“
En primer lugar , procúrate casa, mujer
y buey
de trabajo.
La
mujer, no casada, adquirida, que incluso siga
a los bueyes”
( Hesiodo.-“ Los trabajos y los días”.- 405
Casarse, en la sabiduría tradicional y ancestral era siempre ligarse de alguna manera con mujer. Digo con mujer y no a la inversa, porque casarse era cosa de hombres. La mujer no se casaba sino que la casaban, por lo tanto no habia lugar a materia de reflexión ni consejo a ella dirigido a este respecto sino únicamente indicaciones de cómo obedecer mejor en la situación en que estaba pues no se piensan ni se meditan las ordenes. Ni la mujer ni los bueyes de trabajo se casaban. Es por eso que la voz habitual enconada en el desprestigio y la burla del matrimonio ha sido casi siempre, culturalmente, solo un discurso masculino. Ahora las cosas ya van de otra manera.