Alejandro
Cortés A. (*)
En
filosofía política se da un debate entre dos posiciones antagónicas: el
liberalismo y el republicanismo. Los aspectos en los que difieren estas
concepciones de la política son varios, pero uno de los más importantes es
sobre cuál modelo de democracia es el adecuado para las sociedades contemporáneas;
sociedades sumamente complejas en las que coexisten multiplicidad de individuos
y grupos sociales con concepciones y visiones de mundo diferentes, y muchas
veces incompatibles entre sí.
Tanto
liberalismo como republicanismo presentan distintas propuestas para la solución
de los problemas de las sociedades contemporáneas. Mientras el liberalismo
defiende por encima de todo el respeto a las libertades individuales y, debido
a ello, tiene una concepción de la sociedad en la que es entendida como una suma
de individuos diferenciados y separados los unos de los otros, el
republicanismo, crítico de la modernidad,[1] propone formas de auto
organización comunitaria, en las que prima el bien de la comunidad, concebida
como un todo orgánico y no como una simple agregación de individuos.