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...EL MUNDO HA DE CAMBIAR DE BASE. LOS NADA DE HOY TODO HAN DE SER " ( La Internacional) _________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

21/2/22

UNA HISTORIA DE LAS INDIAS. La inspiración de la obra colonizadora de Castilla

 


Gonzalo de Reparaz ( 1)



La circunstancia atenuante que Castilla puede alegar para excusar su torpeza colonizadora es que no tenía dónde ni con quien aprender colonización. Los portugueses que la habían precedido hallaron desuetas las islas del océano que descubrieron, de modo que el problema del trato y gobierno de indígenas idolatras no existió para ellos.  El único o precédete que pudieron brindar a los castellanos no podía sino desviarles del bien camino: fue el de la guerra de conquista y saqueo de Canarias y de la costa africana con el consiguiente tráfico de esclavos miserablemente inaugurado por el infante D. Enrique. Desde entonces, la cristiandad se dio  a comerciar con carne humana cruel y ávidamente como el  viejo paganismo.

El programa popular esta  expresado en  hechos y documentos fehacientes. Aún vivía las Casas cuando los soldados del Marques  de los Vélez, en campaña contra los moriscos de Granada, se le iban luego que habían hecho un buen botín “… y cargados de ropas, yendo bien provistos de esclavas y de bagajes, se volvían  a sus casas” ( Mármol Carvajal. Rebelión y castigo de los moriscos de Granada.  Lib  V cap XIII). Y cuando para poner orden quiso ahorcar  a unos delincuentes, se le sublevó el ejercito, clamando los soldados que “allí  no habían ido mas que a robar, que por eso a nadie se le podía ahorcar por ladrón y que lo que fuera de uno fuera de todos  Y forzoso fue dejar impunes todos los crímenes pues, todos,  oficiales y soldados eran delincuentes y había que ahorcar a todas o a nadie. Lo mismo le sucedió al Marques de Mondejar con sus tropas y del mismo modo tuvo  que dejarlas en libertad. “ Todo era esclavos, despojos, riquezas”  escribe D. Diego  de Mendoza ( Guerra de Granada Tomo II). Se diría  que esto era en la guerra  contra infieles, descendientes de infames invasores,  pero es muy  equivocada la objeción (aparte de ser del todo falso que los moros fuesen extranjeros. Eran tan españoles como los que bárbaramente les destruían)  sino costumbre del español en armas, por no obedecer a ningún freno moral. Léase este párrafo  de la vida del soldado Pizarro y de lo mejor de su clase: “Dos meses estuvimos en Alcala esperando sin socorro alguno, buscando la vida con los modos que da la licencia a la soldadesca cuando no hay superior que le estorbe, ni remedio a la necesidad….” (…)

 

 Esto es lo que se usaba en tiempos d e paz en la apropia patria, imagine ahora el lector la triste realidad en las remotísimas indias y con infelices indefensos.

Desaparecido el morisco y robado definitivamente  el judío (había que renunciar al periódico asalto a las morerías y juderías ahora extinguidas) no quedaban mas formas parasitarias de vida que el convento o la milicia.  Pero no todos cabían en estos dos asilos benéficos. Por eso las Indias y los indios eran la solución providencial también para los materialistas.  Los compañeros de Colon, aventureros intrépidos, codiciosos y sin escrúpulos, vinieron lógica, natural y  fataklmente a continuar la historia de España allende los mares sin que la Corona lo pudiese impedir

Pelear y robar, tal fue el programa nacional de al empresa ultramarina.

(1). Gonzalo de Reparaz,. Prólogo a  la Historia de las indias  por Bartolomé d e las Casas. Aguilar. Madrid 1927, T I , p XII.

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