Por JACQUES BOUVERESSE (*)
Estamos
obligados a plantearnos la cuestión siguiente: ¿Es concebible que la religión
acepte comportarse, como la ciencia, es decir, presentar sus afirmaciones
simplemente como hipótesis que no son , en el mejor de los casos, nada mas que
una verdad probable? En otras palabras, ¿le es posible a la religión, si quiere
ser juzgada en función de los mismos criterios y beneficiarse del mismo género
de consideración que la ciencia , aceptar lo que esto implica, a saber
renunciar no solamente a la verdad sino igualmente a la certeza y a resignarse
a una forma de escepticismo acerca de la naturaleza real de los objetos que
había creído posible conocer?. Es, cuanto menos, difícil de imaginar.
Para Russell, lo que es reprochable de la
religión cuando se la compara con la ciencia no es la falta de certeza sino mas
bien la ausencia de duda y de la capacidad de dudar. Esto es a sus ojos un
defecto que las creencias religiosas comparten ampliamente con las creencias
filosóficas. Yo creo que Russel no forma parte de esos filósofos sospechosos de
aplicar los principios de una epistemología ambiciosa en la discusión de las
propuestas religiosas y de una epistemología modesta al discutir las
científicas. Utiliza la misma epistemología en los dos casos y piensa que esto
acarrea habitualmente consecuencias (particularmente , el escepticismo y la
obligación de aceptar la imposibilidad de saber) que la ciencia puede admitir y
a las que ha sabido acomodarse mientras que la religión parece por naturaleza
incapaz de hacerlo. Fuera de las matemáticas- que es un caso un poco aparte- la
ciencia está obligada- se dice- a contentarse con la probabilidad y debe de
aceptar igualmente el no saber y ni siquiera saber si algún dia podrá saber.
¿Se puede decir exactamente lo mismo de la religión?
(*)Jacques
Bouveresse, Peut-on ne pas croire ? Sur la croyance, la foi et la vérité,
Marseille, Agone, 2007
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