En
un gesto de se puede calificar de «gaullista» [propio del general De Gaulle],
Alexis Tsipras ha decidido convocar un referéndum el próximo 5 de julio para
pedir al pueblo soberano que resuelva la discrepancia que le opone a los
acreedores de Grecia. Tomó esta decisión ante lo que debemos denominar las amenazas, las presiones y los
ultimátums a los que se ha tenido que enfrentar en los últimos días de
negociación con la «Troika», es decir, el Banco Central Europeo (BCE), la
Comisión Europea (CE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Al convocar el
referéndum ha devuelto deliberadamente al dominio político una negociación que los
integrantes de la «Troika» querían mantener en el dominio técnico y contable.
Este gesto ha provocado un reacción extremadamente grave porparte del Eurogrupo
que se mide en el comunicado publicado el sábado[27 de junio] el cual confirma
en una nota a pie de página la expulsión de hecho de Grecia fuera del
Eurogrupo. Nos encontramos ante un verdadero abuso de poder cometido la tarde
de este 27 de junio. Lo que está en juego a partir de ahora ya no es solo la
cuestión del devenir económico de Grecia. Lo que se plantea abiertamente es la
cuestión de la Unión Europea y de la tiranía de la Comisión y del Consejo
[Europeos].
La
declaración de Alexis Tsipras
El
texto de la declaración hecha por Alexis Tsipras la noche del 26 al27 de junio
en la televisión estatal griega es un ejemplo de probidad democrática. Ante el
comportamiento de sus interlocutores y en particular lo que él considera un
ultimátum, el primer ministro griego apela a la soberanía del pueblo. Desde ese
punto de vista el texto es extremadamente claro:«Tras cinco meses de
negociación nuestros socios nos han planteado unultimátum, lo que contraviene
los principios de la UE y mina lareactivación de la sociedad y de la economía
griegas. Estas propuestas violan absolutamente los logros europeos. Su objetivo
es humillar a todo un pueblo y manifiestan ante todo la obsesión del FMI por una
política de austeridad extrema. […] En estos momentos tenemos una
responsabilidad histórica de afirmar la democracia y la soberanía nacional, y
esta responsabilidad nos obliga a responder al ultimátum basándonos en la
voluntad del pueblo griego. He propuesto al consejo de ministros la
organización de un referéndum y esta propuesta se ha aceptado por unanimidad».*
Es
probable que este breve texto henchido de gravedad y determinación entre en la
Historia como una de las declaraciones que hacen honor ala democracia. Este
texto también refleja la cólera fría y determinada que invade a su autor. Y
quizá resida ahí el fracaso principal del Eurogrupo y de las instituciones
europeas, el haber transformado a un partidario de Europa en un resuelto
adversario de las instituciones europeas.
Las
enseñanzas de la declaración Alexis TsiprasConviene leer atentamente este
texto, que no es circunstancial. En efecto, de esta breve declaración se pueden
sacar tres puntos importantes. El primero es que el desacuerdo entre el
gobierno griego y sus socios ha sido de inmediato político. El BCE y la CE no
han dejado de buscar una capitulación del gobierno griego, lo que Tsipras
denomina «la humillación de todo un pueblo». Lo que busca la UE por medio delEurogrupo
es cauterizar el precedente abierto por las elecciones deenero de 2015 en
Grecia. Se trata de demostrar no solo en Grecia sino,lo que de hecho es más
importante, en España, Italia y Francia que nose puede «salir del marco de la
austeridad» tal como ha sido organizado por los tratados, como afirmó Jean-Claude
Juncker, presidente de la Comisión Europea, desde las elecciones del 25 de
enero.
El
segundo punto importante de esta declaración es que por primera vezun dirigente
elegido legalmente y en ejercicio declara que las instituciones europeas hacen
propuestas que tanto en el fondo como en la forma «violan absolutamente los logros
europeos». Es una acusación muy grave. Equivale a decir que las instituciones
europeas,supuestamente las garantes de la democracia, actúan al contrario de
esta. También equivale a decir que estas mismas instituciones, cuya legitimidad
solo existe por delegación de la legitimidad de los Estados miembros, tienen
unos comportamientos que violan la legitimidad y la soberanía de uno de dichos
Estados miembros. Por consiguiente, equivale a decir que las instituciones de
la UniónEuropea se han constituido en Tyrannus ab exercitio, es decir, en un
poder que aún habiendo surgido de procedimientos legítimos, sin embargo se
comporta como un tirano. Equivale a poner radicalmente entela de juicio toda
legitimidad de las instancias de la Unión Europea.
El
tercer punto se deduce de los dos primeros. Está contenido en llaparte del
texto que dice: «En estos momentos tenemos una responsabilidad histórica de
afirmar la democracia y de la soberanía nacional y esta responsabilidad nos
obliga a responder al ultimátum basándonos en la voluntad del pueblo griego».
En adelante sitúa los retos no ya a nivel de la deuda sino al de los principios,
tanto de la democracia como de la soberanía nacional. Y es en este sentido en
elque se puede hablar de un verdadero «momento gaullista» en AlexisTsipras. Osó
plantear la cuestión de la austeridad y del referéndum, y recibió un apoyo
unánime, incluso de los miembros de ANEL, el pequeño partido soberanista aliado
a SYRIZA. De este modo ha ascendido a la estatura de un dirigente histórico de
su país.
La
demostración de fuerza del Eurogrupo
La
reacción del Eurogrupo no se hizo esperar. Después de calificar este referéndum
de noticia «triste» (sad), su presidente, Jeroen Dijsselbloem, pidió al
ministro [de economía] griego, Yanis Varoufakis, que abandonara la sala de
reunión. Al hacerlo confirmó las opciones y métodos vigentes hoy en día en el
seno de la Unión Europea. Más allá de las palabras están los hechos y estos son
de una gravedad extrema. Con un acto que combina la más flagrante ilegalidad
con la voluntad de imponer sus puntos de vista a un Estado soberano, el
Eurogrupo decidió celebrar una reunión en ausencia de un representante del
Estado griego. Por consiguiente, el Eurogrupo decidió de hecho excluir a Grecia
del euro, lo que a todas luces constituye un abuso de poder. Y hay que recordar
aquí varios puntos que no dejan de tener consecuencias, tanto jurídicas como
políticas:
1.
Actualmente no existe ningún procedimiento que permita excluir a unpaís de la
Unión Económica y Monetaria (no real de la «zona euro»). Encaso de haber una
separación solo puede tener lugar de común acuerdo y amistosamente.
2.
El Eurogrupo no tiene existencia legal. No es más que un «club» queopera bajo
la cobertura de la Comisión Europea y del Consejo Europeo.Esto significa que si
el Eurogrupo ha cometido un acto ilegal (yparece que efectivamente lo ha
cometido) la responsabilidad de elloincumbe a estas dos instituciones. Por lo
tanto, estaría justificados el Estado griego demandara a la vez a la Comisión y
al Consejo ante el Tribunal Europeo de Justicia, pero también ante el Tribunal
Internacional de Justicia de La Haya. En efecto, la base de la Unión Europea es
una organización internacional, lo que se constata, por ejemplo, en el estatuto
y las exenciones fiscales de los funcionarios europeos. Ahora bien, la regla en
toda organización internacional es la unanimidad. El Tratado de Lisboa previó
mecanismos de mayoría cualificada, pero estos mecanismos no se aplican al euro
ni a las cuestiones de las relaciones fundamentales entre Estados.
3.
El demostración de fuerza (porque hay que llamarlo por su nombre)que acaba de
hacer el Eurogrupo no concierne solo a Grecia. Otrospaíses miembros de la Unión
Europea (y pensamos en Reino Unido oAustria) también podrían denunciar tanto
ante la justicia europea comoante la internacional la decisión de hecho que ha
tomado el Eurogrupo. En efecto, la Unión Europea se basa en unas reglas de
derecho que se aplican a todos. Toda decisión de violar estas reglas contra un país
particular constituye una amenaza para el conjunto de los miembros dela Unión
Europea.
4.
Así pues, hay que ser claro. A largo plazo la decisión que ha tomado el
Eurogrupo bien podría significar la muerte de la Unión Europea. O bien los
dirigentes europeos, evaluando el abuso de poder que se acaba de cometer, se
deciden a anularla, o bien, si perseveran en esta dirección, deben esperar una
insurrección de los pueblos contra la Unión Europea, pero también de los
gobernantes de determinados países. Así, es difícil ver cómo va a aceptar estasprácticas
unos Estados que acaban de recuperar su soberanía, comoHungría, la Republica
Checa o Eslovaquia.
Todo
esto saca a relucir claramente la naturaleza fundamentalmente antidemocrática
de las instituciones de la UE y el hecho de que esta última se esté
constituyendo en Tiranía. El silencio de los principales responsables tanto del
Partido Socialista [francés] como del antiguo UMP (rebautizado «Los
Republicanos») dice mucho sobre el embarazo de una parte de la clase política
francesa. Sin excusarlo, resulta comprensible.
El
fantasma de la democracia en los pasillos de Bruselas. Por consiguiente, en
Francia se siente de manera muy diferente el malestar que provoca la iniciativa
de Alexis Tsipras. Ya sea en el Partido Socialista o en los «Republicanos» no
se pueden oponer abiertamente a esta decisión sin contradecir inmediata y brutalmente
todos los discurso dichos sobre la democracia. Pero, en realidad, el referéndum
griego agita el fantasma de otro referéndum, el de 2005sobre el proyecto del Tratado Constitucional
en Europa. Uno de los episodios más vergonzosos y más infamantes de la vida política
francesa es la manera como la inmensa mayoría de la clase política francesa,
desde Nicolas Sarkozy a François Hollande pasando por losAubry, Bayrou, Juppé y
otros Fillon, fue desautorizada por la victoria del «Non», aunque hizo pasar de
contrabando el mismo texto, excepto unas pocas cosas, durante el Tratado de
Lisboa ratificado por el Congreso en Versalles.
No
se puede ni se debe prejuzgar el resultado de este referéndum. Perohay que
poner de relieve que representa la vuelta de la democracia aun espacio europeo
del que estaba ausente. Es probable que los partidos de oposición, tanto Nueva
Democracia como el partido de centro izquierda El Río (To Potami) protesten y
traten de impedir promedio de diferentes recursos legales la celebración de
este referéndum. Estas reacciones son paradigmáticas de los comportamientos antidemocráticos
que florecen hoy en Europa. Aportan agua al molino deAlexis Tsipras. Se percibe
lo aterrorizados que están hoy por el fantasma de la democracia los actores
europeístas de este drama .Así pues, Alexis Tsipras no debe esperar apoyo
alguno de François Hollande, sin querer ofender a Jean-Luc Mélenchon. Nuestro
presidente [Hollande] cae sin miramientos en su propia mediocridad. AlexisTsipras
no debe esperar la menor gracia de Angela Merkel cuya política es la verdadera
causa de esta crisis. Pero puede esperar el apoyo de todas aquellas personas que
en Europa luchan por la democracia y la soberanía.
.- Jacques
Sapir dirige el grupo de investigación Irses en la FMSH(Fondation Maison des
sciences del homme) y coorganiza con el Institutde prévision de l'économie
nationale (IPEN-ASR) el seminariofranco-ruso sobre los problemas financieros y
monerarios deldesarrollo de Rusia. Pueden leer sus crónicas en su blog
RussEurope.
* Traducido del francés
para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
Texto íntegro en castellano,
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=200484
Fuente:
http://www.lefigaro.fr/vox/politique/2015/06/29/31001-20150629ARTFIG00071-jacques-sapir-referendum-grec-le-retour-de-la-democratie-en-europe.php
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