Reflexiones descosidas a propósito
de la verdad, la libertad , la democracia,
la representación y el riesgo de gobierno del bajo pueblo.
Por Miguel Angel Domenech
Lo
que se hace significar hoy por política es gobierno y administración. Ya no se habla de soberanía. Incluso entre los
más atrevidos que se presentan como renovadores, se utiliza, en lugar del concepto y propuesta de gobierno del pueblo, la pedantería de “ empoderamiento”. Es expresivo como se ha reducido una esperanza política
ancestral a un término sacado del negocio mercantil privado. Como si el pueblo necesitase
“dar” o “apoderar” a alguien para ejercerse a si mismo y su voluntad. La política
ya no es cuestión de soberanía y libertad sino de gobierno y administración de
cosas.Es una empresa mercantil, no una vida ni una moralidad. (No es un ethos sino un oikos.No una etica sino economia ).
Asistimos
simultáneamente a una erosión lenta del modelo democrático cada vez más reducido al momento electoral y cada vez más
limitado al gobierno y administración. El problema es que
a fuerza de sacralizarse, las elecciones terminan reduciéndose a ser la esencia
misma de lo político. Sin embargo, la
vida democrática presupone espacios de deliberación y de decisión , no
solamente de delegación en otros ni en gestión competente porque tiene que ver
con el propio desarrollo moral de las personas como seres libres que se
autogobiernan. Es una cuestión de dignidad, no de resultados. Todo ello con
independencia de la comprobación empírica e histórica de que el gobierno de
todos ha dado siempre mejores resultados que el gobierno de los pretendidos
sabios. El gobierno de los competentes y sabios siempre ha degenerado en el de
los poderosos, siendo aquellos finalmente
los lacayos de los dominantes.
Politica se identifica, cada vez mas con
gestión gubernamental porque asi se
aleja al pueblo de la toma de decisiones y se reduce cada vez en mayor medida a
elecciones- porque de esa manera se
elimina el ¡riesgo del gobierno del pueblo y del ejercicio de su soberanía.
La reducción de la política a gobierno y
administración es paralela a la reducción de la equidad a actividad de las ONG.
Policía y caridad se hacen las bases de
un orden donde los poderosos y desiguales viven a costa de los oprimidos.
Paralelamente a estas dobles reducciones
de la política a gestión política de las
cosas y de la equidad a atención benéfica, se
lleva a cabo otra reducción: la del autogobierno a la delegación de
gobierno, la de renuncia ala soberanía, por la extensión de la representación,
la reducción de la democracia al voto y la urna electoral. Forzosamente, tras
estas reducciones, la política has de ser asunto de administración y política de
los sabios, de los técnicos competentes. La única política es responsabilidad
de los elegidos como representantes hacia sí mismos y su conciencia como fidelidad a una vinculación personal con una Verdad y no
la obligación de responder ante la decisión libre de los otros. Esto, en
el mejor de los casos, normalmente se trata más bien de una vinculación a un
puesto privilegiado de trabajo.
La
política , asi vista, trata, por consiguiente, de
pastorear hombres, es decir de una actividad en bien del rebaño, de un servicio
que se presta a aquellos que no saben qué sea su propio bien. El carácter
mistificador de ese servicio prestado
por los competentes a los incompetentes se hace manifiesto en el hecho
de que si han de considerarse incompetentes en la gestión de los asuntos
comunes, ¿por qué sí que se les atribuye
una cualidad de clarividencia
especial en la elección de los
representantes? La respuesta se hace evidente. Porque la representación política
no es para representar voluntad alguna popular sino para limitarla e impedirla
y solo se apela a ella para dar apariencia de legitimidad a lo inconfesable: que no es el pueblo quien
debe gobernar.
El
carácter mistificador de la institución de la representación política se hace
evidente en el expresivo cinismo
–inadvertido- como Benjamin Constante justificaba la libertad de los modernos frente a la de los
antiguos: los ricos no llevan sus asuntos de gestión del patrimonio directamente sino que lo delegan en
administradores y capataces, siendo cosa de pobres la administración directa de
sus escasas propiedades, gestión directa posible por ser escasas precisamente.(1) La equivalencia
política ricos-gestión por
representante, pobres-democracia directa es la confesión franca del
fundamento de la mediación política que instituye la democracia representativa liberal:
la de la desigualdad y la de la exclusión de los pobres en la vida política. Se
cierra asi el círculo de conclusión que al principio se apuntaba y cuyo
anticipo podía escandalizar, un orden
donde los poderosos y desiguales viven a costa de los oprimidos.
El
pastoreo de los desiguales sobre el pueblo ignorante no puede soportar un
concepto de libertad que no sea el de libertad negativa, es decir su concepción
cono ausencia de coacciones externas. Si la libertad fuese autogobierno- como
proclama la visón republicana – y si fuese autonomía- como proclama la ilustración
humanista, es decir, poder del ser humano y de la sociedad de darse sus propias
normas, y no someterse a las de otro, sean dioses, tradiciones, ancestros, naturalezas,
o sabios, no cabría pastoreo alguno.
Solo afirmando que no todos tienen el
suficiente discernimiento moral puede delegarse
la definición de lo que haya de hacerse
o no hacerse, de lo que sea justo e injusto, bueno o malo, en
representantes que si lo tienen. Por lo tanto la concepción de la libertad simplemente
como libertad negativa de ausencia de coacción y no interferencia en el goce de
derechos subjetivos individuales, es la única concepción posible una vez
retirado a la universalidad de los humanos la facultad de discernimiento moral.
Porque retirada esta facultad para atribuírsela únicamente a una élite selecta
de los que conocen el bien el mal, se retirararía el derecho a la libertad a
menos que se cambie la concepción dela
libertad reduciéndola a la limitada
facultad de no ser interferido. Al rebaño se le permite pastar a su gusto y se le lleva a los mejores pastizales, pero
sigue siendo rebaño llevado por pastores, no hombres libres. La última
generación de los derechos individuales subjetivos – la definición de la ciudadanía
como poseyendo derechos políticos- no constituye una ciudadanía, es decir no
dejan de ser rebaño pastoreado, puesto que esos derechos subjetivos individuales
de carácter político no son autogobierno- como decimos- sino se limitan a selección del mediador, del
pastor que ha de llevar al rebaño alas verdes praderas. La vida ciudadana, la
comunidad humana , funcionaria , así
efectivamente., según tan expresivamente decía Aristóteles como “vacas paciendo en el mismo prado”. (2)
La política
forma parte de la ética por cuanto es parte del desarrollo de la personalidad
humana libre. La definición de los
asuntos comunes, el juicio colectivo sobre lo bueno y lo justo, y la definición
de las normas por las que nos gobernamos según aquellas categorías, es la actividad
propia de la libertad y el ejercicio de la política es el propio ejercicio de
la libertad. En ningún caso puede delegarse ese ejercicio porque la libertad y la moralidad no son
facultades delegables en otro ni renunciables a menos de renunciar a la
humanidad. La condición humana libre no puede delegarse ni representarse.
Por
otra parte, todo discurso moral debe partir del hecho de que el hombre no es ni
ha de realizar ninguna esencia, ninguna vocación histórica o espiritual, ningún
destino biológico. Solo a partir de estos datos puede existir algo así como una
ética. Pues está claro que si el hombre
fuese o tuviese que ser esta o aquella sustancia, este o aquel destino, no existiría experiencia ética
posible, y sólo habría tareas que realizar., Esas tareas serían las
definidas por quienes pudiesen discernir
esa esencia. La ética no sería sino asunto de intermediarios, sacerdotes,
libros sagrados o científicos que o bien la dictasen como revelada o nos la
revelasen como verdad. Ante esa verdad
no cabría sino la obediencia, no la libertad. . Esto no significa, todavía, que el hombre no
sean alguna cosa, que esté simplemente consignado a la nada y por tanto pueda
decidir a su arbitrio ser o no ser, asignarse o no este o aquel destino (nihilismo y divisionismo se
encuentran en este punto). Hay de hecho, alguna cosa que el hombre es y tiene
que pensar aunque esto no haga de
él una esencia, ni sea tampoco propiamente una cosa: es el simple
hecho de la propia existencia como posibilidad y potencia Es decir el hombre es libertad.
Esa
libertad y potencia de hacerse- humano o inhumano-es la que está detrás del
vértigo de la democracia. Porque la democracia es la afirmación de esa libertad
universalmente atribuible. No es un mecanismo de mayor eficacia o de mayor
acierto, - no porque más vean muchos ojos que uno solo- sino porque
el único posible para la vida libre propia de lo humano, incluso de su
posibilidad libre de incurrir en lo inhumano. De ahí su fragilidad y su fuerza. Nada esta garantizado,
toda la vida de los humanos es
contingente, frágil, azarosa, única y preciosa.
Nuestras
creencias no se vinculan a objetos
independientes de nuestro lenguaje y pensamiento ni son más
estables y eternos que estos. Las creencias no son valores que se impongan como objetos eternamente validos con
independencia de lo que los humanos digan. La vida buena, por lo tanto hay que
buscarla en los discursos y opiniones humanas que existen o que puedan
producirse y no se encuentra más allá de la existencia humana. Esta fragilidad
de operar con la doxa, con la opinión,
en los asuntos humanos, comporta el riesgo trágico de que el hombre sea la
medida de todas las cosas, y que lo bueno y lo malo no se halla más allá de la experiencia libre.
Es la “fragilidad del bien” que ha comentado Marta c. Nussbaum. (3)
No es una casualidad que pensadores
que insisten en este “núcleo duro” de su concepción humanística sean a la vez los que llegan a la deriva consecuente de la
radicalización democrática y critica de las formas mediatizadas del su funcionamiento –a tareas de la
representación-denunciándolas como no genuinamente democráticas. Hay tres
pensadores muy característicos de esta posición. Rousseau, Arendt y
Castoriadis.(3)
Es conocida
la critica que por ello ha llegado a ser
la ¡cita inevitable. El pueblo ingles cree ser libre al nombrar a su
representantes, pero no es sino esclavo, porque renuncia al ejercicio de su
soberanía, es decir a su libertad- equivalente a autogobierno,- en ese mismo acto de permitir ser
representado. “Los ingleses se creen
libres. Están terriblemente engañados. Son libres cuando eligen a los miembros
del Parlamento; en cuanto éstos han sido elegidos, el electorado se esclaviza;
no es nada” (5 ) El único momento de ejercicio de su libre voluntad es un
acto de decisión- solo el instante del voto- inmediatamente después, se ha producido
por ese mismo acto, la renuncia a las decisiones posteriores y el autogobienro:
deviene esclavo.
La
renuncia al ejercicio azaroso de la libertad es una huida del vértigo de la
propia responsabilidad en favor de la seguridad de su delegación en “los
mejores”, en los que saben que sea lo cierto y pooseedores de la competencia
de una techne que averigua la verdad. Esa verdad que se impone – por su naturaleza,
como una fuerza irresistible e indiscutible. .- Dice Aristóteles sobre lo
necesario (6), que es aquello que es
impuesto a la fuerza y con violencia en contra de la inclinación o de la
elección libre. Y trae una frase del
poeta Eveno de Paros. “todo lo
necesario es por naturaleza penoso”.
Toda necesidad implica un grado de violencia, parece ser algo que no
pasa por la via de persuadir con la razón,
por lo tanto que no pertenece a la elección ni a la deliberación razonada. Pero solo
deliberamos sobre lo que podemos cambiar –repite Aristóteles. (7)
El
reino de la libertad es, en efecto, el reino de lo no necesario, de lo contingente, de lo que podría ser de otra
manera, por eso en él se ejercen las facultades de la razón y de la persuasión.
Hannah Arendt lo recuerda al decir. “en política,
si existiese la Verdad, no seriamos
libres”. Como para Aristóteles, el ámbito de lo político es el de la doxa, la opinión, la discusión. La verdad,
la aletheia , no puede entrar en la categoría
de lo político, por lo tanto no hay techne posible en ella. El técnico, el
experto, no es el político sino que tal oficio lo ejercían en Grecia, los excluidos
de la política: los esclavos, en tanto que eran encargados de la policía, y orden público, la administración, la contabilidad pública, los archivos, …Es la razón por la que el
sorteo es el modo de elección democrático y la elección – el análisis y la opción
sobre capacitación y competencia- lo propio de la aristocracia, como insisten, Aristóteles
una vez más, y Montesquieu. El a priori de la aristocracia es suprimir lo político porque es la presencia
del común que opina. Se llega asi , a la verdadera razón de las reducciones
diversas que se operan en política. Su finalidad es la exclusión. Es negar la
peligrosa evidencia de que la política es cosa de pobres por ser lo propio del común,
lo propio de cualquiera por ser la libertad lo propio del mero humano, sin
atributos de cualificación condicional: riqueza, saber, titulo, nacimiento.,…la
encarnación privilegiado de este humano
libre y desnudo y desposeído es el
pobre. Es la razón por la que el nombre de Republica- toda autentica res-publica- ha sido siempre la esperanza de los más pobres
y de su libertad.
Eso
es precisamente el ámbito de la acción humana, el de la libertad. El ámbito de
lo necesario es, por el contrario lo propio de lo divino, de los dioses. O de
los que pretenden ser sus portadores o legitimar su domino en la posesión de
una revelación: “sin obispos no hay rey”. La acción humana tiene que ver con lo
inacabado del mundo que corresponde a la acción del hombre- él mismo inacabado-
de completar y completarse puesto que él
mismo esta inacabado, no dado. Ese terreno de la libertad, de lo contingente y
no necesario ni perfecto, es en el que se puede desplegar la razón práctica (la moralidad) y el razonamiento, el dar y recibir razones,
el del entendimiento practico y la
deliberación.
Volvemos,
por este camino reflexivo al riesgo de la condición humana y del individuo moral. La libertad no
conduce necesariamente a la felicidad y cuando
lo hace, esa felicidad no tiene certeza absoluta de descanso definitivo.
De todo ello, y con el material del sentido de estas reflexiones, podria articularse una consecuencia de acción estratégica de verdadera politica emancipadora que no sea la espera en divinas providencias de "sorpassos" electorales o de apelaciones a uniones de izquierda en torno a un lider, y otros productos derivados de maquinas electorales y de artefactos de representación politica . Cuando vayamos convenciéndonos de que representación no es democracia sino una modalidad de oligarquía que hace juego armonioso con la otra modalidad de dominación que es el capitalismo, serán los movimientos que vayan produciendo un poder popular y espacios autogobernados desde la la lucha diaria de las masas de desfavorecidos y de pobres el objeto de nuestra esperanza.
De todo ello, y con el material del sentido de estas reflexiones, podria articularse una consecuencia de acción estratégica de verdadera politica emancipadora que no sea la espera en divinas providencias de "sorpassos" electorales o de apelaciones a uniones de izquierda en torno a un lider, y otros productos derivados de maquinas electorales y de artefactos de representación politica . Cuando vayamos convenciéndonos de que representación no es democracia sino una modalidad de oligarquía que hace juego armonioso con la otra modalidad de dominación que es el capitalismo, serán los movimientos que vayan produciendo un poder popular y espacios autogobernados desde la la lucha diaria de las masas de desfavorecidos y de pobres el objeto de nuestra esperanza.
(1).-B. Constant – “ De la la libertad delos
antiguos,comparada con la de los modrnos.-Discurso”
(2).-Aristóteles
“ Etica a Nicomaco”.-1170b,10-14
(3).-“La
fragilidad del bien.-Marta C. Nusbaum.-La balsa de la medusa.-Madrid 2003.
(4).-
Ver. Hannah Arendt. “ La verdad y las reflexiones morales” en “ Hannah Artendt
.-De la historia a la acción”.-Paidos 1995 yu “ Verdad y Politica” en “ Entre
el pasado y el futuro”.- Peninsula 1996/Cornelius
Castoriadis.” El pensmaiento político” en “ Lo que hace a Grecia II de Homero a
Heraclito” FCE 2006/Jouary Jean Paul.-“
Rousseau citoyen du futur”.-Gallimard le libre de poche
(5).-
J.J. Rousseau .-Contrat Social Liv. III Chap XV. « Le peuple anglais pense être libre ; il se
trompe fort, il ne l'est que durant l'élection des membres du parlement. Sitôt
qu'ils sont élus, il est esclave, il n'est rien. »
(6).-Aristoteles .-Metafisica. ;Lib V, 5,25-35
(7).-Aristoteles. .- Metafisica Lib V,5,25).
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