SOBRE el 23 F y LOS MOVIMIENTOS LLAMADOS “MAREAS”.
Por Miguel Angel Domenech
A propósito del 23 F ,
movimiento producido el dia 23 de febrero en algunas ciudades de España y sobre
los movimientos sociales que se está dando en denominar “Marea”. (Llámense como se quiera a ese tipo
de movilización actual en forma de
manifestaciones y convocatorias
multitudinarias, sectoriales o de convergencia multisectorial):
Sin ningún ánimo de
hacer balance alguno sino simplemente
hacer inventario de síntomas y tratar de identificar su significado. Hay
elementos en esas Mareas que no parece
que deban abrir forzosamente perspectivas de esperanza, (lo planteo en forma de
interrogantes para subrayar el carácter de duda): Por añadidura reconozco que
lo hago sin ningún guión ni intención, sin ningún vector, solo guiado por,….la
perplejidad.
1- Parecen estar
caracterizados, en su espontánea
estrategia, como movimientos de demanda, de reclamación, de petición. ¿No
estamos en la misma lógica de concebir lo político como una demanda
dirigida a otras instancias que
reconocemos implícitamente que son las que “deben” de resolver? En el propio
rechazo de organización estable – deliberado o no- ¿no llevan el abandono del autogobierno?.En este sentido parecerían
ser mareas poco republicanas y mucho
consumidoras. Como las mareas, influyen en la configuración de las costas, pero
nunca serán la costa ni la tierra firme. ¿Es que quieren solo INFLUIR en gobiernos pero NO ser gobierno?
2.-Parecen estar caracterizadas con los rasgos propios de
la “manifestologia”. Ya sabemos como funcionan las manifestaciones: consigna,
grito, slogan,…No es una critica, debe de ser así. Pero dejando que el eje básico del movimiento
sea el momento mismo del hecho bruto de la
manifestación y sus aledaños de propaganda y convocatoria , ¿ donde queda la
deliberación?. ¿No son movimientos poco deliberativos? ¿No se está centrado la
cultura ciudadana que debería surgir de la praxis de lucha en el mero argumento breve, brillante, la consigna
sonora y fácil de repetir, lo siempre unánime,….?
3.-Enlazando con la anterior, la entusiasta unanimidad sistemática que es propia de
este género de movilizaciones, ¿no provoca un narcisismo conformista que
se alimenta del calor de sentirse
“muchos y muy juntos”? ¿No incurren esas mareas en un enamoramiento de si
mismos, entre lo acrítico y lo estético? ¿No encontramos en la “ multitud” aparente lo que en realidad no es multitud
sino un sucedáneo de esa multitud que nos gustaría que se formase y que no es (¿ quisiéramos reconstituir con la
apelación a la palabra como si de un sortilegio se tratase la multitud de la que habla E.P. Thompson?) ¿ No debe
ser mas esa multitud” una hegemonía cutural mas que una
muchedumbre?
4.- ¿ Se crea una
ciudadanía consciente y un vivere civile republicano, semejante a
la conciencia militante que se origina con el esfuerzo permanente, la
abnegación el trabajo político cotidiano, a veces duro, paciente y frustrante ,
organizativo , formativo, participativo, dialogante o polémico, que se
experimenta y se adquiere en una organización política , o sindical? O para que
no se interprete como una apología de lo sindical, del partido o de la “institución superada ” , mejor el
interrogante siguiente: ¿No se trata mas
bien de “construir”- desde ya- república,
en lugar de pedirla; es decir de comenzar a crear, tenazmente y con una paciencia esforzada , nuestras
propias estructuras y organizaciones autogobernadas a todos los niveles: foros, escuelas, cajas de
resistencia, mutualidades, ayuntamientos paralelos, comercios justos,
espacios de ayuda, multipartidos, ….. elaborar nuestras capacidades y
autoformarnos.? Es que tiene el movimiento
que forzosamente ser unitario , ser una sola cosa, un solo frente, un solo partido, como un solo dios? ( ¿ Porque ese prurito teológico- monoteista- de unidad? )
5.- ¿No se cae en el riesgo de confundir, no ya nuestros
deseos por realidades, sino nuestras incapacidades por realidades? Dicho de
otra manera esas Mareas, si creemos que podrán bastarse a si mismas ¿no están
esquivando cuestiones políticas tales como el poder y la organización porque
somos incapaces de resolverlas? Poder y organización disciplinada no significa represión sino que
es sinónimo de capacidad.(1) El poder, en política no es siempre obstrucción a
la libertad sino que es constitutivo de toda capacitación. No se puede liberar
sin adiestrar y sin organizar.¿ No es el problema de la organización es el problema político
por excelencia? Organizar para
manifestarse ¿es organizarse para autogobernarse?
6.- ¿No están nuestros enemigos contentos con esa forma
que estamos privilegiando de movilización
porque se hayan- con una mayor perspicacia-
dado cuenta de su inutilidad d e cara a la supremacía cultural, su
eficaz mito movilizador y generador de conciencia que a ellos les sobra y por
eso “ pasan” olímpicamente y no les mueve ni un pelo en su determinacion?
7.-Seria interesante traer a colación a Arendt y su reflexión
sobre poder y violencia. Poder es capacidad, no fuerza, y en democracia especialmente,
capacidad de concertarse y acordarse. ¿No buscamos, las izquierdas, el poder?
Busquemos capacitarnos, organizarnos, concertarnos,…todo ello implica deliberación
y organización. No es la convocatoria espontánea y anónima surgida de la Web
8.-¿Qué deliberación, que organización , qué capacitación
surgen de las ocurrencias espontáneas de
la Web : hoy un 23 F , ayer un 19 S, después
un 22 N , anteayer un 15 M ?, ¿donde se da un foro entre los que explicita
o implícitamente confiesan simpatizar
con los anonymus?¿ Es un foro de
personas vivientes o de “Twits”?¿ Las
convoca un ser humano o una maquina-convocante? ¿Porqué las convocatorias no
dan nombres apellidos, evitan caras y
siglas, no son responsablemente y
personalmente valientes? ¿Donde esta el hablar franco y rostro descubierto – parresia- , vinculado a la
responsabilidad –graphe paranomon-
de la democracia. ¿Porque nos jactamos
de una Fuenteovejuna sin portavoces ni lideres? ¿No termina en Fuenteovejuna siendo la última palabra la de un Rey que hace justicia?
9.-Decir “¡No nos representan!” no es lo mismo que decir
“¡Que no nos representen!”. Si decimos lo primero estamos pidiendo una “buena”
representación, si estamos en lo segundo, no la queremos y entonces no
basta con gritarlo, hay que actuarlo y autogobernarnos nosotros mismos en las
áreas en las que estamos, implicarnos en
hacer republica cada espacio en que nos vivimos. .”Institutuir” , construir, hacer lo nuevo. Incluyendo como espacios que hay que republicanizar, por supuesto, los
partidos y sindicatos y no marginarse de ellos como si fuesen irrelevantes para
el poder que buscamos o maldiciéndolos como lugares irredentos. En buena parte
de los casos se da en ellos mas responsabilidad, más deliberación, más
esfuerzo, un más meritorio vivere
civile, mas virtud civica , que en la
participación puntual y espasmódica de mareas y movimientos tipos 15M, 23f ,
19 S, …….
Tengo diez o doce interrogantes más, pero con que pudiese
yo mismo responderme a uno solo esos ya estaría contento
No hay comentarios:
Publicar un comentario