“El que posee la bolsa poseerá la espada y el que manda sobre los dos posee todo”
Brutus ( John Williams ?).- Ensayos antifederalistas V. 1787
Brutus ( John Williams ?).- Ensayos antifederalistas V. 1787
Por Miguel Angel
Domenech
Anunciar la emancipación dará lugar siempre a división de conciencias porque crea una grieta en los saberes dominantes. Proponer lo bueno para todos se enfrenta necesariamente a lo establecido como bueno para algunos y se enfrenta a los que lo sustentan como si fuera universal no siendo sino dominio de sus intereses. Este dominio de lo particular es lo que los clásicos republicanos llamaban intereses facciosos que adoptan la forma de un simulacro de interés general . Asi se hace pasar todo por via de consenso expulsando de la política todo lo que no sea consensuado, es decir que divida el saber dominante, como riesgo de su supervivencia dominadora, excomulgando toda división y toda grieta que
"Nos trajeron loros y
bolas de algodón y lanzas y muchas otras cosas más que cambiaron por cuentas
y cascabeles de halcón No tuvieron ningún inconveniente en darnos todo lo que
poseían.
Eran de fuerte
constitución, con cuerpos bien hechos y hermosos rasgos. No llevan armas, ni
las conocen Al enseñarles una espada, la cogieron por la hola y se cortaron al
no saber lo que era No tienen hierro Sus lanzas son de caña.
Serían unos criados
magníficos. Con cincuenta hombres los subyugaríamos a todos y con ellos
haríamos lo que quisiéramos".
Estos arawaks de las Islas
Antillas se parecían mucho a los indígenas del continente, que eran
extraordinarios (así los calificarían repetidamente los observadores
europeos) por su hospitalidad, su entrega a la hora de compartir. Estos rasgos
no estaban precisamente en auge en la Europa renacentista, dominada como estaba
por la religión de los Papas, el gobierno de los reyes y la obsesión por el
dinero que caracterizaba la civilización occidental y su primer emisario a las
Américas, Cristóbal Colón.
Escribió Colón:
"Nada más llegar a las
Antillas, en las primeras Antillas, en la primera isla que encontré, atrapé a
unos nativos para que aprendieran y me dieran información sobre lo que había
en esos lugares".
Claude Lefort ya había comentado antes esos textos, señalando que el hecho de que Hannah Arendt concibiera la política sirviéndose de un cambio de imagen del totalitarismo la hacía privilegiar los momentos en que se manifestaron sus aspectos más ocultos: el momento de la ciudad griega en la Antigüedad, y aquellos de las Revoluciones Americana y Francesa (junto con, tal vez, los consejos obreros en Rusia en 1917 y en Hungría en 1956). “En el caso de Grecia, el caso más puro, vemos según Arendt ordenarse un “espacio”, vemos surgir un espacio, en el que los hombres, a distancia de sus asuntos privados propios de la esfera del oikos –unidad de producción doméstica sometida a las presiones de la división del trabajo y de las relaciones entre dominantes y dominados- se reconocen como iguales, discuten y deciden en común. En ese espacio, los hombres pueden rivalizar e intentar, como dice Hannah Arendt, por medio de “bellas palabras” y “hazañas”, grabar su imagen en la memoria pública”.[5] La
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“Quien alaba a un tirano no lo hace por más motivo que el de desahogar su avaricia a la sombra de su
poder”
Donato Giannotti.-La
república de Florencia. 1534
Este ensayo nace de mi
propia experiencia dentro del movimiento antiglobalización, una corriente que
abrió el debate sobre la teoría y la praxis de la democracia poniendo sobre la
mesa ciertos cuestionamientos compartidos tanto por los anarquistas de Europa y
América del Norte como por las organizaciones indígenas del Sur Global.
Cuestiones, sin duda, polémicas, como: ¿es la «democracia» un concepto
inherentemente occidental? ¿Hace referencia a una forma de gobernanza (una
manera de autoorganización comunal) o a un tipo de gobierno (una organización
particular del aparato del Estado)? ¿Lleva implícita la imposición de la
voluntad de la mayoría? ¿Es democracia la democracia representativa? ¿Ha
quedado la palabra pervertida tras su infancia ateniense, una sociedad
militarista y esclavista basada además en la represión sistemática de las
mujeres? ¿Guarda lo que ahora llamamos «democracia» algún tipo de relación
histórica con la antigua democracia ateniense? Aquellos que buscan formas
descentralizadas de democracia directa, por consenso y no por mayorías, ¿pueden reapropiarse del término? Y, en caso de que lo lograran, ¿cómo
convencerían al resto del mundo de que la «democracia» no tiene nada que ver
con la elección de representantes? Por otro lado, si esa recuperación
terminológica es imposible, si aceptamos la defininición generalizada y
empezamos por tanto a considerar que la democracia directa es algo distinto,
¿cómo seremos capaces de afirmar que estamos en contra de una palabra tan
cargada de connotaciones positivas?
(Diccionario de autoridades .
Edición 1729)
Art 14 : “Cesa
toda discriminación por razón de color
de la piel. (…) A partir de ahora todos
los ciudadanos de Haití serán denominadas negros”.
Por Pablo Scotto (1)
Los primeros son los republicanos moderados o
burgueses que empiezan brindando por la fraternidad de Lamartine y acaban
empuñando los fusiles de Cavaignac. Los segundos son los contrarrevolucionarios
de diversos signo que toleran la naciente republica hasta que se ven con la
fuerza suficiente para conspirar contra ella. Los terceros son los partidarios
de la república democrática y
social que se refugian en el gestualismo
anacrónico de Ledru-Rollin. A grandes rasgos, los azules representan a la burguesía,
los blancos a la Iglesia y a la aristocracia, los rojos a las clases trabajadoras.
Por Miguel Angel Domenech
En la actividad política de una izquierda consciente no se trata
únicamente de rechazar la vanguardia directora de los movimientos de transformación social- de esa vanguardia ya estamos muy prevenidos, Lenin mediante- sino de
rechazar también el equivalente de “ sujeto histórico”, la clase, el
proletariado, etc... de lo que aún no
hemos escarmentado.
¿Porqué un “sujeto histórico”? ¿Es la historia la que lo hace surgir como si tuviese una dinámica propia- aunque mas bien propia de la magia- productora de sujetos? La pregunta misma por quien es el sujeto histórico es ya falsa porque implica que hay que encontrarlo, está ahí, dado, y no bastaría sino hacer un análisis (bien "científico" que diría Engels) y anudarse estratégicamente en su torno .
Por el contrario, son sujeto en cada momento los que quieren liberarse conscientemente y participan en su propia liberación. No los producidos por los engranajes de la maquina histórica y social (p.-e. el proletariado en la maquina de las fuerzas productivas y relaciones de producción). Es sujeto histórico el que actúa colectivamente.
Esa actuación no es generada por ninguna dinámica histórica sino por la dinamis de las actuaciones humanas. Que la cultura y todo lo que constituye lo humano sea un emergente social no quiere decir que emerge independientemente de la voluntad de los actores según un guion dado por dios o equivalente, llámese sentido de la historia o última instancia determinante. (1) Nunca ha tenido mas actualidad aquel dicho de Kant: " Se dice que hay que tomar a los hombres tal y como son, pero se olvida que los hombres son como los nosotros mismos los hemos hecho".
Es la razón por la que E.P. Thompson decía- ya escaldado de las ortodoxias marxistas- que se habla demasiado de clases cuando debería de hablarse de lucha de clases.
(1). Otra cosa es que exista un "irrebasable": el lenguaje, como mediación simbólica de todo conocimiento. Pero eso ya es otro cantar que ningún marxista ha entonado.
Atentamente
Firmado : Un premarxista (o postmarxista
, tanto da)
Por Miguel Angel Doménech
Ni siquiera en los legendarios denostados regímenes de despotismo oriental o en los regímenes policiales más denunciados como totalitarios se encontraba una potencia de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado tan desmesuradas y armadas. Educadas y formadas en la brutalidad. Actúan con la bestialidad propia de quien es presa de pánico ante los muchos y desarmados.
¿ Porqué ante los exhiben razones deben de mostrarse tantas armas?
Algo no marcha.
En los debates en torno a la
Constitución USA de 1787, el anti federalista Brutus (1)ya había advertido de la anomalía
peligrosa que significaba que estuviese previsto constitucionalmente la intervención
de hasta la fuerza represiva del ejército para hacer cumplir las leyes. Si las
leyes y el gobierno, afirmaba, son expresión de la voluntad popular realmente,
los incumplidores serían una excepción marginal no pudiendo concebirse que los
mismos que habían aprobado una política, se opusiesen a ella. La presencia de tanta fuerza la consideraba
un hecho contradictorio e insólito, que daba a entender que la representación y
la ley no estaría siendo fielmente expresión de la voluntad popular .Cuando se debían
prever tanta potencia para su respeto es
que no poseía respetabilidad democrática. El pueblo, afirmaba, si esta
negando tanto con sus actos su apoyo al gobierno
que se precisa fuerza cuasimilitar para reprimirlo, es que el sistema de representación está siendo
inoperante.
Libro de Miguel
Abensour (*)
recension de
Jean Claude Poizat ( 1)
Como es sabido,
Arendt, en una entrevista para la televisión alemana en 1964 (con Gauss, ),
hizo estas declaraciones que parecen inapelables: “ yo no pertenezco al
circulo de los filosofos”. Se responde asi a la cuestión
del estatus del pensamiento de Arendt con una respuesta fácil:
su pensamiento pertenecería mas bien a la teoría política que a la filosofía
propiamente dicha.
Hay una complicidad inevitable entre la historia como
progreso y fascismo. Porque solo son los vencedores, en la historia como progreso,
los que dan significado a la historia.
El progreso se hace sobre las espaldas de una buena parte
de la humanidad
Ser
republicanos es poner la voluntad del
común como forma de gobierno. En este sentido, el republicano es comunista.
Comentario: “Poner el Reino
por encima del Rey” fue una expresión de las aspiraciones radicales de los
comuneros de Castilla y quería decir, la prevalencia del bien común – contenida
en la voluntad de los comuneros- sobre el bien de Uno, contenido en la voluntad real. El Reino, es, en efecto,
el equivalente del bien común.
La segunda expresión ilustrativa de la propuesta comunera era “hacer de la voluntad del común, el gobierno ”. Esto va más allá de la mera mención de la voluntad popular o soberanía popular. Quiere decir que la propia voluntad popular es la institución de gobierno. No hay institución separada o desvinculada, llámese gobierno o Estado o representante, que pueda ponerse en lugar de la voluntad del común o que la represente. La voluntad popular es ya la institución y es mandato indiscutible. La voluntad popular manda y está presente en permanencia , no a través de otras personas. Es siempre directa.. No puede ser intyerpretada ni representada, solo obedecida. Lo común y el común mandan y ordenan o revocan en permanencia. El comunista es el republicano. (1)
El republicanismo canadiense es un movimiento entre los canadienses para la abolición de la monarquía de Canadá, a favor de una forma de gobierno de república. Estas creencias se expresan individualmente -por lo general en círculos académicos- o a través del grupo de presión republicano del país. Los republicanos no tienen un modelo preferido de república, ya que los individuos son impulsados por varios factores, como la percepción de la practicidad del poder popular que se coloca en las manos de un presidente electo o una manifestación diferente de la nación moderna. Al igual que con el Monarquismo en Canadá su contraparte política, el republicanismo fuerte no es un elemento predominante de la sociedad canadiense contemporánea. Las raíces del movimiento preceden a la Confederación Canadiense y ha surgido de vez en cuando en la política canadiense, pero no ha sido una fuerza dominante desde las rebeliones de 1837,[1] de los cuales los republicanos canadienses consideran sus esfuerzos como una continuación.[2]
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Entre los comunistas se nos añade una exigencia suplementaria. A ese ¿porqué soy? no le basta apelar únicamente a la conciencia y al fuero interno sino que necesita de otra más amplia formulación ¿Por qué somos? A los comunistas no nos puede satisfacer ni el interrogante dirigido a la conciencia individual ni la respuesta del arbitrio personal o de una Razón trascendente sino las razones que nos damos y nos comunicamos unos a otros. Atendemos así al mundo común que con ellas, las razones que se dan y se reciben, nos construimos a nosotros mismos y al mundo humano que compartimos. Un mundo hecho de lenguaje que quiere ser un hogar común. No pueden darse razones en soledad y el conocimiento privado no es ninguna clase de conocimiento. De la misma manera no se puede ser libre solo. Los comunistas siempre hemos de ser un nosotros. Lo que realmente nos hace ser es la relación. Solo se es humano en la medida en que somos humanos con otros. Nuestra libertad no es una soberanía únicamente limitada por
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La obra de Louis Blanc, continuación y máximo exponente de lo que se había ido fraguando en el seno de las sociedades republicanas durante la monarquía de Orleans, constituye el primer ejemplo de una doctrina genuinamente socialista y democrática en la que se concilia la defensa de la republica jacobina y la reivindicación del sufragio universal- forma jurídica y política de la aspiración romántica de dar la voz al pueblo cuya infalibilidad se proclama, con las aspiraciones de los trabajadores de los pequeños talleres – núcleo de la clase obrera francesa en ese periodo- y en la que la crítica d e la concepción individualista de los derechos humanaos va acompañada de una apasionada defensa de éstos, de su necesaria generalización y de la incorporación de nuevos derechos humanos de carácter económico y social y fundamentalmente del derecho al trabajo. Tras el éxito inicial de la revolución parisina de 1848 realizada en nombre de la republica democrática y social Louis Blanc, primer socialista miembro del gobierno francés , intentó poner en practica su doctrina socialdemocrática. La reacción conservadora tendente a limitar las consecuencias de la revolución y el radicalismo blanquista poco respetuosa d e la volu8ntad popular libremente expresada en las urnas hicieron imposible dicha empresa. El Segundo Imperio napoleónico acabo con el sueño de la republica democrática y social.
Fuente: https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=168147
Por Miguel Angel
Domenech
Son siempre alienación.
Cuando la libertad no es simple ejercicio del libre arbitrio o únicamente
desenvolvimiento de derechos individuales sino construcción de un mundo
normativo, una racionalidad común, la representación- mediación o sustitución
no es posible. No es posible que otro desempeñe tu persolnalidad moral y tu
racionalidad. En la representación, la
más verdadera posible, se
cumple, por otro, el objeto de tu arbitrio y tu derecho pero en tanto
que menor y asistido.
Por eso J. Stuart Mill puede decir que la institución
política de la representación busca para legitimarse ser más verdadera, pero no
más democrática.
No es libertad es asistencia.
Jurídicamente y genuinamente es una institución dirigida a menores o discapacitados. En política representativa,
la discapacidad es, o pretende que así sea, ser, lo propio del pueblo bajo, al que se aparta
de un desarrollo moral y del ejercicio de su libertad y de la facultad de autogobierno
que le son inmerecidas por presuponerle inferior. Se representa jurídicamente a
mujeres, niños y discapacitados. Políticamente al menu peuple. La mujer y su inferioridad en el patriarcado son el
paradigma de lo que es en política la institución de la representación.
“La paz con justicia y
decoro es la más bella y provechosa de las adquisiciones, pero si la acompañan
la maldad o la esclavitud censurables, es lo más vergonzoso y perjudicial”.
Polibio. Historias. IV,31,8
Pablo Scotto.
Centro de estudio políticos
y constitucionales. Madrid 2021
El libro del profesor Pablo Scotto
hace un análisis exhaustivo de una institución, el Derecho al Trabajo, teniendo la habilidad de ponerla con rigor en el contexto histórico y politico de aquel
fenómeno de confluencia y confirmándolo.
. Efectivamente , después de la cima más radical y democrática que alcanza el republicanismo
en la Revolcón Francesa con Robespierre y la constitución de 1793, un Termidor
creciente se enfrenta a la recuperación popular y obrera de una de las herencias del republicanismo: el
derecho al trabajo y , con él, en realidad, con la totalidad del mismo Derecho Laboral que crece a su sombra a
partir del concepto mismo . Esta institución
jurídica reivindica como supuesto necesario la necesidad de que las relaciones relevantes sociales
que pueden implicar dominación sean atravesaos también por la República y les sean exigidas
la misma radicalidad de emancipación, no dominación y autogobierno. No puede
haber espacios en que esté en juego la existencia misma de los ciudadanos que esté privado de la acción pública y liberadora
de la república. El republicanismo demuestra así que no todo lo político se
agota en el Estado del ancien regime sino que estaban pendientes de conseguirse en las relaciones contractuales privadas, en el mundo del trabajo.
Desgraciadamente aquella inspiración republicana se está revirtiendo hoy desde el neoliberalismo. El derecho al trabajo se ha convertido- vía concepción liberal- en un obstáculo a la prevalencia d e la libertad de mercado y a la supuesta asignación óptima de recursos y el pleno empleo, en que esa concepción d e la libertad desemboca utópicamente según el pensamiento liberal-capitalista. Asi el derecho al trabajo se convertiría- en un ejercicio inexplicable de contradicción- en el enemigo público numero uno del pleno empleo y el propio desenvolviomiento económico. El derecho al trabajo no debe de existir, según esta visión, porque no es sino la alimentación de un Estado que usurpa las libres relaciones en que se desenvuelven las leyes del mercado ( nueva versión de la mano invisible).
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En medio de su visita al
reino, oyó de él el rey de Partia , Vardanes I que era un hombre ilustrado y
amante de la filosofía. Apolonio acababa de llegar al reino, pero de inmediato
el rey Vardanes conociendo su
prestigio como filósofo y hombre íntegro
le invitó a venir a su Corte para conocerle y antes le hizo transmitir que le haría el don de hacerle diez regalos cuando se encontrase con él, los que el mismo filósofo quisiese.
Llegando a su presencia Vardanes le preguntó que cuales eran los regalos que deseaba, pues le serían concedidos. Apolonio le dijo que el primero era que permitiese el rey el acceso de los eretrios a la tierra que se les negaba para cultivarla. El rey, quedó sorprendido, no obstante le concedió este primer regalo y dio las ordenes pertinentes en favor de los eretrios. A continuación le preguntó a Apolonio que cuales eran los nueve siguientes que quería. A esto respondió Apolonio que ninguno otro porque habiendo llegado recientemente aún no había podido hacerse otros nueve amigos.
Esto lo relata Filóstrato en su Vida de Apolonio de Tiana. Sucedía en
los años 40 del siglo I.
El castigo colectivo de aquella vida privada, privada de virtud es la necesaria aparición de unos pocos, o de uno, que hace las cosas decidiendo en lugar de todos, habiendo estos
últimos renunciado a la construcción de
lo común. y resignándose a la violencia de la actividad de los más hábiles en trepar y enriquecerse a toda costa y a cualquier
precio. La deriva necesaria de ese ideal
liberal es la dictadura o la oligarquía.
La contrapartida de esa oligarquía de los hábiles en bajas pasiones es la necesidad
de sumisos idiotizados, la servidumbre
voluntaria.