese ultimo texto
lo erigimos como cabecera de esta
reflexión para “hacer pensar” que es la función que tienen los frontispicios
Precisamente Spinoza ha pasado a
formar parte (recientemente) del elenco de los pensadores republicanos. Cuando
hablo de republicanismo, me refiero
al pensamiento que a su vez ha sido redescubierto como la teoría y
filosofía política más importante hasta el XX, eclipsada y suplantada por el
pensamiento único que atribuye todo al liberalismo, y que ha vuelto a
reaparecer pujantemente. Este republicanismo se forma y suscita en torno a los
momentos mas agudos de emancipación de los pueblos y autogobiernos históricos:
Las ciudades italianas del renacimiento, la Revolución inglesa de
1688, las luchas de las republicas de los países bajos en mitad del XVII, la Revolución Americana ,
la Revolución
Francesa ,,, siendo sus herederos los grades movimientos populares
obreros del XIX, XX. Es a este
republicanismo al que en este texto voy a referirme cuado hable de
republicanismos.
Precisamente, además, Spinoza lo escribe en tiempos de los movimientos de
emancipación y autogobierno republicanos de
los países bajos ( Ian de Witt se
cuenta entre sus amigos) lo que no es de
extrañar porque este republicanismo no
lo construían teóricos académicos sino
que viene de la experiencia de una
praxis de lucha política Asi es
el republicanismo desde Maquiavelo, los levelles
y diggers, De witt, Rousseau ,
Robespierre, Jefferson,… todos ellos hijos
y herederos una raíz común :
la de las practicas republicanas
mediterráneas primeras: la politeia de Grecia y la republica de Roma
Este acerbo de pensamiento
constituye una oportunidad de revivificar a la izquierda (o
“refundar”) posibilitando que la izquierda cese de mantener una posición
conservadora de anteriores conquistas para articular- gracias a él- nuevas
formulaciones de los ideales igualitarios que la han constituido siempre y remediando al tiempo la penuria ideológica
característica de su situación actual.
Al enlazase los términos
laicismo y republicano, no puede evitarse
incurrir en una doble incoherencia. Por una lado se esta suponiendo que hay
laicismos que no son republicanos pues en caso contrario no seria precisa
añadir el adjetivo. Pero o obstante y a su vez ese adjetivo es ocioso porque
todos sentimos que laicismo es la señal de identidad, algo así
como el DNI del republicanismo con lo que añadir republicano al
sustantivo laicismo seria ocioso. (1).
Pues bien, efectivamente, decir
laicismo republicano parecería ser una redundancia. Porque los dos términos
están forzosamente adheridos uno al otro hasta el punto de que el laicismo es quizás
el buque insignia de la praxis republicana histórica. Este emblema, se une al de la educación, el segundo termino característico
de lo republicano, (ver Montesquieu) . De ello entonces resulta que educación publica y laica es casi la señal de identidad de los regimenes republicanos más característicos,
liderados por la concepción del republicanismo democrático y radical francés. (Jules Ferry, Combe,….)
.- Es por esta razón por lo que la Republica ha sido históricamente la “bestia negra”
de la Iglesia Católica , su
enemigo a abatir mas peligroso. Contra las republicas, “a la francesa”, es
decir la que promovía la secularización
de la educación publica , la que
asimilaba dos conceptos: laicismo y
educación, la religión católica ha movilizado
sus mas potentes armas. Bien haciendo
aparecer vírgenes portentosas y ,sobretodo ,
mensajeras de tesis políticas, a pastorcillos de Lourdes y Fatima en las
respectivas republicas laicistas de Portugal y Francia, hasta otro instrumento- mas sangriento, dado que el primero resultó poco eficaz-
promoviendo nacionalcatolicismos genocidas
en la Republica Española.
No es de extrañar por que el
núcleo de laicismo y de Republica es el mismo: Para ambos, la moral se
genera en la ley que los humanos nos
imponemos a nosotros mismos y de esta manera creamos el orden esencial moral y
social. Para legitimar la norma y la ley no es preciso acudir a fundamentación heterónoma,
ajena a nuestro gobierno autónomo a nuestras conductas y nuestras sociedades, no
es preciso remitirse ni a autoridad ajena, ni a Dios, ni a sus portavoces, ni a
autoridad alguna ni a la naturaleza, somos nosotros mismos autónomamente – por nuestra
libertad y el uso publico y compartido nuestra razon- los creadores de nuestra humanidad
moral. (2)
Rousseau, quien de manera mas apasionada y
clara subraya esto, es el enemigo mas
odiado de la Iglesia
y de la religión, por ser el mas apasionado.
Kant, es el más temido por ser el
su formulador mas riguroso. Ambos
cuentan entre los más conspicuos representantes
del republicanismo.
¿Que es pues lo republicano: como se define el terreno
por donde trascurre la via especifia y distinta , para que podamos hablar de laicismo republicano?
Libertad:La teoría política y social
republicana se ha distinguido de otras practicas y concepciones políticas, ante
todo , por su concepción de la libertad; la libertad en política no es el goce
de la vida privada ausente de interferencias de poderes públicos o del
ejercicio del libre arbitrio cuyo único limite sea la libertad de los demás(
libertad negativa o libertad liberal).. La libertad empieza donde comienza la
de todos.
Ante todo, la republicana libertad es autogobierno. Somos libres
obedeciendo a las leyes que nos damos todos porque de esta manea nos obedecemos
a nosotros mismos. Las normas se generan
en la ley que los humanos nos damos a nosotros mismos y de esa manera creamos
el orden moral y colectivo esencial. Somos colegisladores – por el uso de
nuestra razón y libertad- de la la ley el orden social .Obedeciendo a la ley nos obedecemos a nosotros mismos.
En segundo lugar, la libertad es
ausencia de dominación de unos por otros. Las relaciones de dominación no se
generan en el gobierno, si es
republicano, es decir de todos, sino en todo ámbito done hay poderosos y
desiguales.
Por lo tanto, son esenciales
condiciones sine-qua non del
funcionamiento de lo politico
.- La radicalidad
democrática de toda ley y de
toda norma. No debe haber espacio donde
se juegue nuestra vida y nuestra conducta
que no sea dirigido y participado por
todos. Todo debe de ser republicano: en la política, en la empresa, en la casa, en toda cosa, en todo
caso.
.- La obsesión por la
necesaria igualdad material y real para evitar vínculos de dominación que se
generan en la desigualdad y la riqueza, Los afortunados son siempre dañinos por
el hecho de existir.
Otra forma de expresarlo es la
distinción entre la libertad de los modernos,- la traída por el pensamiento y la praxis politica
liberal -y la libertad de los antiguos, que sigue siendo reivindicada por los
republicanos. . La libertad de los
modernos ( B.Constant), consiste en aquella. Es el ejercicio libre, sin
interferencias de nada colectivo en
nuestro libre arbitrio. Las relaciones, entre individuos, se hacen como pactos libres: y se revuelven en
relaciones privadas . La oferta y la
demanda, o los contratos civiles y
mercantiles, son el paradigma de la relación política y social. Por eso el
ejercicio de la política es hacer la menor política posible: delegar la
responsabilidad de gobierno en otros que sean debidamente controlados para que
no intervengan en las relaciones privadas
tal como resulten del juego económico y social. La ciudadanía se define
como una posesión de propiedades, y derechos individuales cuya protección es la única función del
gobierno.
La libertad de los antiguos
supone por el contrario que la acción
política forma parte de la ética y el compromiso político de crear entre todos
nuestro mundo de normas es parte del desarrollo de la personalidad. El terreno
y ambito propio donde se realiza lo humano es lo político. No se puede delegar
esa responsabilidad. Hay que participar siempre en lo común .Quien no quiera
participar en política debe resignarse a que otros decidan por el .Hay una necesaria apelación
al civismo y al compromiso político, una apelación al ejercicio de la virtud publica. La libertad es ese
ejercicio libre a traves del que configuramos las normas que nos damos. La
libertad es por lo tanto la participación en lo político, no la acumulación de
derechos y utilidades individuales.
Los “antiguos” de B. Constant , los
republicanos, reprochan a la exigencia de libertad de los “modernos” , que
cuando piden ser libres de la
interferencia del Estado, lo que están pidiendo es que ser
libres para disfrutar de la fuerza ,de
la propiedad y de las riquezas. A cualquier precio, incluso el de la
dominación y el olvido de los que no
poseen ni fuerza, ni propiedad ni
riquezas.
Los peligros mayores para el
republicanismo vendrían, por consiguiente:
1.- De la interferencia de los poderes privados, en las
relaciones individuales, de lo que resulta dominación de unos por otros y la
interferencia de los intereses particulares en la definición de lo común, que
hace la corrupción, es decir que prevalezca la ventaja o el poder del
particular sobre la definición del bien común llevada a cabo por todos.
2.- De la dominación de los
poderosos sobre los débiles. El estado, la Republica
no es el problema sino parte de la solución. Su intervención tiene como
finalidad asegurar la separación de los amitos público y privado
de manera que en el ámbito privado no se produzca dominio de unos sobre otros y en el ámbito de lo público el poder sea
expresión de la decisión de todos, de la voluntad general.
3.-De la abstención de los
ciudadanos. La democracia, la Republica , es un régimen
que depende de la responsabilidad política de la ciudadanía. La política no es
la actividad consistente en reclamar y dirigirse a instancias superiores,
técnicas y ajenas a nosotros para que satisfagan nuestros derechos y
necesidades, sino que la activad política
somos nosotros mismos. La política no es la actividad de usuarios y de consumidores de derechos y
beneficios sino participantes celosos de la igualdad, obsesionados por la ausencia de dominación y
dispuestos a crear un orden social igual
y justo.
4.- De la falta
radicalidad democrática. Donde la democracia se limita a
voto y urna y mera representatividad delegativa, no existe republica sino
monarquía de elegidos
Vemos que el republicanismo se
opondría al liberalismo político en gran parte de sus frentes. El lema “más
sociedad y menos Estado” es el que mejor resume la posición liberal. En efecto,
el Estado es el problema, su actuación debe ser lo mas limitada posible y su
control es la labor política esencial. Su abstención en las
relaciones privadas, económicas sustancialmente, es esencial. Incluso la
práctica política debe seguir el esquema práctica privada: contratos entre partes,
intereses contrapuestos. Solo existirían
individuos aislados, nunca bien común, lo ciudadanos no deben tener
mas virtud que la de ser celosos de sus
derechos, intereses, provechos y libertades particulares. La expresión es
lucro, beneficio, derecho y provecho.
La formulación republicana no se aviene
fácilmente con este esquema en que todo se expresa en el lenguaje de los
derechos individuales como si feran propiedades y nada en el lenguaje del deber
y del bien común.
Por decirlo con palabras de Winstanley:
La monarquía se puede ejercer de dos
maneras, por el gobierno de un rey o por el gobierno de los principios
monárquicos.
Donde haya opresión de unos por otos o hay gobierno de la republica sino de un
rey.
Hacer trabajar a otros para uno solo s lo propio de os reyes
El principio de la monarquía es la dominación y la desigualdad económica que la genera.)
......
Pasamos ahora del adjetivo al sustantivo. Hemos hablado de
republicano hablemos ahora de laicismo. Hemos hablado del terreno por donde puede
discurrir los caminos, hablemos ahora de los caminos. Porque efectivamente,
esos terrenos diferentes dan lugar a
caminos diferentes. Esencial mente yo distinguiría dos caminos, o dos formas
enfoque del laicismo. Yo los llamaría, el enfoque republicano y el enfoque
liberal. O el laicismo republicano y el laicismo liberal.
Para
ilustrarlo mejor los llamaría
respectivamente, al primero,
el propio de Kant y al segundo el
propio de Voltaire. El de Kant se basa en la noción de libertad como autonomía. El de Voltaire en la noción de libertad subjetiva.
Situémonos en el
laicismo desde lo que estoy llamando enfoque Voltaire, o enfoque liberal, En este caso, en
la libertad subjetiva, la
voluntad se ve limitada por máximas
personales, digamos que por cualquiera de las motivaciones racionales
que pueden tener lugar circunstancialmente en una persona concreta. En este
caso el acto de libertad aparece como una parte de la conciencia de un sujeto
singular. Es el laicismo fundamentado o
que tiene su eje de gravedad en la libertad de conciencia.
Situémonos desde de
lo que estoy llamando enfoque Kant, o enfoque republicano En este caso, en la
libertad como autonomía, la voluntad se ve limitada por máximas
universales, o que superan el test de universalización. El test de universalización es una
de las formulaciones del imperativo
categórico de Kant: “Haz de manera que tu norma de conducta, que la máxima de
tu voluntad , pueda ser erigida como
norma de conducta para todos”.
En este caso, la voluntad y la libertad de una
persona tienen que contar con la
libertad y la voluntad de los otros. Tiene que concebir una comunidad moral y autolegisladora de
individuos libres. En ese caso el eje del laicismo es la autonomía
como autogobierno. Ese autogobierno no puede alcanzarse individualmente. El
peor enemigo de ese laicismo no seria el que me impida el libre juego de mi
voluntad y mi arbitrio, mi libertad de conciencia, sino aquel que trate de imponerse a todos con la
pretensión de ser la única ley, el que trate de atribuirse la definición de lo
que es el interés general y el bien común.
La definición de laicismo republicano es una
oposición a todo aquello que pretenda
imponer su propia concepción del bien
común por la fuerza no sometiéndose
al criterio de lo convenido, deliberado por todos los participantes en discursos
racionales. Una oposición a todo el que pretenda legitimar ese poder en un
poder heterónomo que procede de otro
sitio que no somos nosotros mismos democrática y republicanamente asociados.
La definición de lo
que sea justo y bueno en el laicismo de la libertad subjetiva de
conciencia corresponde a una conciencia
prístina y tener esta cualidad es la condición de su legitimidad..- La
definición de lo que sea justo y bueno en un laicismo republicano
corresponde a lo convenido entre todos. Por lo tanto la democracia radical y la ausencia de dominación de unos por otros
es la condición de la legitimidad del laicismo republicano.
Los enemigos del laicismo republicano serían quienes
traten de imponerse con la pretensión de ser la unica ley y verdad
incuestionable. Quienes traten de atribuirse exclusivamente la definición de
bien común e interés general. Quienes quieran adaptar la ley y la norma a su
dogma.
El protagonista del laicismo como libertad subjetiva de
conciencia es el sabio, el técnico,.- El protagonista típico del laicismo como
autogobierno es el demócrata. Esquemáticamente podríamos decir que la legitimación del adversario del laicismo
se contiene en la afirmación de Benedicto XVI: “el hombre no puede decidir lo que es bueno y justo y lo que no lo es”. El laicismo liberal
replicaría: “Yo, en uso
de mi conciencia y razón, decido lo que
es justo y bueno”. El laicismo republicano replica: “Es justo y bueno, aquello
que es convenido por todos cuando ha
sido acordado en condiciones de
igualdad”. En todo caso, el laicismo republicano no apela ni a dogmas que trasciendan, ni a “razón” que fundamenta, sino a “razones”
que legitiman. No pretende tener razón sino dar razones.
Vemos en definitiva, que la contraposición de una y otra
visión del laicismo se corresponde con la contraposición de las visiones de
libertad negativa liberal o libertad
positiva de los republicanos. Aquella consistía en dejar una esfera personal de
no intervención de lo publico (mi conciencia),
ésta es crear las condiciones políticas y económicas de no dominación y que nadie pretenda imponer su sola concepción de lo que
es el bien común y el interés general y acepte el riesgo dela legitimación o
deslegitimación de su poder por la voluntad
general.
Podemos ver que en el laicismo de libertad de conciencia ,
el de Voltaire, el de las libertades subjetivas, es compatible y se puede
imaginar perfectamente con que algunas
personas sean libres y otras no , o unas disfruten de mayor libertad que otras.
En el de laicismo como autogobierno , no puede alcanzarse individualmente. En
aquel mi libertad termina cuando empieza la del oro. En éste, mi libertad
comienza cuando comienza la de los demás. (3)
En el laicismo tipo Voltaire, el de la libertad de
conciencia, el liberal, el camino es el de las soluciones biográficas a
problemas sistémicos. En el laicismo republicano, la solución debe ser siempre
sistémica y eso resuelve el problema biográfico y personal. En el laicismo
republicano la solución apela a las vías políticas. En el laicismo liberal a
las vías personales. Para el republicanismo, el laicismo no es un subproducto
de la tolerancia y de la libertad individual sino es un acto político.
Es por
esto que veo corto los vuelos del laicismo apelante meramente a la libertad de conciencia y del libre
pensamiento. Porque puede llevar a callejones sin salida de la respuesta
descarada de un fiel seguidor de una iglesia que apelar también a esa libertad
de conciencia ,tan legítimamente como el laico, para oponerse alo que acordamos
democráticamente entre todos. Es la objeción de conciencia del farmacéutico que niega la dispensación de
condones, del medico de la seguridad social que rehúsa una
operación legal de interrupción del embarazo, del de la familia que no quiere que sus hijos reciban
la asignatura de educación para la ciudadanía en colegio publico. Es el
callejón sin salida a que lleva el objetor de conciencia que obliga a
sus hijas a llevar el burka al colegio,etc,etc
En efecto, cuando el laicismo no es una lucha por la
autonomía, que exige una libertad universal , cuando no es un laicismo
republicano que exige que nadie este bajo la dominación de otro, pueden
darse objeciones de conciencia que
recuerden la dominación de la mujer por el hombre, por ejemplo, la libertad
subjetiva, y libremente aceptada , de llevar burka o de somterse a mutilaciones
sexuales.
CONCLUSION : CONSECUENCIAS EN LA PRAXIS POLITICA
Lo que se ha expuesto no es de ninguna manera
irrelevante ni un juego ocioso
académico, como no lo es la diferencia entre la concepción republicana y la
liberal de la construcción de una sociedad justa.
La primera consecuencia es: Que el Estado
republicano laico, no puede limitarse a abstenerse de intervención en las esferas “domesticas”, como pedirían los liberales, No
puede
limitarse a una neutralidad concebida como abstención sino
que debe de ser activo y
disputar con éxito y atacar a todo aquel que
amenace el inalienable derecho de todos a definir republicanamente el
interés general y la utilidad publica. El laicismo no es un subproducto de la tolerancia
sino que es un acto político. Y si es necesario, destruir la raíz económica, social, cultural o
domestica de aquellos poderes privados
que pretendan que solo ellos la definen.
Cuando los republicanos decimos Estado neutral, no queremos decir solamente
estado aconfesional estamos diciendo
estado activo, que no olvida su obligación republicana de intervenir frente a poderes privados y
dominios particulares.
“Cromwell luchaba por la
neutralidad del Estado cuando hizo que sus ironsides estabularan los caballos
en las catedrales inglesas, la
I Republica Francesa luchaba por la
neutralidad del Estado cuando desamortizó los bienes de la Iglesia galicana, la Republica helvética
luchaba por la neutralidad del Estado cuando expulsó a perpetuidad a los
jesuitas en 1848, Juárez luchaba por la neutralidad
de la incipiente Republica mejicana mejicana cuando expropio los bienes de la Iglesia , la
I Republica española y la II francesa cuando expulsaron a los jesuitas en el ultimo
tercio el XIX”(4)
La segunda consecuencia es la que podría llamarse : laicismo mas allá del laicismo y de lo eclesiástico: Puesto que el laicismo republicano no
es el de la abstención neutra del Estado, puesto que no es de la simple
libertad negativa de conciencia sino que
se define como la acción colectiva para impedir que nadie , ningún poder
domine sobre otro y que lo que sea el
bien común , es lo que deben determinar todos republicanamente agrupados ....este
laicismo no solo habla de Iglesias, sino que habla también de lucha contra los
poderes que tratan de imponer una heteronimia ajena a lo convenido por nosotros
mismos. Son los poderes que Roosevelt
llamaba los “monarcas económicos” o Robespierre
la “aristocracia de la riqueza”.
A este respecto quiero recordar una genialidad de Polanyi,
el gran pensador del origen del capitalismo, cuando dice que el capitalismo
liberal erigió la ideología del libre
mercado, de su eficacia y de la optimización de recursos que de él provenían, con la misma fuerza de la trascendencia que
si fuera un dogma religioso., sin ningún otro apoyo racional, empírico o científico
razonable. Identificó asi la amenaza del mercado a la amenaza religiosa. El clericalismo de estos poderes proceden de una fe tambien. Y ,como tal fe, en tanto que creencia, puede considerarse que sus motivos solo son comprensibles por los que ya previamente han decidido creer.
El laicismo así concebido es de la mayor actualidad. Porque a todos nos
esta viniendo al pensamiento la
amenaza que a la autonomía de las
personas supone ese clero e iglesia tan
poderosos : el capitalismo financiero y
sus lacayos. El laicismo republicano va
entonces mas allá que una simple confrontación a las pretensiones de las iglesias
y a los fundamentalismos religiosos. Esto se hace particularmente patente
cuando observamos que en nuestro mundo solo 21 paises tienen un PIB mayor que
el de las 21 primeras multinacionales
privadas.
Por eso , ese enfrentamiento con certezas religiosas
institucionalizadas debe ir no solamente hacia
ellas sino más allá, con la pregunta: ¿Como podrán sobrevivir democráticamente
los Estados ante el desafío de unos poderes privados transnacionales enormes y
dispuestos a disputar a cualquier Estado y a cualquier ciudadanía el derecho a
definir democráticamente lo que es el bien público, la república?
Por eso ahora más que nunca, los republicanos debemos
reivindicar que Laicismo, viene de la palabra griega laos.:
el pueblo. El laicismo es entonces, la
voluntad popular, la voluntad general, la Republica.
_________________________________________-
(1).- Existen otros laicismos. Si. Pero ante todo
quisiera salir al paso de distinguirlos todos ellos de otros, que NO SON
verdaderos laicismos aunque se trata de hacerlos pasar por esta calidad. Me
refiero a las posiciones que se suelen designar con LAICO Y LAICIDAD, en sus
diferentes expresiones: somos laicos, reivindicamos lo laico, plataforma laica,
política laica, ateneo laico, o bien plataforma de laicidad, observatorio e
laicidad, etc, etc. Ya se que voy a ser polémico en esto, Mis excusas.En cualquier caso no quiero hacer de esto
batalla polémica y lo digo como de pasada. Pero si alguien quiere hacer
bandera de ello, yo estaría en ella.
Laico, en rigor es todo aquello que no es religioso.
Personas laicas son las no consagradas a oficios divinos, (los seglares ), por
oposición a personas sagradas son las que han recibido esa condición ( el
clero). Cosas laicas son las no dedicadas a los oficios religioso (una mesa, un
vaso,), por oposición a cosas sagradas (
el altar, el cáliz). Esos términos no
son sino expresiones estáticas de lo que es Por lo tanto se puede ser laico sin
ser en absoluto laicista. Puede existir un laico , seglar partidario de la teocracia, y un cura, no laico, progresista y laicista que crea que no es
en los dictados de un dios o de una
iglesia donde se genera la ley y la
norma que debemos seguir los humanos en nuestra visa colectiva sino que el
orden social y político esencial lo creamos los humanos mismos de manera
autónoma. En este sentido decir ateneo laico
o plataforma laica es una redundancia porque cualquier ateneo o
cualquier plataforma es laica salvo si la plataforma o el ateneo es un pulpito.
Laicidad tampoco es expresivo de lo que hablamos y no es
laicismo. La laicidad es la cualidad que tiene lo laico. Este termino es muy
del agrado de la Ilesia . En efecto, de la misma manea que la iglesia prefiere
decir feminidad a feminismo, es preferible ser partidario de una laicidad que
del laicismo. Feminidad deriva de una presunta naturaleza o condición femenina, (y ya sabemos para los
que asi lo quieren distinguir, lo que significa: se atribuiría la feminidad a
cualidades tales como la modestia, el cudiado de los niños, la maternidad, la
coquetería,……lejos del peligroso feminismo. En igual posición se sitúa la
laicidad con respecto al laicismo.
Quedémonos por lo tanto con laicismo, lamentando que
esta posición sea critica con iniciativas que toman otro nombre: plataforma
laica, observatorio de la laicidad,
( Me atrevería a decir, pero esto sería objeto de
otro debate, que el laicismo es forzosamente anticlericalismo y que mas
cerca del verdadero laicismo está el ser anticlerical incluso a la manera de sal gruesa como ha sido la vieja usanza , que
el ser laico u observar la laicidad)
(2).-
“Decir Republica cristiana es una contradicción en los términos. Cada una de
estas palabras excluye la otra. El cristianismo no predica sino servidumbre y dependencia. Su espíritu es
demasiado favorable a la tiranía para que
no saque provecho de ello. Los verdaderos cristianos están hechos para
ser esclavos. Lo saben y no les conmueve lo mas mínimo. Esta breve
vida cobra un precio demasiado elevado a sus ojos”-J.J. Rousseau “ El contrato
Social”
(3).-
No es inocentemente que he `puesto al campeón de la libertad de conciencia , Voltaire, como ejemplo ilustrativo. Porque el campeón de esa tolerancia , Voltaire, no tenia escrúpulos en llevar una enriqueciad vida de especulador y
de trafico de armas
y replicar a Rousseau que “se fuese a
vivir con los hotentotes” si quería que la riqueza fuese repartida con
igualdad en la sociedad moderna porque en ella ya la propiedad estaba
distribuida y no iba a haber cambios, o
“eres ni esclavo o trabajas para mi o mueres de hambre”, argumenta Voltaire.
(4)
Antoni Domenech en “ Republicanismo y
Democracia” comp.. Miño y Davila 2005
No hay comentarios:
Publicar un comentario