CRECE
UNA NUEVA CLASE SOCIAL EN EUROPA: LA DEL TRABAJADOR POBRE (1)
Según
el informe de la Cruz Roja sobre el impacto humanitario de la crisis en Europa,
el trabajo ya no es una garantía a la hora de eludir la pobreza y el 8,9% de
los europeos con trabajo están bajo el umbral de la pobreza. Las clases medias están disminuyendo a favor
de las bajas e incluso en Alemania 5,5 millones de personas han perdido su
condición de clase media, mientras que medio millón se han unido a la de los
millonarios.
Una
de las mayores preocupaciones de los resultados del estudio efectuado por Cruz
Roja sobre el Impacto humanitario de la crisis en Europa es el surgimiento de
una nueva modalidad de pobre: “el trabajador pobre”, que es la persona que
trabajando más de la mitad del año, gana menos del 60% de la renta media
nacional. Por poner un ejemplo, la cuarta parte de los beneficiarios de
asistencia social en Francia son pensionistas o tienen alguna clase de ingreso.
Esto quiere decir que el empleo ya no es una garantía para eludir una situación
de pobreza y de hecho, en 2011, el 8,9% de las personas con empleo en la UE
vivían por debajo del umbral de la pobreza.
Otros
nuevos grupos más o menos vulnerables son los padres solteros o divorciados,
los estudiantes, las familias con niños pequeños, las personas que pierden su
trabajo o su empresa y las familias donde sólo un miembro trabaja. El informe
también advierte sobre el aumento del riesgo de exclusión en casos de baja
educación – lo que multiplica por cinco el riesgo de pobreza –, mientras que
tener un trabajo de media jornada o llevar en el trabajo menos de un año lo
multiplica por dos. Ser joven también aumenta el riesgo, al igual que
pertenecer a un hogar monoparental, ser trabajador por cuenta propia o vivir en
un entorno rural.
Este
nuevo perfil social se da en los Balcanes, en Francia, Italia, Portugal y
España e incluso en Alemania, donde cerca de 600.000 personas con trabajo
tuvieron que pedir ayudas para pagar sus facturas y 1,3 millones de personas
con trabajo no ganan lo suficiente para vivir por su cuenta. Estas personas se
ven perjudicadas por un contexto en el que la inflación sube por encima de los
salarios, especialmente en alimentos y energía. El informe menciona el caso de
España, donde los precios de la energía aumentaron en un 50% en los últimos
años.
El
problema de estas familias es que viven a diario y carecen de ahorros para
cualquier clase de contingencia. En España, tres cuartas partes de las familias
atendidas por Cruz Roja – 2,4 millones – serían incapaces de hacer frente a un
gasto inesperado de 600 euros y en Hungría, el 80% de la clase media carece de
ahorros.
Además,
las clases medias están tendiendo a desaparecer y en Rumanía, del 20% de la
población han pasado a ser el 10%, lo mismo que en Croacia y Servia. Incluso en
Alemania la clase media ha pasado de ser el 65% de la población en 1997 al 58%
en 2012, lo cual implica que 5,5 millones de personas dejaron de ser clase
media. Durante este mismo tiempo, medio millón de nuevos miembros se unieron a
las filas de los millonarios.
Esta
situación de vulnerabilidad de las nuevas clases sociales europeas, donde
varias personas dependen de uno de sus miembros o el trabajo propio resulta
insuficiente para subsistir genera multitud de problemas psicosociales. Según
explica el estudio muchos de los nuevos pobres se avergüenzan de su nueva
situación y tratan de ocultarla, autoimponiéndose una cierta exclusión social.
Durante la crisis de Chipre, por ejemplo, la Cruz Roja pudo comprobar cómo
muchas personas llegaban a los centros de ayuda conduciendo coches caros.
En
general, la crisis ha generado problemas de salud al conectar la desnutrición
con la depresión por situaciones de pobreza y desempleo y la insalubridad
cuando se dan situaciones de pobreza real. La tasa de suicidios ha aumentado,
al igual que la violencia y la drogadicción y esto ocurre al mismo tiempo en
que los estados reducen sus presupuestos de bienestar social y atención
sanitaria.
Dentro
de la lista de los países que han recortado sus presupuestos sanitarios, España
ocupa el puesto catorce en 2010 y el décimo en 2011, tras países como Alemania,
Grecia, Irlanda, Holanda, Portugal y Eslovaquia, y por delante del Reino Unido.Grecia
es un buen ejemplo de los recortes ya que en este país, más de la mitad de los
desempleados ya no tienen seguro médico y son atendidos por fundaciones sin
ánimo de lucro. La tasa de suicidio ha crecido en un 40% entre enero y mayo de
2011 y la tasa de suicidios en mujeres se ha incrementado al doble.El
Instituto Nacional para la Salud y el Bienestar de Finlandia ha seguido sistemáticamente
a los niños nacidos en 1987, hasta su 21 cumpleaños en 2008. Se les conoce como
los ‘hijos de la recesión’ porque han vivido la crisis que Finlandia pasó en la
década de los noventa. Según este seguimiento, uno de cada cinco ha recibido
tratamiento psiquiátrico o consumido fármacos para distintos trastornos.
También han mostrado síntomas tardíos de la angustia de sus padres cuando
tenían que luchar contra la crisis hace veinte años.
(1).-Fuente:
Sociologos. Com :
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