1. China, 13 de diciembre de 1937, el Holocausto Olvidado: las tropas del emperador japonés Hirohito asaltan Nanking, entonces la capital de la República de China y, durante seis semanas, someten a sus 300.000 habitantes a la suma de todo tipo de barbarie medieval y moderno imaginable: mujeres desnudas con bayonetas clavadas en su vagina; fetos sacados de las tripas rajadas de sus madres; bebés lanzados en el aire para ser tiroteados; prisioneros atados con el alambre de espino, que tuvieron que cavar sus propias tumbas; personas enterradas vivas; casas incendiadas con su gente dentro, y la guinda: el "concurso para decapitar a 100 personas usando una misma espada entre dos oficiales japoneses".
Aunque los nacionalistas
nipones siguen afirmando que la masacre ha sido exagerada o incluso inventada,
el Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente (1948) consideró que
más de 200.000 chinos fueron asesinadas en Nanking, y condenó a muerte a
algunos de sus autores, mientras el Príncipe general Yasuhiko Asaka (m.1981),
que dirigió la operación, recibió inmunidad por los Aliados. En 2005, un juez
de Tokio desestimó la demanda de las familias de los oficiales acusados del macabro
"concurso", afirmando que "los tenientes ya admitieron el
hecho".
Escenarios parecidos
sucedieron a lo largo de la ruta que recorrió el ejército fascista, en su
avance desde Shanghái a Nanjing. Ni se planteó llevar al propio Hirohito ante
los tribunales.
¿Qué es un crimen de guerra?
Hoy, que los medios de masa
europeos y estadounidenses acusan a Rusia de crímenes de guerra en la ciudad
ucraniana de Bucha, vamos a desempolvar la definición de la Convención de
Ginebra al respecto. Se trata de una serie de actos perseguibles por la ley, con
el fin de hacer un uso "razonable" de la violencia e impedir que la
guerra, esa sublime barbarie humana, conduzca a exterminio de comunidades
enteras:
- Torturas.
- La destrucción o
devastación injustificada de poblaciones-
- Deportación para obligar a
realizar trabajos forzados a la población civil
- Ejecutar prisioneros o
soldados que se han rendidos.
- Atacar al personal médico.
- Destruir los bienes
pertenecientes a civiles.
- Toma de rehenes.
- Atacar edificios culturales
y religiosos, siempre y cuando no sean utilizados para fabricar armas o su
almacenamiento.
Y atención: "matar a
civiles inocentes" no es un crimen de guerra si no es
"intencionado", pretexto utilizado por los genocidas
como Madelin Albright que llamó "daños colaterales" a cerca
de millón y medio de iraquíes asesinados deliberadamente solo a causa del
embargo que la ONU y EEUU impusieron a la población en una guerra lanzada
con 7 mentiras al servicio de 10 objetivos.
2. Japón: Entre el 6 y el 9
de agosto de 1945: La aviación de EEUU lanza bombas
atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki y convierte a unos 220.000 civiles en
ceniza; otros miles morirán a causa de las radiaciones, mientras los
'Hibakusha' («persona bombardeada») las sufrirán de por vida. El pretexto fue
1) "detener la guerra" cuando al menos 70 ciudades de Japón ya habían
sido completamente destruidas por los bombardeos diarios de EEUU y Tokio había
ofrecido su rendición, que fue rechazada Washington, y 2) "salvar millones
de vidas". ¿Significa que se puede sacrificar a cientos de miles de vidas
para salvar a otras?
Los motivos reales eran
otros:
- Probar la capacidad
destructora de la bomba y su impacto en un escenario real.
- Situar a EEUU en la
posición de superioridad para poder imponer sus propias condiciones al final de
la guerra.
- Impedir que la URSS
liberara el norte de China (Manchuria) de la ocupación japonesa, como se había
planeado, u ocupase el propio Japón imperial.
- Terminar la guerra en el
Pacífico sin la participación de la URSS.
- "Poner firmes a
los rusos para que fuesen más manejables" y "asustar a Stalin
con diplomacia atómica", confesarán luego. Es más, según Churchill «hemos
matado al cerdo equivocado», o sea, ¿tendrían que haber arrojado aquellas
bombas sobre la Unión Soviética? De hecho, un mes después de aquel crimen de
guerra, Harry Truman, el presidente del "mundo libre", planeó lanzar
466 bombas nucleares sobre la URSS, proyecto que retomó en 1949 con el plan
Dropshot (desclasificado en 1977) para descargar unas 300 unidades de este
artefacto y otras 20.000 toneladas de bombas convencionales sobre un centenar
de ciudades soviéticas, borrando el país más grande y el más rico del mundo en
recursos naturales de la faz de la tierra. EEUU, que sigue siendo el único país
en usar esta arma de destrucción masiva, nunca fue juzgado por la "matanza
deliberada de la población" japonesa.
3. Corea del sur, julio de 1950, "La matanza bajo el puente de Nogunri": alrededor de 400 civiles de esta aldea, la mayoría ancianos y niños, aterrorizados por el
ruido de las bombas, que se habían refugiado bajo un puente ferroviario al sureste de Seúl, son acribillados por el Séptimo de Caballería de EEUU, acusados de ser "enemigos rojos". Se trata de uno de los primeros ataques militares de EEUU y sus aliados a un país para detener el avance del socialismo. La matanza fue negada por Washington, hasta que en 1999 un exhaustivo trabajo de investigación de Associated Press, que incluyó revisar los documentos desclasificados y entrevistar a los testigos, entre ellos Jong Guhak, entonces un niño de siete años herido en un ojo que perdió luego y pudo sobrevivir al esconderse entre los cadáveres. "Los aniquilamos", confesaron a la agencia seis de los exsoldados implicados. Los mandos "nos habían dicho que el enemigo [los comunistas] se había infiltrado entre esa gente", afirmó el ex oficial Norman Tinkler. Información que era falsa. Una treintena de supervivientes exigieron perdón, indemnizaciones y un monumento en el lugar de la carnicería, pero el presidente Bill Clinton los rechazó.En total, en unas 160
localidades hubo exterminio de civiles. Solo en la Región de Cinchon de Corea
del Norte, ocupada durante unos 50 días, al menos 35.383 civiles fueron
masacrados. Como para las leyes de EEUU los crímenes no prescriben, no es tarde
para organizar un tribunal internacional.
4. Argelia, entre
1957 y 1960. El ejército colonial de Francia ejecutó a miles de
civiles en represalia por las acciones de la Resistencia, palabra hoy muy de
moda; creó campos de trabajo forzado, con sesiones de torturas incluidas;
arrasó cientos de aldeas y forzó la huida de decenas de miles de personas de
sus hogares y localidades. Violó a mujeres y niñas, destripó a las embarazadas,
encerró a mujeres y hombres partisanos en celdas de aislamiento y sin
alimentos, arrojó a los detenidos desde helicópteros al mar con bloques de
hormigón atados a sus pies, o los enterraban vivos. No ha habido justicia para
los argelinos. Emmanuel Macron ni siquiera piensa pedirles perdón e incluso los
actos "simbólicos de reconciliación" que ha propuesta han sido
criticados por la extremaderecha francesa.
5. Trang Bang, 8 de
junio de 1972. La niña vietnamita de 9 años PhanThi Kim Phuc, mientras
corre y grita de dolor arranca los trozos de su ropa en llamas: la aviación
estadounidense acaba de lanzar la bomba napalm sobre Trang Bang. Si no fuera
porque el mismo fotógrafo vietnamita Nick Ut le llevara al hospital, la
"niña de napalm" hoy no podría contar su historia. El napalm,
acrónimo de ácido nafténico y ácido palmítico, genera una temperatura media de
1000 grados centígrados.
Esto fue sólo la punta de
iceberg de lo que sucedió en la guerra contra el Vietnam socialista. El 16 de
marzo de 1968, un pelotón dirigido por el teniente W. Calley exterminó (después
de torturar,
violar, mutilar a la mayoría) a alrededor de 500 habitantes de la aldea My
Lai, asesinando hasta a las vacas y gallinas. Había ordenado que no quedase ni
un sólo vietnamita con vida.
Las denuncias de algunos
soldados, y las fotos difundidas, movilizaron la opinión pública y, en 1971, 16
militares fueron acusados de asesinato premeditado de 22 civiles, aunque solo
Calley fue condenado. De la cadena perpetua cumplió 3 años y medio y ¡en
arresto domiciliario en el sofá de su casa! Para después ser indultado por
Nixon. Después de My Lai, los estados intentan ocultar sus crímenes, y no dejar
pruebas.
6. Sabra y Shatila, entre el
16 y el 18 de septiembre de 1982: los falangistas
libaneses respaldados
por el ejército israelí y dirigidos por Ariel Sharon entraron en los
dos campos de refugiados palestinos y exterminaron a entre 460 y 3.500
palestinos y libaneses. No hubo un tribunal internacional para juzgar a los
autores: Sharon fue ascendido a primer ministro y bien recibido por los
Estados democráticos.
7. Yugoslavia, 23 de
abril de 1999: la OTAN es acusada por Amnistía Internacional de
cometer crímenes de guerra durante su campaña de bombardeos que acabaron con la
vida de entre 400 y 600 civiles, y también por el ataque contra el edificio de
la televisión estatal serbia, matando a 16 personas. La Alianza durante 78 días
descargó sobre la población 9.160 toneladas de bombas, algunas con el uranio
empobrecido. La OTAN y sus fuerzas "yihadistas"
contratadas no solo cometieron crímenes de guerra sino que la misma
agresión militar fue un crimen de guerra al estar basada en la mentira de la
"limpieza étnica en Kosovo", como lo demostró también el documental
de la televisión WDR alemana en 2000 "Empezó con una mentira" (Es
begann mit einer Lüge). En lo que fue el ensayo del timo de la "guerra humanitaria",
EEUU y sus socios perseguían otros
propósitos, entre ellos convertir a Kosovo en la base militar más grande de
EEUU en extranjero, ubicada en el corazón de Europa.
8. Haditha, 19 de noviembre
de 2005, "El My Lai de Irak": Un
convoy estadounidense es atacado con una bomba, por la que muere un marine. En
venganza, el grupo irrumpe en las casas vecinales y comete una verdadera
masacre utilizando metralletas y granadas. En este caso también la propia
"Operación Libertad Iraquí", protagonizada por una coalición de las
fuerzas angloestadounidenses y españolas el 20 de marzo de 2003, fue
el mayor crimen de aquella guerra, que pudo llevarse a cabo gracias a la
manipulación de la opinión pública con 7
mentiras que estaban al servicio de 10 objetivos. En septiembre de 2006, un
informe presentado al Congreso de los EEUU declaró que Saddam Hussein ni tenía
las famosas armas ni conexión con al-Qaeda, criatura creada
por la propia CIA y el MI6.
En las guerras de EEUU y sus
socios contra
este estratégicos país han muerto más de 2 millones de personas.
Los "hijos
de uranio" iraquíes que han sobrevivido son testimonios de una
barbarie aún sin castigo.
Decenas de miles de iraquíes desarmados fueron arrestados por las fuerzas de ocupación, muchas mujeres y también hombres fueron violados por quienes emplearon de forma sistemática la tortura. En 2019 el Sunday Times y la BBC informaron que tanto el gobierno como el ejército británico (en especial las fuerzas especiales SAS del Ejército) habían encubierto el asesinato de niños, torturas, golpes o abusos sexuales de detenidos en Afganistán e Irak, y también habían falsificado documentos.
Pero la Corte Penal
Internacional (CPI), a pesar de recibir un informe de 180 páginas que evidencia
estos crímenes de guerra entre 2003 y 2009, dio carpetazo al asunto: no hay
caso.
9. Konduz, 4 de octubre de
2015,
ataque de la aviación de EEUU al hospital de Médicos Sin Fronteras. 42
pacientes y personal sanitario asesinados. La OTAN afirmó que el centro estaba
siendo utilizado por los talibanes, por lo que era un objetivo legítimo
militar. Otra mentira: El 25 de noviembre se ve obligado a reconocer que allí
no había talibanes y el ataque se debió a un "error humano". ¿También
fue un error humano lanzar 860.000 proyectiles de uranio empobrecido disparados
sobre el país? Bin Laden tampoco estaba en Afganistán ni hubo ni un solo afgano
entre los supuestos terroristas del 11S: los motivos
de la ocupación del país centroasiáticos también eran otros.
El 11 de marzo de 2012, un grupo
de 15 a 20 soldados liderados por el sargento estadounidense Robert Bales
salieron de noche de su base, dirigiéndose a la aldea Panjwa: irrumpieron en
los domicilios de los aldeanos y mataron a 16 civiles en sus casas, la mayoría
niños. En el juicio sólo condenaron a uno, el chivo expiatorio.
En otro crimen de guerra en
este país, en septiembre de 2009, los aviones de la OTAN, bajo el mando del
coronel alemán Georg Klein, bombardearon dos depósitos de gasolina, confiscados
de los talibanes en Kunduz. Mataron a unos 150 civiles que recogían con sus
bidones aquel combustible. Klein alegó que todos eran talibanes, y el Fiscal
Federal de Alemania le declaró libre de los cargos, e incluso en 2013 fue
ascendido a general. Desde entonces, la política de la OTAN es impedir procesos
judiciales y pagar una indemnización a las familias de las víctimas, del
bolsillo de los contribuyentes. Sabe que no se trata de unas "manzanas
podridas" sino de la ideología supremacista que en la que están instruidos
sus militares.
Es así, que cuando el 5 de
marzo de 2020 la fiscal general de la CPI, Fatou Bensouda, anunció que se podía
demostrar que EEUU había cometido "tortura, tratos crueles,
ultrajes a la dignidad personal y violación" en Afganistán, el
presidente Trump le impuso una serie de sanciones económicas al Tribunal, a
cualquier persona que proporcionara pruebas o participara en investigaciones
contra los militares estadounidenses. Con el mismo objetivo de impedir que los
militares de EEUU sean juzgados en La Haya, la política de Biden consiste en
prometer que el propio EEUU investigará las denuncias: esperen
sentados.
10. Libia, agresión de la
OTAN en 2011: la destrucción de la planta de al-Brega,
fabricante de pipas de agua que abastecía al 70% de la población, ha sido un
crimen de guerra, sin embargo, al igual que los casos anteriores, lo ha sido en
sí el propio ataque al país: sólo en el inicio de los bombardeos mató a 70.000
civiles, muchos sepultados bajo las 40.000 bombas lanzadas para «proteger a los
civiles de su dictador". El Comité de Asuntos Exteriores bipartidista de
la Cámara de los Comunes del Reino Unido afirmó en el abril de 2020 lo
que nosotros dijimos en el mismo momento de la agresión: que el ataque de
la OTAN estuvo basado en falsedades y exageraciones. Los objetivos
reales de EEUU eran otros, como siempre. Una década después, miles de
personas que huyen de Libia no solo no son recibidas en los paises que
destruyeron sus vidas, sino que les dejan ahogar en el mar. Ninguno de los
mandatarios de los estados criminales de esta guerra, que ha sido un
negocio redondo para sus organizadores, ha sido llevado ante un
tribunal
11. Jan Sheijún, abril de
2017, ataque con gas sarín: los medios publican, sin averiguar su
veracidad, la declaración del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, sobre un
supuesto bombardeo con gas sarín por el gobierno de Asad contra la localidad de
Jan Sheijún, matando a 87 civiles. Trump, en calidad de "defensor de los
pueblos oprimidos" (el mismo que incluyó a este país dentro de los diez
"agujeros de mierda"), ordena atacar la base aérea de Shayrat en
Siria con 54 misiles Tomahawk. Un año después, el secretario de Defensa, James
Mattis, confiesa que su gobierno no encontró "ninguna evidencia" del
supuesto ataque del gobierno de Asad. Pero no pidió perdón ni a los sirios ni a
los estadounidenses que habían pagado por cada misil 1,4 millones de dólares a
los mercaderes de armas.
Agosto de 2013, ataque de
gas sarín en Ghouta, en el que murieron al menos 80 personas. ¿A quién
beneficiaba la matanza? La prensa occidental acusó a Asad, aunque el inspector
de la ONU Richard Loyd en su informe señala su lanzamiento desde el territorio
bajo el control de los rebeldes, (en concreto el Frente Al Nusra, la rama de Al
Qaeda de Siria, protegido por Turquía, miembro de la OTAN), confirmaba lo que
publicó el periodista estadounidense Seymor Hersch en el London Review
of Bookas en 2014, y que los propios servicios de inteligencia militar
de EEUU sabían que el grupo podría llevar a cabo ataques con armas químicas.
12. Bucha, 8 de marzo de
2022: La Policía Nacional de Ucrania informa de la
masacre de cientos de los civiles de esta ciudad tras la retirada de las tropas
rusas. Los medios occidentales y el presidente Joe Biden acusan a Rusia de la
matanza y del ataque a escuelas, hospitales y otros edificios civiles, sin
haber realizado ninguna investigación al respecto. Ahora sí que van a organizar
un tribunal internacional para juzgar a Vladimir Putin como el autor
intelectual de los crímenes de guerra (para lo cual, antes deberían
arrestarle). Desconocemos la versión de Moscú debido a la censura impuesta por
Occidente a la difusión de los medios de este país en Europa, sin que los
periodistas europeos protestasen para defender su derecho a acceder a la
información sin censura. Reino Unido, que preside el Consejo de Seguridad de la
ONU, ha rechazado, sorprendentemente, la petición de Rusia -que la considera
una "operación de bandera falsa perpetrada por Kiev"-, de convocar
una reunión urgente del Consejo e investigar lo ocurrido en Bucha. Las víctimas
de Bucha tienen derecho a una investigación imparcial sobre la masacre
ocurrida.
En la guerra, la verdad es
la primera víctima. No hay palabra capaz de transmitir el horror, la crueldad,
las atrocidades que se cometen en un acto atroz que destruye la vida a los más
vulnerables, beneficiando a los vendedores de armas y buscadores del oro ajeno.
¡Guerra no!
(1) Fuente: Publico
29/4(2022
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