El sistema –mundo reconfigurado
David Graeber (*)
El lector puede sentirse
tentado a preguntar: ¿ Si Occidente es una categoría sin significado, cómo podemos hablar de estos asuntos’”. Creo que necesitamos un
conjunto de categorías completamente nuevo.
Aunque este no es el mejor lugar para desarrollarlas, he sugerido en otras partes ( Graeber
2004) que hay una serie de términos-
empezando por “Occidente” pero también inlcuyendo términos como “ modernidad”-
que festivamente son sustitutivas para el pensamiento.
Si uno mira las concentraciones urbanas
o las tradiciones filosfico-literarias se hace difícil evitar tener la impresión de que Eurasia ha estado dividida en tres centros principales la mayor parte de su historia: un sistema cuyo centro era China, otro sur cuyo centro estaba en lo que es hoy India, y una Civilización Occidental cuyo centro coincide con lo que hoy llamamos Oriente Medio, extendiéndose unas veces mas y otras menos, por el Mediterráneo.
Si uno mira las concentraciones urbanas
o las tradiciones filosfico-literarias se hace difícil evitar tener la impresión de que Eurasia ha estado dividida en tres centros principales la mayor parte de su historia: un sistema cuyo centro era China, otro sur cuyo centro estaba en lo que es hoy India, y una Civilización Occidental cuyo centro coincide con lo que hoy llamamos Oriente Medio, extendiéndose unas veces mas y otras menos, por el Mediterráneo.
En términos de sistema-mundo durante la mayor
parte de la Edad media, Europa y África parecen tener la misma relación con los
Estados centrales de Mesopotamia y
Levante :Eran clásicas periferias económicas que importaban manufacturas y proveían
materias primas como oro y plata y, significativamente, un gran numero de esclavos
( tras la revuelta de los esclavos africanos en Basora en 868-883, el califato Abbasi parece haber importado europeos en su lugar pues
eran considerados más dóciles).Europa y África también fueron durante la mayor parte
de este periodo periferias culturales. El Islam se asemeja a lo que posteriormente
se llamaría “tradición occidental” en muchos aspectos -los esfuerzos
intelectuales por fundir las escrituras judeo-cristianas con las categorías d e
la filosofía griega, el énfasis en el
amor cortes, el racionalismo científico, el monoteísmo puritano, el impulso
misionero, el capitalismo mercantil expansionista, - incluso las oleadas periódicas
de fascinación por el misticismo
europeo.- que solo el prejuicio histórico mas profundo podría haber
llevado a los historiadores europeos a la conclusion de que de hecho esa es la tradición occidental;
que la islamización era y aun es una forma de occidentalización; que aquellos
que vivieron en los reinos bárbaros de la edad media europea solo vinieron a fundar
lo que hoy llamamos Occidente cuando ellos mismos se volvieron mas como el
islam.
Si es asi, lo que estamos acostumbrados
a denominar “ el surgimiento de occidente” está probablemente mejor pensado en términos
de sistema-mundo como la emergencia de
lo que Michel Rolph Trouillot( (2003) ha llamado el “ sistema Atlántico-Norte”
que ha ido desplazando gradualmente a la
semiperiferia mediterránea y ha emergido como una economía-mundo compitiendo y posteriormente
incorporando de manera dolorosa , lenta y
gradual a la otra economía mundial que se centró en las sociedades cosmopolitas
del Océano Indico. Este sistema-mundo del Atlántico Norte fue creado a través de
una catastrofe inimaginable: la destrucción de civilizaciones enteras , esclavización
masiva y la muerte de al menos cien millones de seres humanos. También produjo
sus propias formas de cosmopolitismo, con infinitas fusiones cien tradiciones
africanas, europeas y nativo-americanas. Gran parte de la historia del proletariado
del Atlántico Norte solo está empezando a ser reconstruida ( Gilroy 1993,
Sakolsky-Koehnline 1993, Rediker
1981,1990, Linebaugtj¡h –Rediker 2001,
etc ), una historia de motines, piratería, rebeliones, comunidades experimentales y una lista
de ideas populistas y antinómicas ampliamente
recocidas en registros convencionales y muchos de ellos perdidos para siempre
pero que parecen haber jugado un papel fundamental en muchas de las ideas
radicales que vinieron asociadas a la “democracia” .
Pero esto es adelantar acontecimientos. Por
ahora soplo quiero resaltar que más que una historia de “civilizaciones” desarrollándose
a través de procesos internos hegelianos o herderianos estamos tratando con
sociedades que están completamente imbricadas.
(*) En “Nunca ha existido Occidente”, en B. Roca Martínez. Antropología y anarquismo. Ed. La Malatesta,
Madrid 2010
Bibliografia citada: : Gilroy
Paul. The Black Atlantic. Cambridge
Harvard University Press. 1993,
Sakolsky Ron
-Koehnline James Gone to Croatan The origins of North American
dropout culture. Brooklin N.York
Autonomedia.1993,
Rediker Marcus
Under de Baner of King Death, The Social Word of Anglo-american Pirates
1716-26. William and Mary
Quarterly 3rd series1981 Vilains and All
Nations, Atlantic Pirates in thne Golden Age Boston Beacon
Press,1990,
Linebaugtj¡h –Rediker Many
Headed Hydra. Atkantuic Boston beaciobn Press. 2001
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