EL NEOLIBERALISMO (1)
Hoy querría hablar un poco de un aspecto del
neoliberalismo norteamericano , la
manera como los neoliberales norteamericanos procuran utilizar la economía de
mercado y sus análisis característicos para el desciframiento de las relaciones
no mercantiles, el desciframiento de fenómenos que no son estrictamente y propiamente económicos sino lo que se da en llamar, si se quiere,
fenómenos sociales. Para decirlo con
otras palabras, la aplicación de la clave económica a un campo, que en el fondo,
desde el siglo XIX y sin duda puede decirse que ya desde fines del siglo XVIII,
se había definido en oposición a la economía, en todo caso, como complemento de
ésta, en aquello que en si, por sus propias estructuras y sus propios procesos,
no compete a la economía, aun cuando esa
misma se sitúe en los limites de ese ámbito. Y una vez más, en otros términos,
lo que esta en juego en ese tipo de análisis es, creo, el problema de la
inversión de las relaciones de lo social a lo económico
(…)
Quiere decir,
por un lado., generalizar
efectivamente la forma de “empresa” dentro del cuerpo o del tejido social;
quier decir ,retomar ese tejido social y procurar que pueda repartirse,
dividirse, multiplicase, no según la textura de los individuos sino la textura
de la empresa. (…) Es menester que la vida misma del individuo- incluida la
relación, por ejemplo, con su propia privada, su familia, su pareja, la
relación con sus seguros, su
jubilación, - haga de el algo así como
una suerte de empresa permanente y múltiple.
(..)
Ahora bien, ¿que función tiene es generalización de la
forma de empresa? Por un lado se trata dese luego de multiplicar el modelo económico,
el modelo de la oferta y la demanda, el modelo del a inversión, el coste y el beneficio,
para hacer de él un modelo de las relaciones sociales, un modelo de la
existencia misma, una forma de relación del individuo consigo mismo, con el
tiempo, con su entorno, el futuro, el grupo, la familia.
(…)
El neoliberalismo norteamericano se presenta, sin duda,
con un carácter mas radical mucho mas rigoroso o mucho más completo o
exhaustivo. En efecto, su ambición constante es generalizar la forma económica
del mercado. Se trata de generalizarla a la totalidad del cuerpo social y hasta a todo el sistema social que, por lo
común, no pasa ni es sancionado por los intercambios monetarios. Esta
generalización en cierto modo absoluta, esta generalización ilimitada de la
forma de merado, entraña una serie de consecuencias o implica una serie de
aspectos, dos de los cuales querría recordar.
En primer término, la generalización de la forma económica
del merado, más alla de los intercambios monetarios, funciona en el neoliberalismo norteamericano como principio
de inteligibilidad, principio de desciframiento de las relaciones sociales y de
los comportamientos individuales. Lo cual significa que el análisis en términos
de economía de mercado o, en otras palabras, de oferta y demanda, servirá de
esquema capaz de aplicarse a ámbitos no económicos. Y gracias a ese esquema de
análisis, esa clave de inteligibilidad, podrán ponerse de relieve en procesos
no económicos, en relaciones no económicas, en comportamientos no económicos,
una serie de relaciones inteligibles que no habrían aparecido de tal modo: una
especie de análisis económico de lo no económico. Eso es lo que hacen los
neoliberales para unos cuantos ámbitos.
La vez pasada, en referencia a la inversión en capital humano, les
mencioné algunos de estos problemas. En el análisis que hacen por ejemplo, del
capital humano, como recordarán,
(…)
El segundo uso interesante e estos análisis neoliberales
es que la clave económica va a poder – debe poder- permitir testear la acción gubernamental,
calibrar su validez y objetar en la actividad del poder público sus abusos, sus
excesos, sus inutilidades, la prodigalidad de sus gastos. En resumidas cuentas,
con la aplicación e la clave económica tampoco se trata, esta vez, de
posibilitar la comprensión de los fenómenos sociales y hacerlos inteligibles:
la intención es anclar y justificar una critica política permanente de la
acción política y la acción gubernamental. Se trata de filtrar toda la acción
el poder político en términos de juego de la oferta y la demanda, en términos
de eficacia sobre los datos d este juego, en términos del costo implicado por
esa intervención del poder público en el ámbito del mercado. Se trata, en suma,
de constituir, con respecto a la gobernabilidad ejercida en concreto, una
crítica que no sea simplemente política o simplemente jurídica. Es una crítica mercantil, el cinismo de una
critica mercantil opuesta a la acción del poder publico.
Esto no es un mero proyecto en el aire o la idea de un
teórico. En Estados Unidos experimentamos el ejercicio permanente de esa
critica que se desplegó sobretodo en una institución que, por lo demás, no estaba destinada a eso, pues se había creado
antes del desarrollo de la escuela
neoliberal, antes del desarrollo de la Escuela de Chicago. Es una institución que se
llama American Entreprise Institution for Public Policy Research(1) y que ahora
tiene por función esencial evaluar en términos de costos y beneficios todas las actividades públicas,
por ejemplo, esos famosos grandes programas sociales referidos a la educación,
la salud, la segregación social, que la Administración Kennedy
y la
Administración Johnson implementaron durante un decenio (
1960-1970). Con este tipo de critica también se trata de calibrar la actividad
de los numerosos organismos federales establecidos desde el New Deal y sobre
todo desde el final de la Segunda Guerra
Mundial, como por ejemplo, la administración para los alimentos y salud, la Federal Trade Comission, etc.
Por tanto, criticar de manera permanente, en la forma en que podríamos llamar
“positivismo económico” la política gubernamental.
Al constatar el ejercicio de esta clase de crítica no
puede dejar de pensarse en una analogía que deje una vez más en forma de analogía:
es la critica positivista del lenguaje cotidiano. Cuando se considera la manera como los norteamericanos utilizan
la lógica, el positivismo lógico de la Escuela de Viena, para aplicarlo al discurso filosófico
o al discurso cotidiano, se ve también allí una especie de filtrado, , de
filtrado de cualquier enunciado en términos de contradicción, de falta de consistencia, de sinsentido. Hasta
cierto punto puede decirse que la crítica que los neoliberales procuran aplica
a la política gubernamental también consiste en filtrar toda acción del poder
publico en términos de contradicción, de falta de consistencia, de sinsentido. La
forma general del mercado se convierte en un instrumento, una herramienta de
discriminación en el debate con la administración.
En otras palabras,
en el liberalismo clásico se pedía al gobernante que respetara la forma de
mercado y dejara hacer. Aquí, el dejar hacer se invierte para transformarse en
un no dejar hacer al gobierno en nombre
de una ley de mercado que permitirá juzgar y evaluar cada una de sus actividades.
De tal modo queda invertido el laissez
faire y el mercado ya no es un principio de autolimitación del gobierno, es
un principio que se vuelve contra él. Es una suerte de tribunal económico
permanente frente al gobierno. Mientras que le siglo XIX había buscado establecer,
frente a la acción gubernamental y contra su desmesura, una especie de
jurisdicción administrativa que permitía calibrar la acción del poder publico
en términos de derecho ahora tenemos una
especie de tribunal económico que pretende calibrar la acción del gobierno
desde el punto de vista estricto de la economía y el mercado.
(1).- Extracto de la clase del
21 de marzo de 1979 e n el College de France. .-En “Nacimiento de la Biopolitica.”Akal 2009.
(2).-
AEI. Tiene su sede en Washington. Punta relanza de la lucha contra las
regulaciones, representa, aun hoy, a través e su publicaciones, libros,
artículos informes, una de las mas importantes think tanks del
neoconservadurismo norteamericano.
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