El sorteo y la democracia
deliberativa
Por Yves Sintomer (*)
El sorteo parece volver en las experiencias políticas tras
haberse eclipsado durante siglos (1)., La experiencia islandesa es emblemática
desde este punto de vista. Tras la crisis económica del 2008 que llevó al país
casi a la ruina, la voluntad de cambiar al equipo de gobierno y las regles del
juego politico se expresó en enormes manifestaciones callejeras. Las
elecciones anticipadas de abril de 2009
llevaron al poder a una coalición de socialdemócratas y verdes y comenzó
el proceso del ex primer ministro en marzo del 2012, Paralelamente una Asamblea
ciudadana de mil personas, sacadas por sorteo de entre algunos centenares de personalidades
cualificadas se reunió a iniciativa de
asociaciones cívicas para definir los
valores sobre los que debería refundarse
el país.
La experiencia se reiteró
en noviembre de 2012, esta vez con apoyo del Estado con el objetivo de aprobar
una nueva constitución . La tarea de esta segunda asamblea ciudadana es la de
determinar, apoyándose en los resultados de la primera, los grandes principios
de la futura Ley Fundamental. Poco después un “Consejo Constituyente” fue elegido
por la población. Está compuesto de veinticinco ciudadanos “ordinarios”. Las 523 candidaturas en
competencia son puramente individuales., los parlamentarios no pueden
presentarse y la campaña electoral se
reduce legalmente un mínimo, alejándose así de las prácticas habituales de una
clase política muy desacreditada. Este Consejo trabajó sobre un nuevo texto
constitucional en la primavera y el
verano de 2011. Entre las principales novedades del proyecto merecen subrayarse: una profunda reforma del equilibrio
de poderes, una mayor trasparencia en los procedimientos de toma de
decisiones, una expansión del mecanismo
de democracia participativa y de democracia directa así como una mayor consideración de las cuestiones
ecológicas.
Los artículos del proyecto constitucional son expuestos en la red a medida de su
redacción y el público puede hacer
comentarios o sugerencias a través de páginas de Facebook, Twiter o
Flickr del Consejo Constituyente. El
proyecto de constitución se transmitió al Parlamente en el verano del 2012 y
fue sometido a referéndum en 2012. Se trata del tercer referéndum en
pocos años. En los dos anteriores los islandeses rechazaron en dos ocasiones (marzo de 2010 y abril 2012)
los proyectos gubernamentales de pago de la deuda que había dejado la quiebra
de los bancos. Se preserva en lo esencial el estado Social y se da una nueva
orientación el modelo económico.
Esta experiencia no es más
que una avanzadilla de los centenares,
incluso miles de otras en las que interviene la selección aleatoria. Por no
citar más que ejemplos franceses, el grupo de Metz de Europa -Ecología-Los
Verdes designó por sorteo a sus candidatos a las elecciones regionales y las
legislativas. La Fundación por La Innovación Política, próxima al UMP, ha propuesto
designar al 10% de los consejeros
municipales por sorteo (2).El Institutito Montaigne, centrista, propone llevar
a cabo una conferencia ciudadana para debatir sobre la financiación de la
seguridad social. La Fundación Jean
Jaures, ligada al Partido Socialista, resta deliberando sobre los jurados
ciudadanos (3). La fundación Hulot reclama por su parte la creación de una
tercera cámara elegida por sorteo (4) y los dirigentes de Attac, cercanos a la
izquierda critica, hablan de reemplazar el Senado por una Cámara constituida de la misma manera. A nivel
internacional, el sorteo suscita un interés creciente en la teoría política.
¿Porque razón había
desaparecido el sorteo en las democracias modernas tras las revoluciones del
XVII? ¿Porque vuelve hoy? ¿Cuáles son las potencialidades legítimas que podrían
justificar un recurso significativo a este procedimiento en las democracias
contemporáneas?
La desaparición del sorteo
en las modernas democracias:
La experiencias
democráticas y republicanas raramente se
han basado en un único procedimiento y la polarización moderna en torno a la
elección es más bien una excepción histórica. La cuestión de saber porque el
sorteo despareció de la escena política con las revoluciones modernas fue estudiado
por primera vez por Bernard Manin (5). Su respuesta se fundamentaba en dos
aspectos: por una parte, los padres fundadores de las republicas modernas
querían una aristocracia electiva, y por tano era lógico que rechazasen el
sorteo, que desde tiempos de Platón y
Aristóteles se asimilaba a democracia.
Por otra parte la teoría del consentimiento estaba fuertemente arraigada en las
teorías del derecho natural y es había difundido hasta tal punto que era
difícil legitimar una autoridad político que no fuese formalmente aprobada por
los ciudadanos.Estos argumentos, siendo
importantes, no agotan toda la explicación.
Concretamente no permiten
entender porque las corrientes radicales mino0ritarioas pero consecuentes que
militaban por una representación descriptiva (en la que el cuerpo de
representantes se asemejase por sus
características a la totalidad del pueblo), no reivindicaron el uso del sorteo
en política, cuyo significado democrática
aún se evocaba por Montesquieu y Rousseau.
Para explicar este enigma habría que abandonar el cielo de las ideas políticas
“puras” e interesarse en la manera en que esas ideas se materializaban a través
de las técnicas de gobierno, sus instrumentos y dispositivos. El concepto de
muestra representativa nos es familiar a
los lectores del siglo XXI sensibilizados por decenios del recurso intensivo a estadísticas
y sondeos de opinión. Sin embargo, no fue inventada hasta finales del XIX. Anteriormente
no se podía relacio0nar sorteo y representación descriptiva puesto que la idea de que la selección aleatoria
lleva estadísticamente a una muestra que posee las mismas características que
el conjunto de la población no estaba científicamente disponible (6)
La imposibilidad de
recurrir al concepto estadístico de neustra representativa, cuando ya el cálculo
de posibilidades estaba muy desarrollado en el momento de las revoluciones
francesa y americana, constituye un elemento determinante para comprender
porque el sorteo político parecía condenado en las democracias modernas: si dimensión-
como repetían hasta la saciedad la casi
la totalidad de los autores de la época- hacía imposible un autogobierno
similar al de las democracias griegas. En ese mundo conceptual, el sorteo
significaba dar arbitrariamente el poder a algunos. En ausencia de la noción de
muestra representativa, los partidarios de una representación descriptiva
estuvieron obligados a elegir otros mecanismos para hacer progresar sus
ideales.
Los mini-públicos
representativos:
A la inversa, el
significado actual de la vuelta al sorteo en múltiples experiencias se explica
sobre todo por la difusión de la noción
de muestra representativa que había previamente ganado una cierta legitimidad
política a través de los sondeos de opinión. Las experiencia contemporáneas se
distinguen en que piensan que el sorteo
es un medio de seleccionar una muestra
representativa (o al menos diversificadas) de la opinión, una especie de
microcosmos de la ciudad, un mini-publico que puede opinar, evaluar, juzgar y ,
eventualmente , decidir en nombre de la
colectividad, allí donde todos no pueden
tomar parte en la deliberación y donde la heterogeneidad social prohíbe
creer que todos los individuos son intercambiables.
Filósofos e historiadores
der las ciencias han descrito como una “domesticación” del zar ha permitido el
cálculo de probabilidades a partir del momento en que los actores se han progresivamente apoderado de él para
utilizarlo como instrumento en sus prácticas científicas, administrativas y
comerciales (7). Es muy posible extender este razonamiento a la política y
afirmare que el cálculo de posibilidades, o mas exactamente, su
manifestación en la noción de muestra
representativa y ha permitido a partir de
los años 1970 domesticar el azar bajo la forma de mini-púbicos.
Algunos de los ideales
caldaicos tales como la igualdad de
todos los ciudadanos ante la selección aleatoria o la idea de que todos pueden
contribuir útilmente a la solución de
problemas colectivos vuelve a encontrar una segunda juventud con las
experimentaciones actuales. Sin embargo
en ciudades como fue la antigua Atenas o
la Florencia medieval o renacentista, se practicaba el sorteo con la idea de
cada uno de los que pertenecía al grupo dentro del que se sacaba a
sorteo, podía ser asa alternativamente
gobernante y gobernado. Bajo esta forma,
la rotación rápida de mandatos o de cargos públicos y la selección aleatoria
permitían un autogobierno difícilmente concebible a escala nacional en las
democracias modernas. La democracia deliberativa reposa sobre otra lógica ( 8).
Se funda en los mini-públicos que hagan posible la constitución de una opinión
pública contrafactual que se diferencia de los representantes electos peor
también de la opinión pública del mayor número. . John Adams podía reclamar que los representantes “piensen, razones y obren como el pueblo mismo” (9). Para los teóricos
de la democracia deliberativa, la similitud estadística entre los
representantes “descriptivos” y le pueblo
no es más que un punto de partida. El minipublico, una vez que ha
deliberado, se supone que es susceptible de haber cambiado de opinión. Tal
cambio es incuso expresivo de la una
deliberación de calidad. Esto es perceptible cuando James Fishkin presenta la
lógica del “sondeo deliberativo”, un instrumento que él ha inventado. Se toma una muestra nacional
representativa del electorado y se reúne a esas personas traídas de todo el
país en un mismo lugar. Se plantea a esa muestra un asunto determinado con un
material informativo cuidadosamente equilibrado, en discusiones intensas de
pequeños grupos, con la psoiubioi8dad de ser oidos a expertos y a responsables
políticos que tengan opiniones opuestas. Tras varias jornadas de trabajo cara a
cara, se pregunta a los participantes de manera detallada,. La respuesta ofrece
una representación del juicio ilustrado del público.
El objetivo es desmarcarse
de la lógica epistemológica y política
de los sondeos celiaco. Mientras que estos no presentan mas que “un agregado
estadístico de impresiones vagas formadas la mayor parte de las veces sin
conocimiento de opiniones contradictorias que compitan”, los sondeos
deliberativos permiten saber “lo que el público pensaría si hubiese tenido
verdaderamente la oportunidad de estudiar el asunto a debatir “( 10)
La legitimidad política del
sorteo:
Mientras que las formas
hibridas abundan, varios dispositivos estandarizados se experimentan al dia de
hoy. El más antiguo, inventado simultáneamente en Alemania y en Estados Unidos en los años 1970, es el de los jurados
ciudadanos. Derivado de los tribunales populares, permite a un grupo de
personas (de 12 a varias decenas) sacados por sorteo, deliberar en unas condiciones procedimentales optimas,
alternando durante un fin de semana o dos discusiones internas y audición de
expertos que defienden posiciones contradictorias. Estos últimos se seleccionan
a veces, en colaboración con el jurado si éste último dura varias
sesiones., por los instructores del
procedimeitno que deben de ser independientes de la autoridad que ha incoado el
proceso. El objeto del jurado es de someter a la opinión pública el tema de
actividad pública sobre el que ha sido convocado (12). Las conferencias de
ciudadanos (o de consensos) se parecen bastante a esto. Nacieron en Dinamarca a
finales de 1980 y trataban sobre cuestiones científicas y técnicas (12). Los
sondeos deliberativos, experimentados por Fiskhin a finales de los años 1970 se
distinguen por su dimensión (varios centenares de ciudadanos sacados por sorteo
se reúnen), pero también por no desembocan en una opinión única sino en un sondeo de opinión ilustrada por debates
contradictorios de calidad. A la inversa, las asambleas ciudadanas del modelo
islandés, que ha tenido lugar por primera vez en la Columbia británica
(Canadá) en 204 (13), son tan importante
por su dimensión como los sondeos deliberativos
pero tienen competencia para la toma de
decisiones o al menos para permitir plantear proyectos a referéndum ante la totalidad
del pueblo,
¿Cuál es la fuente de
legitimación sobre la que son susceptibles de fundamentarse estas experiencias?
Los mini-públicos por sorteo no pueden,
evidentemente, sustentarse en la
legitimidad del número, ni sobre la del saber experto. Sin embargo, la
experiencia histórica y la reflexión fuilosofica nos enseña que son varios las
razones de legitimación que pueden
invocarse,
Una política más
deliberativa:
El postulado que subyace
en los dispositivos contemporáneos, a saber que una deliberación de ciudadanos
“ordinarios” conducida en buenas condiciones puede llevar a resultados razonables,
está ampliamente corroborada por las encuestas empíricas de ciencias sociales
que han llevado a cabo observadores externos a los dispositivos que se analizan.
En esta medida, la opinión de los minipublicos tiende a ser más “razonable” que
la de las masas, a la que puede
influenciar a su vez su encuentra eco en los media. En un contexto en el cual
la insatisfacción por el sistema
político esta ampliamente compartida, esto puede compensar la política
espectáculo y la autonomización de la clase política contribuyendo a ésta se
haga más responsable ante los ciudadanos. El objetivo es promover una mejor comunicación entre
decisores y ciudadanos así como una deliberación de calidad que implique a estos últimos.
Diversidad de experiencias
sociales:
Además, los dispositivos
de deliberación que reúnen a los ciudadanos ordinarios pueden tener ventajas epistemológicas en comparación con el gobierno representativo y
con los comités de expertos, una buena deliberación incluye necesariamente
puntos de vista diversos de manera que
la gama de argumentos que se contempla se ensancha y la discusión es más
inclusiva (14). Desde esta perspectiva los
mini-púbicos elegidos por sorteo tiene la ventaja de ser socialmente- y
por tanto epistemológicamente- más ricos que los comités que se formasen con
expertos o responsables políticos, pero también más que un público participante
formado sobre la base de un voluntariado i9mplicando solamente la sociedad
civil organizada. Su aportación se hace cada vez más interesante en un mundo
progresivamente más complejo.
Un sustitutivo de la
democracia radical:
El tercer argumento se
inscribe en la perspectiva de la democracia radical. Algunos defensores del
gobierno representativo reconocen a veces que el mejor sistema político sería
sin duda un verdadero ·” gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”
pero como ese sistema es imposible en los Estados de masas, el gobierno representativo
representa la opción menos mala disponible. Es sin embargo posible sostener que
, en las democracias modernas, la solución menos mala es la de sustituir a un
pueblo que se autogobierne, o al menos apoyarle, por mini-públicos elegidos por
sorteo. Tales mecanismos afirman un valor democrático fundamental, el de la
igualdad dado que todo ciudadano tiene igual oportunidad d participar en las
decisiones y que su composición social refleja la de ña totalidad del pueblo.
La imparcialidad:
Un cuarto argumento en
favor de los mini-públicos elegidos por sorteo, mas consensual y que se deduce
de una amplia experiencia histórica, se refiere a su imparcialidad. Los
electos, los expertos y los intereses organizados son muy propensos a defender
intereses particulares. Por el contrario, la selección aleatoria tiende a
reclutar personas no partidarias y sin intereses corporativos que defender
y las reglas deliberativas de procedimiento estimulan a formular juicios
inclinados al interés general. Esta característica es particularmente
apreciable cuando se trata de abordar asuntos a largo plazo, como la protección
de equilibrios ecológicos y condiciones de vida de las generaciones futuras (
15)
Los desafíos de la
democracia deliberativa:
El mecanismo de sorteo se
enfrenta no obstante a una seria de desafíos:
La deliberación y las
desigualdades sociales:
¿Cómo prevenir el reparto
igualitario de la palabra en un grupo socialmente y culturalmente jhetegoreneo
donde algunos miembros estarán más acostumbrados que otros a hablar en público,
cuando el capital cultural tiene a disipar las inhibiciones y a estimular la
confianza en sí, y cuando los expertos acostumbrados a ser
escuchados y los profesionales que gestionan el dispositivo pueden
influir de manera importante en los debates? La calidad procedimental de lo
mecanismos tiende a minimizar las asimetrías.
Basta con haber visto como
personas que se mantenían mudas habitualmente se animan en las sesiones de grupos reducidos
y alcanzan a conseguir una capacidad mayor a tomar la palabra para darse cuenta
de las potencialidades del sistema. Aunque la igualdad nos es nunca perfecta.
El efecto de la
deliberación sobre los individuos:
¿Cuáles son los efectos de
la deliberación sobre los individuos que
participan en esos mini-públicos? Los teóricos de la democracia deliberativa
sostienen con frecuencia que al discutir de una manera informal los ciudadanos
están inclinados a convencerse mutuamente apelando a la fuerza del mejor
argumento sin coacciones. Esta hipótesis es difícilmente demostrable sin
embargo y lo que realmente pasa en Las deliberaciones constituye una auténtica”· caja negra”. Incluso hay psicólogos que apuntan que la discusión en grupos pequeños
desemboca en polarización de posturas preexistentes y en hacer más difícil la búsqueda de compromisos.
Si esta lógica observada en laboratorio
no parece que se encuentre en la práctica real de los minipublicos es preciso
convenir por tanto que los efectos precisos de la deliberación sobre los
individuos está por demostrar, aunque la literatura sobre este tema va en
aumento (16)
La cuestión de la
responsabilidad
Se plantea el problema de
la responsabilidad de los ciudadanos sorteados. En la época de Atenas, los que
se hacían miembros de las magistraturas colegiadas debían rendir cuentas de su
actividad. Aunque estén lejos de respetar las promesas electorales, los electos
son responsables ante la ley cuando ocupoan cargos ejecutivos y ante sus
electores cuando se presentan a la reelección. ¿Ante quienes podrán los jurados
rendir cuentas?
La deliberación versus publicidad:
Los sondeos deliberativos
son publicaos pero este no es el caso de los jurados populares que se
desarrollan enteramente a puerta cerrada aunque la opinión final sea hecha publica. En otro contexto,
Jhon Elster ha sugerido que las sesione publicas estimulan a los participantes
a hacer más rígidas sus posiciones y a desplegar argumentos teóricos (17).
Otros añaden que convendría preservar a
los jurados de interferencias de los lobbys. Desde una perspectiva habermasiana
o kantina la publicidad es una de las cualidades de la discusión dado que empuja
a los individuos a contemplar el interés general o al menos a intentar demostrara
que sus argumentos son compatibles con él. Además la presión de la publicidad
hace más difícil las componendas de las sesiones a puerta cerrada. En cualquier
caso, la falta de publicidad de los debates presenta el inconveniente mayor de
hacer que no se implique el gran público.
Deliberación de
mini-públicos versus deliberación masiva:
Los mini-públicos
deliberativos, por definición, pretenden
de encarnar una opinión
contrafactica ( lo que la opinión publica podría ser ), mejor informada,
que se beneficie de un marco bastante
satisfactoria para forjarse pero que puede ser divergente de la opinión de las
masas. La forma en que fueron rechazadas las propuestas de los jurados en muchas experiencias piloto muestra muy bien que ese riesgo no es mera
especulación.
El problema de la
transformación social:
¿Cómo podrían tener una
real incidencia sobre la gente los mini públicos? Los ciudadanos sacados por
sorteo son desprendidos de sus lazos sociales previos y puestos en presencia de
otros de manera artificial. Mientras su convocatoria dependa de la buena
voluntad los poderes no es probable que puedan alterar realmente las
estructuras de poder. Para imponer transformaciones positivas en un mundo donde
la resistencia estructural de intereses dominantes es enorme ¿no es más eficaz
que las discusiones razonables de grupos restringidos? la apelación a la
indignación y al levantami9ento en masa contralas injusticias y los peligros
que amenazan el planeta?.
Las mutaciones de la
representación democrática:
A pesar de estos desafíos,
La ola actual de experimentaciones que recurre al sorteo es significativa de un
intento de enriquecimiento de la democracia. Da fe de ello, por ejemplo, la Asamblea Ciudadana de Columbia Británica
de 2004. Se le confió la misión de
proponer una reforma del modo de escrutinio de esta provincia canadiense. Sus organizadores
estimaban que era preferible no confiar a los partidos la reforma de una ley electoral, tema sobre el
que se daba una especie de conflicto de
intereses. Tras un año de trabajo, La Asamblea ciudadana propuso terminar con
el escrutinio uninomjnal de una sola vuelta, que lamina a las minorías para introducir una lógica más proporcional., El proyecto de
ley que s proponía fue objeto de
ratificación por los ciudadanos en un referéndum en mayo 2005, Gordon Guibnson,
consejero del Primer ministro de Columbia Británica y creador de la Asamblea de
Ciudadanos justifico la innovación de la manera siguiente:
“Estamos introduciendo (…)
nuevos elementos distintos a los de la democracia representativa y la
democracia directa (…) Actualmente las vías de toma de decisiones están profundamente
influenciadas, incluso dominadas, por intereses particulares o por expertos. La
idea de una democracia deliberativa es esencial para que pueda prevalecer el
interés público encarnado en grupos de ciudadanos
elegidos por sorteo. Los representantes que tradicionalmente elegimos son seleccionados
por un consenso mayoritario, por un periodo largo de tiempo, como profesionales, y con una autoridad legal sin límites para
que actúen en nuestro nombre. El nuevo tipo de representantes de los que
hablamos será elegidos al azar, por un breve periodo, como ciudadanos
ordinarios y para tareas específicas y limitadas (18)
Para medir el alcance de
este discurso hay que recordar que la experiencia democrática moderna nunca se
ha limitado al mero gobierno representativo, es decir a la elección regular de representantes
que monopolicen la toma de decisiones en nombre de sus mandatarios. La institución
de una justicia independiente, la actividad de comités de expertos, la democracia
social participada o los elementos de
ede3mocfracia directa que suponían los referéndums
o la iniciativas populares también formaron
parte del panorama, Actualmente, en tiempos de redes sociales y con unos
partidos de masas en decadencia, son perceptibles nuevas vías de legitimidad democrática.
En el futuro sería
deseable que el sorteo se añada nuevamente al sistema de elecciones como lo fue
en la mayoría de las experiencias democráticas y republicanas de la historia.
Para que esta innovación tenga realmente sentido debería institucionalizarse legalmente
y no sustentarse solamente en la voluntad política de responsables
circunstanciales. La idea no es suprimir las elecciones sino enriquecer la dinámica
democrática haciendo intervenir este elemento novedoso a una escala significativa.
La experiencia islandesa muestra las potencialidades de democratización de la
democracia que de ella se derivan: ¡ Que contraste con Grecia que ha emprendido
un camino de reforma desde arriba dejando sin tocar el sistema institucional!,
Sería en todo caso ingenuo
pensar que la política en el siglo XXI no hará más que prolongar con
modificaciones marginales la del siglo precedente. Ante la amplitud de la
crisis del capitalismo financiero y el callejón sin salida creciente al que no
lleva el, modelo productivista seguido hasta hoy, ante el inmenso descrédito
que experimenta la política
institucional hoy día un statu quo no parece ni realista ni
satisfactorio.
(*) Yves Sintomer , es profesor del departamento de
ciencias políticas de la Universidad de Paris
e investigador invitado de la Universidad de Neuchâtel. Sus trabajos de
investigación versan sobre la teoría de la democracia y las mutaciones
contemporáneas de las sociedades democráticas. Ha publicado, entre otras obras:
“El poder del pueblo, jurados populares,
sorteo y democracia participativa “.- Paris La decourverte 2007.
(* )Fuente, Notas y bibliografia : Yves Sintomer, «
Tirage au sort et démocratie délibérative. Une piste pour renouveler la
politique au XXIe siècle ? », La Vie des idées, 5 juin 2012. ISSN : 2105-3030.
URL : http://www.laviedesidees.fr/Tirage-au-sort-et-democratie.html
Mas sobre este tema: Historia del sorteo en politica http://republicadelosiguales.blogspot.com.es/p/temas-republicanos.html
Mas sobre este tema: Historia del sorteo en politica http://republicadelosiguales.blogspot.com.es/p/temas-republicanos.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario