(recomendado por la Cabaña)
Tres textos de
Cornelius Castoriadis sobre la democracia repesentativa.
Uno de los ejes sobre los que siempre ha insistido el pensamiento republicano ha sido el del
autogobierno ciudadano. Necesariamente vinculado a este autogobierno se
encuentra el otro de los ejes del republicanismo:
la responsabilidad necesaria de los ciudadanos (la virtus, el vivere civile)
para que exista la ciudad republicana, la polis, la republica genuina y, en definitva, la política
misma. Esta responsabilidad irrenunciable y aquel autogobierno hacen necesariamente
plantearse la institución política que
haga viable un autogobierno de cualquier colectivo protagonizado de manera
directa por los que lo componen según la visión republicana de organización de
lo común.
Rousseau fue, entre los herederos de la tradición del pensamiento republicano clásico, de los que se dieron cuenta del alcance, en términos de radicalismo democrático, de esta exigencia y de la inconsecuencia de la contraria, es decir de la naciente institución de la representación política. La democracia liberal representativa, fue en la praxis y sin embargo, el sistema finalmente triunfante en concordancia con su propia concepción de la política tan contraria al republicanismo.
Esta ideología triunfante concibió la libertad política como el gozo privado de derechos y posesiones y no como la construcción del espacio propio de lo humano que surgía de la ciudad autogobernada por todos. La política, entonces, podría limitarse a una actividad propia de unos pocos, ricos, o sabios en quienes delegaban los ciudadanos para poder dedicarse privadamente al goce de sus riquezas. Los no poseedores de riquezas
se limitarían a dirigirse a una institución ajena a ellos, un Estado prestador de servicios y compuesto de personal “competente” para que atendiese sus demandas. El Estado, la actividad política misma , debería estar cercada en una jaula como si de una bestia furiosa se tratase, para que no interviniese en la libre disposición y libre arbitrio del uso de las riquezas por los ricos, incluyendo entre esas riquezas, a sus servidores dominados. Los representantes políticos encajaban en esa nueva concepción al ser los que servirían para que presentasen y se hiciesen eco de las demandas planteadas ante esa institución compuesta por técnicos y para que fuesen atendidas de manera experta, dado que el populacho, victima de las pasiones que le eran propias, no podría hacerlo. Como lo expresaría Benjamin Constant en su notorio texto dela Libertad de los Modernos: los pobres se ocupan
ellos mismos de sus propios asuntos, los ricos lo hacen por medio de administradores, la democracia directa era
cosa de pobres, la representativa, cosa de ricos. La democracia liberal
representativa era una ciudad con
funcionamiento característico , el del individualismo posesivo, cuyo fin era proteger el goce de las posesiones y de la vida privada,…. de quienes
poseen. Los no poseedores seguirían en la obediencia civil de lo que la respetada y sacrosanta vida privada de sus amos le dictaba.
Rousseau fue, entre los herederos de la tradición del pensamiento republicano clásico, de los que se dieron cuenta del alcance, en términos de radicalismo democrático, de esta exigencia y de la inconsecuencia de la contraria, es decir de la naciente institución de la representación política. La democracia liberal representativa, fue en la praxis y sin embargo, el sistema finalmente triunfante en concordancia con su propia concepción de la política tan contraria al republicanismo.
Esta ideología triunfante concibió la libertad política como el gozo privado de derechos y posesiones y no como la construcción del espacio propio de lo humano que surgía de la ciudad autogobernada por todos. La política, entonces, podría limitarse a una actividad propia de unos pocos, ricos, o sabios en quienes delegaban los ciudadanos para poder dedicarse privadamente al goce de sus riquezas. Los no poseedores de riquezas
se limitarían a dirigirse a una institución ajena a ellos, un Estado prestador de servicios y compuesto de personal “competente” para que atendiese sus demandas. El Estado, la actividad política misma , debería estar cercada en una jaula como si de una bestia furiosa se tratase, para que no interviniese en la libre disposición y libre arbitrio del uso de las riquezas por los ricos, incluyendo entre esas riquezas, a sus servidores dominados. Los representantes políticos encajaban en esa nueva concepción al ser los que servirían para que presentasen y se hiciesen eco de las demandas planteadas ante esa institución compuesta por técnicos y para que fuesen atendidas de manera experta, dado que el populacho, victima de las pasiones que le eran propias, no podría hacerlo. Como lo expresaría Benjamin Constant en su notorio texto de
El resto de la historia es conocido y sus avatares teóricos pasan primeramente para justificar el sistema de representación,
reconociéndolo francamente como un instrumento óptimo para ser una barrera y límite contra la “cosa
mala” que era la democracia .Posteriormente siendo la justificación ideológica y de mala fe inoperante y descarada – una vez que de la
democracia no podría sostenerse que era una maldición de multitudes incapaces- se apoyo en
una presunta imposibilidad técnica por
otras razones que circunstancialmente se iban encontrando. Es ilustrativo de la mala fe
el seguimiento de la deriva del argumento típico contra la democracia
directa en la polémica postconstitucional americana : sus detractores propugnaban las ventajas de un estado extenso, porque
esto impediría la participación
democrática e indeseable de las masas y la obligada delegación en
expertos y hombres cultos dada la
envergadura de los problemas. Mas tarde, fue al contrario, se argumentaba que
un estado extenso, lamentablemente no podía permitirselo.
La institución de la representación política se
vincula forzosamente con una concepción
moderna de lo político puesta por
el pensamiento liberal dominante .Para ésta, el Estado, lugar de lo político ,
está separado de la comunidad, se enfrenta a ella y lo gobierna. Ese Estado,
ajeno, instancia superior a la que deben dirigirse las demandas de servicios y
derechos tiene el monopolio de la actividad política concebida asi como una
actividad propia de expertos y técnicos. El pueblo – cuanto mas apolítico
mejor-no gobierna, no gestiona los
asuntos comunes , se limita a la actividad de elección y control. No hay
nada mas alejado de la visión republicana donde la actividad politica forma
parte de la ética, es decir que es el hombre el autolegislador de sus propias
normas y crea asi su mundo moral y político. El espacio político, la res publica, es por lo tanto el espacio propio de lo humano donde se gestiona , se
acuerda y gobiernan las conductas y
las normas que nos damos a nosotros
mismos y su practica es por tanto la practica de la libertad y forma parte del desarrollo de nuestra personalidad moral. La actividad política
directa del ciudadano es una actividad de desarrollo de la plenitud personal.
Lo exclusivamente “ privado”-el idion, sitio de los idiotes- está privado de humanidad y de igualdad
y es por lo tanto- y no solo por
su naturaleza que se deriva de ello ,
sino por la experiencia de los hechos-
el lugar de la dominación y de las monarquías de todo género.
Es, por lo tanto un debate que el republicanismo trae de
manera permanente y que se hace particularmente agudo en la circunstancia de la
praxis política contemporánea.
Textos:
1.- Cornelius Castoriadis.-“Democracia y relativismo” .Debate en el MAUSS(1)
(…) “. Retomo el
hilo de su pregunta: ¿ Que posibilidad existe hoy, según usted, de hacer
renacer formas de democracia directa y que relación podría tener ésta con el
sistema representativo? Para mi , la única democracia es la directa. Una
democracia representativa no es democracia, sobre esto estoy de acuerdo, no ya
con Marx , sino sencillamente con Rousseau ( que no es por cierto el único que
ha mantenido esta posición), que observaba que los ingleses solo eran libres el
dia que elegían a sus representantes (1). Y ni siquiera ese dia (2). Porque
cuando llega ese dia ya no hay naa que
decidir. La próxima primavera habra elecciones a presidente de la República. ¿ en que va
a consistir la libertad de los franceses? En elegir entre Balladur y Chcirac o
Chirac y Delosr. Eso es todo. No hay otra libertad. No hay nada más.
El gran argumento contra la democracia directa en las
sociedades modernas es la dimensión de estas sociedades. Es un argumento de
mala fe. Histórica, concreta y políticamente ¿Porque históricamente? El régimen
representativo de Occidente es desconocido en la Antigüedad , había
magistrados no representantes Por lo que a mi respecta, estoy de acuerdo en que
haya magistrados revocables, etc. pero no estoy de acuerdo en ser representado.
Lo considera como un insulto personal. Hay un libro excelente de Yves Barel, sobre la cuidad medieval (3) que muestra bien
el sentido de la evolución de la sociedad medieval . Fue publicado hace ya
algún tiempo, pero no creo que las interpretaciones hayan cambiado mucho al
respecto. Puede verse el el como aparece el régimen representativo en las
ciudades de Occidente que tendían a
autogobernarse en los siglos XI y XII. Estas ciudades contaban con la décima parte de la población
de Atenas del periodo clásico- entre 30.000 y 40.000 ciudadanos activos, de los
cuales, la mitad, se reunían en ekklesia y más quizá cuando había que
tomar grandes decisiones. En estas ciudades medievales solo Vivian ente 3.000 y
6.000 personas. Peor no elegían
magistrados, elegían representantes. La idea de la representación es una idea
moderna, y es evidente ue su raiz se encuentra en la heteronimia y la
alineación política. ¿Que son los representantes?¿Porque tiene que haber
representes? Con el tiempo el término ha pasado a ser intrasitivo, pero al
principio era transitito: los
representantes son representantes de cara al
poder. Por lo tanto el hecho de elegir representantes presupone que existe
un rey, es el caso clásico de Inglaterra, por ejemplo, un rey ante quien se envía
representantes. Y le rey gobierna – King
in his parliament- no se trata de la monarquia absoluta, es el rey en su
parlamento, son los representantes de los súbditos.
Esto no tiene nada que ver con la dimensión de la
población , y la prueba de ello es que se puede plantear la cuestión desde otro
ángulo. Suponemos qe en una nación moderna no puede haber democracia directa. ¿
porque no puede haber democracracia directa en una ciudad de 100.000
habitantes, es decir de 50.000 ciudadanos activos? no es por la dimensión , ya que en Atenas era
posible cuando habíea 40.000 habitantes, ciudadanos activos. O establezcamos
entonces la democracia directa en las ciudades de 40.000 habiantes activos.
Pero no, nadie plantea la cuestión bajo ese ángulo. El argumento de la dimensión
, para oponerse ala democracia directa es un
de hecho un sofisma y no creo que se presente con buena fe.
No quiero hacer la critica del rgimen representativo pues
ya ha sido hecha cincuenta mil veces, no hay nada que añadir. Pero el verdadero
argumento en pro de la democracia representativa- no hay que olvidarlo- es el
argumentote Benjamin Constant en un
texto de 1891: De la libertad de los
antiguos comparada con la de los modernos, ya esbozado ieen Ferguson en Un ensayo sobre la historia de ls sociedad
civil (1759). Estos autores no eran ideólogos
ni teóricos de mala fe, eran politicos con los pies en la tierra. ¿ Cual es el
argumento?. Es que, en las sociedades modernas, lo que interesa a la gente no
son los asuntos comunes, es la protección de de los bienes de que disfrutan (jouissances).
Estos son los términos que utiliza Constant, aunque Ferguson decía más o menos
lo mismo. Constant añade además que, como la mayoría de la gente en una
sociedad moderna trabaja en un oficio manual, en oficios embrutecedores, como
los obreros de la industria, es por lo tanto completamente normal que exista un
sufragio censitario y que solo las personas qe, por su forma de vida, tienen
el tiempo disponible para reflexionar en los asuntos públicos y ocuparse de
ellos (3).
Queda la cuestión real
de una democracia directa a
escala de las sociedades modernas, de naciones, quizás de continentes, quizás
de la humanidad entera. No poseo la respuesta
sobre las formas institucionales para ello. Lo único que digo es que en la creación de los grandes movimientos políticos
y sociales de la época moderna, se puede encontrar todavía gérmenes de formas
de regimenes que permiten una democracia directa. Por ejemplo, en la forma de la Comuna de Paris o de los
soviets- los verdaderos, antes de que hubieran sido domesticados por los
bolcheviques- o de los consejos obreros; con un poder, el mayor posible, de las
asambleas generales, es decir, de la democracia directa, en las decisiones
ultimas y, subsidiariamente, como se diría ahora, un poder de delegados, pero
de delegados elegidos y revocables, revocables en cualquier momento, es decir ,
sin capacidad para expropiar a la colectividad de su poder para arrogárselo
ellos. (4).Sobre esto, repito una vez mas que yo pienso que la democracia solo
puede ser democracia directa y que la democracia directa solo puede venir como
resultado de un enorme movimiento
popular de la sociedad, e la gran mayoría de la sociedad. Solo la creatividad
de la sociedad puede dar respuestas que esten a la altura de un problema como
este. Pero si la sociedad no es capaz de encontrar formas de ejercicio del
poder que sena verdaderamente democráticas, aquellas que yo he esbozado, u
otras, quiza mas eficaces, no habrá nada que hacer, habrá nuevamente un sistema
representativo, habrá nuevamente lo que Marx llamo la recaída en el fárrago anterior,
es decir, la recaída en la expropiación el poder los representantes, por los
reposeen riqueza o por la gente que controla los medios de comunicación como hoy
dia,etc
2.- Cornelius Castoriadis.- “Fait
et á Faire”.- (5)
“..La primera condición para que exista una sociedad autónoma-una
sociedad democrática- es que la esfera pública/pública sea una ecclesia y no un objeto de apropiación
privada por parte de grupos particulares. Las implicaciones de esta condición
son innumerables; afectan tanto a la organización de cualquier poder existente
en la sociedad como a la designación y
control de todos los individuos encargados del ejercicio de una parcela
cualquiera de ese poder ( podemos llamarlos magistrados);
tanto a la producción y difusión de la información ( asunto que en ningún
caso es meramente técnico sino
decisivamente político come he escrito en 1957) como, a un nivel mas profundo, a la paideia de los individuos (ya volveré sobre esto). “Constitucionalmente”, que lo público este en
efectivamente en la esfera publica implica que los poderes legislativo,
ejecutivo y judicial pertenezcan efectivamente al pueblo y sean ejercidos por él mismo.
Aquí nos encontramos con la cuestión de la “representación”.
Es penoso leer de la pluma de A.Heller que mi oposición a la idea de
representación viene de que no era practicada en Atenas. No he cesado de
repetir que la democracia ateniense no puede ser para nosotros nada más que un germen nunca un modelo. Habría
que estar locos para pretender que una organización política de 30.000
ciudadanos pueda copiarse para organizar otra de 35 o 15o millones de
ciudadanos, (…) A.Heller olvida la critica demoledora de la representación se ha hecho
en la Edad Moderna ,
a menos a partir de Rousseau, así como
olvida igualmente las criticas igualmente devastadoras hechas al
“mercado” capitalista. Elle que vive en Estados Unidos, ¿ignora que allí, un
senador una vez elegido está seguro de
serlo prácticamente para toda la vida (gracias a los fondos de los PAC ( Political
Action Commitees que le llegan?.
¿Porque nuestros filósofos políticos no evocan nunca metafísica
de la representación y dejan desdeñosamente su realidad efectiva a
los sociólogos? .Es algo típico de la “filosofía o teoría política”
contemporánea. La idea central de la representación no conoce ninguna reflexión filosófica, y los
discursos que sobre ella se tienen no tienen ninguna relación con la realidad.Yo,
en tanto que hombre que quiere ser libre, acepto gustosamente obedecer a los
magistrados que yo he elegido mientras obren legalmente y no hayan sido
revocados según el procedimiento. Pero la idea de que alguien pueda
representarme me parece insoportablemente insultante si no fuese por lo que
tiene de cómico.
La “representación”
es, tanto en el concepto como en los hechos, una alienación (en el sentido
jurídico del termino de transferencia de propiedad) de la soberanía, de los “representados”
hacia los “representantes”. En una sociedad democrática, los magistrados cuya
función exige alguna competencia particular, deben ser elegidos ( no porque los
griegos hayan inventado las elecciones, lo que es cierto, sino porque las
elecciones son el único medio razonable de elegir en ese caso) y revocables.
Toda irrevocabilidad, incluso “limitada” en el tiempo, tiende lógicamente a
“autonomizar” el poder de los electos.
La elección no es el mejor medio de designación de
magistrados en los otros casos(los que no exigen alguna competencia particular)
por las razones que he explicado ampliamente, y que S.Khilnani resume de manera
excelente: por ella se crea una división del trabajo político. La política
tiene que ver con el poder y una división de tareas en política no significa ni
puede significar otra cosa que una
división entre gobernantes y gobernados, dominantes y dominados. Una democracia
aceptará evidentemente una división de
tareas políticas pero no la división del trabajo político, a saber, la división
fija y estable de la sociedad política entre dirigentes y ejecutantes, la
existencia de una categoría de individuos cuyo papel, cuyo oficio, cuyo
interés, es dirigir a los demás.
3.-Cornelius Castoriadis:.-“Lo que hace a Grecia”.-El pensamiento
pollitico (6)
No existe espacio publico verdadero mas que en la medida
en que existe un interés real de los ciudadanos por ese espacio público, y este
interés no existe más que como parte y portador de su interés vital por la cosa
publica.- la res publica, to koina, opuesto a la idia-la cual a su vez no puede existir
mas que en la medida en que ellos pueden algo en cuanto a esta cosa publica. Un
espacio publico no es simplemente una entidad creada de una vez por todas y que
funciona por si misma un vez que se han
otorgado algunas libertades de expresión. No desconozco ,por upuesto , la diferencia
que hay entre un régimen donde esas
libertades existen y otro donde se han suprimido. No solo que es preferible
vivir en el primero mas que en el segundo, sino que hay cosas políticamente importantes que son posibles
en uno y no en otro. Pero, como lo demuestra la mayoría de las sociedades “democráticas” contemporáneas, un espacio publico y formal pierde su importancia y su significación en la medida en que los ciudadanos son
pasivizados con respecto a la cosa publica por tal o cual proceso o mecanismo y
lo son fatalmente en la medida en que creen , con razon, que no pueden hacer
nada o no demasiado..En ultima instancia, - instancia que hoy hemos alanzado
prácticamente- el espacio publico, en
estas condiciones, solo sirve para la difusión de la pornografía ( hablo de la pornografía
política e ideológica). Este pseudo espacio público y el papel contemporáneo de
los medios de comunicación van de la mano. El espacio publico, el agora, tal como
existió en Atenas, era sostenido por el interés
activo de los ciudadanos, indisociable
de lo que estos miso ciudadanos iba a tener ue decidir, el da siguiente , sobre
tal o cual ley, tal o cual construcción publica, tal o cual politica extranjera, sobre la paz y la guerra
que tendrían que hacer ellos mismos.
Solo por medio de este espacio publico, no gratuito, toman
sentido los procedimientos de discusión, de confrontación, de control, y por ultimo,
de deliberación. Esta deliberación, que tiene lugar en la ekklesia,
vale porque está el agora y la discusión incesante de los asuntos comunes. E, inversamente, porque saben
que hay deliberación y porque la quieren es por lo que los atenienses discuten
seriamente sobre estos asuntos. La condición intermedia aquí, de hecho crucial,
es la democracia directa. Los asuntos públicos se discuten con pasión porque
uno mismo tendrá que decidir sobre ellos. No hay nada para discutir- con pasión
o sin ella si se trata de “elegir “representantes”,
quienes, un vez elegidos, podrán hacer, y hacen regularmente, cualquier cosa. La
democracia “representativa”, es de hecho, la negación de la democracia, es la
gran mistificación política de los tiempos modernos. La democracia “representativa”
es una contradicción en los términos que esconde un engaño fundamental (7). Y
de la mano de esa mixtificación viene la mistificación de las elecciones. Las
elecciones no son una institución o un procedimiento democrático. A Herodoto no
se le ocurre decir que las elecciones sean una característica de la democracia,
la democracia se define, entre otras cosas, por el sorteo de los magistrados.
Los primeros sindicatos ingleses reencuentran esta verdad profunda en el siglo
XIX: los puestos que hay que ocupar son cubiertos por rotación, lo cual es lo
equivalente. Los atenienses sortean a sus magistrados. Los puestos electivos,
en lo esencial, se limitan a los estrategas, donde, por la naturaleza de las
cosas (se trata de la conducta de los ejércitos y las operaciones militares) es
indispensable una unidad , colegiada de
mando y una pericia y capacidad tienen sentido. Profunda sabiduría, exactamente
opuesta a la chochez contemporánea: los puestos son electivos esencialmente
para tareas de tecnicidad y pericia. No son los expertos los que deciden quien
es experto, es el pueblo el que lo decide, con razón, él los ha visto en acción,
( Hoy conocemos el resultado de la designación de “ expertos” por “ expertos).Pero
en los asuntos políticos, por definición, no hay pericia particular. Como sabemos
aquí es Platón quien comienza y funda el
engaño mortal de la pericia, de un saber y ciencia particular que habilitaría
para gobernar a los humanos. Y lo hace con total conocimiento de causa- como lo
muestra el Portagoras, y el mito de Protagras que expresa completamente con
un ropaje místico, la filosofía en acto de la democracia.
_______________________________________________________________
(a
) Cornelius Castoriadis.-“Democracia y relativismo”.-Debate en el
MAUSS.-trotta 2007.
(b).-
Entre otros,: R.Gargarella “ Nos los
representantes”.Miño y Davila 2010 .-B.Manin: “ Los principios del gobierno representativo”Alianza
1998.-G.Pisarello “ Un largo termidor”.Trotta
2011.-B.Baylin. “los orígenes ideológicos
de la revolución norteamericana”.Paidos 1972.-“Articulos federalistas y antifederalistas”.Alianza
2002.-A.Arblaster.”Democracia”.Alianza
1987
(c).-¿
Castoriadis repubicano?. Es una cuestion a seguir. Apuntamos aquí la similitud
de posiciones con otra reflexion, esta si, reconocida como antecedente del
republicanismo moderno: Hanna Arendt por las vías de un enfoque similar. La reflexión sobre el oikos, el agora,la ecclesia, lo
privado y lo publico, la politeia y la práctica politica de la democracia griega como germen
e ilustración de una ontología política
, la contraposición de una doxa como constitutivo de lo político
frente a una Verdad o una episteme, la fuerza autónoma similar al agere arendtiano de del
“instituir” politico de Castoriadis, el
subrayado en la virtud activa del ciudadano …
(1).”…El
pueblo ingles cree ser libre, pero se equivoca; solo lo es durante la elección
de os miembros del parlamento, una vez elegidos, se convierte en esclavo, no es
nada” ( J.J.Rousseau El contrato social III,XV)
(2).-“en el instante en que un pueblo nombre
representantes, ya no es libre, ya no existe”( Ibid,)
(3).-Constant
en ese mismo texto, añade otro argumento, que pone en evidencia la intención
limitativa y de clase del sistema
moderno de representación: Los pobres se ocupan ellos mismos de sus asuntos, los ricos
utilizan administradores. A imagen de la política, la democracia seria cosa de
pobres, el sistema de representación – elección de administradores- es cosa
propia de ricos. ( Nota MAD).
(4).-Castoriadis
se refirio en el mismo sentido en alguna ocasión a la experiencia e gestión
obrera ensayada en el curso de la guerra civil española.
(5).-Cornelius Catsoriadis.”
Fait et á faire” Ed. Du Seuil 1997
(6).-C.Castoriadis.-“
Lo que hae a Grecia.-El pensamiento politico.-Seminarios 1982-1983.-FCE
2006.-pp pp 351-353
(7).-Yo
mismo escribi: “ decidir sobre quien debe deidir ya o es decidir
completamente”.”Sur le ccotenu du socialisme”.-,retomado en la tad española “ la expriencia del movimiento obrero”.-Vol
II.Tuquets.1979
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