CAVAR TRINCHERAS

 

Por F. Javier Casado (*)

No son tiempos para el “Aurea mediocritas”, ese dorado término medio del epicureísmo que Horacio encumbró sobre las letras latinas, y seguimos en bucle entre el “no es no” y el “si es si” de distinta autoría, pero por todos asumido para todo, que recuerda a las pinturas más duras de Goya, pues aún son las que retratan nuestra convivencia política y socioeconómica en la actual Excepción Ibérica. Con la excepción de la república de Portugal que acaba de lograr una mayoría absoluta socialista, excepcional en la Eurozona, y encabezando la ONU, pese a que se hayan olvidado de Antonio Costa en el nuevo eje binario trazado recientemente por dos gobiernos de coalición de la UE, encabezados igualmente por socialistas, tanto la república federal de Alemania, con Olaf Scholz, como el reino de España, con Pedro Sánchez.

 

Como ya maliciábamos, desde estas páginas de LEVANTE, en agosto tocaba mes de elecciones para el mundo político, con agendas privadas en sus comienzos repletas y luego agitada agenda pública a partir del puente de la Asunción. En este sentido, antes de arribar septiembre, el pleno del Congreso aprobó holgadamente las medidas de guerra para los consumos y otras de ayuda a esas renombradas clases medias trabajadoras, amén de sacar leyes que llevaban tiempo en el cajón, como la denominada de “Sólo sí es sí” de la ministra Irene Montero de UP. Leyes de ahorro que un IPC con dos dígitos y una larvada crisis económica hacen obsoletas para una mayoría de la ciudadanía, que las ve hace tiempo como barrera no escrita, con o sin IVA.

 

Así mismo, antes del nono mes que empezamos, hemos asistido a viajes por América Latina de nuestro presidente Sánchez, que culminaron con una invitación a participar en un consejo de ministros alemán, cual hacen Francia e Italia tras su acuerdo de este mismo año, y ambos países han firmado sendos novedosos convenios con la república de Argelia, como Portugal.

También ruidosas presentaciones agosteñas del cursimente llamado curso político por parte del bipartidismo a su militancia y electorado, caso del Presidente y de Alberto Núñez Feijóo, y de las ministras y ministros, disparando en batería barbaridades, o del otro PP y las cosas que a veces se escapan a Elías Bendodo o diariamente a Isabel Díaz Ayuso, que conforman barbaridades crónicas, notables.

 

En las comarcas del País Valencià también se han movido las velas desde el Ferragosto: el popular Carlos Mazón sigue su periplo por las provincias electorales, que le ha llevado a ser conocido en su partido, PPCV, pero con escasa relevancia ante la opinión pública de Valencia y Castellón, lejos de su diputación alicantina, y con profusas declaraciones que llevan consigo yerros; notables. Y el president Ximo Puig hasta ha llamado a los suyos a cabildo desde Morella. En cuanto a Cs, es un jeroglífico ya incomprensible para servidor, aunque queda el consuelo de una ultraderecha a la baja demoscópica. Por su parte Compromís se empeña en remover el caso Oltra, cuando la víctima reclama apoyo a sus valedores de extrema derecha, mientras que no termina de avenirse a negociar un pacto, “A la valenciana”, que le ofrecen desde Podem y Esquerra Unida, fragancias Lima y Rosa, con UP al alza en los sondeos, para ir a las elecciones Autonómicas desde un espacio conjunto que supere al PSPV.

 

Por mucho que los políticos y los empresarios o financieros lamenten el efecto de la pandemia, cuando China avisa de nueva ola, de los indecentes precios de la energía, de la guerra brutal en Europa o de la inflación, no hay que olvidar que el pueblo llano lleva cavando trincheras desde 2020, a costa de perder ese estado de medio estar, en expresión de Cayo Lara, que se estaba recuperando tras doce años de malestar. El único rayo de esperanza surge entre los Veintisiete, reformas de calado quieren salir a la plaza UE/EU. Sobresaliente.

 

(*). Levante. Viernes 6 septiembre