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...EL MUNDO HA DE CAMBIAR DE BASE. LOS NADA DE HOY TODO HAN DE SER " ( La Internacional) _________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

11/6/14

Actualidad: LA COMUNA NO ESTA MUERTA

LLAMAMIENTO DEL COMITÉ CENTRAL DE LA GUARDIA NACIONAL DE PARIS, Hôtel de Ville, 25 DE MARZO DE 1871.

Un texto olvidado de gran actualidad.
« La comuna no está muerta »

Ciudadanos, no perdáis de vista que los hombres que os servirán son aquellos que surgirán electos por vosotros de vuestras propias filas, viviendo vuestra propia vida, sufriendo los mismos males. Rechazad tanto a los ambiciosos como a los arribistas; tanto unos como otros no tienen en cuenta más que sus propios intereses y acaban siempre por considerarse indispensables. Rechazad igualmente a los charlatanes incapaces de pasar a la acción, sacrificarán todo a un discurso, a un efecto oratorio o a una palabra ingeniosa. Evitad igualmente a aquellos que la fortuna ha favorecido demasiado, puesto que difícilmente quien posee una fortuna esté dispuesto a considerar al trabajador como su hermano. En fin, buscad hombres de convicciones sinceras, hombres el pueblo, resueltos, activos, que tengan un sentido recto y una honestidad reconocida. Dirigid vuestras preferencias a aquellos que no competirán por vuestros sufragios, el verdadero mérito es modesto y corresponde a los votantes elegir a sus representantes y no a aquellos postularse. 

Estamos convencidos que, si tenéis en cuenta estas observaciones, habréis por fin inaugurado la verdadera representación popular, habréis hallado a mandatarios que jamás se considerarán vuestros amos".


dhttps://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=KfzTZyNAXh0

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5/6/14

APELACION A LA REPÚBLICA NOVENTA AÑOS DESPUÉS



 José Miguel Sebastián y  Miguel Ángel Domenech

En Mayo de 1924, en plena Dictadura de Primo de Rivera, Don Manuel Azaña publicaba su “Apelación a la República” en la que afirmaba la incompatibilidad entre monarquía y democracia.

En estos momentos de reivindicación de un proceso constituyente republicano, ante el “hecho sucesorio” que se nos impone como último recurso del agonizante régimen monárquico constitucional de 1978, nos parece imprescindible recordar, como hacía Azaña en aquel texto, que la República es mucho más que sustituir la forma de gobierno monárquica por la forma de gobierno republicana, salvo que nos conformemos con una República como una mera forma de Estado o de gobierno, concretamente con un conjunto de organismos burocráticos separados de la sociedad civil, en la que una vez elegidos los representantes, la  ciudadanía se abstiene de cualquier actividad política. Y así, como dice nuestro amigo Joaquín Miras, “un individuo que centralice en su persona el poder ejecutivo del Estado, por el mero hecho de ser elegido es presidente de la Republica y no monarca.”

Así, la Republica no podrá ser limitada ni gravitar en torno a una reivindicación de una forma de Estado, ni simplemente a una definición jurídica, ni al cambio del titulo segundo o de otros preceptos constitucionales. Es una simplificación limitar la política a lo jurídico. Es reducir el republicanismo en tanto que movimiento radical de emancipación y  de autogobierno, de democracia radical e igualdad material, a mera estructura técnica jurídica, a una organización de cosas y no a transformación de sociedades.

Por ello, hay que recordar que la forma política republicana implica el establecimiento de mecanismos e instituciones de manera que el fundamento de la democracia no quede limitado a la simple forma de democracia representativa, ni que el ejercicio de la responsabilidad política de los ciudadanos gravite  únicamente en el voto,  y en la delegación de poder en  representantes surgidos del sufragio. Las insuficiencias de la democracia representativa   han sido de hecho denunciadas por la desafección de los ciudadanos hacia una política delegada en unos pocos. Elegir a los que han de gobernar no es enteramente gobernar. Consentir, asentir y elegir  no es autogobierno. Lo es participar en la formación de las decisiones, en la toma de ellas y en su ejecución.  Una constitución republicana debe contemplar formas de democracia participativa, deliberativa, popular  y mandatada. Al efecto deberían contemplase instituciones tales como la revocación de cargos, la brevedad y la rotación frecuente de los mandatos,  la preferencia por la forma colegiada de gobierno en ejecutivos, el funcionamiento frecuente y accesible  de la iniciativa popular y los referéndum,  la introducción de algunas  formas de mandato imperativo, la introducción del procedimiento de sorteo en la designación de algunas magistraturas  públicas, las prohibiciones y limitaciones a la  acumulación de cargos públicos, la rendición de cuentas  después del mandato ante  órganos ciudadanos independientes,  la extensión de la incompatibilidad e inelegibilidad para del desempeño  de funciones  públicas de aquellos que  estén ligados de una manera  privilegiada a actividades e intereses privados,  el estudio de  la incompatibilidad de un grado de renta y forma de vida suntuosa y excesiva, de manifiesta desigualdad,  para el desempeño cívico y virtuoso de funciones públicas.

Y hay que recordar que la libertad republicana es el deber y derecho inalienable de todos efectivamente a participar en los asuntos públicos, pero también es la ausencia de cualquier situación de dominación que haga ilusorio la igualdad y el autogobierno, tanto en lo público, en las relaciones políticas, como en lo privado, en las relaciones económicas, sociales, familiares o de género. La Republica no esta sólo en la esfera de lo estatal o de lo público. Una propuesta radicalmente y genuinamente  republicana debe reivindicarse en todas las relaciones de lo colectivo donde se juega nuestro autogobierno: en toda asociación,  en  toda empresa, en toda casa.


Por tanto, la propuesta de un régimen republicano  implica que la República debe impedir la desigualdad por cuanto entre desiguales no prevalece la justicia y  el bien público  sino el poder de los más  fuertes.   La República  debe  procurar con su  intervención efectiva  que, en ningún caso en que estén en juego relaciones entre  ciudadanos, se produzca  una situación cuya desigualdad, estados de necesidad y carencia desemboque en dominio  y explotación de unos por otros.  

El Estado republicano deberá, por consiguiente, regular e intervenir las actividades  financieras, la propiedad de los medios de producción, el uso de la tierra, la energía,  el uso del suelo y la vivienda,  y cualquier actividad económica  que generen diferencia de poder material entre ciudadanos.

Igualmente debe procurar que constitucionalmente   bienes como la cultura, la educación, la sanidad y los recursos naturales no puedan ser objeto de apropiación con fines lucrativos sino que han de ser considerados como bienes comunes a los que todos deben de tener acceso.  En estos ámbitos, el Estado republicano debe y acoger las iniciativas que los ciudadanos promuevan  para democratizar también  aquellos sectores  que actualmente aún permanecen  como reductos de un ancien regime al que no hubiera llegado las libertades : democracia en la empresa, en la industria, en la gestión de los asuntos exteriores,  en la enseñanza, etc  con el fin de que su funcionamiento no responda  al lucro y beneficio de unos pocos o a la autoridad de algunos sino a lo que todos convengan democráticamente.

Por ello, el Estado republicano debe ser un Estado social y políticamente orientado por objetivos cívico democráticos, que combata activamente la corrupción, que limite los derechos de propiedad privada sobre el capital o la tierra por su función social, que mantenga y profundice la universalidad y gratuidad de los servicios públicos educativos, sanitarios, culturales, financiados mediante un sistema tributario progresivo y redistributivo, que constitucionalice mecanismos institucionales y legales que aseguren la efectividad de los derechos sociales, que mantenga un sistema de protección social y garantice el derecho a la existencia mediante un ingreso universal de ciudadanía, que fuerce soluciones cooperativas por la vía institucional, que haga pedagogía política, fomente la ética y los valores cívicos y la austeridad como norma de conducta pública.

Y hay que recordar que la fraternidad republicana no es otra cosa que la extensión a todos sin exclusión de la igualdad y la libertad, y que forma parte del pueblo soberano que acuerda su autogobierno  el pueblo de los inmigrantes llegados al país cuyas circunstancias de necesidad material les ha hecho abandonar sus países de origen buscando con  los ciudadanos que nacimos anteriormente  en España una sociedad donde compartir  vida, trabajo y libertad  y manifiestan su voluntad de participar en su república. Cualquier violación de los derechos de este pueblo inmigrante será considerado como violación de los derechos de cualquier otro ciudadano sin que pueda darse  discriminación alguna, violación que merece ser  tratada con el mayor rigor  por cuanto  es una injusticia  que se dirige abusivamente hacia los más débiles de entre nosotros .

Y, finalmente hay que recordar que no puede existir República si no se asienta en una ciudadanía consciente, responsable y participativa. De ahí el afán republicano por confiar en las posibilidades didácticas de la democracia para habituar a la mayor parte posible de la ciudadanía a la práctica de la participación política.

Es por ello que la democracia debe ser  escuela de civismo, como aprendizaje moral y cívico. En palabras de Azaña en su Apelación a la República de hace noventa años: “Militante, nuestra democracia deberá ser docente además”. No se trata solo de aprender a votar, a expresar opiniones divergentes, a tomarle las cuentas al gobierno, sino también de que participe en la enmienda permanente de la vida publica.

Por tanto, la construcción de la ciudadanía ha de venir de la praxis democrática, pero también  la escuela ha de tener la función moralizadora de enseñar a elegir libremente y enseñar hábitos y sentimientos para evitar la manipulación.

En este sentido, la escuela pública, universal y laica, que respete y promueva el pluralismo ideológico y la libertad de conciencia, debe educar para conocer, o mejor para incitar conocer, para valorar y razonar. Una persona que es capaz de juzgar moral y estéticamente el mundo en el que vive es más probable que sienta la necesidad de comprometerse activamente en su mejora y a participar: en el sentido de tomar partido, ante las cuestiones públicas que consideramos importante mediante el voto, o ejerciendo su libertad de expresión o manifestación y tomar parte, en el sentido de implicarse cotidianamente en la vida democrática: para decidir, cooperar y deliberar como consumidores, como habitantes de una ciudad, como usuarios, como miembros de asociaciones, como trabajadores.

En suma, hoy más que nunca, es necesario construir, sin atajos o apresuramientos, el bloque político, social y cultural hegemónico que nos permita iniciar un proceso constituyente republicano que culmine en una República de ciudadanos libres, iguales y fraternos.

En Madrid a 5 de junio de 2014.

Miguel Ángel Doménech y José Miguel Sebastián

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4/6/14

Rojos pensantes: Entrevista a Luciano Canfora



PREGUNTA. Usted es uno de los más importantes historiadores del mundo griego, pero a la vez un observador constante, y muy crítico, de la situación política actual. ¿Cómo hace para ir y venir de un mundo a otro?


RESPUESTA. Nunca he sentido que fuese una contradicción. Es más, podría responderle con las palabras de un gran filósofo italiano que se llamaba Benedetto Croce que decía que “toda la historia es contemporánea, porque vive dentro de nosotros. Nos ocupamos del pasado porque tiene que ver con lo que ocurre hoy”. Pero la respuesta correcta es que yo comencé mi vida pensante partiendo de un ambiente familiar que era muy político y me he dado cuenta de que la antigüedad que me gusta tanto no es un cementerio, ni un museo de cera, es un campo de batalla, donde el enfrentamiento continúa. Me parece obvio. El pasado es el inicio de tantas cosas. Si, por ejemplo, yo pretendiese entender la democracia de un punto en adelante no entendería nada. Así que no es un capricho, sino una necesidad.

P. Una necesidad de investigar y una necesidad de contar. Usted empezó a publicar en 1968 —con 26 años— y sus escritos son ya más de setenta…


R. Al principio se escribe por búsqueda erudita. Me di cuenta de que había versiones contrapuestas del mismo hecho. Me gusta ver las variantes entre textos, tratar de confrontarlos y acercarme a lo que se llama la verdad. La verdad, que es una palabra gruesa, pero que tiene que estar en alguna parte, no puede no estar. Es como un hilo conductor único a través del cual yo he de afrontar una búsqueda. Y ese hilo es exactamente el de la política antigua, la relación entre los hechos y la narración de los hechos.

P. En El mundo de Atenas, uno de los últimos libros suyos —junto a La historia falsa— que se han publicado recientemente en España, usted sostiene que en el tiempo del imperio ateniense no existía ese mito, que esa idealización de Atenas viene después.


R. En su tiempo, Atenas no solo no era amada, sino que era odiada. El mito de Atenas comienza tarde, comienza ahora. Atenas al principio se convierte en una especie de universidad, un lugar donde hay muchos libros antiguos, las escuelas filosóficas todavía funcionan, es el tiempo de Cicerón. Es mucho después, podríamos decir que con la Revolución Francesa, con la Ilustración, cuando Atenas se vuelve a convertir en un modelo político. Es considerada una ciudad rica, dedicada al comercio, simpática. Montesquieu la amaba muchísimo. Atenas se convierte en interesante para la Ilustración digamos no jacobina. Durante la revolución se hacen un lío enorme porque hablan de repúblicas antiguas sobre el mismo plano, sin entender las diferencias. La reacción contra el modelo ateniense viene cuando comienza la Restauración, y se empieza a decir: “Nos habéis puesto como modelo una sociedad horrenda”. Por tanto, hay dos vías: una, la de los liberales radicales ingleses que pretenden que sea el precedente de whigs [el antiguo nombre del Partido Liberal Británico], y la otra, la de los conservadores alemanes, que decían que Atenas era peor que la Tercera República Francesa. Y ya se combate sobre tesis opuestas.

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25/5/14

El arbol republicano. Hannah Arendt- Jurgen Habermas

 Hannah Arendt y Jürgen Habermas: del republicanismo político a un modelo procedimental de la democracia


En filosofía política se da un debate entre dos posiciones antagónicas: el liberalismo y el republicanismo. Los aspectos en los que difieren estas concepciones de la política son varios, pero uno de los más importantes es sobre cuál modelo de democracia es el adecuado para las sociedades contemporáneas; sociedades sumamente complejas en las que coexisten multiplicidad de individuos y grupos sociales con concepciones y visiones de mundo diferentes, y muchas veces incompatibles entre sí.

Tanto liberalismo como republicanismo presentan distintas propuestas para la solución de los problemas de las sociedades contemporáneas. Mientras el liberalismo defiende por encima de todo el respeto a las libertades individuales y, debido a ello, tiene una concepción de la sociedad en la que es entendida como una suma de individuos diferenciados y separados los unos de los otros, el republicanismo, crítico de la modernidad,[1] propone formas de auto organización comunitaria, en las que prima el bien de la comunidad, concebida como un todo orgánico y no como una simple agregación de individuos.

 Ante esta aparente indisoluble dicotomía, propone el filósofo Jürgen Habermas una especie de tercera vía: un modelo político que toma elementos del liberalismo y del republicanismo, para articularlos en lo que llama un modelo procedimental de la democracia.

El propósito de este ensayo es, entonces, exponer la propuesta procedimentalista de Jürgen Habermas, contraponiéndola a la visión del republicanismo político desarrollada por la filósofa de origen judío, Hannah Arendt. Para hacerlo, nos basamos principalmente en el texto “La esfera pública y la esfera privada”, de Hannah Arendt, y en “¿Qué significa política deliberativa?” de Jürgen Habermas. De este autor también nos valemos de “Política deliberativa: un concepto procedimental de democracia”.[2]

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18/5/14

ONCE TESIS SOBRE HANNAH ARENDT

 Por Paolo Flores d´Arcaes (*)



TESIS 1

Hannah Arendt comprendió su tiempo mejor que ningún otro filósofo porque lo concibió como un problema político. Es más, como el problema de la ausencia de la política, y sobre todo de la represión política y filosófica (en sentido freudiano) de dicha ausencia. “El interés por la política se ha convertido en una cuestión de vida o muerte para la filosofía misma” [“Concern with politics has become a life-or-death matter for philosophy itself”] (1954).

Hannah Arendt comprendió su tiempo como nadie (salvo quizá su primer marido, Gunther Anders, con quien el pensamiento de ella está más en deuda de lo que se dice) porque lo concibió como huida de la libertad, miedo a la libertad, manipulación de la libertad incluso allí donde más se habla de libertad. La libertad, no obstante, en el sentido exigente y coherente de poder-de-cada-uno.

Pero su tiempo es más que nunca el nuestro. El tiempo de la sustracción de la esfera pública, de la ciudadanía prometida y después privada. Por ello el pensamiento de Hannah Arendt resulta más que actual. Es más, su filosofía se anuncia cada vez más como una filosofía del futuro. No sólo porque concibe la crisis de la democracia liberal y el riesgo permanente del totalitarismo dentro de la democracia liberal como el problema filosófico por excelencia, que nuestro tiempo se obstina en eludir. Sino también porque, contra esa represión, ella adelanta el proyecto de un pensamiento rigurosamente antimetafísico, hoy desgraciadamente ausente.Pero este proyecto de filosofía del futuro está cada vez más expuesta al riesgo de la neutralización académica. Del embalsamamiento. De convertirse en objeto de erudición, en vez de en horizonte y en alimento de una filosofía de lo finito urgente y ausente.
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14/5/14

MATERIALES DE REFLEXION: Elementos para un proceso constituyente

ELEMENTOS  REPUBLICANOS PARA UN PROCESO CONSTITUYENTE

Miguel Angel Domenech

Para garantizar la forma política  republicana  deberán arbitrarse mecanismos e instituciones de manera que el fundamento de la democracia no quede limitado a la simple forma de democracia representativa, ni que el ejercicio de la responsabilidad política de los ciudadanos gravite  únicamente en el voto,  y en la delegación de poder en  representantes surgidos del sufragio. Las insuficiencias de la democracia representativa   han sido de hecho denunciadas por la desafección de los ciudadanos hacia una política delegada en unos pocos. Elegir a los que han de gobernar no es enteramente gobernar. Consentir, asentir y elegir  no es autogobierno. Lo es participar en la formación de las decisiones, en la toma de ellas y en su ejecución.  Un poder ejecutivo debe estar subordinado a la preeminencia del legislativo popular e incluso los poderes ejecutivos deben de ser participados también por el pueblo.   Una constitución republicana debe de   contemplar  formas de democracia participativa, deliberativa, popular  y mandatada. Al efecto deberían contemplase instituciones tales como la revocación de cargos, la brevedad y la rotación frecuente de los mandatos,  la preferencia por la forma colegiada de gobierno en cargos ejecutivos, el funcionamiento frecuente y accesible  de la iniciativa popular y los referéndum,  la introducción de algunas  formas de mandato imperativo, la introducción del procedimiento de sorteo en la designación de algunas magistraturas  públicas, las prohibiciones y limitaciones a la  acumulación de cargos públicos, la rendición de cuentas  después del mandato ante  órganos ciudadanos independientes,  la extensión de la incompatibilidad e inelegibilidad para del desempeño  de funciones  públicas de aquellos que  estén ligados  de una manera  privilegiada a actividades e intereses privados,  el estudio de  la incompatibilidad de un grado de renta y forma de vida suntuosa y excesiva, de manifiesta desigualdad,  para el desempeño cívico y virtuoso de funciones públicas.

Desarrollo:  se hace necesario subrayar el contenido político  de  instituciones republicanas y de los mecanismos que tradicionalmente se ligan a la radicalidad democrática que el republicanismo supone.,  de manera que no nos conformemos con la mención  de forma republicana que se presta habitualmente a  una interpretación restringida al dominio de la definición de forma de gobierno. En todo caso, al referirnos a forma de gobierno republicana, nunmca está de más   recuperar su contenido tradicional y genuino que no es tributario del liberalismo y de su forma privilegiada actual la de la democracia representativa liberal. Creo que es sorprendentemente novedoso  e innovador el hilo de las propuestas  republicanas  mas democráticas tradicionales 


La propuesta de un régimen republicano  implica que la función del Estado debe de ser  impedir la desigualdad por cuanto entre desiguales no prevalece la justicia y  el bien público  sino el poder de los más  fuertes.   La República  , por lo tanto,  debe  procurar , con su  intervención efectiva,  que , en ningún caso en que estén en juego relaciones  entre  ciudadanos, ni en  su  trabajo, ni en cualquier actividad y ámbito de    su vida   compartida ,   se produzca  una situación cuya desigualdad , estados de necesidad y carencia desemboque en dominio  y explotación de unos por otros.  El estado republicano deberá por lo tanto ser particularmente atento  a las actividades  financieras, de propiedad de los medios de producción, de uso de la tierra, la energía,  el uso del suelo y la vivienda,  o actividades económicas  que generen diferencias de poder material entre ciudadanos. Igualmente debe procurar que constitucionalmente   bienes como la cultura, la educación y los recursos naturales no puedan ser objeto de apropiación con fines lucrativos sino  sean considerados  como bienes comunes a los que todos deben de tener acceso.  En estos ámbitos, el Estado republicano debe y acoger las iniciativas que los ciudadanos promuevan  para democratizarlos en las formas que se susciten de democracia también  en aquellos  en  que actualmente aún permanecen  como reductos de un ancien regime al que no le hubiera llegado las libertades  : democracia en la empresa, en la industria, en la gestión de los asuntos exteriores,  en la enseñanza, etc  con el fin de que su funcionamiento no responsa  al lucro y beneficio de unos pocos o a la autoridad de algunos sino a lo que todos convengan democráticamente.  

Desarrollo: Es necesario introducir   la reflexión sobre el Estado social , las reflexiones de izquierda  no deberían limitarse  y estar ancladas únicamente en  la consideración del Estado social solo como promotor de derechos sociales  y garante de la satisfacción de necesidades sociales básicas   en todo lo cual  resuena un  eco de los fundamentos  del  Estado de Bienestar   (   la célebre formulación de Marshal de la ciudadanía como acumulación de derechos sociales  como una  3ª etapa más  avanzada del Estado de derecho, tras los derechos políticos y civiles, los  derechos sociales  hacia Estado Social  de derecho, es decir estado de Bienestar, socialdemocracia, etc, etc,….. ). Creo que el camino que fundamenta la intervención del Estado no debería insistir tanto ni en volver a reivindicar al Estado de Bienestar  ni en las   formulaciones  en términos de derechos. Más bien deberá ir por el camino insistente  de una formulación y fundamentación  republicana, o sea por la exigencia de igualdad de todos, de la emancipación y del autogobierno en todos los ámbitos y de no dominación de unos por otros, lo que implica que cualquier emancipación pasa por emancipación material  y  emancipación del poder de los  materialmente poderosos puesto que donde hay desigualdad prevalece la fuerza no la República. En la misma línea,  es más propio y genuino de la izquierda abordar la consideración de los bienes básicos, no tanto como derechos subjetivos individuales (la forma liberal de abordar la cuestión), sino desde la perspectiva que es tradicionalmente característica de  a la izquierda, y comunista: porque en esos asuntos  “omnia sunt communia” ( la tierra, la energía, el agua, el techo, los recursos, la cultura,….)


Forma parte del pueblo soberano que acuerda su autogobierno  el pueblo de los inmigrantes llegados al país cuyas circunstancias de necesidad material les ha hecho abandonar sus países de origen buscando con  los ciudadanos que nacimos anteriormente  en España una sociedad donde compartir  vida, trabajo y libertad  y manifiestan su voluntad de participar en su república. Cualquier violación de los derechos de este pueblo inmigrante será considerado como violación de los derechos de cualquier otro ciudadano sin que pueda darse  discriminación alguna, violación que merece ser  tratada con el mayor rigor  por cuanto  es una injusticia  que se dirige abusivamente hacia los más débiles de entre nosotros .


Desarrollo: Valientemente hay que abordar la cuestión de cuando hablamos de “ pueblo”  entendamos francamente quien es el pueblo, con el lenguaje, sin renuncias,  de la genuina  izquierda de siempre,  que debe definirse por
A.- El rasgo que no olvida – celestial y piadosamente siempre recurriéndose a bellos  consensos - la realidad de la lucha de clases y el conflicto. El pueblo, en este sentido es, como siempre ha sido,  “los de abajo”. Por eso no puede prescindirse en el vocabulario de menciones hacia los ricos y poderosos.  (Me remito a la redacción de  los párrafos anteriores llenas de alusiones “políticamente incorrectas”  sobre los poderosos, los más fuertes, los de vida suntuosa y excesiva, etc.)
B- Puesto que “ pueblo “ son los sometidos  y siempre abajo, el sector más legitimado para reivindicar su emancipación , sus derechos,- incluidos los derechos políticos plenos- en definitiva  su integra  titularidad como  “ pueblo”  son los inmigrantes venidos al país, antes que los “nacionales”. , que solo pueden reivindicar la circunstancia de su nacimiento . El hecho de haber llegado antes que otros – por nacimiento- a un lugar es un título éticamente tan débil para pretender el gobierno de ese lugar, de  esa  sociedad ,  como pudiera ser el de raza.


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10/5/14

Rojos pensantes: JOAN TAFALLA


Taller : "Esquerdes i nusos històrics: entendre l'actual UE". Presentà: César Castañón. Vàrem intervenir:  Xavier Díez, Joan Tafalla, Gerardo Pisarello. Jornada del Procés Constituent, "Unió Europea, reforma o ruptura, La Farga d'Hospitalet, 5 abril 2014.

Intervenció de: Joan Tafalla


15 minuts no permeten desenvolupar els arguments d’una posició que és a contracorrent del consens europeista d’arrel “progressista”.

No em queixo. La isegoria, la igualtat en el parlar és el component essencial de la democràcia. Que tots tinguem el mateix temps per a parlar en l’àgora. Així, doncs, em limitaré a llegir uns espècie d’epigrames. Els arguments que hi ha darrera aquests epigrames els podeu trobar si us interessa aprofundir en ells en sengles intervencions meves fetes recentment a Roma i a Gran Canaria i en un petit llibret que he publicat amb el meu amic Joaquin Miras[1].
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6/5/14

Temas republicanos: Republicanismo y ciudadania social


Republicanismo político y ciudadanía social

Esteban Anchustegui Igartua (*)

Introducción

El término ciudadano “apunta a la definición de la identidad de los individuos en el espacio público” (Thiebaut 1998, 24). En este sentido, la noción de ciudadanía está asociada a la pertenencia plena a una comunidad política, característica que no necesariamente es compartida por todos los componentes de una comunidad. Así, Marshall afirma que “la ciudadanía es aquel estatus que se concede a los miembros de pleno derecho de una comunidad” (1992, 37). En este sentido, la ciudadanía resulta ser un estatus formal que, siendo político, tiene condicionantes o requisitos extrapolíticos (nacimiento, residencia u otros). Así, el ciudadano se define por oposición al extranjero, al que es ajeno a la ciudad, y también frente al meteco: aquel que, aun residiendo en la ciudad, no es considerado un miembro pleno de la misma
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Modelos de integración política y ciudadanía

Con todo, ser ciudadano significa algo más que la mera coincidencia en deberes y derechos con los demás miembros de una sociedad política. Implica ordinariamente la conciencia de estar integrado en (“pertenecer a”, en la acepción más común del término) una comunidad, dotada de una cierta identidad propia, que abarca y engloba a sus integrantes singulares. Hablaremos, por tanto, de las distintas maneras en las que el ciudadano se vincula a su comunidad.
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1/5/14

Temas republicanos: la democracia representativa



¿Es la democracia representativa realmente democrática?-I-  Entrevista a Bernard Manin y Nadia Urbinati 
Por Elena Landemore (*)

La representación, ¿traiciona o cumple la idea de la democracia? En  el fondo ¿es más bien una desviación de la soberanía  popular llevado a cabo por las elites  o por el contrario permitiría la emergencia de una verdadera voluntad democrática? Nadia urbanati y Bernard Manin debaten sobre este asunto en la entrevista realizada por Elena Landemore  en Nueva York en abril de 2007, que reproducimos.

1.- Origen de la democracia representativa:

Hélène Landemore : Bernard Manin y  Nadia Urbinati,  ambos han escrito libros con parecidos títulos. Respectivamente: “ los priincipio0s del gobierno representativo” y  “Democracia representativa; Principios y genealogía “ , pero ni la representación es forzosamente democrática no la democracia necesariamente representativa., ¿Como se ha producido , desde el punto de vista histórico, el encuentro de estos dos conceptos? ¿Cuándo aparece por vez primera la democracia representativa?

Nadia  Urbinati : Según Gordon Wood, la expresión fue utilizada por primera vez por Alexandre Hamilton  en 1777 en una carta al gobernador Morris. La Revolcón americana, al contrario que la revolución Francesa, no experimentó un conflicto dramático entre soberanía popular y representación y ha producido sin duda el primer esfuerzo para disociar la democracia de los modernos de la de los antiguos, es decir la democracia “representativa” de la “democracia pura”. Con el fin de marcar  la diferencia y evitar cualquier confusión,. Los líderes americanos prefirieron emplear la palabra “republicano” para caracterizar su gobierno popular, En todo caso, el término “ democracia representativa” se utilizaba de manera más sistemática a principios de los años 1790 por Paine, Condorcet y Sièyes. En sus “Bases del Orden Social” ( 1794) Sièyes opera una distinción interesante entre dos  interpretaciones del gobierno representativo de las que una sola es democrática aunque las dos se fundamente  en el principio de elecciones.  Las dos interpretaciones se aplican a territorios extensos y densamente poblados, pero la primera consiste en  facilitar “encuentros parciales en diversas localidades” mientras que la segunda consiste únicamente en “nombrar diputados para una asamblea central”. Así, según Sièyes, la primera no es resultado de una volunt6ad  general única dado que presta voz a ciudadanos que viven en localidades, pareciéndose en esto al modelo de Condorcet. Lo que nos interesa es que Sièyes comprende bien la diferencia entre ambas formas de gobierno representativo.

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28/4/14

Materiales de reflexión



Por Miguel Angel Domenech

.-Jaspers: “la verdad es aquello que se puede comunicar”. Dado que  la facultad de pensar depende de su uso público, sin la prueba del examen público no es posible pensar ni formarse opiniones. A menos que se pueda comunicar y someter a juicio de los demás lo que se descubre pensando, la facultad de pensar ejercida en solitario desaparece.


 
.-El discurso de quien a sus palabras siguen sus actos verifica la verdad que propone con su propia vida. Non preceptor veris sed testis.

.-Facere docet philosophia non dicere, La filosofia enseña a obrar no a decir y exige que cada cual viva de acuerdo con la  ley que se impone. Philosophie non in verbis sed in  rebus est.

.-La mente solo puede conocer lo que ella misma fabrica

.-Pensar es  esperar de otra manera lo mismo, ir al límite de lo que puede pasar,  impugnar los  convencimientos, empujar los límites de lo imposible que están para ser forzados, ampliados y ensanchados. Buscar  la luz y lo posible en la oscuridad de lo imposible.
Pensar es ejercer la libertad. Servir a la filósofa ya es libertad

.- Filosofía como forma de vida: Vindicare se sibi. Morare secum

.-Filosofia como forma de vida: Frugalitatem exigit philosophia non poena


.-Protagoras: “sobre los dioses no podemos decir si existen o no existen, por la complejidad del asunto y la brevedad de la existencia”

.-La filosofía como forma de vida: Lo que es un bien no es vivir sino vivir bien y hay que preocuparse de lo que es vivir y como vivir no de su duración.

.-Estamos saturados de imágenes breves y cortas, formulas estereotipadas, clichés. Las  largas disertaciones destinadas a convencer  son  algo ajeno para nosotros Sin embargo, durante largo tiempo, la democracia se alimentó de discursos largos, contrapuestos y bien construidos que se confrontaban otros igualmente extensos para exponer al pueblo reunido la mejor solución. Las exposiciones  argumentadas son propias de las democracias, los slogans del comercio, las consignas de la autoridad, los clichés y frases hechas, de la estupidez.

.-La naturaleza no tiene ningún fin prefijado de antemano, todas las cosas finalizables son sencillamente ficciones humanas. La mente humana se persuade de que las diversas cosas se han puesto ahí para nuestro bienestar y con vistas a conseguir nuestros fines se manera que atribuimos también un fin a la naturaleza.

.-La comunidad  jurídica y política no se construye según el modelo de contrato sino sobre la base de un acuerdo argumentado, su modelo es el discurso no el contrato

.-La democracia tiene que ser constantemente instituida e inventada permanentemente. Las normas de su sostenimiento son un eterno retorno a su implantación y un permanente mejoramiento.

.-No se debe decir “¡políticos no!” sino “¡todos políticos!”. No se debe decir “¡no nos representan!” sino “¡que no nos representen!”.

.-El contrapunto de la verdad trascendente es la  libertad de la plaza pública. El mundo dela opinión es la verdad de este mundo. Pero no es la propiedad de unos pocos sino de la plaza.


.-Instituimos sociedad no para aliviar peligros o garantizarnos la paz sino aumentar nuestra racionalidad y libertad, para crear una moralidad entre ciudadanos, un autogobierno libre.

.- Reivindicamos Republica no como  una apelación a una edad de oro  sino que significa una crítica radical del orden existente y la propuesta de un orden social diferente en la dirección de una emancipación  en la propuesta de libertad igualdad y fraternidad.


.- Catón , nos dice Ciceron, “Non agebat pertinantia ut liber sed ut inter liberos vivere”. No obraba para conseguir ser libre sino para poder vivir entre hombres libres. La libertad de cada uno  no termina cuando empieza la de los demás (definición  liberal de  la libertad por sus límites, no por su contendio ) sino que  comienza  cuando empieza la de todos.

.-Escapar de la dominación exige forzosamente la acción colectiva.

.-La moralidad es el producto de un acuerdo social





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24/4/14

Rojos pensantes: OSKAR LAFONTAINE




MODERNIDAD.

Las palabras “modernización· y “modernidad” han sido degradadas hasta convertirlas en conceptos  de moda con los cuales es posible pensar cualquier cosa. Si uno trata de imaginar que entienden con el término “modernidad” las personas hoy llamadas “modernizadoras”, comprobará que es un poco más que la adaptación económica y social a las supuestas coacciones del mercado global. El concepto de modernidad queda limitado a categorías puramente económicas y técnicas.  Así, los  anglosajones no tienen protecciones jurídicas contra los despidos de modo que  si queremos ser modernos debemos desprendernos también de neustra protecciones en ese ámbito. En muchos países, la red de seguridad social ha sido seriamente reducida, de modo que si queremos ser modernos  también debemos reducirla drásticamente. En muchos países los impuestos a las empresas han disminuido, para que los empresarios no dejen el país y se vayan a otra parte, de modo que debemos ser modernos y rebajar también nuestros  impuestos. La modernidad se ha trasformado simplemente en una palabra para expresar la aceptación  de esas coacciones económicas.  La cuestión de cómo queremos vivir juntos y que tipo de sociedad deseamos  es hoy completamente antimoderna y ya no se plantea en absoluto.

(*).- Oskar Lafontaine.- “El corazón late a la izquierda”.-Paidos   2000
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20/4/14

Materiales de reflexión

Por Miguel Angel Domenech


.-Jaspers: “la verdad es aquello que se puede comunicar”. Porque la facultad de pensar depende de su uso público, sin la prueba del examen público no es posible pensar no formarse opiniones. A menos que se pueda comunicar y someter a juicio de los demás lo que se descubre pensando, la facultad de pensar ejercida en solitario desaparece.

-El discurso de quien a sus palabras siguen sus actos verifica la verdead que propone con su propia vida.

.- Caton “Non agebat pertinantia ut liber sed ut inter liberos vivere” .La libertad de cada uno  no termina cuando empieza la de los demás sino que  comienza  cuando empieza la de todos.

.-Escapar de la dominación exige forzosamente la acción colectiva.

.-La mente solo puede conocer lo que ella misma fabrica ( verum ipsu
facto)

.- Facere docet philosophia non dicere, La filosofia enseña a obrar no a decir y exige que cada cual viva de acuerdo con la  ley que se impone. Philosophie non in verbis sed in  rebvus est.

.-Non preceptor veris sed testis.

.-Pensar es  esperar de otra manera lo mismo, ir al límite de lo que puede pasar,  impugnar los  convencimientos, empujar los límites de lo imposible que están para ser forzados, ampliados y ensanchados. Buscar  la luz y lo posible en la oscuridad de lo imposible.
Pensar es ejercer la libertad. Servir a la filosofa a es libertad

.-Vindicare se sibi. Morare secum

.-Frugalitatem exigit philosophia non poena

.-La democracia tiene que ser constantemente instituida e inventada permanentemente. Las normas de su sostenimiento son un eterno retorno a su implantación y un permanente mejoramiento.

.-No se debe decir “políticos no” sino “todos políticos”. N se debe decir “no nos representa” sino “que no nos representen”.

.-Protagoras: “sobre los dioses no podemos decir si existen o no existen, por la complejidad del asunto y la brevedad de la existencia”

.-La moralidad es el producto de un acuerdo social

.-Instituimos sociedad no para aliviar peligros o garantizarnos la paz sino aumentar nuestra racionalidad y libertad, para crear una moralidad entre ciudadanos, un autogobierno libre.

.- Reivindicamos Republica no como  una apelación a una edad de oro  sino que significa una crítica radical del orden existente y la propuesta de un orden social diferente en la dirección de una emancipación  en la propuesta de libertad igualdad y fraternidad.

,.El contrapunto de la verdad trascendente es la  libertad de la plaza pública. El mundo d ela opinión es la verdad de este mundo. Pero no es la propiedad de unos pocos sino de la plaza.

.-Lo que es un bien no es vivir sino vivir bien y hay que preocuparse de lo que es vivir y como vivir no de su duración.

.-Estamos saturados de imágenes breves y cortas, formulas estereotipadas, clichés. Las  largas disertaciones destinadas a convencer  son  algo ajeno para nosotros Sin embargo, durante largo tiempo, la democracia se ali9mento de discursos largos, contrapuestos y bien construidos que se confrontaban otros igualmente extensos para exponer al pueblo reunido la mejor solución. Las exposiciones  argumentadas son propias de las democracias, los slogans del comercio, las consignas de la autoridad, los clichés y frases hechas, de la estupidez.

.-La naturaleza no tiene ningún fin prefijado de antemano, todas las cosas finalizarles son sencillamente ficciones humanas. La mente humana se persuade de que las diversas cosas se han puesto ahí para nuestro bienestar y con vistas a conseguir nuestros fines se manera que atribuimos también un fin a la naturaleza.

,.-La comunidad  jurídica y política no se construye según el modelo de contrato sino sobre la base de un acuerdo argumentado, su modelo es el discurso no el contrato
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15/4/14

WALTER BENJAMIN Y HANNAH ARENDT


Walter Benjamin y Hannah Arendt: la noción de tiempo histórico y la tarea del historiador


No pedimos a quienes vendrán después de nosotros la gratitud por nuestras victorias sino la rememoración de nuestras derrotas. Ese es el consuelo: el único que se da a quienes ya no tienen esperanzas  de recibirlo.
Walter Benjamin
La imparcialidad, y con ella toda la historiografía verdadera, llegó al mundo cuando Homero decidió cantar la gesta de los troyanos a la vez que la de los aqueos, y proclamar la gloria de Héctor tanto como la grandeza de Aquiles. Esta imparcialidad homérica [...] aún es el tipo de objetividad más alto que conocemos. No solo deja atrás el interés común por el propio bando [...], sino que descarta la alternativa de victoria o derrota...
Hannah Arendt

Walter Benjamin y Hannah Arendt se conocieron en París, en donde, como refugiados de la Alemania nazi, se movían en los mismos círculos de perseguidos por el régimen de Hitler, ju to con otros intelectuales exiliados como Alexandre Kojéve y Raymond Aron. Cuando en 1941 Hannah Arendt y su esposo, Heinrich Blucher, lograron huir a New York, tenían en su poder una serie de manuscritos de Walter Benjamin, quien se los había confiado en Marseille, para ser entregados a Theodor Adorno, el director del Institut for Social Research, institución que reunía exiliados judeo-alemanes pertenecientes a la Escuela de Frankfurt, de la que Benjamin había dependido financieramente en los últimos años de su vida. Walter Benjamin no logró escapar a los Estados Unidos, y debido a una serie desafortunada de acontecimientos, como el rechazo de una visa para pasajeros en tránsito por parte de funcionarios fronterizos de la España de Franco, que le impidió llegar a Lisboa para finalmente emprender su viaje a los Estados Unidos, terminó su vida en la frontera franco-española.
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