Estimado Sr/a. Director/a
En varias de las cartas al
director de su publicación he podido
comprobar como existe una indignación popular acerca de los exorbitantes
sueldos de los que se benefician gran parte de los gestores de las entidades financieras y miembros
ejecutivos de los consejos de administración de la grandes empresas
responsables de la catastrófica gestión de las actividades de su responsabilidad
que todos conocemos y que, dejados a si mismos , y fuera de todo control y
regulación, han dado lugar a la llamada
crisis y su prolongación continuada en el tiempo gracias a la persistencia de su
gestión absolutamente idiota y duradera incluso
tras esa crisis.
Para corregir esto, muchos
lectores y colaboradores han propuesto que se reduzcan los sueldos y
retribuciones de toda especie de estos responsables que reciben
inmerecidamente.
No estoy de acuerdo.
Es mi opinión, por el contrario, que continúen manteniéndose estas retribuciones
exageradas con el fin de que se reserven estos puestos a los que los han
ocupado siempre. En efecto, recortar los sueldos de estos ejecutivos podría
llevar a que se desanimasen en ocuparlos y que buscasen puestos de trabajo en
otros campos de la actividad que le fuesen
socialmente más susceptibles de aprecio general y más económicamente premiados. Pero, y aquí está la clave de mi oposición a tal
reforma, si no tuviesen esos puestos remuneradísimos , se pondrán a buscar
otros trabajos, y …¿ de verdad queremos
que esos payasos incompetentes y avariciosos construyan nuestras casas, enseñen a nuestros hijos y conduzcan nuestros
taxis? ¿Alguien, con dos dedos de frente, confiaría el mantenimiento y la limpieza de su
calle, o del wáter del colegio de sus hijos, o del paseo matinal para las necesidades de su mascota a gente como Blesa, Rato, o Bernard Madof? ¿
Permitiríamos dar la responsabilidad
de ejercer de mamporreros de caniches –
con perdón de esa digna profesión- a
los Lehman Brothers?. ¿ ¿Alguien en su sano juicio confiaria la responsabilidad de raspar las heces del cagadero de su gato a un individuo que regala a su yerno un caballo por valor de 2 millones de euros, como ha hecho Amancio Ortega, mientras que los trabajadores que emplea en Marruecos o Brasil solo conseguirian esa cantidad en veinte siglos trabajando ochenta horas a la semana ahorrando lo que él les paga? . Locos, sadicos, enfermos, sociopatas,....¡ ocupandose de nuestros perros ! El remedio sería
peor que la enfermedad.
Atentamente.
Miguel Angel Domenech
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