Por Seb Durand (*)
el sufragio lo es d ela oligarquía”
( Montesquieu.-“L´espirit des losi.-Livre
“,cap.2).
“
Por ejemplo, es democrático el sorteo
para la elección de magistrados y
oligárquico elegirlos”
( Aristoteles,
política libro 3,cap 9)
Cuando los revolucionarios
de los siglos XVII y XVIII en Inglaterra, en Estados Unidos y en Francia instituyeron
el régimen de elecciones que hoy conocemos, no querían instaurar una
democracia. “ Hay que apartar al pueblo
del gobierno, para crear un cuerpo electo de ciudadanos que lleguen a ser “una
clase de profesionales de la política”, escribía precisamente Sieyes ,uno
de los inspirador de las constituciones
del periodo revolucionario ( Propos de l´abbe Sieyes sur la question du vote
royal) en 1789)
Aunque el derecho al voto tiene algún aspecto democrático
a causa del hecho de la igualdad de sufragio, es necesario constatar que ha contribuido a dar resultados de
desigualdad: los elegidos son muy diferentes de los electores.
La elección consiste de manera evidente en una selección que da la
preferencia a aquellos cuya facultad de comunicar es más eficaz, a los que
parecen o se pretenden mejores o más competentes, , a los que disponen de tiempo libre,
dinero, relaciones y se apoyan en
grandes partidos ,l o disponen de ciertas facultades , como el llamado “
carisma”
Cuando se procede a la
elección por escalones, de manera indirecta, ese principio “ selectivo” se
multiplica.
La noción de representacion
fue inventada por los monárquicos ingleses y tras ellos los franceses, en los siglos XII y XIII.
Al hacer que fuesen electos los representantes de las corporaciones ante el
monarca, hablando constatado que los
impuestos tenían una mayor aceptación.
Por esta razón el cargo de represnetante electo
era precedido de juramentol de obediencia
al soberano.
En el sistema moderno de
democracia representativa, el juramento d
e obediencia ha cambiado de lugar, ya no son los electos los que obedecen al
poder ( al poder del pueblo si nos atenemos
al significado de democracia), sino que es el pueblo el que obedece a los elegidos. En
efecto, el cuidando se siente obligado aceptar el resultado .En primer lugar ,
su resultado obliga incluso aunque la débil
participación sea tal que las elecciones
hubieran debido ser , en toda lógica , declaradas
pura y simplemente nulas. Las elecciones
permiten igualmente una mayor garantía de obediencia del pueblo a una “ aristocracia”
electiva que compone la oligarquía que se reparte los puestos de poder como si fuera el juego de las sillas.
Esta aristocracia electiva hace que sea aceptado, con la ayuda de otros poderes
como los de los media, las daciones favorables a la propia oligarquía, como las
privatizaciones, la reducción de impuestos a los más ricos, al mismo tiempo que preparan por medio de
discursos manipuladores que utilizan la desinformación, las omisiones d información,
que les sea favorable para la próxima
cita electoral. El conflicto entre
elites, que regularmente y acertadamente se invoca al respecto no es en realidad
una disfunción denunciable sino una
norma que debe de ser temida en cuenta.
Sin embargo no es deseable
ni posible la supresión absoluta de la elección
por sufreagio. Lo importante es sobre todo no considerarla como el
único y exclusivo sistema de legitimación política.
El sorteo es un modelo de designación intrínsecamente
democrático y tiene muchas ventajas y un único inconveniente. Señalemos de inmediato el inconveniente:_ la
incompetencia eventual del designado. Pero señalemos también de inmedito que el
hecho de ser elegido por otro sistema tampoco
garantiza la competencia ni el conocimiento en el dominio en los que las
decisiones se van a adoptar. Como se ha señalado, en el estadio actual de
desarrollo de las técnicas de publicidad orientadas a la persuasión, puede ser un candidato apto para convencer o
para ganar las elecciones, pero no tener aptitud para gobernar. ¿No se rodea el
electo de un equipo técnico de colaboradores y solicita la opi9nion de
expertos? El problema de la incompetencia puede resolverse por la voluntariedad
(el designado puede rehusar el puesto
alegando ese motivo de incompetencia) o bien, por sistemas de discusión informativas, consensuadas, reservándose el sorteo para los casos de composición de sanables
en que se de delibere. Estas cámaras deliberativas no tiene que ser forzosamente
el parlamento o el senado, podría ser una cámara de poder popular que ejerciese
un auténtico contrapoder a la clase política profesional (componente de la
oligarquía de electos por voto) , y a
los llos poderes financieras facticos (
componente de la oligarquía no electiva) con poderes de decisión.
El sorteo, tiene por el contrario,
las ventajas siguientes:
1.- El sorteo es automáticamente
una muestra representativa de la población.
Una muestra seleccionada aleatoriamente,
al contrario de lo que ocurre con otras muestras seleccionadas por otros metidos,
concurso, cooptación, elección,..) , es siempre representativa de la
composición misma de la sociedad
Paul Daniels , utiliza esta
metáfora.: “ Si se desea conocer lo que el pueblo piensa o quiere, lo primero que
debe hacerse es convocar a un pueblo en miniatura de la misma forma que con una
cuchara en un m bol de mermelada, el contenido sacado corresponderá exactamente
al contenido del tarro”. Es el mismo
método que inspira los sondeos de opinión.
2.- El sorteo garantiza mejor la imparcialidad de las decisiones
y pone límites a la corrupción por intereses personales.
Una muestra seleccionada será
más apta para generar resistencia a consideraciones externas al interés general
tal como pueden darse entre los elegidos
que están preocupados por su carrera política, su continuidad y
permanencia en el cargo. Los nombrados por sorteo carecen de ambiciones o de interés
de continuidad o de razones “hacer carrera “ en la política que puedan motivar sus actos.
El riesgo de corrupción queda
limitado a causa de la volatilidad de los elegidos con este sistema puesto que la
corrupción pierde la posibilidad de anclarse en posiciones estables siendo
menos útil al corruptor alguien que no está en su puesto más que temporalmente
y resultara ocuparlo de manera aleatoria
e imprevisible, siendo igualmente aleatoria la persona que haya de sucederle en el mismo cargo.
3.-El sorteo organiza una
real división de poderes.
Implica una rotación de puestos. El designado por sorteo ocupa su
puesto durante un tiempo relativamente corto, en general, un año, y la renovación de mandato– si no es explícitamente prohibida- es un hecho excepcional.
Consigue la intención del principio de división de poderes que es la de que “el
poder limite al poder” y nunca se extienda de manera absoluta. El sorteo, ,
impide, físicamente, por limitación de tiempo de ejercicio y por su carácter
aleatorio, la formación de grupos , lobbies,
o estructuras deliberadas de continuidad que constituyan un poder. Se realiza así, una limitación al poder de
manera más eficaz que con la división constitucional actual de poderes fácil de
burlar por el monopolio de nombramientos en todos los poderes que implican las
elecciones mayoritarias. ( mayorías en legislativo, ejecutivo y nombramientos
clave en los órganos superiores judiciales).
4.- El sistema de sorteo es más
igualitario.
El ciudadano es considerado
como un sujeto de decisión y no como un sujeto a elegir. ¿ Cuantos de los
que se interesan a la política -en el sentido más noble del término :“ocuparse
de los asuntos comunes”, pueden acceder a esa ocupación sin pasar antes
por filtros y obstáculos numerosísimos
de la política a organizada y la obligación de pertenencia a un partido , a una
red de influencias, de medios financieros, etc.?
Al contrario de lo que ocurre
en el sistema de elección, El sorteo ofrece a todos la igualdad de
oportunidades de acceder a los procesos de toma decisiones propios de la
democracia
El hecho de saber que uno
puede ser designado de un dia para otro incita a interesase en al política a
estar informado, a despertar el civismo, a cultivar el espíritu crítico y
participar en la vida de la ciudad.
6.- El sorteo responsabiliza
mientras que la elección infantiliza.-
El ciudadano designado por
sorteo deberá tomar decisiones, no delegarlas en otro. Es parte integrante del
sistema democrático, no renuncia en otro su responsabilidad sino que actúa como
un ciudadano adulto.
7.-El sorteo pacifica las
tensiones.
Dice Montesquieu (una vez más).
“nadie se siente afligido por que le toque un sorteo”.
El sorteo evita querellas entre
facciones, refuerza la cohesión social (
los designados pueden ser obreros, empleados, parados, precarios, jóvenes o
viejos, etc. ..) , resuelve los problemas de listas paritarias entre hombre-mujer.
!
Fuente. :
http://www.agoravox.fr/actualites/citoyennete/article/le-tirage-au-sort-un-pas-vers-
la-100061
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